"La tragedia" del Banco Nacional Filipino / por Venancio Concepcion.

los miembros de la junta de directores del
Banco, ni a los agentes de las sucursales del
mismo."
No hay doctrina mejor sentada en la Jurisprudencia Criminal de las Islas Filipinas, los Estados
Unidos y Espaina, que aquella de que, los Tribunales
no crearan un delito que no este definido por la ley
y que no ampliaian la significacion de cualquiera
disposici6n legal, de tal modo que cree alguna responsabilidad criminal a menos que el delito o la responsabilidad criminal este comprendida clara e inequivocamente dentro de la ley. (EE. UU. v. Ambata,
3 Jur. Fil., 337-338; EE. UU. v. Agadas, 36 Jur.
Fil., 360; EE. UU. v. Estapia, 37 Jur. Fil., 22-23;
EE. UU. v. Brewer, 139 U. S. Su. Ct. Rep. 35 L.
Ed. 193; EE. UU. v. Dwyer, 56 Fe. Rep. 467; Balley v. EE. UU., 160 D. Sup. Ct. Rep. 40 L. Ed. 393;
EE. UU. v. Arteago, 68 Fed. 883; EE. UU. v. Sharp.
27 Fed. Cas. P. 1043; Paragon Paper Co. v. State,
49 N. E. 603-604, 19 Ind. App. 314; Ex parte McNulty, 19 Pac. Rep. 239, 77 Cal. 164; EE. UU. v.
McClarty, 191 Fed. Rep. 518-523).
Y para mayor abundamiento de que los prestamos concedidos por el Banco Nacional a corporaciones o sociedades en que un director estuviese interesado como accionista, socio o gestor, no estan incluidos dentro de la prohibici6n contenida en el articulo
35 de la ley 2747, o que por lo menos no se hallan
incluidos clara e inequivocamente dentro de dicha
disposici6n legal, lo prueba el hecho de que la Legislatura Filipina, con posterioridad a la comisi6n de
los hechos infractorios, o sea en 30 de Enero de 1921,
aprob6 la ley No. 2938, cuyo art. 29 enmend6 el art.
35 de la ley 2747, de tal suerte que, los prestamos a
tcorporaciones, sociedades o compaiias, en las que
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