Cuentos filipinos, por Don José Montero y Vidal.

EL PIRATA LI-MA-HONG.

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— Por qu? pregunt6.
- Por muy sencillo motivo. Sioco era un muchacho pundonoroso y enamorado. Frustrada tan desastrosamente la
aventura, que por su consejo emprendiste, de conquistar
la isla de Luzon, su pundonor le impedia ponerse mas en
tu presencia. No habiendose realizado tampoco su proyecto
de tomar venganza de la infiel que lo engai6, y A la que, a
pesar de ello, amaba con pasion,y martirizandole el recuerdo de que seria feliz con su nuevo amante, pues tambien
Sioco era celoso, ha decidido pener fin a sus dias, lo que
hoy mismo acaba de realizar estrangulandose con ula
cuerda. Ve ahi por que motivo no podia venir.
-i Se ha suicidado! I Infeliz Era un heroe.
Li-Ma-Hong se bebi6 seis tazas de cha, porque se le
anudaba la garganta por el dolor de la perdida de su lugarteniente; y temeroso de que la impresion le fuera perjudicial, pidi6 su pipa y se puso A fumnar opio, a ver si lograba
que se ofrecieran a su iniaginacion distintas imagenes de
las que se le representaban, pensando en el fatal destino
del malogrado Sioco.
Los documentos fehacientes de que hemos tom3do las noticias veridicas de esas particularidades de la vida privada
de Li-Ma-Hong, documentos escritos en caracteres chinos,
de cuya autenticidad no podemos dudar, por haberlos visto
en el archivo de un descendiente del celebre pirata, en un
vidje que hicimos A China en Marzo uiltimo, concluyen en
el punto en que nosotros lo dejamos, disponi6ndose A fumar aufion.
Ignoramos c6mo acabaria sus dias.
Posible es que tan embelesadoras fuesen las imagenes
que en su placentera somnolencia se le aparecieran, que
perdiese la vida, embriagado de goce contemplandolas.