Narciso López y su época.
Portell-Vilá, Herminio, 1901-

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Page  [unnumbered] r 17NARCISO LOPEZ Y SU EPOCA NARCISO LOPEZ Y SU EPOCA TOMO I

Page  [unnumbered] DEL MISMO AUTOR Historia de Cdrdenas, Ia Habana, 1928. El pasado glorioso como leccion de energia, La Habana, 1928. La decadencia de Cardenas, La Habana, 1929. Tradiciones cardenenses (En Archivos del Folklore Cubano, La Habana, vols. I-IV). 6 EN PRENSA Narciso Lopez y su epoca, tomos II y III. EN PREPARACION Bravo Senties y la Revolucicn de Yara. _

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Page  3 .I - 3PP-~~~~~PI C~~~~~dllb~~~Bbl 1 --- HERMINIO PORTELL VILA INSTRUCTOR DE HISTORIA DE CUBA EN LA UNIVERSIDAD DE LA HABANA NARCISO LOPEZ Y SU EPOCA TOMO I CULTURAL, S. A. LA HABANA 1930 -I I IIC

Page  4 ES SerB cc ejem F FI 9 8 -s t DIBUJOS ORNAMENTALES POR HERIBERTO PORTELL VILA II I II I- II III I

Page  5 A MI ESPOSA: El estimulo de su cariio y su ayuda entusiasta han hecho posible este libro.

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Page  7 PROLOGO gIGUIRA discutidisima de la historia de America y aun de la de Espafia, de singular Xcolorido y fuerte relieve, Narciso Lopez, con su accidentada existencia, sus hazanas v sus contradicciones, ha apasionado a no pocos historiadores espaiioles, hispanoamericanos, norteanericanos y franceses. Hijo de su epoca, para tener asegurado el juicio glorificador de la posteridad solamente le falt6 una cualidad: la del vencedor. Narciso L6pez, triunfante en sus proyectos revolucionarios, seria una extraordinaria figura continental. La republica libre e independiente, que era el secreto designio suyo hasta en los momentos en que, aparentemente, mas podia considerarsele anexionista, habria hecho del valiente y desdichado soldado que enseno a los cubanos a batirse con las tropas espafiolas, uno de los ep6nimos de la independencia de America. No lo quiso asi su aciago destino, pero analizada su conducta con frio desapasionamiento, el juicio sereno e imparcial ha de reconocer en el un militar de fortuna, esclavo primero de su temperamento y de sus impulsos, y emancipado despues de tan viciosas cadenas para hacer vida ejemplar de caudillo de una noble causa a la cual consagro sus energias, sus afectos, su porvenir y su propia existencia.

Page  8 8 HERMINIO PORTELL VILA Su lugar esta entre los heroes de nuestras luchas por la independencia. A traves de las paginas que en nuestra obra le dedicamos, aparece Narciso Lopez defensor de los derechos de Cuba, hollados por las Cortes espaiolas despues de la revolucion de La Granja; iniciador de una protesta frustrada contra esa injusticia politica; resuelto conspirador; militar sospechoso de desafeccion a Espafia y de simpatia por el ideal independiente cubano, y, por iultimo, cabeza principal de movimientos revolucionarios y de expediciones armadas dirigidas a lograr el cese de la soberania espanola sobre Cuba. Vivi6 el y desenvolvi6 sus actividades politicas en uno de los periodos mas interesantes de nuestra historia colonial. Por sus antecedentes, por su caracter, por sus cualidades y por sus sentimientos, se relacion6 estrechamente con los hombres mas eminentes de la sociedad cubana de aquel tiempo, y trato muy de cerca a personajes significados de su pais de nacimiento y de Espana. Hechos hist6ricos de trascendencia, ocurridos en Venezuela, en la Peninsula y en Cuba, tuvieron en el un protagonista a veces principalisimo y siempre importante. De un modo especial, en cuanto a Cuba, su labor revolucionaria, su actuacion en pro de los ideales separatistas, fue la mas peligrosa para la eontinuacion del regimen colonial. Ninguna de las conspiraciones hasta entonces fraguadas, ninguna de las tentativas hechas para sacudir la dominacion espafola llego a tener los caracteres de formal empresa libertadora que las iniciadas por Narciso L6pez; y en ellas, ademas, intervinieron las causas mas complejas: factores econ6micos, choque de ambiciones de expansion territorial, razones de orden sentimental, y problemas sociales y politicos, todo un complejo de motivos que afiaden interes y suman importancia a los empenos acometidos por Narciso Lopez a mediados de la pasada centuria, que llegaron a preocupar a las cancillerias europeas y americanas, y amenazaron con producir conflictos armados de caracter internacional. De ahi la explicacion del titulo de esta obra. Narciso L6pez vivi6 una epoca romantica-su epoca-en la que fue

Page  9 NARCISO LOPEZ Y SU EPOCA 9 figura principal y destacada. No fue el mas valiente, que los hubo tanto como el, de nuestras luchas por la independencia; no fue un forjador de conciencias civicas ni un creador de ciudadanos; no fue siempre un revolucionario de vida apostolica, pero supo ser un verdadero caudillo a la hora precisa, y los anios que consagro a la consecucion de su ideal, son de una perfecta ejemplaridad, de una abnegacion sil limites, de una temeraria resolucion combativa y de una fe inquebrantable en la dignidad de los cubanos. Este ultimo sentimiento lleno completamente su corazon, superior a todo otro, y el guerrero denodado y valeroso espero, aguardo siempre la reaccion civica de los cubanos, la ayuda en que confio en vano hasta su postrero momento, y que no se produjo ni en el instante de su suplicio, cuando el tragico garrote corto el hilo de su existencia mortal sin que 1e desesperase de los destinos de Cuba, con aquel valor estoico, admirable, que impresion6 al gran Antonio Maceo hasta el punto de hacer, en homenaje al bravo adalid venezolano y con ocasi6n de su visita a Cardenas en los afios que antecedieron al Grito de Baire, la misma ruta que Narciso Lopez habia seguido desde el muelle de don Lucas MIuro hasta el punto en que fue fijada la bandera de Cuba el memorable dia 19 de mayo de 1850, despues de la toma de la ciudad por la expedici6n llegada a bordo del Creole. Ni Cuba ni los cubanos han sido justos con Narciso L6pez, quien, en otro orden de cosas, merece con especialidad la reivindicaci6n historica de haber pensado en la soluci6n republicana con preferencia a la anexi6n, y de haber transigido con esta uiltima uinicamente en casos extremos, muy raros, de decaimiento ante la adversidad de circunstancias transitorias, que duraron instantes. El secreto de sus actividades revolucionarias, y esta es una de las tesis que se sostendran en el curso de la presente obra, fue el de aprovechar la ayuda de los norteamericanos mercenarios con ambiguas promesas, pero procurar por todos los medios el establecimiento de la republica cubana, libre e independiente. Contra la legitimidad de los verdaderos prop6sitos

Page  10 10 HERMINIO PORTELL VILA de Narciso Lopez, que eran republicanos y no anexionistas, se han alzado voces condenatorias, casi siempre injustas. Entre las ultimas de este caracter se cuenta la del presidente de una corporacion cubana que en solemue ocasi6n ha llegado a afirmar que Lopez no fue "...un precursor de la independencia..." y que "...sus aventuras expedicionarias fueron anexionistas, fomentadas, auxiliadas y alentadas por los esclavistas norteamericanos del sur..." Es curioso que en el mismo parrafo en que se hace tal inculpaci6n, se afirme que Teurbe Tolon, Santacilia, Turla, Goicouria y Zenea no eran partidarios de la substituci6n de la bandera espafiola por la norteamericana, pero aun lo es mas el que aquella afirmacion y esta declaracion no se expongan con el mas minimo fundamento, y que para ellas no se aduzcan pruebas ni datos de los que el propio critico, a renlglon seguido, dice que son necesarios para juzgar con conocimiento de causa en cuestiones historicas. Tales han sido los jueces que Narciso Lopez ha tenido, y es por ellos que la realidad de las intenciones del infortunado caudillo ha estado siempre sometida al influjo de apreciaciones sin base, fruto y compendio de las que impremeditadamente se han venido acumulando por copiar no pocas veces i triste es decirlo!, los juicios de los historiadores espafioles mas apasionados, formulados en la pasada centuria. Los cubanos que tal han hecho han cuidado de no generalizar sus opiniones acerca de los separatistas del 50, y condenando severamente al caudillo de las expediciones por los prop6sitos anexionistas que se 'le atribuyen, han procurado que este sambenito no fuese colgado a los cubanos que mas sinceramente, y por estimarla entonces una soluci6n patri6tica, abogaron por la anexion de Cuba a los Estados Unidos. Y asi no se hace historia, sino que se la falsea con un patriotismo enfermizo que la adultera y desnaturaliza. Asi, tambien, en ocasiones, se levantan idolos de barro en extremo numerosos, pero en materia deleznable al fin, y que no son los que deben encarnar los ideales civicos de un pueblo.

Page  11 NARCISb LOIPEZ Y SU EPOCA 11 Ha sido tan enorme el cumulo de patrafias y de errores amontonados en torno a Narciso Lopez y sus empresas, que cada dia ha ido resultando mas dificil separar la broza hist6rica, de una parte, y los hechos fundamentales y verdaderamente relevants, de otra. A ese fin esencialisimo tiende esta obra, en que aspiramos a presentar a Narciso L6pez tal cual fue, valentisimo, denodado, simpatico, generoso, entusiasta por una noble causa y capaz de llevarla a eabo con celo apostolico, pero al mismo tiempo, sin ocultar sus defectos, que los tuvo, aunque entre ellos no se cont6 el de la inconsecuencia con el ideal independiente cubano, ni el de la carencia de fe en Cuba o en los cubanos. La seducci6n del presente tema historico nos impresiono hace unos ocho afnos, cuando con ocasi6n de los Juegos Florales de Cardenas presentamos el trabajo que resulto premiado acerca de un hecho historico ocurrido en la ciudad, cuyo asunto encontramos en el desembarco de Narciso Lopez. Aquella monografia, que aclaraba y refutaba no pocas equivocaciones tenidas como articulos de fe y que por un momento nos pareci6 digna de ser publicada, no lo fue nunca, porque, con acertado juicio, comprendimos a tiempo que alli se consignaban verdades hasta entonces ig'noradas acerca de la expedici6n de Cardenas, pero que no estaba la verdad total, cuya buisqueda emprendimos. Nuestra aspiraci6n radica en que esta obra bastase a conseguirla. Aparte de las investigaciones y copias hechas en la Biblioteca de la Sociedad Econ6mica de Amigos del Pais, en el Archivo Nacional y en la Biblioteca Nacional, fuera de Cuba hemos encontrado ayudantes meritisimos en el mas amable de nuestros eruditos, el doctor Jose Maria Chac6n y Calvo, de la Embajada de Cuba en Madrid; en el insigne poligrafo cubano y amigo estimadisimo, doctor Fernando Ortiz; en la culta dama norteamericana seiorita Alicia E. Tyler; en el ilustre director del Archivo Nacional de Venezuela, nuestro amigo el doctor Vicente Davila, en el servicial y valioso auxiliar del doctor Davila, sefor Marco Falcon Bricefio, y en tantas otras per

Page  12 12 HERMINIO PORTELL VILA sonas propicias a facilitar la labor del investigador y dispuestas a ayudarle de buena fe y sin reservas mentales. Una mencion especial de gratitud debemos al doctor Antonio Maria Eligio de la Puente, autoridad de gran valia en nuestra historia literaria y amigo muy distinguido. Sabedor el doctor Eligio de la Puente de que el archivo que fue del insigne novelista y patriota cubano Cirilo Villaverde, secretario particular de Narciso Lopez y celoso guardador de los papeles del caudillo, se encontraba a la venta en poder del hijo del inolvidable autor de Cecilia Valdes, nos ofrecio la oportunidad de adquirir tan valiosa documentaci6n, que estaba fuera de nuestros recursos economicos, pagando el de su peculio una, y no ciertamente la menor, parte de su precio. Asi se hizo y asi pudimos utilizar un verdadero tesoro de fidedignos y desconocidos datos para nuestra obra. La menci6n que aqui hacemos, sin todo el merecido elogio, del generoso rasgo de quien, como el doctor Eligio de la Puente, por sus conocimientos y su competencia, unidos a sus medios de fortuna, facilmente podia haber adquirido para si estos papeles, y sacadoles gran provecho, es de toda justicia y bien puede mostrarse como ejemplo su nobillsimo gesto. En el plan de la presente obra, este tomo primero comprende los afios de la vida de Narciso L6pez, que llegan hasta el descubrimiento de la Conspiracion de la Mina de la Rosa Cubana, y el traslado del caudillo a los Estados Unidos. La segunda parte tratara de los sucesos ocurridos en la Isla y en la Union Norteamericana alrededor de las expediciones de Round Island y de Cardenas, con datos los mas interesantes y poco conocidos; y la tercera parte estudiara las ocurrencias politicas en torno a la expedici6n frustrada del Cleopatra y a la iultima y desdichada tentativa revolucionaria de Narciso L6pez, que le costo la vida. DR. HERMINIO PORTELL VILA. La Habana, abril de 1930.

Page  13 CAPITULO PRIMERO 1. Natimiento de Naroiso L6pez.-2. Su familia.-3. Su infancia.-4. Muerte de don Pedro Manuel Lopez.-5. El niio soldado en las filas espafiolas.-6. Su actuacion en la Guerra de Independencia de la Gran Colombia.-7. Retirada de las tropas espafolas.-8. Llegada a Cuba. 1. Nacimiento de Narciso Lopez.=_e. 0. AV.4 - - - os historiadores que se han ocupado de reseniar la vida y los hechos de Narciso Lopez, no han estado nunca de acuerdo con respecto a la fecha y el lugar de su nacimiento. Calcagno (1) afirma que nacio en el ailo de 1798. Figarola Caneda (2), quien conoci6 y trato mucho al hijo del caudillo Narciso Lopez y Frias, durante su resiera de igual opinion y afirm6 que su na venezolano, don dencia en Paris, cimiento ocurrio en 1798. En un extenso trabajo biografico dedicado a Narciso L6pez por el escritor frances M. P. de Bourgoing (3), se (1) Diccionario Biogrdfico Cubano, por Francisco Calcagno, Nueva York, 1878, p. 373. (2) El general Narciso Lopez-Aniverdario, por Domingo Figarola Caneda, en La Repiiblica Cubana, Paris, aflo 29, septiembre 9 de 1897, nfimeros 77-78. (3) Le gdneral Lopes, por P. de Bourgoing, en Le GauZois, 30 avril, 1898.

Page  14 14 HERMINIO PORTELL VILA da como fecha de su nacimiento la de 1799; Cirilo Villaverde, que fue su secretario, parece atribuirle la de 1801 (4), y Johnson (5), seguramente copiando la excelente monografia de Robert G. Caldwell (6) acerca de las expediciones de Narciso L6pez, dice, indeterminadamente, que nuestro heroe nacio en "1798 or 1799". Pero todas esas opiniones estan equivocadas, y con la transcripcion de la partida de bautismo del infortunado guerrero se puede demostrar, facilmente, el error que declaramos. La certificaci6n publicada por Cuba Libre (7), y que copiamos en nota, concuerda, salvo algunas ligerisimas diferencias formales, con la publicada por el distinguido historiador venezolano don Luis Correa, tomada del Archivo de don Manuel Landaeta Rosales y que figura en su interesante trabajo sobre la discutida personalidad del heroe caraqueno (8). 2. Su familia Hijo de don Pedro Manuel Lopez y de doia Ana Paula de Oriola o Uriola, Narciso L6pez llevo una nifiez tranquila, cual correspondia al hijo de una familia acomodada, como era la suya. (4) Carta a Manuel de la Cruz, por Cirilo Villaverde, en la Bevista Cubana, Habana, 1891, t. XIII, p. 110-111. (5) The History of Cuba, por Willis Fletcher John&on, Nueva York, 1920, t. III, p. 23. (6) The Lopez Expeditions to Cuba, por Robert Granville Caldwell, Princeton, 1915, p. 43. (7) Cuba Libre, vol. V, nums. 17, 18 y 19, 30 de agosto de 1903: Partida bautismal de Narciso L6pez: "Folio 103, Lib. VI de Bautismos de Blancos de 1793 a 1802, de Ia extinguida Parroquia de San Pablo, de Caracas: 'En esta parroquial del S. S. Pablo de Caracas, en el dos de nov. de mil sets. novta. i siete: el Br. don Lucas Borges, facultado por mi, el infrascrito Cura Teniente bautiz6 solemnemente, puso santo oleo y crisma y di6 bends. segun el Ritual Romano a Joseph Narciso de la Concep. parvulo qe. naci6 el veinte i nueve octe. proximo pasado, h. 1. de don Pedro Manuel Lopez y Da. Ana Paula Oriola: madrina Da. Catalina Oriola, a qn. se advirti6 el parentesco y obligs. de qe. certifico.-(f.) Juan Jph. Garcia i Oliva. (Al margen): JOSE NARCISO DE LA CONCEPCION". (8) Narciso L6pez en Venezuela, por don Luis Correa, en el toletin de la Academia Nadonal de la Historia, Caracas, vol XI, num. 43, julio-septiembre 1928, p. 261-266.

Page  15 NARCISO LOPEZ Y SU EPOCA 15 Su padre habia tenido una gran hacienda para la crianza de ganado (Johnson y Caldwell, obs. cit.), y mas tarde entr6 en el comercio, fundando establecimientos en distintas poblaciones, a modo de sucursales; una de ellas, una tienda de merceria en la ciudad de Valencia, capital del estado de Carabobo, en Venezuela. Narciso fue solamente uno de varios hermanos. Apenas si ban salido del anonimo esos hermanos, pero si sus hijos, algunos de los cuales, ya en las empresas libertadoras del propio L6pez, ya en la politica de su pais, alcanzaron notoriedad. Pedro Manuel Lopez, hecho prisionero con ocasion de la desdichada tentativa de Las Pozas y el que, mas tarde, milagrosamente salvado a la muerte cuando los fusilamientos de 1851, despues de algunos afos de prisi6n en Ceuta y larga estancia en la ciudad de Matamoros, Mejico, dedicado al comercio, fue a morir en Nueva Orleans, el 10 de abril de 1877 (9), era sobrino carnal de L6pez. Hermano de este fue el general venezolano Jose Antonio Lopez, Presidente de honor del Centro Propagandista Cubamo "Marti", de Paris, durante la revoluci6n de 1895 (10). Pariente de L6pez era tambien, segun las anotaciones de Cirilo Villaverde en su Diario, don Manuel Mufioz Castro, C6nsul de Venezuela en La Habana y agente de L6pez, cuyo exaqudtur fue cancelado con fecha 20 de marzo de 1851, al ser preso Carlos Colins y descubrirse que el mencionado consul, que vivia en Jesus Maria, entre Habana y Compostela, era el verdadero mediador entre los emigrados de Nueva Orleans y los conspiradores de La Habana. (Archivo Nacional, 1851). Sobrina de Lopez era tambien la seniora Narcisa Salicrup de Sanchez, que residia en Cienfuegos alrededor de 1851, y estaba casada con un senor nombrado Juan Pablo Sanchez. Esta seinora enviaba todo lo que podia obtener a las oficinas que los expedicionarios mantenian (9) Iniciadores y primeros mrtires de la Revolucion Cubana, por el doctor Vidal Morales y Morales, Habana, 1901, p. 259. (10) El hijo del general Narciso L6pez, en La Repuiblio Cubana, Paris, 19 de octubre de 1896. 2

Page  16 16 HERMINIO PORTELL VILA en Nueva York y en Nueva Orleans. Joyas, dinero, avisos, correspondencia, todo lo que pudiera servir para el mejor exito de la causa que habia abrazado aquel brillante aventurero que era su tio, proporcion6 la entusiasta patriota mientras hubo perspectiva de que triunfasen los planes de independizar a Cuba. Entre los papeles y las anotaciones de Cirilo Villaverde se encuentra constancia de la labor de esa dama. Tio de Lopez por parte de su padre era el coronel del ejercito espafiol, nacido en Venezuela, don Francisco Lopez (a) Gorrita, a cuyo lado parece que hizo sus primeras armas el joven Narciso (11). Cuando el movimiento revolucionario de los comuneros de Merida, en septiembre de 1781, figuro en una de las companias el "Cabo D. Narciso Lopez" (12), que por la identidad de nombre y apellido, muy bien pudo ser pariente de aquel otro militar venezolano, bizarro paladin de la independencia de Cuba. En la familia de L6pez, el culto a su memoria se mantuvo siempre vivo. Entre los miembros honorarios del Centro Propagandista Cubano "Marti", al que ya hemos hecho referencia, se encontraban en 1897 ocho parientes del caudillo, dos de ellos, el doctor Narciso Lopez Camacho y el sefior Narciso Salicrup Becerra, llevando su mismo nombre como una devocion familiar. Pertenecia la madre de Narciso Lopez, dofia Ana Paula de Oriola, a una distinguida familia venezolana, de sangre aristocratica, y esa matrona admirable parece que fue, en realidad, la unica influencia sentimental sobre aquel guerrero esforzado y voluntarioso, quien de niiio jineteaba por los llanos con los vaqueros de su padre, a la cabeza de ellos y realizando todas sus arriesgadas suertes de equitacion. Vivio ella en Cuba durante alg n tiempo, al principio en Trinidad, despues en La Habana, junto (11) Besumen de la Historia de America, por Nicols Est6vanez, Paris (a. a.), p. 247. (12) Invetig iones hist6rioas-Los conmeros de Merida, por el doctor Vicente Davila, Caracas, 1927, p. 216.

Page  17 NARCISO LOPEZ Y SU EPOCA 17 a su hijo y a sus nietos Melit6n y Pedro Manuel; mas tarde en Cienfuegos, centro de operaciones de L6pez mientras fue propietario de las minas de San Fernando, al lado de su nieta, la ya nombrada sefora Salicrup de Sanchez. Jose Quintin Suzarte (13) nos ha dejado un retrato sugestivo y lleno de interes de dofia Ana Paula de Oriola, que vale la pena de transcribirlo. Dice asi:...me llen6 de veneracion y respeto su santa madre, a quien idolatraba, la sefiora dofia Ana Paula de Uriola. Verdad es que nadie podia acercarse a esta sefiora, sin sentir la influencia de las cualidades exquisitas que la adornaban: su tipo fino y aristocratico, realzado por la blanca cabellera que cubria con una toca de encajes; su bondad genial, aliada con una firmeza que revelaban las lineas de su boca; su discrecion, que brillaba en su frente y su mirada, la hacian muy superior a la generalidad de las damas, y justificaban el culto que le rendia su hijo. Sabedora de los proyectos y compromisos de este, los aprob6 como una expiacion; pero exigi6 que antes de ir al terreno de los hechos se le enviase a Venezuela, porque no se encontraba con fuerzas para permanecer en el teatro de la accion, presenciando acontecimientos que temia fuesen funestos para ella y para la causa que abrazaba el hijo de sus entranas... La separacion de la madre y el hijo, que ambos consideraban eterna, fue solemne: el General, hombre de guerra por idiosincracia, tenia una sensibilidad exquisita; se arrodill6 para recibir la bendicion maternal, que le di6 con uncion aquella venezolana, que me parecia una romana, mientras gruesas lagrimas que surcaban la faz varonil y curtida del heroe de mil batallas, se confundian con las que bafiaban el apacible rostro de la matrona... Y de su extraordinaria cultura y superior inteligencia para una mujer de su epoca, da pruebas evidentes su carta a Narciso L6pez, que poseemos, fechada en Caracas a 18 de junio de 1849 y en la que, despues de atinadisimos (13) Don Narciso Lopez, por Jose Quintin Suzarte, en El Amigo del Pais, La Habana, edici6n de 29 de diciembre de 1881.

Page  18 18 HERMINIO PORTELL VILA consejos acerca de sus planes revolucionarios, termina de este modo: Adi6s, siempre suspirado hijo mio: el Cielo te bendiga y le plazca reunirnos; lo que vera como una gracia propia de su misericordia tu amantisima madre. 3. Su infancia El 19 de abril de 1810, despues de varios meses de dudas y vacilaciones entre los venezolanos que deseaban el establecimiento de una Junta Gubernativa a ejemplo de la que funcionaba en Espafa, fue creado ese organismo, que comenzo seguidamente a funcionar con caracteres revolucionarios bien definidos (14). Pocos meses mas tarde, despues de los fracasos de Ocumare y de Coro, piso de nuevo las costas de su patria, nimbado por la fama de los romanticos episodios de su vida con un prestigio leyendario, don Francisco de Miranda, el Precursor, "errante caballero de la Libertad", como lo llama don Luis Correa, y jefe del movimiento politico encaminado a crear una republica independiente sobre la colonia vacilante cuya sumision a la Metropoli, a traves del Atlantico, la habian perturbado las ambiciones de Napoleon el Unico, al tender su garra hacia la Espafia envilecida que toleraba la insolente privanza de Godoy y las intrigas denigrantes del debil e inepto Carlos IV y de su hijo, aquel Fernando VII que definitivamente echo por tierra, con sus desaciertos, sus exacciones y sus horrores, las esperanzas de una Espafia que recordase a la que fu6 potencia temida en el siglo xvi. El 3 de diciembre del propio ano de 1810 desembarcaba en La Guaira el general Miranda, procedente de Londres. Pocos dias despues entro en Caracas, recibido con entusiasmo por los revolucionarios de la Sociedad Patri6tica, con recelo por los elementos tibios y moderados, (14) Amhrioa: Historia de su colonioacidn, dominacion e indepeniencia, por Jos6 Coroleu, Barcelona, 1896, t. IV, p. 14.

