Cuentos filipinos, por Don José Montero y Vidal.

ROSA YACSON. 14$
Tara revelarle su amor. Su pasion arrebatadora, contenida
por tanto tiempo, pues veinte dias son siglos' para quien
bien ama, le daba una elocuencia irresistible y Ileno de ardor decia A Rosa:
-Viendo que el sueilo huy6 de mis ojos, que su hechicera imagen no se separaba un momento de mi, tuve miedo de volverme loco. Conozco que adoro A V. con toda tni
alma.
Rosa, que habia cifrado en Luis todas sus ilusiones, acogi6 con placer aquella expresiva manifestacion de su amor,
tan deseada y grata para ella, contestandole que tamblen
le amaba, que no le olvid6 ni un solo instante desde que
le viera, que su corazon le pertenecia.
Un mes estuvo Luis en Vigan: todas las nacbes iba A casa
de Rosa, y nunca falt6 ocasion para reiterarse sus protestas
de amor: mes feliz, en que las horas trascurrian como minutos.
Pasado este tiempo, volvi6 al Abra y con frecuencia iba
a Vigan A ver A su amada. Diariamente se escribian cartas
carifosisinas y haciendo cAlculos para lo futuro, creyeron
su felicidad imperecedera.
VIII.
Vigan es, a nuestro juicio, la mejor capital de provincia, por su hermosa edificacion.
Las casas de tabla y nipa, tan abundantes en las demas,
estan en minoria en Vigan.
Hay barrios enteros, como el de los mestizos, donde tolas las casas son de piedra.
Posee dos plazas espaciosas, en una de las cuales se ha10