"La tragedia" del Banco Nacional Filipino / por Venancio Concepcion.

a su lado como consultor tecnico al Secretario de la
instituci6n Mr. Robinson, a quien sustituy6 Mr. J.
Elmer Delaney, otro hombre que tambien habia sido
especialmente contratado por su reconocida experiencia en materia de cambios. Mr. Ferguson se
habia hecho cargo de la parte comercial e industrial
del negocio; Mr. Delaney, del negociado extranjero,
y el que suscribe, del ramo agricola exclusivamente.
Tal era la organizaci6n del Banco. Su situaci6n
econ6mica no podia ser mas solida. Contaba con
grandes recursos liquidos a su disposicion, y pagaba
intereses religiosamente por los dep6sitos cada vez
crecientes del Gobierno Insular y de los gobiernos
provinciales y municipales, aparte de las cuentas
particulares. Tan confiado estaba Mr. Delaney de los
grandes recursos del Banco, que, auin en la epoca
de Mr. Ferguson, la instituci6n negose repetidas
veces a recibir del Gobierno el pago de P1,010,000.00
anuales por las acciones por las que estaba suscrito.
El problema principal del Banco era, por lo tanto,
el hallar inversi6n para esos grandes recursos liquidos, con el fin de producir ganancias que por lo menos cubriesen sus gastos de operaci6n y los intereses
que habia que pagar por los dep6sitos. Se estimul6
a la industria y al comercio, y se ayud6 a la agricultura en sus diversas fases. El comercio filipino que
entonces se hallaba completamente inerme, hall6 en
la ayuda bancaria que hasta entonces no habia recibido cierto incentivo para una evoluci6n. Los tiempos mejoraban; el volumen del comercio iba creciendo
notablemente, y a medida que la guerra avanzaba,
los precios y los valores se inflaban mas y mas. Nuestros productos de exportaci6n alcanzaron cotizaciones jamas conocidas. La prosperidad general difundiose hasta los elementos mas modestos de la co14