Page  19 NARCISO LOPEZ Y SU EPOCA 19 y con curiosidad por el pueblo, que sabia de sus hazanias, de sus portentosas aventuras y de su tenacidad inquebrantable en favor de los ideales libertadores. Todo Caracas vivia dias de expectaci6n; los acontecimientos so sucedian con rapidez para precipitar la ruptura decisiva con Espafia. El 11 de junio de ese turbulento afio de 1810 se public6 la convocatoria para reunir un Congreso Nacional que habria de escoger cual seria en definitiva el sistema de gobierno que adoptaria Venezuela. El 2 de marzo de 1811 comenz6 sus labores esa asamblea, integrada por cuarenta y cuatro diputados, cuyas reuniones piblicas eran presenciadas por numerosos espectadores, hombres en su inmensa mayoria, pero entre los que tampoco faltaban damas de la buena sociedad, mujeres del pueblo, y adolescentes y nifos. Todos aplaudian y alentaban los debates, con igual ardor que el que habian mostrado los franceses para con los del movimiento de 1789. La Sociedad Patri6tica, organizada a imagen de las que los jacobinos franceses, entre los que vivi6 Miranda, habian tenido, celebraba sesiones tumultuosas, de un radicalismo acentuadisimo por la influencia de "algunos de sus miembros de mas acaloradas tendencias, excitados a su vez por una bulliciosa juventud avida de novedades" (15). El dia 5 de julio, cuando tras largos meses de espera iba a discutirse en el Congreso Nacional un articulo de la Constituci6n en el que se proponia la independencia de Venezuela, la multitud invadi6 y ocup6 totalmente el espacio destinado al puiblico. Alli, en aquel mismo acto, en medio de delirante entusiasmo, se vot6 el acta de la independencia, que fue firmada por todos los diputados presentes. No hay que esforzar la imaginaci6n para representarse el cuadro de efervescencia politica en que por aquellos afnos vivia la juventud venezolana, no ya la porci6n de la misma integrada por adultos, sino aquella otra, tan numerosa como ella, por lo menos, de los adolescentes animados por todas las exaltaciones y por la emulaci6n, que despier(15) Ibidem, p. 18.

Page  20 20 HERMINIO PORTELL VILA tan en los animos juveniles ansias incontenibles de ser y de actuar como hombres. Entre esos j6venes, nifios aun, que acudian a las sesiones del Congreso y que se apasionaban con las encendidas arengas del general Miranda y sus companeros de la Sociedad Patri6tica, figuraba Narciso L6pez (16), quien todavia no habia cumplido las catorce aios. La Suprema Junta Gubernativa, en septiembre de 1810, habia creado una Academia de Matematicas que dirigia el profesor don Rafael Wantosten, y a sus clases concurria el futuro heroe. Con los demas escolares es probable que participase de las alegres correrias con que los estudiantes festejaron, el 19 de abril de 1811, el primer aniversario de la constitucion de la Junta. Al hacerse la declaracion de la independencia, el propio dia 5 de julio, los alumnos de la academia del profesor Wantosten dirigieron una instancia al coronel don Juan Pablo Ayala, comandante militar de Caracas, en la que exponian sus deseos de que se les diese instrucci6n militar y se les destinase al servicio de la patria. Entre las numerosas firmas de ese documento, agrega don Luis Correa en su interesante y valioso estudio acerca del general L6 -pez, figuraba la de este despues bizarro militar que, imberbe aun, no temia lanzarse al campo de la lucha y se ofrecia para ello como ardiente simpatizador de la causa de la independencia. Es probable que el gobierno no tomara en consideraci6n el ofrecimiento de los denodados j6venes; por lo menos,'no hay constancia de que consintiese en utilizarlos. Dos afos despues, cuando en septiembre de 1813 Bolivar mantenia sitiada a Puerto Cabello, L6pez estaba con los sitiadores, aunque sin permanecer a los mismos. Tenia entonces diez y seis afos de edad. Al lado del Libertador, y con el mismo caracter de espectador, estuvo en el Mirador Solano y vi6 el desembarco del coronel espanol Jose Mi(16) Luis Correa, estudio cit., p. 261 del num. 43 del Boletin de la Academia Nacional de la Historia, de Caracas.

Page  21 NARCISO LOPEZ Y SU EPOCA 21 guel Salomon, con refuerzos de la Peninsula. El dia 13 de septiembre del propio anio, esos refuerzos, al acercarse a La Guaira, fueron derrotados y algunos soldados muertos y otros hechos prisioneros merced a una estratagema del general Jose Felix Ribas (17). Lopez era un curioso asistente de todos estos hechos. No hay duda de que ya por entonces, por su extraordinario desarrollo fisico, su excepcional vigor y su arrojo, podia haber figurado en uno u otro campo, pero no se habia pronunciado aun. 4. Muerte de don Pedro Manuel Lopez Don Pedro Manuel L6pez, el padre de Narciso Lopez, habia llevado su hogar y su establecimiento de merceria a la ciudad de Valencia. Era un comerciante en buena posicion economica y cuya familia vivia c6modamente no obstante que la guerra de independencia, seguida con ferocidad por ambas partes despues de las atrocidades de Monteverde y de Boves, habia alterado profundamente la normalidad de la vida ciudadana y perjudicadole en sus intereses. El desastre de La Puerta, con el que el terrible Boves se desquit6 de la derrota sufrida dos semanas antes por las armas espafiolas en Carabobo, nombre fatal para Espafia, tuvo efecto el 14 de junio de 1814. Con esa batalla, retirados Bolivar y Marinfo sin fuerzas apenas, Caracas y Valencia quedaron practicamente indefensas y a merced del vencedor. Mientras una division ocupaba Caracas, desguarnecida y casi deshabitada porque la poblacion "asombrada con lo que la fama publicaba de los excesos de Boves y sus tropas, se levanto poco menos que en masa para huir de sus furores" (18), el propio Boves, con el grueso de su ejercito se dirigio a Valencia, a la que llego el dia 19, no sin dispersar antes una pequenia columna que en La Cabrera intento cortarle el paso. (17) Acciones de guerra en Venezuela durante su independencia, por el Dr. Vicente D.vila, Caracas, 1926, p. 10. (18) Jose Coroleu, ob. cit., p. 59.

Page  22 22 HERMINIO PORTELL VILA Desde el 19 de junio hasta el 10 de julio, el coronel republicano don Juan de Escalona resisti6 las embestidas de los llaneros contra la plaza, hasta que, al fin, agotados todos los recursos, se vi6 forzado a capitular. Fue la suya una capitulacion honrosa, hecha en presencia del capitan general don Juan Manuel de Cagigal, solemnizada con una misa, despues de la cual los patriotas rindieron sus armas, pero no bien lo habian hecho, faltando a todas las condiciones del pacto, la soldadesca de Boves, sin atender a las exhortaciones del debil Cagigal, se entrego al saqueo y a la matanza con la crueldad que le distinguia. Los defensores de la plaza, con la excepci6n de Escalona, que se salv6 amparado por un disfraz que le facilit6 Cagigal (19), fueron objeto de la furia de aquellas tropas irregulares, fusilados y acuchillados. Igual suerte corrieron los vecinos mas significados, cuyas casas y comercios eran saqueados mientras los duefios trataban de salvar sus vidas y apelaban a la fuga. Muchos, con sus familias, lograron hacerlo, pero otros sucumbieron a la despiadada brutalidad de los llaneros, de cuyos horrores en Valencia, Heredia (20) ha dejado este relato espeluznante: Fue voz puiblica, que antes de entrar su ejercito en la plaza, dispuso que los vecinos depositaran sus muebles y efectos en determinados parajes con el pretexto de poder resguardarlos del saqueo, y que esto mismo lo facilito, quedando todos enteramente despojados. En la noche siguiente a su entrada reuni6 todas las mujeres en un sarao, y entretanto hizo recoger los hombres, que habia tornado precauciones para que no se escaparan, y sacandolos fuera de la poblacion, los alanceaba como a toros sin auxilio espiritual. Solamente el doctor Espejo, que permanecio alli desde nuestra salida, logro la diatincion de ser fusilado y tener tiempo para confesarse. Las damas del baile se bebian las lhgrimxa, y temblaban al oir las pisadas de las partidas de caballerfa temiendo lo que sucedio, mientras que Boves con un latigo en la mano las (19) Ibidm p. 59. (20) Memoria sobre tas Bevoluciones de Veneuela, por don Jos6 Francisco Heredia, Paris, 1895, p. 203-204. " 2, ~r p e a R B B S i~ r r i

Page  [unnumbered] I 1,4,e I. I - 41, El general D. Juan Manuel de Cagial, que fu6 Capitan General de Cuba, venezolano de nacimiento y jefe de Narciso L6pez en la guerra de independencia de Venezuela por haber sido de los militares afectos a Espana. Ijo^ 4se

Page  [unnumbered] iI ii

Page  23 NARCISO LOPEZ Y SU EPOCA 23 hacia danzar el piquirico, y otros sonecitos de la tierra, a que era muy aficionado, sin que la molicie que ellos inspiran fuese capaz de ablandar aquel corazon de hierro. Dur6 la matanza algunas otras noches... Entre los sacrificados se conto don Pedro Manuel L6 -pez. Su hijo Narciso, un mozo de menos de diez y siete afnos, hubo. de esconderse para conservar la vida, segun afirman con Villaverde casi todos sus biografos. W. F. Johnson (21), sin citar los fundamentos de su aserto ni dar la impresi6n, por falta de pruebas, de una verdad, hace un curioso relato de la actuaci6n de Lopez durante el sitio de Valencia por Boves, y afirma que fue aquel uno de los jefes de la defensa encabezada por Escalona y que se distinguio notablemente durante el asedio, por sus iniciativas, su entereza y sus disposiciones. Es lastima que el historiador norteamericano no cite cual es la fuente de esa informacion, que todavia haria mas inexplicable el misterio de la incorporacion de Lopez a las tropas realistas, despues de haberlas combatido, pero quiza la tomase de la biografia, algo fantastica, General Lopez, The Cuban Patriot, publicada en el nuimero de febrero de 1850, de The Democratic Review y probablemente original de J. J. O'Sullivan, ardiente simpatizador de las empresas revolucionarias de Lopez. Ese relato queda contradicho y refutado por la Hoja de servicios del valiente caraquefio, a la que no tardaremos en referirnos. Cirilo Villaverde (22), quien fue secretario particular de Narciso Lopez durante los afios de sus expediciones a Cuba, desde los Estados Unidos, relata el episodio de la toma de Valencia con las siguientes palabras: A menudo, casi con lagrimas, me refirio ese guerrero, curtido su cuerpo en el humo y fragor de las batallas, el modo como habia venido a esgrimir la espada contra la libertad e indepemn (21) W. F. Johnson, ob. cit., p. 24-25. (22) Carta a Manuel de la Crue, por Cirilo Villaverde, Nueva York, 1888, en Revista Cubana, Habana, 1891, t. XIII, p. 110.

Page  24 24 HERMINIO PORTELL VILA dencia de su patria la heroica Venezuela. Contaba 14 (sic) aios de edad y servia la plaza de mozo en la merceria de su padre en Valencia, cuando rendida por capitulacion, la entraron y ocuparon las tropas de Morales y de Boves por julio de 1815 (sic). En la degollacion de los habitantes que tuvo lugar el dia siguiente, el adolescente Lopez escap6 con vida, gracias a un esclavo de su familia que le oculto en un sotano y que luego le presento al primer sargento de guardia con quien tropezo en la calle. Sucedio que el jovenzuelo le cay6 en gracia al sargento, que este le presento a su jefe el canario Morales, al cual cayo en gracia tambien, de modo que lo menos que pudo hacer Lopez fue sentar plaza de soldado raso para no caer de la gracia de gentes que le perdonaban la vida... Facilmente se echa de ver que Villaverde equivoca las fechas, pero en cuanto a la edad que tenia Lopez cuando la rendicion de Valencia, es muy probable que proceda de copiar el error en que ya Calcagno habia caido, de atribuir 14 afnos a quien estaba muy proximo a cumplir los diez y siete. El afio de la capitulacion de Valencia tampoco es el expresado por Villaverde, pero quiza sea debido a que el autor de Cecilia Valdes escribio de memoria la carta a Manuel de la Cruz. 5. El niino soldado en las filas espainolas Don Luis Correa estima, con razon, que la resolucion de Narciso Lopez de incorporarse a las tropas espanolas es uno de los enigmas de la historia de Venezuela. Un companfero de Lopez, a raiz de la ejecuci6n de este, al referirse a su presencia entre los sitiadores de Puerto Cabello, en 1813, de que ya hemos hablado, dijo lo siguiente: No se encontraba Lopez alistado en alguno de los cuerpos que componian la division sitiadora. Aqui tomo servicio, en el batallon Aragua, el que esto refiere. Levantado el sitio por los patriotas y retiradas las fuerzas a Valencia, no vimos mas a nuestro

Page  25 NARCISO LOPEZ Y SU EPOCA 25 imigo; cuando en el curso de los acontecimientos de esta epoca lego a nosotros la fatal noticia de que Narciso L6pez se habia ilistado bajo las banderas del ejfrcito de Morales, suceso que nos 3aus6 asombro y amarga pena, porque conociamos bastante a este dino amigo; resistiendonos a creer lo que de el se decia (23). Villaverde, como ya hemos visto, intenta justificar aquel extravio con el terror de las matanzas en Valencia. Alguin otro historiador afirma lo mismo y hasta llega a explicarlo con el hecho de que el valiente caraqueno estaba aterrado por el asesinato de su padre, llevado a cabo por las feroces huestes de Boves, pero en el fondo de ese proceder inexplicable de Narciso Lopez debi6 haber algun nlisterio que mantuvo secreto a traves de su accidentada vida, ya que en su hoja de servicios en el ejercito espanol, que se conserva en el Archivo General Militar de Segovia y de la cual nos es dable publicar en esta obra copia oficial autenticada, con la firma de don Hipolito Carames, jefe de ese departamento, la que debemos a la amable mediaci6n del distinguido amigo y cultisimo literato e historiador doctor Jose Maria Chac6n y Calvo, consta que el 15 de junio de 1814, es decir, en el mismo dia en que Bolivar y Marifio eran derrotados en La Puerta, ingreso Narciso Lopez, como soldado distinguido, en el ejercito realista (24). Si no fuese que, por darle antigiiedad y meritos, se hubiese retrotraido la fecha de su incorporacion a la de la victoria de La Puerta, lo que seria muy posible; o que, con la desorganizacion con que, necesariamente, funcionaria el (23) Un amigo en La Voz del Patriotismo, Caracas, 4 de octubre de 1851. (Citado de don Luis Correa). (24) Gran parte de las datos que, sobre las actividades militares de L6pez en Venezuela publicaremos ahora, si no se hace referencia a alguna obra para acreditarlos, deberan entenderse como extraidos de la copia de su Hoja de servicios, que poseemos, tomada de la original existente en el Archivo Militar de Segovia. La Revista Cubana, t. XIX, abril de 1894, p. 341-48, public6 con el titulo de Documento hist6rico. Hoja de servicios del general Naroiso L6pez, una, fechada a 23 de agosto de 1839, y firmada por don Valentin Ferraz, Inspector General de Caballeria, que difiere en algo y no es tan completa como la que ahora publicamos. La que vio la luz en la Revista Cubana fue facilitada por el sefior Narciso Mufioz, de la familia de Narciso L6pez.

Page  26 26 HERMINIO PORTELL VILA rol militar, se le hubiese asignado esa fecha de ingreso, a capricho, resultaria que L6pez se habia incorporado a las tropas espafolas con anterioridad a la toma de Valencia, con lo cual caeria minado por su base el relato de Villaverde, y con el la afirmaci6n de W. F. Johnson. Por otra parte, la reacci6n normal y 16gica, aceptando que don Pedro Manuel Lopez hubiese sido asesinado por los soldados de Boves, habria estado en que Narciso Lopez, inmediatamente, abrazase la causa de la independencia con todo el ardor de su alma, para vengar la muerte de su padre, y no en que hiciese todo lo contrario, y se incorporase a sus mismos asesinos que, ademas, eran los que representaban la esclavitud de su patria si llegaban a triunfar. Parece duro, y un juicio sereno se resiste a admitir la posibilidad de una abyecta claudicacion del futuro caudillo, en este caso, porque el caracter de L6pez, si bien alocado e irreflexivo y hasta quiza poco escrupuloso en algunos momentos, tenia un gran fondo de nobleza y le animaban sentimientos dignos y puros. Don Luis Correa, como no podia menos de hacer, ha dedicado su investigacion a este enigma de la resoluci6n de L6pez, y aducido para explicarlo y justificarlo, que los conflictos terribles provocados por la revoluci6n venezolana tuvieron a veces soluciones inesperadas, sorprendentes, contrarias a todo lo que debia ser lo regular y humano. En Cuba se di6 el caso, durante las guerras de independencia, de que hijos de Espafia luchasen al lado de los cubanos en contra de los peninsulares, algunos de tanto renombre como el gallego Villamil, general en la Guerra Grande, y el catalan Jose Mir6, Jefe de Estado del lugarteniente general Antonio Maceo e historiador distinguido de las campanias de "La Invasi6n". Y tambien ocurri6 que cubanos distinguidos militasen en las filas espanolas, en el ejercito regular, porque los desalmados que con las guerrillas cometieron fechorias y atrocidades horribles no tenian ni podian tener patria a la que manchar con sus crimenes. En las luchas revolucionarias de todos los pue

Page  27 NARCISO LOPEZ Y SU EPOCA 27 bios siempre han ocurrido y ocurren estos contrasentidos ante los cuales se pasmaria la razon si no se explicasen los contrastes de los hombres con la psicologia. Las ambiciones de mando; los arrebatos pasionales ante una injusticia o un desprecio; el amor; la gratitud, todos los sentimientos humanos pueden intervenir y causar situaciones de hecho que, una vez producidas, resulta dificil, si no imposible, prescindir de ellas y cambiar la orientacion de los sucesos. No puede afirmarse que la revolucion de Venezuela, en 1814, estuviera tan unida y pujante que necesariamente constituyese el unico ideal del pueblo. Feroces y crueles eran los llaneros de Boves, pero las represalias de los jefes patriotas corrian parejas con las sangrientas sanciones que los espanfoles imponian a los republicanos. Por otra parte, el alistamiento de Lopez el mismo dia de la batalla de La Puerta, derrotados los jefes de la revoluci6n, pudo responder a una leva forzosa de las que imponia el caudillo de los llaneros y a la que el novel soldado, casi un nifo, no supo resistir. Tres anfos de indecisi6n habia tenido L6pez desde aquella fecha en que, declarada la independencia, siendo aun un nifo de escuela, habia firmado un documento ofreciendose a luchar por la patria libre. C6mo cambi6 de opini6n Por el terror, como opinan algunos de sus bi6grafos? Por amor; por gratitud? iPor alguna exaltaci6n momentanea de la que, mas tarde, no pudo evitar los resultados? I 0, pura y llanamente, porque habia variado de criterio, y de buena fe pensaba que convenia a Venezuela seguir bajo la dominacion espafiola? No hay que penetrar en esos complejos para comprender y explicar un acto impremeditado cometido por un joven de 16 anfos. Claro que hay adolescentes que, por su mas despierta mentalidad y por su cultura, razonan a su edad, y meditan fria y concienzudamente sus actos, pero no figuraba entre ellos Narciso Lopez, valiente, temerario, generoso, simpAtico y de viva imaginaci6n; pero, al mismo tiempo, en ma

Page  28 28 HERMINIO PORTELL VILA nera alguna hombre previsor, de mente bien equilibrada y de inteligencia ponderada. Cansada su atenci6n por tres afios de lucha llena de alternativas, sintio la atracci6n de la guerra, como tenia que ser por su caracter y las inclinaciones que siempre habia mostrado, y un dia de batalla, con la vision deslumbrada de la contienda, cay6 del lado del vencedor y con el se mantuvo, el nino soldado, primero, por la singularidad con que los hombres apasionados, de su temperamento, se resisten a confesar sus errores y a enmendarlos; y despues, por el espiritu de disciplina, que ya le habia penetrado y parecia fijarle su destino. Por otra parte, preciso es considerar tambien el ascendiente que, de ser cierto el parentesco atribuido al coronel Francisco Lopez (a) Gorrita, venezolano al servicio de Espana, con Narciso L6pez (25), pudo aquel tener sobre su sobrino para decidirle en un momento de irreflexi6n a seguir con el, a ejemplo suyo, las banderas de Espafa. El coronel L6pez, tenaz adversario de Paez y siempre derrotado por este, debi6 ser quien determin6 en Narciso Lopez, casi un nino, su resoluci6n sorprendente de luchar contra sus propios compatriotas, seduciendole con el espejismo de una gloria militar que al cabo de los anos seria el torcedor implacable de su existencia "por aquella tan brillante como ignominiosa librea", como afirm6 el mismo Lopez en carta que poseemos, dirigida a su madre y fechada en Nueva York a 25 de marzo de 1849. 6. Su actuacion en la guerra de independencia de la Gran Colombia Narciso Lopez ingreso como soldado distinguido en el Regimiento de Infanteria del Rey, el 15 de junio de 1814, y dos meses despues, el 17 de agosto, ya habia alcanzado el grado de subteniente de esa misma unidad, en la que sirvio durante casi cuatro afios. (25) Estevanez, ob. cit., p. 247.

