Discursos del Hon. Manuel L. Quezon, comissionado residente de Filipinas, pronunciados en la Cq́mara de representantes de los Estados Unidos, con motivo de la discusión del Bill Jones, 26, septiembre-14, octubre. 1914.

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americano no quisiese cumplir una promesa hecha
en tales circunstancias, como se deduce del temor
de los que tienen poca confianza en los te'rminos de
este prea'mbulo e insisten en que se fije una fecha
para la concesio'n de la independencia, la fijacio'n
de una fecha no resolveria la cuestio'n en modo
alguno. Si el pueblo filipino estuviera en condiciones de pedir por la fuerza al pueblo americano
el cumplimiento de sus promesas, diria que una
promesa con fecha fija para su cumplimiento serf a
quiza' rejor que otra que no la tuviese, porque
sabri'amos entonces desde que' dia se hari'a la cornputacio'n. Pero como no tenemos poder para exigir
el cumplimiento de la proniesa en un caso lo mismo
que en otro, la fecha del cumplimiento es de ninguna
o de rnuy pequefia importancia. Hernos aprendido
por rnedio de la rnats dura de las lecciones que no
podemos sacar nada por la fuerza de los Estados
Unidos, y es hora ya de que sepamos que nada
harn'a fracasar con ma's seguridad nuestras esperanzas en lo futuro como todo intento de emplear la violencia para conseguir el reconocimiento de nuestra
independencia. Estamos absolutamente a merced
de esta. poderosa nacio'n, y s6lo podemos apelar a
los sentimientos de j usticia y honradez del pueblo
americano, si queremos alcanzar la meta de nuestra
amnbicio'n. Sr. Presidente, quiero aprovecharme de
esta ocasi6n para dirigir vehementemente una palabra de amonestacifn a mis conciudadanos. Deben
tener fe en el pueblo americano y demostrarlo con
hechos y con palabras. [Aplausos.]