Page  29 NARCISO LOPEZ Y SU EPOCA 29 W. F. Johnson, en su citada obra, recoge la versi6n, que no vacila en reputar de historieta, de una hazaia de Lopez conduciendo a traves de las lineas venezolanas un arm6n con pertrechos, siendo un simple soldado, en lo mas duro de una batalla, despues de haberse ofrecido como unico voluntario para servicio tan arriesgado y asegurando de esa manera el resultado favorable de la accion para las armas espanolas. Como de costumbre, Johnson no cita la fuente de su informaci6n, y de esa misma falta adolece su aseveracion respecto al juicio contradictorio para que se otorgase a L6pez la cruz de San Fernando, en que hace intervenir al propio general Morillo, como exigiendole que la solicitase, siendo asi que "el Pacificador" habia embarcado para Espafia a fines de 1820 y esa condecoracion le fue otorgada por el combate de Dabajuro, que tuvo efecto el 7 de junio de 1822. El nombre de L6pez, no obstante que la rapida promocion militar alcanzada es prueba indudable de sus excelentes condiciones de soldado, no esta unido al de ninguna de las matanzas que cometian los llaneros. Combatiendo junto a estos, en primera linea, se hizo de una reputaci6n de valiente entre los valientes, se convirti6 en el centauro formidable que habria de ser la admiraci6n y el modelo del ejercito espafol en el arma de caballeria, y adquirio con su trato simpatico y atractivo la facultad de camaraderia que tan temible llego a hacerle para los jefes peninsulares, cuando comenz6 a laborar por la independencia de Cuba. En abono de la afirmacion de que Narciso Lopez evitaba derramar sangre, puede citarse lo expuesto por Suzarte, en su semblanza del general, que ya hemos citado, cuando dice:...Sea por imitar a Murat, sea por no derramar con su mano sangre de sus compatriotas, y a esto me inclino mas, porque parece consecuencia de su caracter caballeresco y poetico, nunca entro en accion armado de sable, pistola o carabina. Las mas impetuosas cargas de caballeria las daba blandiendo un latigo o manati, y cada golpe de este derribaba a un hombre, segun he oido referir a

Page  30 30 HERMINIO PORTELL VILA algunos de sus companeros de armas, pues era tal su fuerza que doblaba un peso fuerte entre los dedos como si fuera de cera, y no habia caballo cuyos fuegos resistieran a la presion de sus rodillas. Solamente el celebre, el legendario Jos6 Antonio Paez, que militaba en las filas opuestas a Lopez, rivalizaba con este en vigor fisico y en ese arrojo irresistible que caracterizaba al Marques de los Castillejos y que parece inspirar respeto a la misma muerte... Mucha luz, tambien, pueden arrojar sobre la conducta de Narciso Lopez durante la guerra de independencia de su patria, los siguientes parrafos de una carta de la madre del caudillo, fechada en Caracas a 18 de junio de 1849, y cuya carta poseemos:...No intentare hijo mio contrariar tu determinacion, pues siendo en ti una decision invariable, discurriria inutilmente y serian impertinentes mis palabras: mas no por eso pasare en silencio una que otra observacion, a que dare principio asegurandote, seria de tu propio sentir, y aiun no encontraria sacrificio suficiente a espiar el crimen de tomar las armas en favor de los opresores y en contra de tus compatriotas, y de la noble causa que ellos abrazaban: mancha repito indeleble a mis ojos; si hubiera sido una determinacion tuya: si en plena libertad hubieses elejido aquel partido; si mal acordado o indiferente a tu patria y amigos hubieses abrazado una causa en lugar de otra: si por fin te hubiera arrastrado alguna inclinacion particular a aquel gobierno: pero hijo mio, todos desaparece cuando se te ve en la palestra como victima inmolada de una manera tan estrafa como cruel. Tu, en vez de muerto, te encuentras en las filas enemigas por uno de aquellos acontecimientos estraordinarios de que abunda la historia y por designios de la Providencia. Tui, lleno de patriotismo, de fraternal amor a tus compatriotas: de un fondo de entusiasmo por tus amigos y por fin con prevencion de odiosidad hacia aquellos de quienes ibas a depender y a obedecer. Tfi que prohibiendote las leyes del honor empefiado por momentos con rapidos sucesos tomar otro sendero que el que ellos con severo semblante te designaban cual era el combate contra tu patria y hermanos: contra tus simpatias y con

Page  31 NARCISO LOPEZ Y SU EPOCA 31 tra tus convicciones... i Oh, que horror! i Que tormento tan cruel! Hijo mio, y no es este el que ha tenido en tortura tu corazon No es el que ha apurado tu sensibilidad hasta lo sumo? Apartemos los ojos de tu inmenso padecer, y buscando el consuelo, estoy cierta de encontrar nuevas razones a mi prop6sito. Si: estos son los innumerables beneficios que buscastes ansioso, los medios de hacer en aquella posicion en que la malhadada suerte te habia colocado. El ardiente deseo de obrar el bien te acompanaba por todas partes, y en todas circunstancias. Intrepido en impedir el mal, cuando vislumbrabas podias evitarlo, corrias, no te arredraba no haber otro medio que los que ponian en riesgo tu vida. Todo lo allanaba un deseo insaciable del ausilio, socorro y bienestar de tus compatriotas. Tal conducta y hechos te dieron un nombre esclarecido: y en vez del encono considerandote enemigo, no se encontraba un corazon solo que no rebosase de gratitud, de amistad, de amor, viendote como un genio protector; y omito otras mil cosas (que no se te ocultan) en que por moderacion no debo estenderme: solo afadire, que se tuvo a disposicion providencial del cielo haberte arrebatado de entre los tuyos y de tus mas caras afecciones para colocarte donde ibas a desempefar un grandioso encargo. El te hizo instrumento de sus bondades en medio de aquel teatro de horrores; tu, desempeniastes mision tan divina. Ahora, pues, I de que te avergiienzas? j No has seguido la marcha que el arbitro de los destinos te ha senialado? Te avergiienza acaso la critica de algunos, poco instruidos en los principios de tu historia? Tu conciencia basta a tranquilizarte, y tu practicas bien esta maxima en las cosas que no se pueden remediar. Con lo espuesto, hijo mio, sin necesidad de estenderme cuanto podria, tengo demostrado conservabas tu honor ileso, de lo que resulta no haber por que considerar la faja que cenias y demas distinciones, como una librea de ignominia (valiendome de tu misma espresion) eran si, por el contrario signo de valor, la intrepidez, el esfuerzo, la firmeza, la constancia, la inteligencia. En efecto: arrojado como fuistes por mano invisible, y fuerte en medio de la guerra, tuvo ocasion el genio de hacer el desarrollo de todas estas virtudes militares, y a costa de inauditos trabajos, las practicastes con gloria, arrostrando la muerte a cada paso; y tus victorias, que siempre acompaiabas con rasgos de humanidad, se aplaudian con 3

Page  32 32 HERMINIO PORTELL VILA entusiasmo y mil bendiciones: conciliandote el amor y respeto general. Esta serie de cosas forman la historia de tu vida hasta los 51 afios que cuentas de edad... Entre las medidas que el general dol Pablo Morillo, quien sustituyo a Cagigal en la Capitania General de Venezuela el 11 de mayo de 1815, implant6 a su llegada, figuro la de postergar a los jefes y oficiales venezolanos que habian servido la causa de Espafa y quiza sido el factor mas influyente de la serie de victorias que habian conducido a la decisiva de La Puerta, que determine la retirada de Bolivar. Morillo y los militares que con el habian llegado trataron con desprecio a los venezolanos afectos a Espaia y fueron causa de que el partido realista sufriese no pocas defecciones, muchas de ellas importantes. Ocasi6n tuvo Lopez por entonces de desandar el camino andado e incorporarse a los patriotas. No la aprovech6, sin embargo, quien sabe si porque hasta el no llegaron esas manifestaciones de desden o porque su jefe y protector, el canario don Francisco Tomas Morales, de quien era ayudante de campo, impidio que fuese objeto de ellas. El 22 de agosto de 1815, ya Lopez con el grado de teniente de infanteria, puso Morillo sitio a Cartagena. Entre las fuerzas que mantuvieron el asedio de la heroica ciudad hasta su rendicion el 6 de diciembre del propio aflo, figuraba Lopez, que alli obtuvo una cruz de distincion. El general Carlos Soublette quedo derrotado, junto con Bolivar, en el combate de Los Aguacates, en las proximidades de Caracas, que tuvo lugar el 14 de julio de 1816 y en el que Morales resulto vencedor. En esa acccion se distinguio notablemente Lopez, ayudante de Morales, obteniendo otra condecoracion. Con el propio Morales tambien supo el amargor de la derrota, varias semanas mas tarde, el 27 de septiembre, cuando en El Juncal quedaron victoriosas las tropas del general Manuel Piar. Una coincidencia singular, de las muy variadas que muestra la agitada vida de Lopez, hace que en esas luchas de Venezuela tenga como compafero de armas al coronel

Page  33 NARCISO LOPEZ Y SU EPOCA 33 don Nicolas Maria Cerutti, pariente muy cercano de aquel otro militar de la misma graduaci6n, don Florencio Cerutti, al que el 19 de mayo de 1850, cuando la expedici6n a Cardenas, habian de corresponderle los malos ratos de la lucha imposible contra los invasores acaudillados por Narciso Lopez. En julio de 1817 Morillo invadi6 la isla de Margarita, foco. republicano y punto de apoyo de los revolucionarios venezolanos, con el proposito de quitar a estos la posibilidad de continuar ocupandola. Casi dos meses de lucha constante con variable fortuna obligaron a desistir de su empresa al general espafiol, ya que los patriotas, en su ausencia, habian consolidado sus posiciones y extendido con brillante 6xito su esfera de influencia. Paez, principalmente, se habia hecho en extremo peligroso por sus audaces correrias, y para contenerlo se di6 principio a la campana de Apure. Por entonces, en la tercera batalla de La Puerta, el 16 de marzo de 1818, el comportamiento de Lopez le alcanz6 el grado de capitan y se le traslad6 al regimiento de "Lanceros del Rey", en el manejo de cuya arma habia de especializarse ayudado por sus extraordinarias fuerzas fisicas y sus cualidades de jinete consumado, hasta que mas tarde se le consider6 y reputo como la primera lanza del ejercito de Maria Cristima, al par con aquel infortunado don Diego de Le6n, Conde de Belascoain. Por entonces, en aquella dura campaia en que las tropas espafiolas sufrian terriblemente, porque la caballeria de Paez marchaba, contramarchaba, se emboscaba, atacaba con la rapidez del rayo y desaparecia de la misma manera, con la mas extraordinaria movilidad y las mas peligrosas estratagemas, el unico amparo efectivo de la infanteria realista estaba en las "Lanceros del Rey" y en los "Husares de Fernando VII", cuerpo al que tambien perteneci6 Narciso L6pez y que siempre marchaba cubriendo los sitios de peligro. No pocas veces hubo de medirle el joven militar, que el 5 de febrero de 1819, a los veintiun afnos, ya era teniente coronel, con las aguerridas huestes de Paez, quien

Page  34 34 HERMINIO PORTELL VILA en sus Memorias, una de las veces que a Lopez se refiere, lo hace de este modo:...Morillo nos fue persiguiendo desde las ocho de la mafiana hasta las seis de la tarde, casi siempre a distancia del tiro de fusil; pero nunca quiso comprometer su caballeria, aunque esta era numericamente superior a la nuestra. Solo tuvimos una ligera escaramuza provocada por el comandante Narciso L6pez, que con su escuadron de carabineros se acerc6 a hacernos fuego por la espalda. Yo dispuse que veinte y cinco hombres lo cargaran repentinamente, y tal sorpresa caus6 a Lopez aquel ataque, que mand6 a sus carabineros echar pie a tierra y, sin embargo de que tal medida lo ponia en peor situacion, porque mal podia contener el impetu de nuestros caballos no teniendo bayonetas sus carabinas, se salvo por no haber cargado los nuestros en peloton, como yo los habia ordenado (26). Este relato contiene una critica de L6pez como militar, que facilmente puede rebatirse. A este combate precisamente corresponde una anotacion de su hoja de servicios en la que se determina que sus hombres tuvieron que desmontarse al aceptar el combate "por lo escabroso del terreno", y sin duda que esa misma causa produjo el incumplimiento de las 6rdenes de Paez, de que se lamenta este al declarar que sus soldados no cargaron a los de L6pez en pelot6n: no pudieran hacerlo porque el terreno abrupto lo impidio. El combate de las Queseras del Medio, de jinetes contra jinetes, y uno de los mas disputados de la campana, puso nuevamente a Lopez con la caballeria frente a las huestes de Paez, a quien esta vez sonri6 la victoria. Al afio siguiente, o sea el de 1820, L6pez, con su regimiento, hizo el servicio de la "Division de Vanguardia", y el 24 de mayo de 1821 particip6 de la acci6n de Las Cocuizas, favorables a los espafioles, y que les hizo recuperar a Caracas, La Guaira y (26) Autobiografia del general Jose Antonio Pdez, Nueva York, 1878, tomo I, pag. 177.

Page  35 NARCISO LOPEZ Y SU EPOCA 35 otras poblaciones. La columna de cazadores, que iba al frente del ejercito realista, estaba al mando directo de L6pez. Se aproximaba el momento en que la causa de Espana en Venezuela quedaria perdida irremisiblemente, y como inicio de lo inevitable, el 24 de junio de 1821, en la llanura de Carabobo, el ejercito de Bolivar, en el que figuraban Paez, Cedenio y Plaza, derrot6 de una manera decisiva al ejercito espanio, mandado por el general Miguel de la Torre, y cuya caballerfa estaba a cargo de don Francisco Tomas Morales, el protector de Lopez. Este, en esa memorable batalla que di6 a Venezuela su independencia, estuvo al frente del regimiento de "Guias", y con el, siguiendo a Morales, fue hasta Puerto Cabello, que habia de ser el ultimo baluarte de la dominacion espafiola en aquellas regiones. La campania del Zulia, iniciada por Morales el 4 de febrero de 1822, la hizo Lopez como segundo jefe de operaciones, y con ese caracter tomo parte activa en sus audaces marchas por la provincia de Coro, en el ataque frustrado contra Maracaibo y en el combate de Dabajuro, que termino con la derrota de Soublette y reanimo un momento a los espanioles. Herido de bala en la acci6n de Sabana de la Guardia, permanecio durante varias semanas adscripto a Morales como su primer ayudante hasta reponerse, y se batio despues como jefe de la columna de vanguardia en Sinamaica, en el Paso de Socuy, en Salina Rica y en la ocupacion de Maracaibo, de cuya plaza fue nombrado, en el mes de septiembre de 1822, gobernador, asi como tambien comandante general de la provincia. Factor decisivo en el triunfo obtenido por Morales, el 13 de noviembre de 1822, en Garabulla, contra el coronel Sarda, el 24 de marzo del siguiente afo derroto a los patriotas en Voladorcito. Ya desde el 1Q de febrero estaba a su cuidado la Intendencia de la provincia, y con ese cargo reunio los 350 hombres con que hizo su notable marcha vic

Page  36 36 HERMINIO PORTELL VILA toriosa a traves de los desiertos que separan a Rio de Hacha de Maracaibo. La expedici6n que, al mando directo de Narciso L6pez, envi6 Morales para ayudar al brote realista de Santa Marta, en 1823, hecho por Labarces, fue conducida con exito, a pesar de los esfuerzos de Mantilla para desbaratarla (27). Vuelto a esta ultima ciudad, a bordo de la escuadrilla del almirante don Angel Laborde, asisti6 al combate naval de la laguna de Maracaibo, en Punta de Palma, que tuvo efecto el 20 de mayo. Torrente afirma que este choque maritimo, por mediaci6n de Narciso L6pez, lo exigi6 Morales de Laborde, previniendole por el mismo conducto que le pararia "la grave responsabilidad que resultaria de la falta de cumplimiento a sus irrevocables disposiciones" (28). Por entonces realizo Lopez uno de esos gestos de temeraria audacia que se encuentran en su vida, y con solo doce hombres se atrevio a penetrar en Maracaibo, que habia caido en poder de los republicanos y contaba con 600 hombres de guarnici6n. La sorpresa fracaso, como era de esperar, y milagrosamente escapo con vida. El 24 de julio de 1823, la escuadra del almirante don Jose Padilla fue al encuentro de la espafiola, mandada por don Angel Laborde, y despues de combate cruento y discutidisimo en que por ambas partes se luch6 desesperadamente, los republicanos quedaron victoriosos, y muertos, heridos o prisioneros casi la totalidad de los marinos espafioles. Con ese resultado, imposible era para Morales sostenerse en Maracaibo, y el 3 de agosto hubo de capitular (29). Ya desde el dia 30 de julio, el general espafiol, preparando el embarque de sus tropas, habia conferido a L6pez el mando de 29 Jefe del Ejercito, y fue el quien tuvo a su cargo, por los realistas, el cumplimiento de las estipulaciones pactadas. (27) Resumen de la historia de Venezuela, por Rafael Maria Baralt y Ram6n Diaz, Curazao, 1887, t. III, p. 105. (28) Historia de la Revolucion Hispano-Americana, por don Mariano Torrente, Madrid, 1830, t. III, p. 424-26. (29) R. M. Baralt, ob. cit., p. 112.

Page  37 NARCISO LOPEZ Y SU EPOCA 37 7. Retirada de las tropas espafiolas La vida de Lopez, pues, estuvo hasta entonces, hasta el dia de la evacuacion, encadenada a don Francisco Tomas Morales, el cruel e implacable segundo de Boves, despues su sucesor al frente de los llaneros. Morales, ambicioso, astuto, sin escrupulos, debi6 tener ascendiente sobre L6pez: jqtrien sabe que sedimentos dej6 con su proceder en el caracter de aquel subordinado irreflexivo y apasionado! A traves del estudio hist6rico de Baralt, que ya citamos; entre lineas de la obra de Coroleu, historiador espafiol, a que tambien nos hemos referido, y en el trabajo de don Luis Correa, que fampoco hemos olvidado, se nota el juicio condenatorio de la actuaci6n de aquel militar, guerrillero afortunado en ocasiones, que no pocas veces antepuso sus odios y envidias a la causa de Espana, en la guerra de independencia de Venezuela, y que terminada esta desapareci6 casi completamente de la vida publica espanola hasta parecer que el mismo torbellino de enemistades y rencillas en que vivi6 lo habia absorbido y eliminado confinandole a la Capitania General de Canarias. Turbulento e indisciplinado, siguiendo el ejemplo de Boves, en cuya escuela se formo, desconoci6 mientras pudo la autoridad del Capitan General Cagigal, intrig6 contra Morillo, se comporto perfidamente con La Torre (30), y se dejo llevar por su egolatria a diferencias con el almirante Laborde, que fueron funestas para la causa realista (31). El mediador en estas ultimas fue Narciso Lopez. Amigo de Laborde, quien afios mas tarde habria de ser Jefe del Apostadero de La Habana, e ilustrar su nombre con muchos y muy relevantes servicios publicos (32), tambien unian a L6pez y Morales estrechas relaciones de amistad y compafierismo. Nadie mas indicado, pues, para arreglar esas di(30) Ibidem, p. 50. (31) Luis Correa, ob. cit., en el Boletin de la Academia Nacional de la Historia, Caracas, num. 43, p. 264. (32) Francisco Calcagno, ob. cit., p. 363.

Page  38 38 'HERMINIO PORTELL VILA ferencias que separaban a los dos jefes supremos de las fuerzas espaiolas de mar y tierra, ahondadas despues de que, contra su opinion acertadisima, reiteradamente expuesta por Laborde, tuvo este que penetrar en la Laguna de Maracaibo, en busca de la destruccion de sus debiles barcos. Don Luis Correa, refiriendose a este asunto, dice que el almirante Laborde dej6 constancia escrita, entre sus papeles, en elogio "a la buena memoria, eficacia y honradez" de L6pez, por sus gestiones. Dos dias antes de que se librase el decisivo combate naval del lago de Maracaibo, Narciso L6pez dirigi6 a Laborde la carta que a continuacion transcribimos (33): Don Pedrito, julio 22 de (1823). 5 A. Importante. Sefior D. Angel: Si por casualidad atacase yo por tierra antes que usted, y adquiriese ventaja sobre los Enemigos, de modo que proporcione hacerme de su vaterias si las tienen, yo llevare una vandera espafiola, que ser& senal para usted de estar nosotros alli, y dirigire mis fuegos a los Enemigos embarcados, si permanecieren en disposicion que me lo proporcionen, y si usted atacase primero y ellos abandonaren los Buques y se fuesen a tierra, es indispensable que, sintiendo usted fuego en tierra y no teniendo ya atencion en la Laguna, haga desembarcar tropa, poniendola a las 6rdenes del comandante Casals que esta en Corapa que protexa mi operacion, pues sucediendo esto ultimo me cargarian todos la burra. Si el General se negase absolutamente a la operacion indicada por razones que yo no alcanzo, sera la seial para que usted lo sepa dos cafionazos esta noche a las nueve en Maracaybo. Deseo a usted toda felicidad, y que nos veamos mafiana en Punta de Palmas. Suyo afmo., Narciso Lopez. (33) Archivo del Almirante Laborde, existente en la Academia Nacional de la Historia de Venezuela: "Documentos conservados para apuntes de los sucesos de la Costa-firme en los afnos de 1822 y 1823 y 1824". (Oitado por don Luis Correa).

Page  39 NARCISO LOPEZ Y SU EPOCA 39 La cita fue tragica; el enezmigo, como decia Narciso Lopez en su carta, con una dureza que mortifica, fue tambien a Punta de Palmas, fue para vencer y lo consigui6 brillantemente. Uno de los parrafos de la carta transcrita deja traslucir el desacuerdo entre Morales y Laborde, y hasta representa casi una censura a la actuaci6n del primero al referirse a la negativa de Morales para permitir el ataque proyectado, que no se realizo, seguramente porque, como ya se preveia, no lo autoriz6. Ya hemos dicho que fue Narciso L6pez el encargado de cumplimentar la capitulaci6n, por parte de los espafioles. El 6 de agosto Morales le habia entregado el mando del ejercito, y en los dias precedentes ya habia estado tratando con el general republicano Manuel Manrique, amigo personal de L6pez y que tenia igual comision por los patriotas. Las fuerzas que mandaba Manrique, sitiadoras de Maracaibo por el sur del Lago, en Gibraltar, fueron las que entraron en la ciudad y asi volvieron a reunirse los dos amigos de la infancia, militando en campos opuestos. El mismo dia en que se firm6 la capitulacion, envio L6pez a Manrique la siguiente nota (34): Maracaibo, 3 de agosto de 1823. Mi estimado Manrique: Creo estara todo el negocio concluido, pues me parece segura tu sancion segun que los tratados, despues de pasar por una porcion de dificultades, van a gusto de Delgado (35) y Urdaneta (36), y de consiguiente al tuyo, por haberse cefiido a las instrucciones reservadas que traian. Yo estoy loco de contento al ver desapa(34) Archivo Santander, vol. X, p. 360. (Citado por don Luis Correa en Bol. Acad. Nacl. de la Historia, Caracas, nfm. 43, p. 265). (35) El coronel Jose Maria Delgado Moreno, quien habia servido en las filas realistas y entonces pertenecia a las tropas que mandaba el general Manrique. Diccionario Biogrdfico de Ilustres Pr6ceres de la Independenmia Sudamericana, por el doctor Vicente Davila, Caracas, 1924, t. I, p. 112. (36) Debe tratarse del comandante Jose Maria Urdaneta.

Page  40 40 HERMINIO PORTELL VILA recer la guerra de mi suelo, que lo asolaba y envolvia en tantos horrores y desgracias. Mira que no haya dificultad alguna en la cesion de la goleta que ha de llevar al General con sus ayudantes y personas allegadas, pues es cosa insignificante y que lo disgustaria mucho. Es necesario que franquees un pasaporte a un oficial de mi confianza para que marche a Caracas y Puerto Cabello en busca de los papeles y suegros del General, con recomendaci6n para que el transito del ultimo punto a Cuba no se le ponga embarazo alguno, si por casualidad encuentra algun buque de Colombia. Siento mucho que estes en estas circunstancias afligido por los pujos que me dicen te han acometido, y deseo estes ya, o pronto, fuera de ellos. Mientras tengo el gusto de verte, se ofrece con la misma amistad que siempre tu afectisimo, Narciso Lopez. Se aproximaba el momento de la evacuaci6n. Confraternizaban los dos ejercitos, y L6pez, hijo de Venezuela, con amigos en las filas republicanas y que no habia manchado su nombre con ninguna de las atrocidades que otros jefes realistas, seguramente que estuvo en diario contacto con los mas significados de los patriotas. Ya hemos visto como mantenia estrechas relaciones de amistad con aquel gallardo paladin que fue Manuel Manrique, muerto prematuramente, y que, dos afos mayor que Lopez (habia nacido en 1795), cuando la toma de Maracaibo ya habia alcanzado el grado de general (37). Paez y Lopez se conocian y se admiraban. El primero, juez indiscutible y autorizadisimo para conocer a los bravos, tenia el mas alto concepto del valor del realista caraquenio. Y no perdio nunca ocasion de expresar esa opinion. Asi podemos comprobarlo con el siguiente parrafo, que figura en sus Memorias (38): (37) Biografias de Hombres Notables de Hispano-America, por Ram6n Azpurfa, Caracas, 1877, t. I, p. 502-03. (38) Jose A. Paez, ob. cit., p. 181.

Page  41 XARCISO LOPEZ Y SU EPOCA 41 Muy apurada era entonces nuestra situacion... cuando afortunadamente el valeroso comandante realista don Narciso L6pez me brind6 la oportunidad de pasar con alguna ventaja a la ofensiva. Fue el caso que L6pez se adelant6 a la infanteria con el escuadron de carabineros que mandaba: en el acto dispuse que el comandante Rond6n... con veinte hombres los cargase a viva lanza... Carg6 Rond6n con la rapidez del rayo, y L6pez imprudentemente echo pie a tierra con sus carabineros: Rond6n le mat6 alguna gente y pudo efectuar su retirada sin que lograsen cercarlo. Afnos mas tarde, cuando Lopez preparaba sus expediciones a Cuba, trat6 de mover a Paez, entonces emigrado en Nueva York, para que llevase a cabo aquel maravilloso y audaz proyecto que Bolivar habia decidido confiar al propio Paez, en 1826, para hacer la independencia de Cuba, y que fracaso por la oposicion de los Estados Unidos y por una de las revoluciones de la Gran Colombia (39). Como ya veremos mas adelante, Paez rehuso la proposici6n. Cirilo Villaverde, al hablar de las relaciones de Paez y Narciso Lopez, lo ha hecho de esta manera (40): "La rendicion de Puerto Cabello, ultimo baluarte de las tropas espafiolas en Venezuela, puso brusco termino a ]a guerra de doce afios. Y Paez, que tenia formado buen concepto del valor personal y aire marcial del joven Lopez (cumplia entonces 22 afos de edad) (41), le ofreci6 en las filas patriotas el mismo puesto y grados que ya alcanzaba en el ejercito espafiol, pero el rehuso de piano la honrosa propuesta, porque era demasiado honrado y leal para quebrantar, sin causa bastante y justificada, su juramento a la bandera de los enemigos de su patria. (39) Ibdkem, p. 377-383. La Gran Colombia y la independencia de Cuba. por Oamilo Destruge, en Anales de la Academia de la Historia de Cuba, La Habana, MCMXXVIII, t. X, p. 208-25. Tambien se ha publicado este trabajo, con anterioridad, en el Boletin de la Biblioteca Municipal de Guayaquil, y en la Revista Bimestre Cubana, de la Habana. (40) Cirilo Villaverde: Carta a Manuel de la Cruz, ya citada, p. 111 del vol. XIII de la Revista Cubana. (41) Aqui hay evidente error de calculo en cuanto a la edad de L6pez, y la partida de bautismo que publicamos en nota a principios de esta obra, es prueba concluyente de esta afirmaci6n, pues L6pcz contaba entonces 26 afos de edad.

Page  42 42 HERMINIO PORTELL VILA Cabe en lo posible, prescindiendo de alguna exageraci6n quiza en cuanto a los terminos de la propuesta, que el relato que antecede, de Villaverde, sea cierto, aunque es de extrafiar que Paez, en sus Memorias, no haga mencion de esa oferta; el, quien tan meticulosamente cuid6 de relatar hasta los mas minimos episodios de su vida. En las postrimerias de la guerra de independencia de Venezuela, Patez era jefe superior de las tropas que estaban en contacto inmediato con las en que militaba L6pez, y bien pudo ser que se formulase el ofrecimiento, y aun mas natural y 16 -gico resulta que fuese rechazado por aquel a quien se dirigi6. Gerardo Castellanos se hace eco, con las naturales reservas, y poniendola, con raz6n, en tela de juicio, de la versi6n de que el propio Bolivar ofrecio a L6pez un empleo de coronel en las filas republicanas y de que fue rechazada su oferta (42). Si desde el punto de vista de las facultades necesarias para ese pacto puede admitirse que fuera hecho por Bolivar, Presidente de la Republica, si tomamos en consideracion el hecho de que no consta que Bolivar y Lopez se hubiesen tratado, ni siquiera visto en los ultimos meses de la guerra, ya que Bolivar llevaba entonces la lucha a Ecuador y Peru, hay que reputar infundada esa versi6n, mientras no se aporten pruebas concluyentes de la misma. Ahora bien, para L6pez, procediere de quien viniese la oferta, y a pesar de sus relaciones de amistad con los hombres de la nueva situaci6n, la proposici6n era inadmisible y el no podia en modo alguno desandar lo andado en el camino que desde el 15 de junio de 1814, fecha de su incorporaci6n al ejercito espanol, le separaba del suelo natal y de sus nuevas instituciones politicas. En que situaci6n hubiese quedado entre sus superiores, iguales y subordinados, el que hasta ayer les habia combatido y no habia tenido reparo en llamarles enemigos? A diario habriase enfrentado con dificiles problemas de delicadeza y de dignidad que al cabo le hubieran hecho expa(42) Andanzas y atisbos, por Gerardo Castellanos, Habana, 1925, p. 126.

Page  43 NARCISO LOPEZ Y SU EPOCA 43 triarse, ya que, como era logico y natural, en Venezuela, al cese de las hostilidades y antes de restaurarse la normalidad, qued6 abierto hondo abismo entre peninsulares y criollos, mas dificil de salvar por las durante varios afos anunciadas tentativas de los espanoles para recuperar los territorios americanos perdidos despues de Ayacucho. A impedir el exito de la reacci6n o, por lo menos, a obstaculizarla, tendi6 el decreto de 15 de agosto de 1824, citado por Paez en sus Memorias, dictado en prevision de que los espafoles tratasen de reanudar las hostilidades; y tal habia sido el objeto de otro decreto, el de 18 de septiembre de 1823, acerca de los sospechosos y desafectos. & Cual habria sido la posicion de L6pez ante esas disposiciones, y c6mo hubieran influido sobre el? Sin duda que su situacion habria sido muy dificil y que los perjuicios que se hubiese visto precisado a sufrir le habrian conducido a la desesperaci6n. La resoluci6n de seguir la suerte de las armas espanolas, para purgar el error tremendo de su incorporaci6n a las mismas, fue la mas acertada y razonable que pudo tomar en aquellas circunstancias, y asi fue que Lopez cumpli6 sus deberes militares con el mas exquisito cuidado. 8. Llegada a Cuba Reunidas las fuerzas capituladas de Maracaibo, el dia 15 de agosto de 1823 se hacia a la vela el buque expedicionario, en demanda del puerto de Santiago de Cuba, al que lleg6 el dia 28 del propio mes. Eran mas de 3,000 hombres los de Morales en Venezuela, pero mas de la mitad, enfermos, licenciados o desertores, quedaron en Costa Firme, y los evacuados fueron licenciados forzosamente algunos, y otros se utilizaron en Cuba para cubrir bajas y en la creaci6n de nuevos batallones (43). Era Santiago el refugio de todos los militares espafioles que evacuaban los paises li(43) Historia de la isla de Cuba, por don Jacobo de la Pezuela, Madrid, 1878, t. IV, p. 159.

Page  44 44 HERMINIO PORTELL VILA berados de la America del Sur. Desde principios de junio de 1822, las tropas capituladas en Coro se encontraban alli; las expediciones subsiguientes tambien habian tenido como punto de destino a la capital de Oriente, y por fin, la goleta Jztana trajo el otro grupo de vencidos (44). No habia d6nde alojarlos; llego a faltar con que mantenerlos, porque Santiago, entonces una poblaci6n pobre, no podia sostener los gastos de entretenimiento de aquel ejercito ni se le ayudaba para ello. Trastornos graves de orden puiblico causaron aquellos soldados que habian vivido en contacto con la independencia de las nuevas republicas del Continente y que traian ideas de igualdad y de libertad (45). Despues de una semana de privaciones que los vecinos ayudaron a sobrellevar y con la hostilidad del pueblo santiaguero al emprestito forzoso acordado por el Ayuntamiento constitucional de Santiago (46), comprendi6 Morales la necesidad de buscar remedio a la situaci6n y trat6 de obtenerla cerca del Capitan General de la Isla, que lo era don Francisco Dionisio Vives, Conde de Cuba. El dia 8 de septiembre, a caballo, salio Narciso Lopez para La Habana, portador de pliegos que enviaba Morales a Vives, y para tratar de asuntos de interes para el servicio. Maravilla el pensar las duras jornadas que a toda marcha hubo de realizar el joven coronel para cumplir su cometido. No explica la Hoja de servicios de L6pez cual era el contenido de esos pliegos importantes cuya urgencia justifico tan duro viaje, pero, pocos dias despues de su llegada a la capital, puede hallarse la clave del misterio en la alocuci6n dirigida por Vives al pueblo de La Habana, y en la que proponia un emprestito de doscientos cincuenta mil pesos para aliviar las "necesidades que rodean al general don Francisco Tomas Morales y la benemerita tropa de su mando", segun acuerdo de la Junta Consular de 26 de septiembre de (44) Cronicas de Santiago de Cuba, por Emilio Bacardi, Barcelona, 1909, t. II, p. 162 y 170-71. (45) Historia de Santiago de Cuba, por Jose Maria Callejas, Itabana, 1911, p. 121-22. (46) Ibidem, p. 121.

Page  45 NARCISO LOPEZ Y SU EPOCA 45 1823 (47). Hay que agregar que el emprestito se cubrio con creces subscribiendo los primeros cuatro mil pesos del mismo la Condesa de San Esteban. Entre los capitulados llegados con L6pez a Santiago de Cuba figuraban los venezolanos Ildefonso y Francisco Oberto y Urdaneta, ambos oficiales del ejercito espafol e hijos del coronel don Francisco Oberto, que muri6 en la batalla de Carabobo; y Jose Domingo Trigo, casado con una hermana de los Oberto. Todos tres se radicaron en Santiago de Cuba, y alli estaban de guarnici6n cuando el movimiento constitucional del mariscal Lorenzo y hasta se les tachaba en 1841 de tener ideas subversivas (48). Anlos mas tarde, cuando L6pez preparaba su expedici6n a Las Pozas, fueron encausados, conjuntamente con los sefiores Jaime Esteva y Luis Alejandro Baralt, tambien venezolanos, al iniciarse la causa contra Ildefonso Oberto, por el delito de infidencia, en 1850 (49). Oberto, incorporado a Narciso Lopez en 1851 como jefe del "Batallon de Voluntarios Cubanos", hallo muerte gloriosa en la acci6n de Las Pozas, combatiendo contra las tropas espaniolas en cuyas filas habia militado en otro tiempo, y luchando por la independencia de su patria de adopcion (50). (47) Diario de La HIabana, ed. de 30 de septiembre de 1823. (48) Al Regente, exposicion de dofia Braulia de Urdaneta a don Baldomero Espartero, en favor de sus hijos Francisco e Ildefonso Oberto y contra el coronel don Angel Loio, impresa, a lo que parece, en Santiago de Cuba, y fechada a 19 de junio de 1841, de la que poseemos un ejemplar. (49) Archivo Nacional. Comisi6n Militar: leg. 72, nfm. 1. (50) Coleccion de los partes y otros documentos publicados en la Gaceta Oficial de La HIabana referente a la invasion de la gavilla de piratas capitaneada por el traidor Narciso Lopez, Habana, 1851.

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Page  47 CAPITULO II 1. Cuba hasta 1823.-2. Narciso L6pez en La Habana.-3. Los emigrados de Costa Firme, —4. Matrimonio de Narciso L6pez.-5. Su traslado a la Peninsula. 1. Cuba hasta 1823 A dicho con acierto indudable Ramiro Guerra, al tratar de los problemas politicos de Espafia y de Cuba, que es verdad que nuestra patria estuvo mal gobernada durante el pasado siglo, pero que no es /A\ m menos cierto que la propia Espaiia en ese periodo estuvo aun peor gobernada que Cuba (51). La afirmaci6n, que me atrevo a considerar original del doctor Guerra, es la clave de muchas enormidades de mal gobierno, de una serie de injusticias politicas, economicas y de todo orden que a veces parecen imposibles por su magnitud, pero que son logicas, porque si, realmente, Espafia estaba mal gobernada, si en ella triunfaba el caudillaje y se experimentaban arbitrariedades y abusos sin cuento, no era posible que Cuba, cuyos gobernantes eran nombrados en la Peninsula, donde habia tales dirigentes, pudiese disfrutar de mejores autoridades. (51) Antecedentes y significacion de la Guerra del 68, por Ramiro Guerra Sanchez, La Habana, 1928, p. 22. 4

Page  48 48 HERMINIO PORTELL VILA El 13 de agosto de 1762, afirma el licenciado Francisco de P. Coronado que con fortuna para Cuba "porque aquella fecha senfala el principio de nuestra civilizaci6n colonial" (52), la expedici6n inglesa que al mando del conde de Albemarle se apodero de La Habana, por la subrogacion natural de la victoria, establecio en Cuba, meta de las aspiraciones conquistadoras inglesas por espacio de mas de dos siglos, un niucleo de dominacion brita'nica que comprendia a La Habana y sus cercanias, y que, inexplicablemente, solo se mantuvo durante unos meses. Es indudable que en la historia de nuestra patria la dominaci6n inglesa resulta un hecho determinante de un cambio de periodo hist6rico., C6mo vivia Cuba antes de 1762? C6mo empez6 a vivir despues de esa fecha? Cuestiones son estas de gran interes y cuya explicaci6n, de seguro, si se acierta a hacer con buen juicio y serena imparcialidad, dan la clave del formidable cambio progresista que en la segunda mitad del siglo xvIII hizo de la colonia empobrecida que era la Isla, una riquisima fuente de ingresos para el Estado espainol. Cuba, descubierta por Colon el 27 de octubre de 1492, no fue colonizada entonces, pues los conquistadores fundaron sus establecimientos en la Espanola (Santo Domingo), y por espacio de casi veinte ainos la Gran Antilla permaneci6 poco menos que olvidada, ya que la alusi6n a los viajes secretes de Sancho Camacho a Cuba, de cuyo sefialamiento corresponde la primacia al erudite Chac6n y Calvo (53), no constituye mas, probablemente, que uno de los pocos cases en que los espafioles pasaron el estrecho de Maisi. Es lo cierto que, hasta el memento presente, no hay un dato cierto sobre el cual basar la afirmaci6n de la fecha exacta en que Diego Velazquez desembarc6 en la costa oriental de Cuba para dar comienzo a la conquista. (52) Prefacio a la Historia de la Isla y Catedral de Cuba, del obispo Morell de Santa Cruz, por Francisco de Paula Coronado, La Habana, MCMXXIX, p. XXI. (53) Cedulario cubano, por Jos6 Maria Chac6n y Calvo, Madrid, 1929, t. I. p. 162. (En Colecci6n de Documrentos in6ditos para la historia de Hispano-Am6rica, t. VI).

Page  49 NARCISO LOPEZ Y SU EPOCA 49 Guiteras (54) se atreve a afirmar que la expedicion capitaneada por Velazquez partio de Salvatierra de la Sabana en noviembre de 1511, pero no cita el fundamento de esa opinion tan precisa. Ramiro Guerra (55) expone su criterio de que la expedicion se hizo a la vela en Santo Domingo a fines del ano de 1511, sin precisar el mes, y declara que tal se puede conjeturar por los datos mas fidedignos de que es posible disponer. Seguramente que no fue despues de 1511 el inicio de la conquista, pero si puede ser que hubiese empezado antes. Con efecto, el parrafo 21 de la R. C. de 6 de junio de 1511, dirigida a don Diego Colon en contestacion a la carta que este habia enviado al rey con fecha 22 de agosto de (1510) (?), dice textualmente (56):...tengoos en seruicio el cuydado que tubistes de enbiara Diego Belazquez a Cuba e paresciome bien el asyento que con el se tomo tened mucho cuydado de avisarme muy particularmente de todo lo que el dicho Diego Velazquez oviere fecho e allare para que sobre todo vos enbie a mandar lo que ovieredes de hazer. Claro que solo con estos elementos no puede asegurarse que la expedicion de Velazquez hubiese partido a la conquista de Cuba en 1510 o a principios de 1511, pero en ellos hay motivos racionales para dudar de que la llegada de Velazquez a nuestras costas hubiese ocurrido en los iltimos meses de ese afio de 1511. De todos modos, abierta queda la interrogacion para quienes a su esclarecimiento quieran dedicarse. Sea como fuere, con Diego Velazquez comienza la dominacion espafiola en la Isla, que habia de durar por espacio de varios siglos y terminaria tragicamente al desaparecer en 1898 el imperio colonial espainol en la America. (54) Historia de la Isla de Cuba, por Pedro J. Guiteras (2, edicion), Habana, 1927, t. I, p. 245. (55) Historia de Cuba, por Ramiro Guerra Sanchez, Habana, 1922, t. I, p&gina 172. (56) Chacon y Calvo, ob. cit., p. 331.

Page  50 50 HERMINIO PORTELL VILA Si desde los primeros momentos de su conquista las tierras del Continente, ricas en oro, en plata y en piedras preciosas, atrajeron, naturalmente, a los aventureros espanoles, ansiosos de hacer rapida fortuna, con las Antillas no sucedi6 lo mismo, al comprobar los conquistadores que las pobres minas de oro que en un principio parecieron tener grandes reservas del preciado metal, a poco se encontraban agotadas, y al notar que los aborigenes se extinguian con prontitud fantastica al contacto de la civilizacion europea que les tiranizaba y maltrataba con rigor despiadado y feroz. Descubiertas las ricas comarcas que Cortes, Pizarro, Solis, Balboa y otros arrojados conquistadores sometieron a Espafia, los colonos radicados en Cuba, sin minas y sin indios que les substituyesen en los trabajos rudos, iniciaron un verdadero exodo hacia las tierras vecinas, no obstante las severas prohibiciones que tendian a impedirlo. Cuba fue entonces, y asi siguio por espacio de muchos afnos, un pais pobre que, a pesar de su fertilidad, apenas producia lo necesario para el sostenimiento de sus escasos habitantes, quienes, con frecuencia, pasaban estrecheces y hasta hambres en espera de las provisiones que habian de importarse. La crianza de ganados constituyo por mucho tiempo el unico recurso de la Isla, que vendia sus carnes a las poderosas flotas de Indias que tocaban en La Habana en sus peri6dicos viajes a Europa y a America. Trasladada la capital a La Habana, era 6sta una verdadera sentina de vicios y desordenes con la estancia en su puerto de la marineria y la soldadesca que hacian la carrera de las Indias y en ella esperaban la reunion de las flotas. La dominaci6n espafiola, caracterizada siempre, en todas las latitudes, por el monopolio, tuvo en Cuba principalisimo campo de acci6n para el imperio de esa caracteristica ruinosa y retrograda. Junto a ella florecieron el corso, la pirateria y el contrabando. Y si las dos primeras plagas han sido tratadas en extenso, a la ultima aun no se le ha considerado en toda su gran importancia, que en nuestra

Page  51 NARCISO LOPEZ Y SU EPOCA 51 Isla tuvo, y mucha, siendo origen de no pocos disturbios y causando, tambien, bastantes beneficios a un pueblo-Bayamo,-que vivia encerrado en un circulo estrecho de relaciones y como mirando al mundo a traves de esa uinica abertura. La industria azucarera, con lento y dificil progreso, parece que no constituyo suficiente tentacion para un monopolio, pero el tabaco, despues de algunos brillantes negocios hechos por traficantes, entre los cuales se conto el gobernador don Lorenzo Cabrera, en el primer tercio del siglo xvI, desperto la codicia de algunos negociantes, que establecieron el Estanco y la Real Factoria para acaparar la produccion y venderla con ventaja, en perjuicio de los vegueros, despojados de sus pertenencias a infimo precio. Y para completar la explotacion, se creo la Real Compania del Comercio de La Habana, inica importadora de mercancias para la Isla. Estas abusivas concesiones, principalmente la primera, fueron causa de disturbios y motines publicos que tuvieron caracteres revolucionarios al causar la renuncia del gobernador don Vicente Raja, forzado a dimitir por la presion de los vegueros sublevados contra el privilegio del Estanco. La sangrienta represi6n de este movimiento, hecha por el sucesor de Raja, que lo fue don Gregorio Guazo Calder6n, y la resistencia que los vegueros opusieron a tales demasias, no aparecen citadas entre los movimientos precursores de la independencia de las colonias de America que enumera don Pio Zabala (57), pero no hay duda de que fue un conflicto de importancia analoga a otros, contemporaneos suyos, que tuvieron por teatro a la America del Sur. No hubo, bueno es decirlo, en esa intentona de 1717, distinci6n entre criollos y peninsulares para protestar contra las abusivas disposiciones reales. Y las ejecuciones de los jefes del motin tampoco dejaron rescoldos que produjeran la divisi6n cuando, afnos despues, en 1762, con ocasion (57) Espana bajo los Borbones, por don Pio Zabala y Lera, Barcelona, 1926, p. 86-88.

Page  52 52 HIERMINIO PORTELL VILA del ataque y toma de La Habana por los ingleses de Pocock y Albemarle, los cubanos fueron los mejores auxiliares de las tropas espafiolas que combatian a los invasores; es decir, que los criollos, vejados, esquilmados, explotados y perseguidos, unieron sus fuerzas a los que representaban ese sistema colonial, para oponerse precisamente a los que traian consigo la desaparici6n de aquel funesto regimen de monopolio y el establecimiento de las mas liberales disposiciones del comercio franco, en provecho de la mayor prosperidad, moral y material, del pais. Once meses apenas, del 13 de agosto de 1762 al 6 de julio de 1763, dur6 la dominacion inglesa en La Habana y jurisdicci6n inmediata. En tan breve periodo se inicio la separacion entre cubanos y espanoles, y progreso la isla como nunca antes lo habia logrado. Los criollos, que tan valientemente habian luchado junto a las tropas regulares espafolas, menospreciados sus esfuerzos por las autoridades peninsulares, protestaron de ese proceder y no se recataron para afirmar que la perdida de La Habana era debida a la ineptitud de los gobernantes, con lo que surgi6 la inevitable escisi6n. Los ingleses, al dar libertades comerciales que antes no existian y suprimir los privilegios, demostraron c6mo un nuevo orden de cosas podia dar impulso poderoso y fecundo al desenvolvimiento de la riqueza publica. Los gobernadores de la restauracion espanola fueron notablemente distintos de don Juan de Prado Portocarrero y sus antecesores. Eran hombres de preparaci6n, mas cultos, de ideas mas liberales, producto de gobiernos en que figuraban hombres de la talla de Campomanes, Floridablanca, Aranda, Jovellanos y otros. De ellos es inolvidable por su esplendida actuacion en la Capitania General de Cuba, el teniente general don Luis de las Casas y Aragorry, que gobern6 la isla de 1790 a 1796. Uno de sus sucesores, don Salvador de Muro, Marques de Someruelos, al ocurrir la invasi6n francesa en Espana, prisionero el rey y constituidas las juntas de gobierno que organizaron la resistencia armada a las tropas napoleoni

Page  53 NARCISO LOPEZ Y SU EPOCA 53 cas, penso y hasta trat6 de que en Cuba, a ejemplo de lo hecho en las demas provincias de America y en la propia Espafia, se estableciesen analogas juntas (58). La anormalidad imperante en Espaia, el establecimiento y supresi6n de la Constitucion, la conspiraci6n de Aponte y el temprano movimiento que en conexion con esta (59), como admite Vidal Morales, o con otro caracter, inici6 don Roman de la Luz Sanchez Silveira, asi como la ejecuci6n del emisario de Napole6n, el mejicano don Manuel Rodriguez Aleman, fueron todos sucesos que en los primeros anos del siglo xix mantuvieron en constante excitaci6n a la opini6n publica cubana. Conocidos tambien los principios de la revoluci6n americana en los virreinatos y capitanfas generales espanolas del Continente, sus efectos repercutian en la Isla y se seguian atentamente las alternativas de la empefiada contienda que habia de decidirse por la causa de la libertad y de la justicia. Por suerte para Espafa, la iniciativa de Someruelos acerca de constituir en La Habana una junta de gobierno, respaldada por no pocos de los mas distinguidos habaneros de la epoca, no llego a realizarse. Cierto es que entre los firmantes del memorial dirigido al Ayuntamiento de La Habana el 26 de julio de 1808 (60) en solicitud de la creacion de la junta, figuraban hombres de ideas moderadas, quiza en su mayoria espaioles, pero si llega a establecerse ese organismo, casi con seguridad que el recurso de los acontecimientos hubiese sido muy distinto. En Venezuela, por ejemplo, la junta gubernativa no se distinguio al principio por su radicalismo, y hasta tuvo tacha de contraria a los ideales separatistas y, sin embargo, a su amparo pudo organizarse una revolucion y reunirse un congreso nacional que voto la independencia en 1811. (58) Inieiadores y primeros mdrtires de la Revolucidn Cubana, por el doctor Vidal Morales y Moralesq Habana, 1901, p. 13-14. (59) Ibidem, p. 13. (60) lb., p. 14.

Page  54 54 HERMINIO PORTELL VILA Tal hubiera ocurrido en Cuba, indefectiblemente, si se hubiese aceptado la propuesta de una junta de gobierno: de esta habria salido la independencia que en vano busc6 la nacion hasta 1898. Los sucesores de Someruelos hasta 1823, que fueron Ruiz de Apodaca, Cienfuegos, Cagigal, Mahy y Kindelan, gobernaron en las mismas dificiles circunstancias que aquel, debido, mas que nada, al ejemplo elocuente de la independencia de Argentina y de Chile y de las revoluciones triunfantes de Peru, de la Gran Colombia y de Mejico. Ademas, a Cuba se habian extendido y en ella florecian las logias masonicas y las sociedades secretas, en las que se trabajaba por la independencia (61). Los tres gobernantes uiltimamente citados, especialmente, se vieron enfrentados con situaciones muy dificiles por el cercano fermento revolucionario y por los movimientos constitucionales y reaccionarios en Espaia y en Cuba. Todos estos problemas politicos, crudamente planteados por espacio de varios anfos, habian culminado en la ruptura definitiva entre espainoles y cubanos. La semilla del distanciamiento, sembrada en el siglo xvIIi por las demasias de Guazo Calderon y las injusticias de los jefes nmilitares cuando el sitio y toma de La Habana por los ingleses, poco a poco comenzaba a dar sus frutos, frutos de division y de antagonismo que, inexplicablemente, por la muy lamentable falta de unanimidad de los cubanos, por la deficiencia de su organizacion revolucionaria y por la falta de jefes decididos y afortunados, no prosperaron hasta lograr la independencia sofiada en que habian de preceder a Cuba en el camino de la libertad, casi con un siglo de ventaja, las demas colonias espaniolas de America. Esta situacion de alejamiento, que produjo choques en La Habana, no estaba circunscrita a la capital, sino que se extendia a otras poblaciones como Camagiiey, Trinidad, Santiago de Cuba, Bayamo y Matanzas, todas las (61) Historia doowmentada de la Conspiracion de los Soles y Bayos de Bolivar, por Roque E. Garrigo, La Habana, MCMXXIX, p. 145-159.

Page  55 NARCISO LOPEZ Y SU EPOCA 55 cuales tenian su pequeiio grupo radical (62) y sus disturbios politicos, pues si el elemento del pais y los emigrados del Continente tenian logias-Cadena Triangular de Bolivar o Cadena Electrica, Comuneros, Anilleros, Carbonarios, etc., -los peninsulares tambien tenian las suyas, rivales, como la dominada de Los treinta y dos labradores (63). Asi las cosas, el general don Nicolas Mahy, quien con relativa habilidad habia sorteado los peligros de la tirante situaci6n politica y tenido loables aciertos en sus medidas en favor de la Isla, falleci6 el 22 de julio de 1822, y qued6 hecho cargo del mando, con caracter interino, el Segundo Cabo, general don Sebastian Kindela/n. Las circunstancias eran dificiles para el nuevo gobernante al que, ademas, como ocurre siempre en estos casos de interinatura, su condici6n de sustituto le despojaba de parte de su autoridad. Para hacer mas critica su situaci6n, le correspondio el gobierno en los dias turbulentos de las elecciones de diputados a Cortes celebradas en diciembre de 1822. Estas elecciones, llevadas a cabo con la pasi6n que por entonces ponian los politicos en los comicios, estuvieron a punto de provocar una lucha armada entre los criollos, que protestaban contra e l oficial de dragones don Gaspar Rodriguez, por haber abofeteado este a un vecino durante la votaci6n, y las tropas de la guarnicion, movilizadas espontaneamente contra el pueblo y olvidadas de la obediencia a sus jefes por espacio de varios dias (64). Milagrosamente qued6 conjurada la crisis, y con ella salvada para Espafia, por casi ochenta afnos mas, su dominaci6n en Cuba. La chispa necesaria para inflamar la hoguera no llego a producirse, ni siquiera con la instalaci6n de un junta conciliadora en que estaban representados individuos de las dos tendencias y que muy bien pudiera haber seguido funcionando para despues trocarse en orga(62) Las insurrecciones en Cuba, por don Justo Zaragoza, Madrid, 1872, t. I, p. 379-83. (63) Vidal Morales, ob. cit., p. 17. (64) Ensayo historico de la Isla; de Cuba, por don Jacobo de la Pezuela, Nueva York, 1841, p. 506-10.

Page  56 56 HERMINIO PORTELL VILA nismo revolucionario. De todos modos, Kindelan se encontraba practicamente impotente ante los acontecimientos que podian precipitarse, y el Gobierno espaniol, que, reiteradamente, desde septiembre de 1822 (65), venia pidiendo al mariscal de campo don Francisco Dionisio Vives, que se hiciese cargo del gobierno de la Isla, cuyo nombramiento habia renunciado tres veces, exigi6 a dicho militar que aceptase la designaci6n y hasta se dispuso a actuar con toda energia para el caso de que, a pesar de habersele conminado a deponer su actitud, se permitiese mantenerla. Resignado Vives, se hizo cargo de la Capitania General de Cuba el 2 de mayo de 1823, fecha que equivocadamente Calcagno cambia por la de 2 de marzo del propio afio. Bien puede decirse que, si hasta el cese de la interinatura de don Sebastian Kindelan, Cuba vivi6 un periodo de inquietud politica que en cualquier momento podia haber precipitado una revoluci6n, desde que tom6 posesi6n del mando el general Vives, la cadena que unia, a traves del Atlantico, a esta Isla con la Peninsula, fue remachada y reforzada. Y no porque durante su gobierno no ocurriesen movimientos revolucionarios o no se tramasen otras conspiraciones: precisamente correspondio a Vives enfrentarse con los conjurados de los Soles y Rayos de Bolivar, con los del Aguila Negra, con los de la Expedicion de los Trece y con los companferos de los protomartires de la independencia de Cuba, Manuel Andres Sanchez y Francisco de Agiiero. Y tambien en su tiempo la Gran Colombia y Mejico trataron de expulsar a los espanioles de su reducto de las Antillas. De todas estas dificiles situaciones sali6 con exito aquel gobernante singular, sagaz, que supo sacar buen partido de los defectos de los cubanos y que tendio siempre a corromperlos y hacerles perder sus virtudes, como medio de asegurar a Espana la continuacion de su soberania sobre la Isla. Fernando VII y sus sucesores, por las especiales circunstancias que concurrieron en el mando de Vives, debieron mas a este que a sus duros subs(65) Zaragoza, ob. cit., t. I, p. 393.

Page  57 NARCISO LOPEZ Y SU EPOCA 57 titutos, Tac6n, O'Donnell, Concha, etc., el poder mantener su dominio sobre Cuba durante dos tercios de siglo. Pocas semanas hacia que desempefaba su alto puesto el general Vives cuando se descubri6 la conspiracion de los Soles y Rayos de Bolivar, de la que acaba de publicar el doctor Roque E. Garrigo un estudio tan bien documentado como descuidado en su redaccion, que es un aporte fundamental para el estudio de tan remoto y poco conocido movimiento revolucionario (66). Desbaratada la conspiraci6n con las medidas adoptadas por Vives, que no produjeron derramamiento de sangre, aun estaba en marcha el proceso cuando llegaron a Santiago de Cuba los capitulados de Maracaibo. 2. Narciso Lopez en La Habana Habiamos dejado a Narciso L6pez en La Habana, portador de pliegos para el Capitan General don Francisco Dionisio Vives, en los que es de suponer que pedia ayuda para sus tropas el general Francisco Tomas Morales, jefe supremo de las que acababan de evacuar a Maracaibo. Apenas dos meses permanecio en La Habana, en esta su primera visita, Narciso Lopez. Joven, gallardo, marcial, jinete consumado que hacia prodigios en la silla; diestro en el manejo de las armas; de trato simpatico y agradable, no hay que dudar de que ya entonces tenia el maravilloso encanto personal, aquel extraordinario don de gentes que a lo largo de su vida le hizo ser favorito de los salones sociales e idolo de los soldados. Circula la especie, admitida generalmente por biografos e historiadores, de considerar a Narciso Lopez como un soldado brillante y valeroso, pero sin gran cultura y desprovisto de preparacion. Y nada mas lejos de la verdad. Narciso Lopez fue, cirtamente, mas que nada, un militar denodado y un luchador temerario que en su Hoja (66) Historia doctmentada de la Conspiracion de tos Soles y Rayoe de Bolivar, por el doctor Roque E. Garrig6, La Habana, MCMXXIX, 2 t.

Page  58 58 HtERMINIO PORTELL VILA de Servicios presentaba la mas lucida actuacion guerrera, aun en aquella desdichada ocasion de su derrota y capitulaci6n de La Matilla, en 1836. En Venezuela, en Espafia, en Portugal y en Cuba expuso su vida con heroismo por espacio de mas de treinta afnos, y la vida de campaia y la de cuartel malearon su caracter y atrofiaron no pocas de sus virtudes, al propio tiempo que alentaron el desarrollo de las malas cualidades que todos los hombres conservamos, embrionarias, en el fondo de nuestro ser. Moralmente, pues, Narciso L6pez era un producto de su epoca, quiza superior a esa misma epoca. La guerra de la independencia de los Estados Unidos, las de la Revoluci6n Francesa, las de Napole6n, las de independencia de las colonias de Espafia y de Francia en la America, y las de la propia Espafia, primero contra el invasor frances y despues de los propios espafioles entre si, hicieron vivir al mundo en plena fiebre guerrera desde el ultimo tercio del siglo xvIII hasta casi la mitad del xix. Ser soldado era tener una brillante oportunidad en la vida, porque la guerra la hacian los soldados y habia que alojarlos, atenderlos, mantenerlos y premiarlos al objeto de tenerlos dispuestos para el combate del pr6ximo dia. $Que moralidad podia exigirse del soldado napole6nico que recorria la Europa en friunfo entregado no pocas veces al pillaje en pequefia escala mientras sus oficiales y jefes, su mismo emperador, despojaban de sus riquezas artisticas y materiales a las naciones conquistadas? j Que mnoral habria de tener, por otra parte, el militar que hubiese servido en la guerra implacable y feroz, de saqueos, asesinatos y violencias de todo genero, que fue la lucha por la independencia de la America? Y, d6nde estaba el moralista que la corrompida Espaia de Fernando VII y de Isabel II, podrida de ambiciones ilegitimas y plagada de concesiones ilicitas, podia presentar como modelo, en la Peninsula a los que se batian en la guerra carlista; en Cuba a los que sufrian el regimen ya consolidado de la tirania ignominiosa qne establecio Vives al amparo de la R. O. de 28 de mayo de 1825, y que reafirmo Tac6n con su brutal alarde

Page  [unnumbered] I t El general D. Francisco Dionisio Vives, Capitan General de Cuba al Ilegar a la Isla Narciso Lopez con los vencidos de Costa-Firme., f. I- I 1 ' a?),?o,,,fI C, ~11

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Page  59 NARCISO LOPEZ Y SU EPOCA 59 de impune hegemonia? Narciso L6pez no fue peor, por entonces, que otro cualquiera de los militares de su epoca, despues de haber vivido unos turbulentos anos de soltero en el ejercito. Cierto es que llev6 una vida casi licenciosa, que cortejaba a un mismo tiempo a damas y a mujeres de baja condici6n; que se jugaba su paga, no ya solo a la baraja, sino tambien a los gallos y a todos los juegos en que podia arriesgarse dinero, que estaba entregado a la trampa y que no era, con todas esas circunstancias, un fraile cartujo, pero, icuantos militares de su epoca y de su edad eran de vida mas arreglada? No era Cuba, precisamente, por aquellos tiempos, un pais cuyo ambiente fuese de la moralidad ejemplar que orientase por senderos de virtud y de tranquilidad a los hombres. La parte fundamental del sistema de gobierno de Vives descansaba en la permisi6n de los vicios para que, encenagados en ellos los cubanos, dejasen de pensar en los problemas de las libertades. El propio propio Capitan General daba el triste ejemplo de arriesgar su dinero en las lidias de gallos que tenian por teatro al Castillo de la Fuerza (67). Y con amarga elocuencia es que habla de estas desdichas el patricio Escobedo en carta a Domingo del Monte, de la que extraemos este parrafo hondamente significativo (68): La de usted de 19 de noviembre lleg6 a mis manos en vispera de pascua, y ya sabe usted que los que nos quedamos en la ciudad, como yo lo he hecho, casi no tenemos con quien hablar en esta temporada, en que los amigos de todas profesiones emigran a San Antonio, a Alquisar, San Marcos, Guines, Matanzas, etc., y este afio ademas de la costumbre, hubo cmbullamiento extraordinario para Guines, para donde desde setiembre y octubre principiaron a dirigirse escuadrones de galleros hasta de Trinidad, para un desafio en que el insigne Pedro Calvo mandaba uno de los partidos. El negocio di6 que hablar mucho desde que se anun(67) Cecilia Valdes o la Loma del Angel, por Cirilo Villaverde, Nueva York, p. 160-61. (68) Centon epistolario de Domingo del Monte, publicado por la Academia de la Historia de Cuba, La Habana, 1923, t. I, p. 58.

Page  60 60 HERMINIO PORTELL VILA ci6, y ahora dara tambien por mucho tiempo materia a las lamentaciones de los que han comprometido sus fortunas a los gallos, y al monte, y a los regocijos, y despilfarros de otros que no saben que hacerse con lo que han ganado. Gracias a lo bien criado que estamos, un desafio de estos es mas interesante entre nosotros, que entre esos Yanquis la eleccion de sus presidentes. Lo sorprendente hubiera sido que Narciso Lopez, con su grado, con su apostura, con su aprendizaje en la guerra de Venezuela y colocado en tal escenario, se hubiese manifestado como un var6n austero, sobrio, previsor y moderado, en abierta contradicci6n contra todo lo que de el era de esperarse. Materializado estaba su vivir, es innegable, pero tambien florecian en su alma excelentes cualidades y hasta preocupaciones intelectuales, porque bueno es que insistamos sobre esta afirmaci6n y digamos una vez mas que no era Narciso L6pez un militarote rijoso, inculto, borrachin y pendenciero. Ya hemos visto en el primer capitulo c6mo fue discipulo de la escuela superior de don Rafael Wantosten, en Caracas, pero hay que agregar que no pararon ahi sus conocimientos y sus estudios. Su abundante correspondencia, el trato frecuente con hombres de superior cultura, en Cuba y en Espafia, y algunas lecturas hechas con aprovechamiento, le capacitaban mas, mucho mas que alguin Capitan General de los que soport6 la Isla durante el pasado siglo para desempefiar un cargo elevado. No pocas de sus proclamas revolucionarias fueron debidas a su pluma, y asi cuid6 de anotarlo en su Diario Cirilo Villaverde; sus cartas al propio Villaverde, a Crist6bal Madan, a Juan Manuel Macias, a Ambrosio Jose Gonzalez, a Gaspar Betancourt Cisneros, a Bias Ignacio de Zarate, a su propio hijo, le revelan como un hombre de preparaci6n, al paso que su exposicion a la reina Maria Cristina acerca de la derrota de La Matilla (69), y su folleto de Valencia (70), asi como algunas alocuciones al (69) Diario de La Habana, edici6n de 5 de febrero de 1837. (70) Contestacidn del Mariscal de campo don Narciso Lopez a varios cargos relativos a los sucesos Utinmos de Valenoca, Madrid, 1839, 49, 30 p.

Page  61 NARCISO LOPEZ Y SU EPOCA 61 hacerse cargo o al cesar en distintos mandos, prueban que era hombre que discurria razonablemente y que sabia expresarse con correcci6n y hasta con cierta elegancia, por escrito. Companiero suyo de aventuras era el teniente coronel don Ramon de las Llamosas, tambien venezolano al servicio de Espafia y quien, al igual que el, asombraba a los habaneros con su habilidad ecuestre. De ambos nos dice Suzarte que entre los oficiales retirados de Costa Firme (71):...brillaban como dos estrellas por sus distinguidas figuras, el teniente coronel don Ram6n de las Llamosas y el coronel don Narciso L6pez. Jinetes consumados, iban a caracolear por las tardes en arrogantes corceles al Paseo, que asi se llamaba entonces a lo que despues se titulo Alameda de Isabel II y que tenemos ahora transformada en Parque. Yo tenia entonces seis afnos de edad, y recuerdo como si fuera cosa de ayer el entusiasmo con que concurrian las gentes a admirar la habilidad ecuestre de los dos gallardos venezolanos, y los elogios que les prodigaban. Su jefe, el general Morales, era natural de Canarias, y en La Habana encontr6 amigos y conterraneos con los cu.les( anudo relaciones mientras permaneci6 en Cuba. Uno de ellos lo fue el rico hacendado y negociante don Antonio de Frias, padre del economista y patriota cubano don Francisco de Frias y Jacott, Conde de Pozos Dulces, y tambien de "dos ricas, bellas, distinguidas e inteligentes sefioritas", que dice Suzarte, dofia Dolores y donia Ana de Frias. Narciso Lopez y el teniente coronel de las Llamosas fueron presentados por Morales en la casa del senior de Frias, y ambos a dos se prendaron de sus bellas hijas y comenzaron a enamorarlas. Si el idilio del seinor de las Llamosas y de dofia Ana no tuvo entonces interrupcion, si lo tuvo el de Narciso Lopez y la que despues, por es(71) J. Q. Suzarte, op. cit. (El Amigo del Pais, 29 die. 1881).

Page  62 62 HERMINIO PORTELL VILA pacio de diez afios, habia de ser companera. En efecto, segun consta en su Hoja de servicios, Narciso Lopez embarco el 11 de noviembre de 1823 para Espafia "con pliegos del capitan general, del Real servicio". Posiblemente fuese portador de las comunicaciones en que Vives informaba al gobierno de la Peninsula respecto a la causa que ya se instruia por la Conspiracion de los Soles y Rayos de Bolivar. El 30 de enero de 1824 llego a Madrid para evacuar su comisi6n, y alli permanecio por espacio de varios meses, hasta que una R. O. de 27 de septiembre del propio afio dispuso su vuelta a Cuba para que se incorporase a su regimiento. De regreso a La Habana, el 19 de febrero de 1825 tuvo ingreso en el deposito de militares transeuntes, una especie de cuartel improvisado para los jefes y oficiales sin destino fijo, construido de madera, que se encontraba en la calle de San Miguel esquina a la de Amistad. Despues contrajo matrimonio con la senorita de Frias. Dos afios pas6 Lopez en esta situaci6n, haciendo el servicio de su clase y viviendo con toda holganza. En ese corto periodo Cuba se estremece convulsa y vuelve los ojos a todas partes en busca de ayuda para obtener su independencia. Betancourt, Iznaga, Miralla, Castillo y otros patriotas se acercan al libertador Simon Bolivar en solicitud de que dedique sus esfuerzos a arrojar a los espaioles de Cuba (72). Se reuine en Panama el que Bolivar sonaba que seria magno Congreso Continental y en el que tambien se barajaba la suerte de las Antillas espafiolas (73). Fracasa la llamada Expedici6n de los Trece de que formaban parte Alonso Betancourt, Francisco Desa, Santiago Zambrano y otros (74). Se definen las aspiraciones de los Estados Unidos con relacion a la isla de Cuba (75), y mueren en la (72) Vidal Morales, ob. cit., p. 33-60. (73) Ibidem, p. 64-65. (74) Historia de la isla de Cuba, por Pedro Jose Guiteras (segunda edici6n), Habana, 1928, t. III, p. 83-88. (75) Estudio hist6rico sobre el origen, desenvolvimiento y ma.nifestaciones prdcticds de la idea de la anexi6n de la Isla de Cuba a los Estados Unidos de Avnwrica, por Jos4 Ignacio Rodriguez, Habana, 1900, p. 65-66.

Page  63 NARCISO LOPEZ Y SU EPOCA 63 horca, en Puerto Principe, los dos primeros martires de nuestra independencia, Francisco de Agiiero y Manuel Andres Sanchez, el 16 de marzo de 1826 (76). Tambien por entonces los cubanos miran ansiosos hacia Mejico en demanda de apoyo a sus ideales, y un grupo de ellos, emigrados, presentan al Congreso mejicano la siguiente exposici6n, muy poco conocida y que aunque no esta fechada en su texto, tiene al dorso, escrita por mano del propio don Alonso Betancourt, la fecha de 1826 (77): Senores Vocales de las Camaras de Diputados y Senadores: Los individuos quo subscriben, naturales de la isla de Cuba unos y ciudadanos mekicanos otros, interesados todos en la felicidad de ambos paises, se dirigen al Congreso General mexicano llenos del sagrado entuciasmo que inspira el amor a la libertad con la exposicion siguiente: Cuando por resultado de los heroicos esfuerzos de los americanos todo el nuevo continente se ve libre en el dia de una dominacion extrangera, y cuando especialmente los oprimidos pueblos por el espafiol han sacudido enteramente las cadenas de aquel barbaro gobierno, la desgraciada isla de Cuba, porcion importante y preciosa de la America se halla en el dia encorvada bajo el yugo terrible de ese enemigo feroz de toda libertad. En estas circunstancias los hijos de Cuba unidos siempre en deseos con sus hermanos del continente, aislados en todo sentidos, no tienen otro recurso, que o esperar de la nacion mexicana o colombiana su libertad, o entregarse ellos mismos al desesperado partido de la insurreccion en medio de una poblacion eterogenea que conduciria a resultados sumamente dudosos. En medio de la efervecencia (76) Los protomdrtires de la independencia de Cuba, por el doctor Nestor Carbonell, Habana, 1926, p. 34-35. (77) Este documento importantisimo fue publicado en la Autobiografia de Jose Antonio Pdez, y es muy poco conocido. La copia que poseemos, hecha por el licenciado Alonso Betancourt y que se encontraba entre los papeles de Cirilo Villaverde, tiene minimas diferencias con la de la obra citada, pero fue hecha por el propio Betancourt en el aio de 1826a con vista de la exposici6n original que le entreg6 el licenciado Teurbe Tol6n, uno de sus firmantes. Difiere algo de la publicada por Vidal Morales en Iniciadores, etc. 5

Page  64 64 HERMINIO PORTELL VILA que produce en el espiritu publico de aquella isla el deseo de ser libres sin haber hasta ahora torado una resolucion o un partido, los mas entusiastas por la independencia o los que con mas facilidad han podido hacerlo, han salido del suelo Patrio a buscar aucsilios de donde han creido que habia razon para esperarlos; cerca de una nacion poderosa y cuyos intereses deben impelerla a darle la mano a un pueblo que debera en todo tiempo ser su aliado necesariamente, y que convatira en la vanguardia por la seguridad de ambos. El interes y la conveniencia reciproca ecsigen que la Republica mexicana vuele al socorro de la Isla de Cuba y la ayude a salir del estado de degradacion y esclavitud en que la mantiene el enemigo comun de las Americas; mas bien por la fuerza del habito, y otras circunstancias particulares, que por su influencia moral; mas bien por la inercia natural a todos los Pueblos que gozan de ciertas comodidades, que por aquiescencia de los habitantes con el sistema actual que deshonra su Patria, en una palabra por sola aquella natural inclinacion de los hombres a mantenerse en el estado de paz, aun haciendo el sacrificio de su libertad y de sus mas preciosos derechos cuando pueden ser funestos los resultados de un sacudimiento repentino. Pero este estado de tranquilidad ha dejado ya de ser natural a la Isla de Cuba. Sus habitantes penetrados de la santidad de sus derechos, rodeados por todas partes de brillantes exemplos de heroismo, y ensefiados por lecciones practicas de tantos pueblos libres con los que estan en inmediato contacto; oprimidos por un contraste muy natural bajo un gobierno cuyo solo nombre es una degradacion a la vista de los pueblos cultos; privado cada dia mas y mas de las relaciones comerciales que forman toda su riqueza y fortuna, llenos de aquella confianza que inspira el temor de una proxima revolucion, impelidos finalmente por la fuerza de las luces y de la civilizacion a buscar un sistema mas conforme a sus intereses y a sus nuevas necesidades, estan ya en el momento de hacer estallar una revolucion que sin la proteccion de una nacion amiga puede venir a ser funesta a aquellos desgraciados hermanos nuestros; cuando por el contrario apollada y dirigida por esta Republica, conduciria al completo triunfo de la libertad e independencia de la Isla. Estos seiiores no son vanas teorias ni aserciones

Page  65 NARCISO LOPEZ Y SU EPOCA 65 fundadas finicamente en deseos y votos esteriles: son verdaderos acsiomas sacados de la naturaleza de la sociedad, y de las circunstancias en que los sucesos han colocado a la Isla de Cuba. Apelamos al juicio de los verdaderos patriotas mexicanos, al de los sefiores diputados y senadores, que han tenido la gloria de ver nacer, crecer y triunfar la Libertad en su patria. jQue pecho mexicano dej6 de sentirse arrastrado por un instinto irresistible a la causa de la Independencia? Cual no deseaba ardientemente la destruccion del gobierno espafiol, y no ecsalaba votos sinceros por el triunfo de las armas nacionales? Sin embargo el desorden inevitable de la revolucion retraia a los unos; el temor de un ecsito desgraciado acobardaba a otros; la falta del sistema enagenaba a muchos; ciertos empefios o compromisos decorosos detenian a los demas.,Y quien no hubiera deseado que una fuerza organizada hubiera aparecido, dando sistema al nuevo orden de cosas, apagando la discordia fatal y reuniendo bajo las banderas nacionales a todos los hijos de la Patria? Entonces una voz se habria oido desde Dolores hasta Yucatan y el afio de Diez hubiera visto realizado los prodigios del de 21. i Cuanta sangre, cuantos desastres se hubieran ahorrado a la Patria! Habria continuado su marcha tranquilamente acia su prosperidad en vez de los odios, de las matanzas, de las ruinas y de los vicios que produce una guerra civil. iA que grado de riqueza, de abundancia y civilizacion no estubiera elevado el gran pueblo mexicano! Aplicad, sefores, estas consideraciones a la Isla de Cuba en su actual estado. Todo amenaza en aquel pais una procsima convulsion; todo estimula y precipita a ella. bY la Nacion mexicaha. vera con indiferencia anegarse en sangre una porcion del suelo americano con la que tiene tantos vinculos de amistad y tantas relaciones? 1Y el Congreso de este pueblo libre vera con frialdad sumergirse a un pais amigo y hermano en el golfo de desgracias que le amenazan sin estenderle una mano aucsiliadora? No hablamos solo a vuestros corazones, sefiores, nos dirijimos a otra razon: entramos en raciocinio con los que se oponen a favorecer a los cubanos. Estamos persuadidos que los gobiernos no se determinan a obrar como los individuos muchas veces: que sentimientos de compasion, el deseo de faborecer al desgraciado no son los resortes que mueven la politica de las naciones; y esta misma consideracion nos es

Page  66 66 HERMINIO PORTELL VILA timula a reclamar del gobierno mexicano el aucsilio que pedimos. Si, senores, los intereses de la Republica estan comprometidos con los de la Isla de Cuba y mientras no sea esta independiente, la suerte de Mexico no podra considerarse absolutamente asegurada. Recordad, senores, cual fue el primer punto de apoyo de los conquistadores: refleccionad sobre cual es en el dia el fundamento de las esperanzas del gobierno espanfol: no olvideis a que se debe la conservacion del castillo de Ulua en manos del enemigo: considerad las posiciones de esa preciosa isla a la boca del golfo de Mexico, y en contacto con uno de los mas importantes estados de la federacion: que las naciones comerciales velan sobre los destinos de la moderna Tiro, que el Londres de la America, esa rica Habana, tendra una influencia poderosa sobre la suerte de los estados del nuevo continente: que una crisis terrible puede poner a esta isla bajo el dominio de una raza de hombres que por desgracia de la humanidad no pueden entrar en relaciones sociales con los pueblos civilisados, y que la dominacion de estos en las Antillas influiria de una manera poco ventajosa sobre los destinos de la America toda. Y estas, sefiores,,no son consideraciones de mucho peso para inclinarnos a decretar una expedicion sobre la Isla? jQue reflexiones pueden oponerse a las irresistibles razones que acabamos de esponer? El Libertador Bolivar y el Congreso de Colombia se determinan por motivos menos poderosos, con menos probabilidad del buen ecsito a hacer marchar un egercito libertador a la otra parte del Ecuador para redimir a los hermanos del Peru de la fuerza opresora de otro egercito aguerrido, con influencia en el pais, orgulloso de sus victorias, y asegurado con el prestigio que estas causan. Nada detiene al genio tutelar de la libertad de la America Austral: vuela a nuevos triunfos; atrabiesa rios, montafas inaccesibles a hombres menos patriotas, mares; vence obstaculos al parecer insuperables, se empefia el credito de una nacion que aun no se repone de sus desgracias pr6csimas: soldados, oficiales y generales que aun tienen los brazos cansados de pelear, que no se han restablecido de las fatigas de la pasada guerra, cuyas heridas todavia no han cicatrizado, se transportan a otro suelo a pelear por la libertad de sus hermanos a redimirlos de la opresion, a prestarles aucsilio en sus an

Page  67 NARCISO LOPEZ Y SU EPOCA 67 gustiadas circunstancias. Y que diremos de los esfuerzos de los pueblos de Chile y Buenos Aires para el mismo objetoT Ni la distancia, ni la obligacion sagrada de atender a su misma defenza, ni la escasez de recursos; nada los detiene para venir a darse la mano sobre los Andes con sus hermanos de Colombia, para hacer libres a los oprimidos peruanos. En la Grecia moderna, los habitantes de la Morea y del Peloponeso, con una pelean en defenza de su suelo con los barbaros, y con la otra arman sus buques, para enviar aucsilios a las islas del archipielago: combaten al mismo tiempo en el continente, y ayudan a los Cretenses y a los Rhodios para sacudir el yugo de sus opresores. Estos no son egemplos sacados de la historia antigua, cuyos hechos han llegado hasta nosotros desfigurados, y cuya aplicacion en las mas veces inecsacta. Son sucesos que acaban de acontecer, y que todavia estan aconteciendo a nuestra vista: son sucesos que estan en la naturaleza de la sociedad y consecuencia de la simpatia de los principios, igualdad de opiniones y conformidad de sentimientos e intereses. sQue razones pueden justificar la apatia o indiferencia de Mexico con respecto a la Isla de Cuba Una nacion guerrera y llena de sentimientos de libertad, que acaba de hacer su independencia con solo haberse reunido sus valientes hijos, que cuenta con mas recursos que cualquiera de los otros Estados, que arde en deseos de propagar las ideas liberales que disfruta de una paz y de una tranquilidad imperturbables. Que obstaculo puede encontrar para sacar de la abyeccion en que se hallan un pueblo, que del modo que le es posible, ha manifestado sus deseos de ser independiente: que por todas partes anuneia que solo espera un punto de apoyo para elevar sobre las ruinas del actual gobierno otro nacional y confre. a las luces del siglo? Ya el despotismo espanol se ceba en innumerables victimas: ya las prisiones se llenan de patriotas, ya los hijos de Cubanacan andan disparsos por agenos pueblos, huyendo de la persecusi6n; ya las familias gimen en el silencio por la ausencia, destierro o prision del hijo, del hermano, de un esposo, de un padre; ya el espionaje engendra la desconfianza y el terror en todas las clases de la sociedail; todo en confusion y desorden; todo temores y sobresalto. Este es el estado de este pueblo que

Page  68 68 HERMINIO PORTELL VILA reclama vuestra proteccion y amparo: de ese pueblo que sera desgraciado acaso por muchos siglos sino correis a su socorro; y que llegara en poco tiempo a una envidiable prosperidad si decretais su salvacion. En vuestras manos estan, Padres de la Patria, los destinos de dos grandes pueblos; de vosotros pende la suerte de muchas generaciones en un pais que tiene medio millon de hombres libres. Para poner a los senores diputados y senadores en estado de poder hablar y votar con conocimiento de hechos sobre esta importante cuestion, acompanamos los documentos que hemos podido haber a las manos relativos a ella. Es muy notable entre otras cosas lo que dice el Fiscal sobre la celebre causa de conspiracion del ano pasado de 1824. Llamamos sobre las palabras siguientes la atencion del Congreso: "El Fiscal esta con"vencido de que no son solos los que aqui parecen los conspira"dores de la asociacion de Soles y Rayos (habla de juntas que "llevan este nombre y cuyo objeto es promover la independen"cia), pues el mal ha corrido y difundidose por toda la Isla "como un rio caudaloso que se estiende por muchos campos en "su avenida, y este concepto lo prueba con los incidentes que en "estos ultimos dias se le han pasado procedentes de la Hanabana "y sitios circunvecinos", etc. Este periodo del dictamen fiscal y todo su contexto manifiestan que los hijos de la Isla de Cuba lejos de desconocer la noble causa de los americanos, se esfuerzan a ponerse al nivel de sus hermanos del continente. Hay valor, hay patriotismo en aquellos habitantes. Pero hay tambien obstaculos de tal naturaleza, que bien considerados aparecen casi superiores a ella. En efecto sefores: una porcion considerable de esclavos cuya tendencia a la libertad de que estan privados por una desgracia, si se quiere, pero inevitable en la actualidad debe ser un elemento, es un freno que contiene los nacientes esfuerzos de los patriotas contrariados por la doble fucrza de un gobierno establecido, y esta masa inerte hasta cierto punto. El estado de tranquilidad de que gozan los propietarios con el sistema actual les hace tolerable el depotismo a trueque de no verse espuestos a las terribles convulsiones de una isla. vecina cuya historia forma un episodio correspondiente a la revolucion de Francia su metropoli. El temor pues en los duefos de fincas

Page  69 NARCISO LOPEZ Y SU EPOCA 69 riisticas de verse arruinados por la sublevacion de sus esclavos y privados de la base de su subsistencia: la consideracion de otros de que una revolucion de esta naturaleza, lejos de ser ventajosa a los criollos y aun al resto de las Americas, seria, por el contrario sumamente perjudicial, y los mantiene en una incertidumbre que por ultimo vendra a ser mas funesta que sus mismos temores. Escuchad las razones. El gobierno espaniol pierde cada dia mas y mas su fuerza moral en la Isla de Cuba y se debilitan de consiguiente sus recursos fisicos. Esta decadencia del gobierno actual en aquel pais es debida a la marcha opuesta que sigue el de Madrid, a los progresos de la civilizacion, y mas particularmente a la tendencia inevitable que tienen las antiguas colonias espafiolas a su emancipacion; de donde se sigue el paso que la actual administracion pierde su vigor y energia, se establece un equilibrio de poder y de influencia entre ella y la opinion que sostiene el partido de la independencia. Mas como la opinion da impulso a los negocios publicos, ella sola no puede bastar para contener los desordenes consequentes a la anarquia, resultara que reducido el gobierno espanol a nulidad, y no haviendo otro organizado que pueda substituirle; debilitados todos los resortes de un poder cualquiera y relajados todos los vinculos sociales, una tercera fuerza que aunque no organizada tiene todos los elementos de intima union, sera conducida por instinto a apoderarse de la fuerza publica y dar un impulso y una direccion enteramente distinta a la revolucion. No olvidemos los sucesos de Santo Domingo, debidos principalmente a las oscilaciones de la Francia, y al estado de nulidad en que se hallaba el gobierno de esta isla. Los crioyos no eran bastante fuertes para sobreponerse a la metropoli, y la metropoli habia perdido su energia para sugetar a los esclavos. Unos y otros vinieron a ser victimas de las fuerzas unidas y de estos, que no podian obrar con sistema, sino unicamente por el instinto que tienen todos los hombres de buscar su libertad. Estas son las circunstancias en que se halla colocada la mayor isla del archipielago vecino a Mexico: estos son los riesgos que amenazan a Cubanacan. El comercio entre aquel pais y este, las relaciones politicas que naturalmente deben entablarse con la independencia, la ilustracion, la libertad,

Page  70 70 HERMINIO PORTELL VILA el culto de nuestros padres, todo esta amenazado, todo peligra si la revolucion toma el aspecto horroroso que hemos anunciado; si la nacion mexicana no envia una fuerza capat de imponer, y que elevando el pabellon independiente en un punto de la isla llame a su seno a todos los hijos de ella. Entonces volaran a reunirse bajo las alas de la invencible Aguila los PATRIOTAS CUBANOS que hoy suspiran esperando sobre sus playas a sus hermanos del continente; entonces el orgullo espanol recibira el ultimo golpe, haciendole retroceder para concentrarse en la Peninsula; entonces los amiricanos todos podremos juntarnos a cantar el completo triunfo de nuestra independencia, y entonar himnos a la libertad. La Habana podr& servir de centro a los nuevos anficciones del Continente de Col6n: Saldran de estas asambleas decretos que honren la causa de la humanidad, que es hoy la de todos los americanos; flotaran libremente en nuestros mares los buques de las republicas, y seran respetados los pabellones de las naciones que entrasen con sus gobiernos en relaciones amistosas: todo sera paz, abundancia y prosperidad: los barcos que arribaren a los mas celebres puertos de esta nacion poderosa dejaran de temer el encuentro de un enemigo que con oprobio de su heroismo se atreve a mantenerse en frente y a la vista de sus playas: la plaga de piratas que infestan el golfo mexicano desaparecera para siempre. Todo cambiara de aspecto, y los nombres de los heroes mexicanos confundidos con los de los libertadores de la Isla, suscitarin recuerdos de gratitud hasta las mas remotas generaciones. Puedan nuestros votos unidos a los de los habitantes de la Isla de Cuba, mover al Congreso mexicano a tomar una determinacion que le pondra al nivel de los libertadores de los pueblos y de aquel celebre monarca de Sicilia que por frutos de sus victorias, cuando derrot6 150,000 cartagineses, impuso por condicion para la paz "que los enemigos dejasen de ofrecer a sus dioses los sacrificios de sus hijos primogenitoss".-(f) Antonio Abad Iznaga (a).-Lorenzo de Zabala (b).-Jose Antonio Mozo (c).-Joaquin Casares y Armas (d).-Manuel Gual (e).-Jose Antonio de Echavarri (f). —Jose Teurbe Tolon (g).-Antonio Valdes (h).-Es copia de la original entregada a mi por el sefior viceconsul de

Page  71 NARCISO L6PEZ Y SU EPOCA 71 los Estados Unidos Mexicanos, licenciado Jose Teurbe Tolon.Pr. Alonzo Betacncourt (i). (*) a) Antonio Abad Iznaga, patriota trinitario, hermano de Joae Aniceto y de Jos6 Antonio, tambi6n ardientes revolucionarios. En log Estados Unidos y en Mejico conspir6 por la independencia y muri6 en Kingston, Jamaica, en 1827. b) Lorenzo de Zabala, patriota e historiador mejicano, autor del Ensayo hist6rico de las revoluciones de Mexico desde 1808 hasta 1830, Paris, 1831. c) Jos6 Antonio Mozo de la Torre, firmante, por Santiago de Cuba, del acta de constituci6n de la Junta promotora de la libertad cubana, establecida en M6jico desde el 4 de julio de 1825. Natural de Santiago. d) Joaquin Casares y Armas, teniente coronel del ej6rcito mejicano y uno de los mAs entusiastas simpatizadores de Cuba. e) El brigadier don Manuel Gual, distinguido patriota y militar mejicano, quien desde 1823 simpatizaba con la independencia de Cuba y laboraba por ella, y el cual gobernaba en Veracrus cuando la caida de Iturbide. f) El mariscal de campo don Jose Antonio de Echavarri, militar espafiol que se uni6 a la triunfante revoluci6n mejicana y que alcanz6 altos puestos en el efimero imperio de Iturbide, a cuya caida cooper6 despues de haber sido su sostenedor. g) El licenciado don Jose Teurbe Tol6n Blandino, residente en Matanzas cuando se descubri6 la conspiraci6n de los Soles y Rayos de Bolivar y quien, complicado en la misma, se refugi6 en los Estados Unidos, de donde pas6 a Mejico y figuro de modo prominente en la vida politica de esa naci6n. h) El historiador cubano don Antonio Jos6 Valdes, radicado en M6jico y autor, entre otras obras, de la Hiotaria de la Isla de Cuba y en especial de la Habana, que figura entre las comprendidas con el nombre de Los tree prmeros historiadores. i) El doctor Alonso de Betancourt (El Solitario), patriota camagiieyano que emigr6 por su conexi6n con el movimiento de los Soles y Rayos de Bolivar. Form6 parte de la Expedieion de los Trece y cuando las expediciones de Narciso L6pez residia en Filadelfia y ayud6 a estas empresas. C6mo se comportaba Narciso Lopez ante estos estremecimientos de la esclavizada Cuba? &Hay memoria o antecedente alguno de que contemplase, siquiera con simpatia, la triste situaci6n de los cubanos? La busqueda mas acuciosa no ha podido hasta hoy descubrir un s6lo dato acerca de que hubiese efectivas relaciones entre los conspiradores y el frivolo y joven militar, pero en modo alguno pudo e1 desconocer, por su grado en la milicia y por su misma vida de sociedad, todos aquellos acontecimientos que se desarrollaban en torno a Cuba y por la libertad de ella, y asi lo veremos muy pocos afios mas tarde, en la misma Espafia, tildado de sospechoso por reunirse con los cubanos sefialados como contrarios a la continua, ci6n de la soberania espafiola en la Isla. A fines del afio de 1826, ya L6pez casado con dofia Dolores de Frias, su suegro, don Antonio, le proveyo de pode

Page  72 72 HERMINIO PORTELL VILA res para que le representase en un enredado pleito que se ventilaba en la Real Audiencia de Puerto Principe y que afectaba a los cuantiosos interess que aquel opulento propietario tenia en los terrenos del Vedado. Se traslad6 a la ciudad camagiieyana y el dia de la vista, con disgusto de los sefiores oidores, compareci6 ante el Tribunal, de uniforme completo y ceniido el sable de caballeria, y declar6 y abog6 por la parte que representaba, la que, seguin parece, obtuvo sentencia favorable a sus pretensiones, no obstante el hecho de que entre Lopez y alguno de los magistrados hubo un incidente al negarse aquel a dejar el sable "con el que podia presentarse ante el Rey", para penetrar en la sala del juicio (78). Seguramente que a estos lios judiciales hace referencia la siguiente carta de Narciso L6pez, conservada en el archivo que fue de don Nicolas Azcrate, hoy en poder de sus herederos: Puerto Principe, 5 de febrero de 1827. Sefior don Blas Ignacio de Zairate (79). Estimado amigo: Recivi la apreciable de usted, fecha 20 del pasado, y quedo enterado de la conformidad con que esta usted dispuesto, para revivir el resultado de nuestro asunto, aunque no sea grato como (78) Memorias del general Narciso L6pez redactadas por un contempordneo, manuscrito in6dito en poder del autor de esta obra, procedente del archivo que fue de don Cirilo Villaverde. (79) El Excmo. Sr. don Bias Ignacio Ortiz de Zarate, escribano regio, segundo de los del Real Consulado en La Habana (Guia de forasteros de la Siempre Fiel Isla de Cuba para el aiio primero despues de bisiesto de 1829, Habana, 1828, p. 140). El caballero de Zarate fue uno de los principales auxiliares de Vives y Ferrety en el proceso por la Conspiracion de los Soles y Rayos de Bolivar, y de 61 dijo el Capitan General (Boletin del Archivo Nacional, Habana, 1910, t. VIII, p. 85), en carta al Ministro de Fernando VII, fechada a 28 de septiembre de 1824: "...Al escribano de la causa don Blas Ignacio de Zarate, lo creo digno de la consideracion de S. M. y acreedor a la gracia de la Cruz Americana de Isabel la Cat6lica, con recomendacion de este Consulado para que cuando resulte la vacante de su escribania, se provea en 61, como le corresponde; este individuo ha contribuido mucho por su constancia incansable en la actuacion pasandose treinta y dos noches seguidas en que se trabajo al principio del sumario, y acompafiando al Alcalde a las prisiones de los que iban resultando reos, continuando despues con el mismo zelo".

Page  73 NARCISO LOPEZ Y SU EPOCA 73 teme nuestro Coimbra, por la representacion de este senor fiscal, segun usted me dice en la indicada. Enora buena que tenga usted una disposicion tan filos6fica; pero yo estoy con mas que suficientes datos, persuadido que saldremos bien, y me parece que en la precente semana o en la entrante lo sabremos, pues estan contestados los traslados, y pasados al fiscal los autos. Tengo ya ablado sobre la causa de los cafetales, y solo deceo que llegue el caso de que tengan que ocurrir los contrarios a esta superioridad, pues entonces sera muy buena senfa. El sefior Bernal devuelve a usted sus expresiones, y yo le encargo las de de mi parte al senor Coimbra, informandole el estado del negocio. Deceo se conserve usted bueno, y que ordene lo que guste a su aftmo. amigo, Narciso Lopez. 3. Los emigrados de Costa Firme La subversion total que de las organizaciones civil y politica de las antiguas colonias causo la revolucion americana, llevo a aquellas a no pocos cubanos de valia, muchos de los cuales figuraron de modo prominente en cargos publicos y en el ejercito patriota, y trajo a Cuba magistrados, tropas, marineria, funcionarios y particulares desplazados por el nuevo orden de cosas o poco confiados en las garantias de las j6venes repuiblicas. Como ya habia ocurrido con anterioridad con los franceses y espafioles de la isla de Santo Domingo, y con los de la Florida y Luisiana, fue Cuba el crisol en que sc fundieron esos elementos, entre los que figuraban no pocos hombres de ideas avanzadas que se radicaron en la isla y que no tardaron en actuar en la vida publica. Jose Maria de Heredia, Domingo del Monte, Felix Tanco, Jose Antonio Echeverria; y tambien Jose Fernandez Madrid y Jose Antonio Miralla, y otros muchos, literatos y revolucionarios por sus ideas o por su actuaci6n, o habian visto la luz primera en el Continente, como ocurre

Page  74 74 HERMINIO PORTELL VILA con los uiltimos citados, o en el habian vivido de ninios, como es el caso del inmortal Heredia, nacido en Santiago de Cuba. LQue relaciones habia entre esos j6venes de ardiente imaginaci6n que prontamente se identificaron con los problemas cubanos y que no temieron buscarles soluci6n, y el militar venezolano al servicio de Espafia que impresionaba a las hermosas con sus alardes de equitaciont No serlan muchas entonces, seguramente. En cuanto a Heredia, es muy posible que no llegasen a conocerse, ya que el poeta, complicado en la conspiracion de los Soles y Rayos de Bolivar, abandon6 para siempre la tierra nativa en noviembre de 1823 (80), dejando caer su terrible profecia de que "...la estrella de Cuba eclipsada para un siglo de horror queda ya", y habia vivido casi continuamente en Matanzas, mientras que Narciso Lopez habia permanecido dos meses en La Habana y embarc6 en esos mismos dias para Espafia. Tal debi6 ocurrir tambien con el argentino Miralla y con los colombianos Fernindez Madrid y Tanco, pero no puede decirse lo mismo de Domingo del Monte y Jose Antonio Echeverria, ya que ambos conocieron a Narciso L6pez y aun le trato mucho el filtimo citado, aunque no precisamente por esta epoca, en que Echeverria era un nino, sino algunos afos mas tarde, cuando en 1847 se preparaba la conspiracion de la Mina de la Rosa Cubana y era el autor de Antonelli corresponsal de Narciso L6pez, quien le llamaba afectuosamente Paisanito. Del Monte no solamente estaba en La Habana mientras en ella se hallaba L6pez, sino que fue a Madrid para recibirse de abogado y permanecio en Espana durante algunos meses del aflo de 1827 y gran parte del de 1828 (81), (80) Boque E. Garrig, ob. cit., t. I, p. 218. (81) Cent6n epitolwio de Domingo del Monte, Habana, 1923, t. I, p. 33.

Page  75 NARCISO LOPEZ Y SU EPOCA 75 precisamente cuando L6pez ya estaba destacado de nuevo en la Peninsula. Y hay alguna referencia acerca de ese conocimiento en carta del propio del Monte al escritor colombiano Tomas Quintero, contestada por este, y en la que aquel se interesa por la vida que en Madrid llevaba Narciso Lopez (82). Del Monte tuvo como pocos, seguramente, oportunidad de formar juicio preciso acerca de los vicios y virtudes del joven coronel, y es lastima que en su correspondencia publicada no se encuentre alguna nota a este respecto. Y esa facultad para juzgar a L6pez es de aceptarse en del Monte por el conocimiento que habria de tener de su vida en Venezuela, por haberle seguido, como a todos los hombres de su tiempo, a traves de sus numerosos corresponsales, y, finalmente, por la estrecha amistad que le unio con Jose Antonio Saco y que les coloc6 unidos frente a los expedicionistas del 50 y del 51, y por las intimidades que el mismo Saco, a traves de doiia Dolores de Frias, con quien cas6, anos despues, sabria de Lopez. Y en lo que respecta a las tropas venidas de la America del Sur, con un contingente de las cuales lleg6 L6pez a Santiago de Cuba, hay que convenir en que tambien influyeron notablemente en los acontecimientos politicos de Cuba por aquella epoca. Zaragoza, refiriendose a esta misma influencia, dice (83): Alteraban tambien esta (la tranquilidad piublica) con muy temidas consecuencias y gran peligro para la sociedad, las tropas y cuerpos sueltos procedentes del ejercito de Costa firme, de que la capital estaba llena; las cuales, afiliadas en todas sus clases, hasta la del soldado, en las menos espaniolas de las sociedades politicas, alimentaban sus exageraciones refiriendo hechos heroicos de Bolivar, y glorificando en el nombre de este a todos los liberales e independientes del pueblo americano; a la vez que (82) Ibidem, t. II, 1924, p. 33. (83) J. Zaragoza, ob. cit., t. I, p. 357.

Page  76 76 HERMINIO PORTELL VILA desobedecian a sus propias autoridades y fomentaban la indisciplina de los demas cuerpos regulares de la guarnicion. Estos soldados, cuyo destino final resultaba en extremo dificil determinar, comenzaron a llegar en 1822 y terminaron cuando arribo el grupo defensor de Puerto Cabello. Como Santiago de Cuba era el puerto principal de la Isla en la costa meridional, a ella llegaban los capitulados y con ellos elementos civiles de ideas aun mas radicales. El Ayuntamiento Constitucional de Santiago se vio en la precisi6n de atender al nombramiento de unos comisionados para que estos fiscalizasen la conducta de los individuos Ilegados del Continente (84); y el traslado de las tropas arribadas a Bayamo y a Puerto Principe produjo disturbios y conatos de motin en ambas poblaciones. En Santiago estuvo a punto de producirse una revolucion de caracter racista, en que aparecian mezclados soldados de los que acababan de llegar con don Francisco Tomas Morales y con Narciso Lopez, de Maracaibo (85). Como apunta Zaragoza, jefes, oficiales, clases y soldados de las tropas venidas, figuraban en las logias y sociedades secretas, especialmente en las de tendencias radicales, y entre ellas las del rito de York y de la cadena y los soles. Ahora bien, sse encontraba afiliado tambien a esas sociedades Narciso Lopez, como muchos otros de sus compaieros de armas? No puede hacerse afirmacion concreta a este respecto, porque Cirilo Villaverde, autoridad primerisima para muchas cuestiones relacionadas con Narciso Lopez, si en una ocasion afirmo que este "era franc-mason" en el mes de junio de 1849 (86), en otra parte dice (87): (84) R. E. Garrig6, ob. cit., t. I, p. 136. (85) J. M, Callejas, ob. cit., p. 121. (86) Cirilo Villaverde: Carta al Director de La Revoluci6n, de Nueva York, ed. 15 febrero, 1873. (87) Diario de Cirilo Villaverde, nota del miercoles 13 de agosto de 1851. El original de estas valiosisimas memorias estd en poder del distinguido literato doctor Antonio Maria Eligio de la Puente, y poseemos copia de los varios tomos que lo integran.

Page  77 NARCISO LOPEZ Y SU EPOCA 77...Titus (88) me propone hacerme mason sin que me cueste nada i acepto. Todos me dicen que la masoneria es institucion mui util. El General despues de haberse hecho mason en Savannah el afio pasado, escribi6 a Sanchez (89) y a O'Sullivan (90) que se hicieran tambien. Muy bien pudo ser, sin embargo, que L6pez hubiese estado afiliado a alguna logia en Cuba desde tiempos del general Vives, pues los Comuneros, espafioles intransigentes; los Carbonarios, de tendencias moderadas, y los Cadenarios y Soles tenian entre sus miembros jefes, oficiales y soldados del ejercito, practicamente desorganizado por las derrotas en America y la reaccion en Espafia, y en el que reinaba la indisciplina (.1). 4. Matrimonio de Narciso L6pez Lopez y su compaiiero de armas, el teniente coronel de las Llamosas, diariamente luciendo sus habilidades de jinetes expertos en briosas cabalgaduras por calles y paseos, cortejando a las hermosas habaneras, no tardaron en mostrar sus preferencias por...dos ricas, bellas, distinguidas e inteligentes senioritas. Dofia Dolores Frias, hermana. del primer Conde de Pozos Dulces, se prend6, como asi tambien su hermana dofia Ana Frias, de los (88) H. T. Titus, que figur6 en la expedici6n a Cardenas, en 1850, y que guardaba en un aserradero de su propiedad gran parte de las armas que el Creole no arroj6 por la borda al vararse en la bahia de Cardenas, el 19 de mayo. Este individuo no tuvo muy limpia actuaci6n cuando en Jacksonville y Savannah se preparaba en agosto de 1851 el segundo contingente de la expedici6n a Vuelta Abajo. (89) El patriota trinitario don Jose Maria Sanchez Iznaga, compafiero de Narciso L6pez desde la conspiraci6n de la Mina de la Rosa Cubana. (90) J. J. O'Sullivan, ardiente simpatizador de las empresas de Narciso L6pez, casado con una cubana, quien fue principal organizador de la fracasada expedici6n del Cleopatra. (91) Abreviadal historia de Cuba, por Emilio Blanchet, Matanzas, 1902, p. 144.

Page  78 78 EERMINIO PORTELL VILA dos gallardos venezolanos y en el mismo dia les dieron la mano de esposas (92). El matrimonio de Llamosas fue feliz: el de Lopez lo contrario, y por su culpa, pues lo contrajo cuando no estaba maduro para llenar los altos deberes que le imponia. Disipado, amigo del juego y del bullicio exterior, desertaba frecuentemente del hogar, dejando en el para guardarlo lobos en vez de fieles mastines... (93). Entre esos lobos se conto el ilustre polemista bayames Jose Antonio Saco, y este argumento ad homine fue esgrimido por Cirilo Villaverde en su folleto en contestacion a Saco (94), cuando afirma que este comenzo a odiar los movimientos anexionistas "en su caudillo" (N. Lopez) y que sin este "no le hubiera declarado la guerra, ni, como escribio a alguno de sus amigos, hubiera llamado infames a (92) En el archivo de la antigua parroquia de Guadalupe, hoy de la Caridad, de esta ciudad de La Habana, figura la siguiente partida correspondiente al matrimonio de Narciso Lopez, inscripta al tomo septimo de Matrimonios, folio 11 vto. acta nfm. 31: "En esta Iglesia Parroquial de Guadalupe estramuros de la Ciudad de la Habana, a diez y siete de Mayo de mil ochocientos veinte y cinco anos, habiendo dispensado las tres can6nicas amonestaciones el Illmo. Sefor Don Pedro Guti6rrez Cos, Obispo de Guamanga, del Consejo de S. M. y Gobernador de esta Diocesis por indisposicion del Excmo. 6 Illmo. Sefor Obispo de ella, etc., por su auto de fecha de ayer, practicadas las diligencias ordinarias ante don Francisco Maria Castafeda, Vice-Secretario de Camara. Yo Dr. Don Nicolas Jos6 Manjon, Cura de esta citada Iglesia case y vel6 segun el Ritual Romano el Sefor Don Narciso Lopez, Caballero de Segunda clase de la Real y Militar Orden de San Fernando y Coronel del Regimiento de Husares de Fernando Septimo espedicionario y agregado al deposito de transeuntes de esta ciudad; y a Dofa Maria de los Dolores de Frias, el primero natural de la ciudad de Caracas, hijo legitimo de Don Pedro Manuel Lopez y de Dofia Ana Paula Oriola; y la segunda natural de la ciudad de la Habana, hija legitima de Don Antonio de Frias y de Dofa Bernarda Jacott; ambos contrayentes solteros y vecinos de esta feligresia; y preguntadoles tuve por respuesta su mutuo consentimiento; fueron padrinos el Esemo. Sefior Don Francisco Tomas Morales, Mariscal de Campo de los Reales Egercitos y Caballero Gran Cruz de la referida Real y Militar Orden de San Fernando y la mencionada Doia Bernarda Jacott, y testigos Don Jose y Don Mateo Busquets y lo firm6 Br. Nicolas Jph. Manjon. Rubricado". (93) J. Q. Suzarte, semblanza citada (El A migo del Pais, edici6n de 19 de diciembre, 1881). (94) El senor Saco con respecto a la revoluci6n de Cuba, por C. (irilo) V. (illaverde), Nueva York, 1852, imprenta de La Verdad numero 70~~ calle de Church, 21 p.

Page  [unnumbered] 'C~`l P Narciso Lopez, seg6n un antiguo retrato que parece datar de su juventud. I U 4, I C Z

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Page  79 NARCISO LOPEZ Y SU EPOCA 79 los que la promovian aqui y en Cuba" ya que habia contra L6pez "un enemigo personal bien cerca del sefior Saco, uno de aquellos enemigos que por lo mismo que de conjunto las leyes de la moral, de la politica, y aun de la fisica han considerado siempre como inofensivos, dan muerte mas certera aunque mas sorda y lenta" (95). Esta transparente alusi6n de Villaverde desperto una tormenta de protestas, y no fueron las mas debiles, ciertamente, las de dos de los mas ardientes revolucionarios de la epoca, Gaspar Betancourt Cisneros y Jose Aniceto Iznaga. En cuanto al primero y su actitud contraria puede citarse la siguiente nota de Villaverde (96): Carta de Betancourt en que me censura las personalidades contra Saco, diciendo que he sacado a lucir faldas en la cuesti6n. El odio de Saco contra el sefior L6pez procedia de sus amores con la mujer de este, i hubiera yo reventado si no se lo hubiera dicho. Y mas adelante: Carta de don Aniceto, de Paris, fecha 4, en que se lamenta de la personalidad que le suelto a Saco en mi primer articulo: me urge vea modo de enmendarlo, lo que ya es imposible. Esto despues de la carga de Betancourt y la de Orihuela me quema doblk; pero no pienso hacer caso... (97). El caballeroso deseo de silencio de Betancourt se encuentra repetido en su carta a Jose Luis Alfonso (98), fechada en Nueva York a 13 de mayo de 1852 y uno de cuyos parrafos dice (99): (95) Ibidem, p. 3. (96) Diario de Cirilo Villaverde, ya citado, miercoles 18 de febrero de 1852. (97) Ibidem, jueves 25 de marzo de 1852. (98) Jose Luis Alfonso, despu6s Marques de Montelo, personaje singular, especie de corcho politico que ejerci6 en ciertos momentos funesta influencia sobre Jose Antonio Saco, de quien, una vez fallccido Domingo del Monte, fue protector quiza no tan esplendido como l6 mismo se figuraba. (99) Vidal Morales, ob. cit., p. 207. 6

Page  80 80 HERMINIO PORTELL VILA...Luego que lei el introito de Villaverde me llene de indignaci6n, y de palabra y por escrito dige tanto o mas que usted. Como en ciertas ocasiones lo peor es meneallo, me aconseje con hombres prudentes y juzgamos que salir yo a la defensa de Saco era aceptar el combate y serian peores las cargas y las recargas. Y en cuanto al eterno rebelde trinitario don Jose Aniceto Iznaga quien, al reves que Betancourt, no puede sospecharsele de amigo de Saco, pues......no podia verlo ni pintado, rara vez lo mencionaba sin calificarlo de babujal, Mefist6feles, apostol pancista o algo peor, y una mafana, en casa de Galignani, despues de haberlo puesto como un trapo, por poco lo apalea con lo que llamabamos su tremenda ultrice estaca, que era el formidable bambu con pesada cabeza de bronce que le servia de bast6n (100). hay que abonarle tambien igual censura cuando en su abundante correspondencia con Cirilo Villaverde, que le respetaba y consideraba muchisimo, dijo al propio autor del trabajo en cuestion:... toda la corte celestial incluyendo el Espiritu Santo ha tenido.................. pero da la desgracia que la de nuestro Espiritu Santo es la viuda del general L6pez y madre de hijos del sefior Lopez. Como no advirtio usted esto? Muy sensible es, y sin otro remedio, que es lo peor, que sentirlo. Si la publicacion hubiera sido en un folleto al fin el defecto seria disculpable porque uno solo no ve lo que cuatro; pero en el periodico carece de defensa. Yo habria pagado a cualquier precio la exclusion de la parte que alude a relaciones femeniles de Saco... (101). Y aun parece que la amarga observacion de Villaverde, surgida al calor del carino sentido por el general L6pez (100) Ibidem, carta de Jos6 Gabriel del Castillo, p. 54. (101) Carta de Jose Aniceto Iznaga a Cirilo Villaverde, fechada en Paris a 4 de marzo de 1852 y cuyo original poseemos.

Page  81 NARCISO LOPEZ Y SU EPOCA 81 y el dolor causado por su muerte, lleg6 a pesarle a su propio autor, ya que en carta posterior del mismo don Jose Aniceto Iznaga, este le contestaba de la siguiente manera: Con mucho placer he visto su apreciada del 19 del corriente: advierto con gusto que usted reconoce la inadvertencia que padecio con la ilusion femenil que por carambola hiere a la familia del General: ella sin embargo no es directa y si no fuera por las viboras, pocos conocerian el dano (102). No fue nunca, ni con mucho, modelo de esposos Narciso L6pez. Como bien dice Suzarte, su hogar permanecia en el abandono casi absoluto, en parte por su vida de campaiia, en parte por los faciles amorfos que la misma le ofrecia. Y si como veremos mas tarde, hubo epoca en que el y Saco se conocian, asistian a los mismos actos y hasta puede asegurarse que se trataban y que el gobierno espaiol, que entonces representaba en Cuba el odioso Tac6n, los confundia entre los que en la Peninsula planeaban tentativas revolucionarias en la Isla, despues de 1836, epoca en que ocurre la separaci6n definitiva de Lopez y su esposa, que hoy hubiera sido el divorcio mas justo y liberador para una pobre mujer desdefada y abandonada, se abre un abismo entre los dos hombres. Saco contrajo matrimonio con la viuda de L6pez en el afio de 1856, encontrandose en Londres (103), y junto a ellos vivi6 durante muchos afios el hijo del caudillo caraquefio, don Narciso Lopez y Frias, vizconde de Albufera, cuyas relaciones con Saco fueron siempre en extremo tirantes y hasta hostiles, ya que si es cierto que el general Narciso L6pez no escribi6 nunca una palabra contra Saco, (102) Carta de Iznaga a Villaverde, fechada en Paris a 25 de marzo de 1852 y cuyo original tambi6n poseemos, como otros muchos documentos del patriota trinitario. (103) Biografia de cubanos distinguidos. I. Don Jose Antonio Saco, por P. de Agiiero, Londres, 1860, p. 83.

Page  82 82 HERMINIO PORTELL VILA ni aun cuando este atacaba con durisimo vocabulario sus empeios revolucionarios, pues hasta lleg6 a decir... que si supiera que el mar se ha tragado la espedicion con todos los espedicionarios, ese seria para mi uno de los dias mas felices de mi vida (104), no lo es menos que Saco dejo otros juicios terribles contra Narciso L6pez, como aquel escrito en contra del hijo de este al decir que era...hijo de un hombre a quien le cuadra perfectamente el nombre que se le quiera dar (105). De todos modos, estos antecedentes, unidos a otros que mas adelante se expondran, son suficientes para poner de relieve c6mo muy bien pudo exacerbar la enemiga de Saco contra los revolucionarios del 50 y del 51, la situacion personalisima que le distanciaba de su jefe militar, cuyo triunfo habria significado para el un extrafamiento de la patria auin mas completo que el de la continuaci6n de la soberania espafola sobre la Isla, que el esperaba cambiaria y se haria lo bastante moderada para permitirle el regreso a Cuba alguna vez. 5. Traslado de L6pez a la Peninsula A principios de 1827, ya algo aquietados los animos y casi terminada la reorganizaci6n del ejercito, en que estaba empenado el general Vives, los jefes y oficiales excedentes, mucho mas cuando parecian definitivamente abandonados los planes de reconquista de la America, tuvieron que buscar nuevos destinos. (104) Jose Antonio Saco-Documentos para su vida... por Domingo Figarola Caneda, Habana, 1921, p. 86 (Carta a Jose Luis Alfonso fechada en Montpellier a 5 de mayo de 1851). (105) Ibidem, p. 118 (Carta de Saco a Jose Luis Alfonso, fechada en Paris, a 3 de septiembre de 1871).

Page  83 NARCISO LOPEZ Y SU EPOCA 83 Entre ellos figuro Narciso Lopez. El 30 de marzo de ese afio se le libro pasaporte para trasladarse a Espafia, y el 2 de mayo embarco en La Habana con su esposa, para Cadiz. El 18 de julio se presento en Madrid y acudio al Ministerio de la Guerra, en solicitud de licencia para permanecer en la Corte, que le fue concedida con fecha 14 de agosto de 1827, y poco despues, el 20 de noviembre, el Capitan General de Castilla la Nueva califico con elogio su conducta durante la guerra de independencia de Venezuela, de conformidad con lo dispuesto en la R. O. de 27 de febrero de 1825. Se ocupaba Lopez por entonces de asuntos de Cuba cuya gestion le encomendaban los amigos dejados en La Habana, y a esas gestiones hace referencia la siguiente carta, que en original conservan los herederos de don Nicolas Azcerate y cuya copia debemos a nuestro excelente compafiero el doctor Jose Antonio Fernandez de Castro: Madrid, 24 de diciembre de 1827. Sefior don Bias Ortiz de Zarate. Mi muy estimado amigo: Tengo a la vista las dos muy apreciables de usted de 14 y 18 de octubre ultimo, que me comprueban la constancia de los sentimientos de benevolencia y amistad que siempre me ha manifestado usted, y que Dolores (106) y yo agradecemos cordialmente, obligandonos a la justa reciprocidad a que ni la distancia ni la ausencia nos han hecho faltar. Ya deseo vehementisimamente el momento de la llegada a esta Corte del sefior Don Joaquin Arrieta (107), que aun no ha llegado a Cadiz, para ponerme de acuerdo con dicho senior y trabajar por la jubilacion de Betancourt, y por el fiat de escri(106) Dofa Dolores de Frias y Jacott, esposa primera del general Narciso Lopez, y despues, a la muerte de este, de Jose Antonio Saco. (107) D. Joaquin de Arrieta, vascongado, intendente honorario de Marina y padre de don Victoriano de Arrieta, miembro que fu6 del Consejo Cubano, en Nueva York, en 1849 y 1850.

Page  84 84 HERMINIO PORTELL VILA bano real en favor de don Francisco de la Rosa (108), por quien usted toma tan justo interes. Sobre el primer negocio ya habia hablado largamente con Ferrety (109), y habiamos combinado los medios de conseguir el resultado que usted desea, como avise a usted en mi ultima conducida por el paquete anterior. Quedo enterado de la gratitud de Verdaguer a los beneficios que ha recibido de esta casa; mas como yo le conocia de antemano en Maracaybo y Guayana, no he tenido. mucho que extrafiar; antes, su conducta actual es consecuente con sus principios. Puede usted contar con toda seguridad con que llegado a esta corte don Joaquin Arrieta (a quien espero de un dia a otro) me pondre de acuerdo con el y con los agentes Toval y Soliveres para la consecucion del fiat de escribano real de don Francisco de la Rosa, de la jubilacion de Betancourt y de los demas acuerdos pendientes, que usted haya comunicado al primero, y por cuyo feliz exito estoy pronto a dar los pasos y a hacer las diligencias con el mismo esmero y ahinco que por los mismos negocios que me han traido aqui. Estos van marchando con pies de plomo, porque todo lo que no es exhibir dinero al momento es asunto si no perdido, a lo menos de muy dificil y tardia resolucion. Dolores, a quien he mostrado las de usted, me encarga retornarle sus finas expresiones, y yo me limito a desear a usted la inas completa salud, repitiendole la seguridad con que soy su mas sincero y verdadero amigo, que le saluda cordialmente Q. B. S. M., Narciso Lopez. Todo el afio de 1827 y tambien los primeros meses del de 1828 permaneci6 Lopez sin destino fijo, en una situacion especial de militar sin mando, y el 4 de marzo del uiltimo anio citado obtuvo licencia ilimitada. Entonces comienzan para L6pez los verdaderos tiempos de prueba, los que habian de formar su resolucion liberal, (108) Don Francisco de la Rosa, Juez del Real Tribunal de Comercio de la Habana. (109) Don Martin Ferrety, Juez del Real Bureo, de La Habana.

Page  85 NARCISO LOPEZ Y SU EPOCA 85 al ver de cerca la politica espanola de la epoca, tortuosa, despotica, poco escrupulosa; y al conocer c6mo la corrompida nacion que tiranizaba Fernando VII vivia con mezquinas ambiciones y miserrimos ideales junto al rey absoluto que habia ahogado los nobles impetus de aquel pueblo que lucho con supremo heroismo para reintegrarlo a un trono que no merecia.

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Page  87 CAPITULO III 1. Narciso L6pez hasta el inicio de la guerra carlista.-2. Su actuacion durante esa guerra.-3. Las relaciones de L6pez con el general Jer6nimo Valdes.-4. La exclusion de los diputados cubanos de las Cortes espanolas y el general Narciso L6pez.-5. La conspiraci6n de la Cadena Triangular y Soles de la Libertad, y Narciso L6pez.-6. Su elevaci6n con e! Partido Progresista. —7. El definitivo regreso a Cuba. 1. Narciso L6pez hasta el inicio de la Guerra Carlista L 29 de septiembre de 1833 murio Fernando VII, llamado el Deseado por rara paradoja, y aquel prfncipe ingrato y cruel que habia manltenido a Espafia en porpetua guerra a traves de toda su atormentada existencia, dejo a sus subditos el legado terrible de una de las mas sangrientas y enearnizadas luchas civiles de los tiempos modernos, al hacer jurar como princesa de Asturias a su hija Isabel, el 20 de junio de ese aiio, prescindiendo de los derechos al trono que hasta aquel momento se habian reconocido en su hermano don Carlos, entonces en Portugal, desde donde protest6 inuitilmente contra el despojo (110). (110) Don Pio Zabala, ob. cit., p. 260.

Page  88 88 HERMINIO PORTELL VILA Los filtimos ainos del turbulento reinado de Fernando VII son foco de discordias y semillero de disturbios y motines. Las sublevaciones de los malcontents de Catalunia, en septiembre de 1827, y otras en Toledo, en Leon y en Madrid y en el Mediodia de Espana, ahogadas en sangre por implacables ejecuciones, son todas hechos que tuvieron lugar durante ese corto periodo que cierra el comienzo de la guerra carlista. Fernando VII, inconforme con la posibilidad de que le substituyese en el trono espanol su hermano don Carlos, cuyo nombre venia sonando con insistencia como escogido por uno de los partidos descontentos, el 29 de marzo de 1830 hizo publicar la Pragmatica sancion, que derogaba la ley salica, y a los pocos meses nacio la infanta Isabel. No tard6 en enfermar gravemente el monarca y los grupos de aspirantes se disputaron la anulaci6n de la Pragmatica y el restablecimiento de la misma, mientras a traves de la Peninsula se incubaba el germen de aquella tragica guerra comenzada con el alzamiento de Talavera, el 3 de octubre de 1833 (111). Narciso L6pez vivia en medio de todos aquellos sucesos, indiferente a los mismos posiblemente, y durante los afos de 1829, 1830, 1831 y 1832 estaba en situaci6n de excedente del ejercito. En su lejano suelo natal, Bolivar habia dejado el gobierno de la sofiada y mal lograda Gran Colombia, quebrada en pedazos, cada uno de los cuales formo una republica. A fines de 1830 el Libertador, consumido de desengaiios, muere en su retiro de Santa Marta, y Paez, Padilla, Santander y otros caudillos se elevan sobre los pedestales alguno de los cuales quizas pudiera haber escalado aquel otro venezolano acogido a las banderas de Espafia y que entonces, en tierra extrafia, sin mando, purgaba el error de una resolucion impremeditada. Y en la bella isla del Tr6pico que habia sido un punto de escala en el viaje a la Peninsula y en la cual el destino le habia senialado morir, el 23 de diciembre de 1830 quedaba (111) Ibidem, p. 311.

Page  89 NARCISO LOPEZ Y SU EPOCA 89 descubierta y fracasada la conspiraci6n de la Gran Legion del Aguila Negra (112). Hay bastantes razones para creer que a L6pez no le era desconocido este movimiento, muchos de cuyos afiliados figuraron mas tarde en el de la Cadena Triangular y Soles de la Libertad, en el cual si estuvo complicado el. De todos modos, en el estado actual de la investigaci6n de la causa de aquella conspiracion, aun no se ha encontrado el nombre de Narciso Lopez, como si ha sucedido con la uiltima citada. La juventud liberal habanera no olvidaba, mientras tanto, a L6pez. Domingo del Monte, mentor intelectual de los j6venes de la epoca, preguntaba a su amigo, el escritor colombiano don Tomas Quintero, que residia en Madrid, por Narciso Lopez, y los informes del corresponsal eran los siguientes: Olvidabaseme decir a usted algo de Narciso L6pez, sobre quien desea usted noticias. Por aqui anda hecho un perdido. El dia que lleg6 Illas (113), fue a pedirle por Dios una onza, porque a pocas horas tenia que comparecer en la capitania general ejecutado por 50 duros. Illas no se la dio y se atrevi6 a escribir a Arango pidiendole por amor de Dios 14 duros, que no le di6. A 0. L. Martinez debe 16")rs. y finalmente esta amenazado de causa criminal y de ser lanzado de aqui por haber forjado con Aurioles un documento finjiendo deber a aquel pillo 20")rs. Como quiera, tiene embargada la mitad de la paga... (114). Seria curioso saber por que Domingo del Monte, hombre reflexivo, estudioso y de ideas patri6ticas bien arraigadas, se preocupaba por tener noticias de aquel compatriota aventurero que se encontraba a muchas millas de distancia y cuyo nexo con Cuba, para ese interes de del Monte, no debia ser tan debil. (112) Vidal Morales, ob. cit., p. 103-107. (113) El brigadier don Francisco Illas, Comandante General que habia sido de Santiago de Cuba. (114) Cent6n epistolario de Domingo del Monte, La Habana, 1924, t. II, p. 33. Carta de Fr. Columbano Freema (Tomas Quintero), fechada en Madrid a 26 de agosto de 1833.

Page  90 90 HERMINIO PORTELL VILA Tambien por entonces el poeta y novelista Ram6n de Palma, autor afos mas tarde de no pocas composiciones revolucionarias acerca de las expediciones de Narciso L6pez, relataba a Domingo del Monte un encuentro personal tenido con un tal Duarte, y para ponderar las energias de este le decia, admirativamente, que aquel "barbaro compite en fuerza con Narciso L6pez" (115), aludiendo a las muy extraordinarias del vigoroso hijo de Venezuela. 2. Su actuaci6n durante esa guerra Casi desde el 1P de octubre de 1833 (116), practicamente, puede estimarse empezada la Guerra Carlista. Y si en las primeras medidas de represion el ejercito de los "isabelinos" estuvo mandado por el general ingles Sarsfield, en seguida le substituyo en el mando de las tropas que operaban en el norte el general Jeronimo Valdes, que en el propio afio de 1833 estaba al frente de esas fuerzas. La R. O. de 18 de noviembre destino a L6pez a la plana mayor del Ejercito del Norte, a las inmediatas 6rdenes del general Valdes y como primer ayudante suyo, pero tambien sirvi6, mas tarde, bajo el mando de Rodil, el defensor del Callao; de Lorenzo (117), de Carondelet, de Espoz y Mina, de Fernandez de C6rdoba, de Espartero, de Gurrea, de Oraa y de O'Doyle. Enviado al frente de combate, tan pronto se incorpor6 a su destino, durante el mes de diciembre de 1833, se bati6 en Alsasua, Echarri, Irurzum, y especialmente en la discutida accion de Onfate, en la que, al frente de la vanguardia, derrot6 a fuerzas muy superiores a las suyas. Entre las arriesgadas diligencias que llev6 a cabo en servicio de Val(115) Ibidem, t. II, p. 84. Carta de Ram6n de Palma, fechada en La Habana a 6 de julio de 1834. (116) Historia de Espaina..., por don Antonio Galiano, Madrid, 1846, t. VII, p. 318. (117) El mariscal don Manuel Lorenzo, que habia sido compafiero de armas de L6pez en Venezuela y que mas tarde, siendo Gobernador de Santiago de Cuba, provoco los furores de Tacon al proclamar la Constituci6n de 1836 en el Departamento Oriental.

Page  91 NARCISO LOPEZ Y SU EPOCA 91 des, figuro la hazafia de romper, sin mas companiia que su ordenanza, la linea carlista en Durango, con objeto de comunicar 6rdenes del general en jefe. Servia por entonces en la caballeria carlista, donde era reputadisimo por su habilidad en el manejo de la lanza, el coronel don Carlos O'Donnell, y llegadas a sus oidos las proezas que L6pez realizaba con la propia arma, le ret6 a un combate singular, a la vista de los respectivos ejercitos, para probar su pujanza (118). Qued6 el centauro venezolano vencedor en el encuentro, pero quizas con esa victoria establecio uno de los principales fundamentos de la enemiga con que despues le persiguio el general don Leopoldo O'Donnell mientras fue Capitan General de Cuba. La principal atenci6n del gobierno de Madrid estaba dedicada a la guerra de Navarra, pero tampoco descuidaba lo relacionado con la contienda empenada por la sucesion al trono de Portugal. Despues de sostener las aspiraciones del principe don Miguel, en contra de la reina dofia Maria de la Gloria, el ministerio formado por Martinez de la Rosa, de acuerdo con Francia e Inglaterra y para expulsar del reino lusitano al pretendiente don Carlos, cambi6 de protegido, y el llamado Ejercito de Observacion de Portugal, al mando del general Jos6 Ramon Rodil, atraves6 la fronlera y sumo sus fuerzas a las de la reina, logrando, despues de corta y triunfante camparia, la salida de don Carlos para Inglaterra y la sumisi6n del infante don Miguel. Para ese ejercito, desde el 14 de enero de 1834 fue nombrado Narciso Lopez, y se incorpor6 al mismo en los primeros dias de abril como coronel del Regimiento de Caballeria de Castilla 19 Ligero, al frente del cual se distingui6 notablemente y obtuvo, por su denuedo, el ascenso a brigadier, grado con el cual combati6 con toda brillantez en la batalla de Mendoza y en otras acciones de guerra de aquel mismo ano. (118) Reseina biogrdfica del general Narciso Lopez, por Cirilo Villaverde. (Manuscrito inedito en poder del autor de esta obra).

Page  92 92 HERMINIO POtTELL VILA Relevado el general Valdes del mando del ejercito, fue este confiado al general Vicente Quesada, habanero, gran amigo de L6pez, y al que le estaba reservado el triste fin de ser asesinado por las turbas de Madrid en 1836, suceso que mucho afect6 a nuestro biografiado y que influy6 profundamente sobre sus orientaciones politicas. No consigui6 Quesada mejores exitos que Valdes en su lucha contra el habil e infatigable Zumalacarregui, y a poco fue substituido por el general Rodil, que traia el prestigio de su recieuite triunfo en Portugal, y quien tampoco pudo obtener exitos decisivos frente a las ya aguerridas huestes del caudillo vascongado. Nombrado L6pez para el mando de divisi6n, casi siempre tuvo a su cargo la caballeria del ejercito, y con ella asistio a la acci6n de las Penias de San Fausto, que culmin6 en una derrota para las tropas "isabelinas", mandadas por Carondelet, que se salvaron de un verdadero desastre por los prodigios de valor y serenidad que los escuadrones de Lopez, cubriendo su retirada frente a los alaveses de Zumalacarregui, hicieron por todo el tiempo necesario para que los vencidos se rehiciesen. Pocos dias despues se batia en Orbiza, en Mendoza, en Arquijas, en Maeztiu, y el 8 de marzo, teniendo el mando, con independencia del ejercito, de la division de la Ribera, dio el combate victorioso de Lesma. Pocas semanas despues, el 8 de abril de 1835 (119), de nuevo el general Valdes, entonces Ministro de la Guerra, se ponia al frente del ejercito, en substituci6n de Espoz y Mina, y la guerra seguia con nuevo vigor y entrando cada vez mas en su periodo de ferocidad. Por un momento parecio que Valdes asestaria el golpe decisivo a la causa del Pretendiente, pues contaba con tropas llenas de entusiasmo, veteranas, y generales habiles y experimentados, pero Zumalacarregui no le present6 batalla formal y lo fue burlando con maniobras inteligentes y ataques imprevistos que (119) Historia General de Espana... completa hasta nuestros dias..., por el Padre Mariana, Madrid, 1853, t. III, p. 353.

Page  93 NARCISO LOPEZ Y SU EPOCA 93 le diezmaban sus fuerzas hasta desbaratar en las Amezcuas, Navarra, aquel lucido cuerpo de aguerridos soldados. En una escaramuza de esa campafia fue que Lopez salv6 la vida al general Jer6nimo Valdes, hecho que afirmo para siempre una indestructible amistad entre los dos hombres, y tambien contrajo otros relevantes meritos militares en Arroniz, en la evacuaci6n de Estella, en su obstinada defensa de Puente la Reina, durante cinco dias, para dar tiempo a la retirada del diezmado ejercito de Valdes, y en la frustrada sorpresa de Carrascal. El 16 de julio de 1835 se di6 la encarnizada batalla de Mendigorria, en que las tropas "isabelinas", al mando de Fernandez de Cordoba, derrotaron completamente a los carlistas de Gonzalez Moreno. Narciso L6pez estuvo ese dia al frente de la caballeria, y con ella decidi6 la suerte de la lucha en favor de C6rdoba, quien qued6 victorioso (120). Al mes siguiente fue nombrado Comandante General de la Mancha y la R. O. de 30 de septiembre le hizo jefe superior de la Guardia Nacional de Madrid, de cuya plaza fue tambien gobernador interino hasta el 14 de diciembre, en que se le confi6 la Comandancia General de Cuenca. La guerra, llevada por ambos combatientes con ferocidad suma, abundaba en actos de salvajismo, tan terribles, que los ingleses ofrecieron su mediacion para hacerla, no ya humana, sino para hacerla siquiera una lucha regular. El duque de Wellington tom6 a empeno el obtener de los contendientes una actuaci6n mas noble y generosa, y sus dos enviados, lord Eliot y el coronel Gurnwood, consiguieron que carlistas e isabelinos se aviniesen a suprimir las sangrientas represalias y los atroces castigos de que hacian victimas a los prisioneros, a los heridos y hasta a los simpatizadores del bando opuesto (121). Y es fama que entre los informes de Eliot a Londres figur6 uno en calido elogio (120) Historia de Espana en el siglo 7IX, por don Francisco Pi y Margall..., Barcelona, 1903, t. II, p. 715. (121) A. Alcala Galiano, ob. cit., t. VII, p. 352.

Page  94 94 HERMINIO PORTELL VILA del proceder justiciero y moderado de Narciso Lopez con sus prisioneros (122). El afio de 1836 fue de disturbios politicos en Espaia y en Cuba, pero los de la Peninsula, que culminaron en el triunfo del movimiento constitucional de La Granja, que fue origen del encabezado por el mariscal Lorenzo, en Santiago de Cuba, surgieron del motin y fueron, realmente, un falso pronunciamiento liberal, por el que se excluyo a Cuba de las Cortes espaniolas y se puso sobre la Isla la senal de colonia que Espana se obstino en mantener en todo el resto de ese siglo. Era a la sazon gobernador de Madrid el intrepido general habanero don Vicente de Quesada, hombre integro, aunque de caracter violento, enemigo de las concesiones politicas y que, por su condicion de cubano y por otras circunstancias, era buen amigo de Lopez. Colocado por razon de su cargo y de sus convicciones frente a los sediciosos, al triunfo de estos fue sacrificado con salvajismo y escarnecido y profanado su cadaver. Parece cierto que hubo culpable negligencia en este inuitil asesinato y en las inmediatas atrocidades subsiguientes. Al menos, Alcala Galiano se inclina a admitirlo asi (123), y lo cierto es que en Lopez este tristisimo episodio de las luchas civiles espafolas ejercio impresion en extremo penosa, que le afecto profundamente. La decepcionada frase de Quesada: "No se puede ser hombre de bien en este pais ingrato", quedo grabada en su memoria y cambio el rumbo de sus ideas, ya bastante debilitadas al contacto de una realidad tan distinta de la imaginada por el en los llanos de Venezuela (124). No tardo en llegar a su noticia la relacion de los acontecimientos de Santiago de Cuba entre el mariscal Lorenzo y el feroz Capitan General de la Isla, don Miguel Tacon, debi(122) Resena biogrdfica del general Narciso Ldpez, por Cirilo Villaverde. (Manuscrito en poder del autor).-Tanto lord Eliot como el coronel Gurnwood, que trataron a Narciso L6pez por entonces, le ealificaron de "an active, intelligent young man" al elogiar su actuaci6n y calificar su conducta. V. Papers relating to, Lord Eliot's Mission to Spain in the spring of 1835, London, 1871. (123) A. Alcala Galiano, ob. cit., t. VII, p. 424. (124) Cirilo Villaverde, ob. cit.

Page  95 NARCISO LOPEZ Y SU EPOCA 95 dos a haber promulgado aquel la Constituci6n sin que le hubiese autorizado previamente el inflexible militar que con tanta dureza hizo sentir a los cubanos su pesada autoridad. Esos sucesos decidieron su destino y le inclinaron del lado de la revolucion, como veremos mas adelante. Cuando Madrid era teatro de los tragicos momentos anteriores y posteriores al asesinato de Quesada, acababa Lopez de regresar de una victoriosa excursi6n por la Mancha, y pocas semanas despues, los hombres de la nueva situacion le enviaron camino del sacrificio con el dudoso honor del mando de una columna de operaciones que estaba mas preparada para formar con ella regimientos disciplinarios, que tropas de combate. Era en los dias en que el general carlista don Miguel G6mez, en audaz y afortunada correria que no pudo detener Espartero, entraba por tierras de Castilla con un lucido contingente de tropa veterana que parecia amenazar a Madrid. Temeroso el Gobierno de que G6 -mez pudiese atacar a la capital, y buscando poner valvula de escape a la exaltaci6n de las fuerzas acuarteladas en la Corte, que constituian un peligro para la consolidaci6n del regimen politico que acababa de establecerse, imagin6 la maniobra de confiar aquellas turbas indisciplinadas a Narciso Lopez, sin importarles nada que el militar criollo fracasase en su esfuerzo y empaiase la brillantez de su hoja de servicios. Como dice un autor de la epoca:...Dispuisose que saliesen de Madrid algunas tropas..., y encarg6se principalmente esta operacion a los soldados del cuarto regimiento de la guardia en quienes se suponia mayor empeno de sustentar la causa de la Constitucion a cuyo restablecimiento habian poderosamente contribuido. Acept6 aquella soldadesca loca con gusto el encargo que se le daba, y, acostumbrada por muchos dias a poblar el aire de gritos mostrando con esta y con otras sefiales su entusiasmo, se prepar6 a salir a campania con mayor algazara y manifestaciones de ardiente deseo de venir a las manos con los enemigos. Pero salidos, y encontrandose con G6mez, se notaron los fatales efectos de un valor mas impetuoso que constante no gobernado por el freno de la disciplina ni obe7

Page  96 96 HERMINIO PORTELL VILA diente a la voz de la razon salida de los labios de la autoridad competente, de modo que, tras de un breve encuentro quedaron enteramente desbaratados los de la guardia, arrastrando en su desdicha a las tropas que los acompafiaban (125). Ahi estan en ese parrafo que antecede, y pintadas de mano maestra por Alcala Galiano, la verdadera situacion y la real eficacia belica de la columna puesta en manos de Narciso Lopez. La integraban dos batallones de los regimientos 19 y 29 de la Guardia Real Provincial, y un escuadron de 24 coraceros, que llevaban dos piezas de artilleria, formando en total un conjunto "de 1,100 y muy pocos oficiales, entre los que y sus jefes se hablaba con bastante razon del estado de la tropa. Este es el lugar de llamar la atencion acerca de tan notable circunstancia que tanto peso tiene en los sucesos de la guerra" (126). El 28 de agosto, a las dos.de la madrugada, con sus ordenanzas, salio Lopez de Madrid en busca de las fuerzas que le habian confiado, las que desde tres dian antes se encontraban acampadas en la provincia de Guadalajara. Las alcanz6 el propio dia, a las cuatro de la tarde, en Alsora, y alli asumio el mando. Tenia instrucciones de operar de acuerdo con la Divisi6n del Norte, mandada por Espartero, pero la que, por enfermedad de este, estaba a cargo del general don Isidro Alaix, que venfa persiguiendo a G6 -mez y sus tropas; y tambien con la brigada de Manso y Puig-Samper, que protegia a Sigiienza. El dia 29 de agosto ya sabia Gomez, por sus confidentes, del nuevo enemigo que se le aproximaba, y hasta conocia la inferioridad numerica del mismo, por lo que decidio atacarlo y se dirigio a su encuentro por el camino de Bujalaro. Sabedor Narciso Lopez de su acercamiento, despacho avisos a Manso y a Alaix, en los que les prevenia de que iba a presentar combate a Gomez para cortar su marcha (125) A. AlcalA Galiano, ob. cit., t. VII, p. 427. (126) Exposici6n del brigadier Narciso L6pez a S. M. la Reina Maria Oristina, fechada en Madrid a 20 de noviembre de 1836, y publicada en el Diario de La Habana, domingo 5 de febrero de 1837. (Figura en el apendice de esta obra).

Page  97 NARCISO LOPEZ Y SU EPOCA 97 hasta entonces rapidisima y victoriosa, y pedia el apoyo de ambos para decidir la batalla con promesa de resistir hasta su llegada. Confiado, pues, en que, a la hora buena, tendria la ayuda de las otras dos divisiones, no vacilo Lopez en arriesgar sus escasas e indisciplinadas fuerzas, de las que un historiador lleg6 a decir que lo obligaron a enfrentarse con G6mez en condiciones desventajosas. Poco antes del crepusculo, el ejercito carlista, que se habia apoderado del pueblo de Jadraque, fue alcanzado por L6pez, y la sorpresa le hizo desalojar el pueblo, aunque acamparon sus soldados en las inmediaciones y vivaquearon alli durante toda la noche. Al momento noticio L6pez su situacion a los jefes mas proximos, y a la mafiana siguiente se maravill6 al encontrar que el continente enemigo, que Manso, en oficio fechado en Almazan el dia 28, le advertia que estaba formado por solo 1,500 hombres, era fuerte de mas de 4,000. Comprendio en el acto lo desesperado de su situaci6n y levant6 el campamento para acogerse a una cercana posicion, la de Matilla, que le parecio mas facil de defender, y alli fue atacado resueltamente por Gomez y los suyos, empeinandose la encarnizada lucha que comenzo con el alba y termino a la una de la tarde, cuando cercado, aniquilada su columna, casi sin parque despues de una desesperada resistencia que costo muy cara al vencedor, se rindio con los restos de aquella loca soldadesca que, al decir de Alcala Galiano, habia exigido en Madrid que se le diese la oportunidad de cortar el avance de Gomez. Lopez fue conducido a Cantavieja y en su castillo permanecio prisionero hasta que le rescataron el 31 de octubre del propio afno de 1836, al tomar a Cantavieja el general Evaristo San Miguel. En el folleto El general Narciso Lopez y la isla de Cuba. Relacion historica de los uiltimos acontecimientos de Cuba, por D. T., Caracas, 1851, se califica a L6pez de Regulo americano, por haber aconsejado a Miguel que asaltase el castillo no obstante haber sido enviado para prevenir que el ataque a la fortaleza significaria la mantanza de los prisioneros, a la condici6n de cual volvio L6pez, una vez entrevisto al general San Miguel, en espera del triunfo de este.

Page  98 98 HERMINIO PORTELL VILA La derrota de La Matilla tuvo una importancia muy superior a la que, en otras circunstancias, se le hubiese concedido. Tenia L6pez adquirida justa fama de militar valeroso y afortunado y habia recorrido triunfante las comarcas sublevadas; se habia batido con exito contra Zumalacarregui y Gonzalez Moreno; conocidas eran, ademas, sus opiniones liberales, que no se cuidaba de ocultar, y por todas estas razones fue que su derrota y su captura produjeron profunda impresion en uno y otro bando. Las criticas de que se hizo objeto al militar venezolano por este desdichado episodio, fueron muchas y muy acerbas. Entre sus companeros de armas, en la prensa y hasta en las Cortes, el tema de su vencimiento se trat6 ampliamente y se le hicieron graves cargos, ya que no de cobardia, imposible en quien era el prototipo del valor temerario, si de impericia y de debilidad para con las tropas de su mando. Asi fue que, una vez en libertad, y vuelto a Madrid, tuvo necesariamente que enterarse de los rumores circulantes. El dia 1Q de noviembre, en plena sesion de las Cortes, el diputado don Juan Antonio Montoya, del distrito de Cuenca, ataco duramente al gobierno y tom6 como pretexto para ello la derrota de La Matilla. El Ministro de la Guerra, interpelado directamente, justific6 la conducta de Lopez, porque "este gefe salio de Madrid al frente de unas tropas y en unas circunstancias muy dignas de meditarse" (127). Las discusiones en las Cortes, teniendo por eje central el combate de La Matilla, continuaron los dias subsiguientes, y Narciso L6pez, que ardia en deseos de justificarse y descargarse de la culpa que parecian atribuirle, con fecha 20 de noviembre de 1836 envio a la Regente una relaci6n de todo lo ocurrido desde su salida de Madrid, el 28 de agosto, hasta que fue hecho prisionero, dos dias mas tarde, y en ella solicito que se le formase consejo de guerra para ser juzgado conforme a la ordenanza y dejar declarado todo lo concerniente a su actuaci6n en aquella breve y desgraciada campaia. Lo uinico que (127) Diario de La Habana, viernes 24 de febrero de 1837.

Page  99 NARCISO LOPEZ Y SU EPOCA 99 pudo obtener fue una seca respuesta de la Reina, en que esta le participo que estaba satisfecha con sus servicios. A su regreso a Madrid, Lopez, razonablemente tenido por muerto en manos de los carlistas, que por entonces apenas si daban cuartel en las provincias del Centro, encontr6 deshecho su hogar, el mismo del que apenas si se habia preocupado en los iultimos tiempos. Su hijo, nifio de cortos anos, qued6 a cargo de su cufada, doia Ana de Frias, casada con el coronel don Ramon de las Llamosas y residente por entonces en Espafia. Afos mas tarde, don Francisco de Frias, conde de Pozos Dulces, dirigi6 la educaci6n de su sobrino, mientras este se encontraba en Ginebra haciendo estudios de musica y canto. Corta fue la estancia de L6pez en Madrid, al recobrar la libertad, por cuanto el dia 31 de diciembre se encontraba en Cuenca, hecho cargo de la Comandancia General de la Provincia, con "el espiritu puiblico reanimado por la presencia del comandante general don Narciso L6pez" (128). Relev6 L6pez en ese cargo a un distinguido habanero, de ilustres apellidos, el mariscal de campo don Domingo de Aristizabal y Zequeira, despues duque de San Fernando, y quien, como casi todos los cubanos de la 6poca radicados en la Peninsula, era gran amigo suyo. Aristizabal anuncio su relevo con la siguiente alocucion dirigida a los "Habitantes de la provincia de Cuenca" (129): Desde el momento en que supe la toma feliz del fuerte de Cantavieja, represente al gobierno de S. M. solicitando con la mayor instancia que se me relevase del mando de esta provincia, destinandoseme a uno de los ejercitos de operaciones, y que volviese a ella el brigadier don Narciso L6pez, quien fue rescatado en dicho fuerte. Dos veces despues he repetido mi dimision y suplica; y por fin S. M. ha accedido a mis deseos y os restituye el gefe que tanto deseais. El Escmo. sefior Capitan General me dice con fecha del 19 que S. M., accediendo a lo manifestado, se ha servido disponer vuelva a esta provincia de comandante gene(128) Ibidem, edici6n de 4 de marzo de 1837. (129) Ibidem, ed. de 26 de febrero de 1837.

Page  100 100 HERMINIO PORTELL VILA ral el brigadier don Narciso L6pez, destinandome a mi en igual clase a la de Guadalajara. Tengo la mas intima y cordial satisfaccion en que S. M. defiriendo a los deseos mios y de esta provincia, de que yo me constitui 6rgano para elevarlos a su mas alta consideracion, haya accedido como yo esperaba a mis reiteradas instancias, volviendoos el gefe que ha formado vuestras delicias y vuestro escudo por tanto tiempo. En el poco que hace que tengo el honor de estar a vuestro frente he conocido vuestras virtudes; y sois ciertamente dignos de que se os complazca, y de que se os de un gefe capaz de labrar vuestra felicidad, tal como el digno brigadier L6pez, I quien me une particular amistad. Al entregarle el mando, no puedo menos de dirigiros la palabra ofreciendome en todas partes a contribuir en cuanto pueda a vuestro bien, pues tal ha sido invariablemente el norte que me ha dirigido en los pocos dias que he sido vuestro comandante general.-Cuenca, 28 de noviembre de 1836.-(f.) iomingo de Aristizabal. Es lo cierto que el territorio de Cuenca, en aquellos dias, estaba en una situaci6n de espantosa anarquia; y asi se comprende facilmente el interes y hasta la insistencia de Aristizabal en abandonar su cargo sobre tal jurisdicci6n. De ahi que Narciso L6pez, al tomar el mando, se viese compelido a dictar rigurosas medidas de orden publico, disciplinarias y ejemplarizadoras, para restablecer la normalidad en los pueblos y la obediencia en las tropas. A ese objeto respondi6 el bando que dict6 con fecha 28 de diciembre de 1836 (130), encaminado a exigir que los justicias y ayuntamientos impusiesen duras sanciones a los desertores y a los merodeadores. Apenas tres meses permaneci6 en ese puesto Narciso Lopez, a quien una real disposici6n le relev6 del mando, despues de haber reiterado su dimisi6n por no avenirse con su caracter la permanencia en un cargo casi meramentc gubernativo, siquiera fuese en provincia tan turbulenta y afectada por la guerra como lo estaba Cuenca. (130) Ibidem, ed. de 23 de febrero de 1837.

Page  [unnumbered] r El general D. Migucl Tac6n, Capitln Gcncral dc Cuba y sanudo encmigo dc Narciso Iopcz y dc los libcrales cubanos.

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Page  101 NARCISO LOPEZ Y SU EPOCA 101 El 24 de febrero abandono Cuenca Narciso Lopez, y en seguida tuvo una breve permanencia en Madrid, precisamente en los dias en que Argiielles, Sancho y Heros terminaban la redaccion del tristemente celebre informe que fue aprobado en la sesi6n celebrada por las Cortes el 18 de abril de 1837 y por el cual se declaraba que "no siendo posible aplicar la constitucion que se adopte para la peninsula e islas adyacentes a las provincias ultramarinas de America y Asia, seran estas regidas y administradas por leyes analogas a su respectiva situacion y circunstancias, y propias para hacer su felicidad; en su consecuencia, no tomaran asiento en las Cortes los actuales diputados por las expresadas provincias" (131). Cirilo Villaverde (132) afirma que...contra la providencia que excluia de voto en Cortes a la Isla de Cuba protestaron con la mayor energia sus desairados representantes Saco, Montalvo, Armas y Kindelan. L6pez, que no era mas que amigo... unio su voz, habl6 a los diputados espanoles, se empei6 con Valdes (133) para que usara su autorizada palabra y su influencia en favor de los cubanos agraviados y profundamente heridos; hasta intento una demostracion, cual fue la de hacer que todos los oficiales americanos diesen su dimision en masa, pero no pudo recabar de sus comnpaieros la unanimidad que se requeria en el caso, aunque de los reunidos el era superior en grado. Estas gestiones de Narciso Lopez, francamente subversivas, debieron trascender al piblico y ser conocidas de todos aquellos que tenian interes en pasar a Cuba a la categoria de colonia, o mas bien, de terreno conquistado, y que contaban en la Isla, para ello, con un tan irreductible y fiel agente como el general don Miguel Tacon, entonces Capitan (131) La expulsi6n de los diputados cubanos del Parlamento espafol en 1837, por el doctor Evelio Rodriguez Lendihn, Habana, 1914, p. 22-23. (132) Resena biogrdfica del general Narciso L6pez, por Cirilo Villaverde. (Manuscrito inedito, en nuestro poder). (133) El general Jeronimo Valdes Noriega y Sierra, uno de los pocos capitanes generales honrados y justicieros que envi6 Espafia a Cuba durante el siglo pasado. Gran amigo y protector decidido de Narciso Lopez.

Page  102 102 HERMINIO PORTELL VILA General de la Isla. Tal parece admitir nuestro ilustre Sanguily cuando expone que Puede ser tambien que, conforme lo aseguran algunos que estuvieron a su lado y pudieron oirle en la intimidad efusiones del coraz6n, despertara su indignacion de americano hasta entonces comprimida y amortiguada, la mas grosera y brutal de las injusticias de Espana, la exclusion de la isla de Cuba y la despedida descarada e inicua de sus diputados (134). Las afirmaciones de Villaverde, y la alusi6n que apunta Sanguily concuerdan con el hecho de que precisamente por entonces, por una disposicion que sin duda podemos estimar como un castigo, L6pez fue destinado de cuartel a Ecija, pueblo de la provincia de Sevilla. No se concibe tal destino a un militar de alta graduaci6n y de los prestigios que Lopez habia adquirido por sus brillantes campanas, sino como una medida disciplinaria o un previsor acuerdo para evitar cualquier posible conflicto que en aquellos momentos, en que don Carlos," el faccioso mas" que decia Martinez de la Rosa, amenazaba a Madrid, podia muy bien haber sido fatal para la causa de los "isabelinos" al producirse la buscada uni6n de los militares espanioles nacidos en America para causar baja colectiva en el ejercito de aquella Espaia que representaba la ridicula farsa de un movimiento constitucional restringido y absurdo. Que mas pudo hacer L6pez en aquella circunstancia? Locura insigne habria sido que en sefial de protesta hubiese abandonado las banderas de los "cristinos" para caer junto a las de don Carlos, pues si aquellas representaban una farsa constitucional, en las del Pretendiente habia las seguridades del mas funesto absolutismo y de la mas dura reaccion que, seguramente, no habrian significado para Cuba un regimen mejor del encabezado por el feroz Tacon. Renunciar el solo a su mando, situado a miles de kil6metros de la Isla, no habria sido mas que una quijotada absurda y (134) Prop6sitos del general Naroiso L6pez, por Manuel Sanguily, en Hojas Literarias, Habana, afio II, tomo IV, mayo 31, 1894, nfim. I, p. 36.

Page  103 NARCISO LOPEZ Y SU EPOCA 103 tambien asegurarse el extrafiamiento perpetuo de Cuba, donde se le tendria en lo adelante como individuo peligroso. Hizo entonces lo que pudo, en la condici6n que tenia, porque aunque Sanguily, equivocadamente, diga que "...L6 -pez era entonces Senador del Reino... " (135), lo cierto es que el futuro campeon de la independencia cubana no fue nombrado senador por Sevilla "en reemplazo de don Juan Aldama" (136), sino el 16 de agosto de 1839 (137), o sea dos afos mas tarde, por real decreto de esa fecha, y que tom6 posesion del cargo en la sesi6n de 19 de septiembre de 1839, a las 12.30 p. m., conjuntamente con los seiores G6mez Becerra y Diaz Caneja (138). Destinado L6pez a Ecija, el Inspector de Caballeria le entrego una pequena escolta de doce soldados de esa arma, y con ellos, desde Madrid, emprendi6 la marcha, en extremo peligrosa por tener que atravesar comarcas en que se desconocia toda autoridad y reinaba el bandolerismo. Tan singular confinamiento y las pocas seguridades que para el viaje se dieron al bizarro militar, revelaban a las claras el minimo interes que por la conservaci6n de su vida y la utilizaci6n de sus futuros servicios tenian sus jefes y el propio gobierno, no obstante que solo habia "dos primeras lanzas: Leon, para los moderados; Narciso Lopez, el futuro filibustero, para los progresistas" (139). A fines de abril de 1837, en su fatigosa y arriesgada marcha tuvieron L6pez y su pequena escolta el primer encuentro con los guerrilleros semicaballistas de Sierra Morena, y desde Bailen enviaba el caudillo su parte a Madrid y decia (140): (135) l bidem, p. 20. (136) El teniente general don Juan Antonio Aldama, uno de los promovedores del movimiento popular que obligo al Capitan General de Cuba don Juan Manuel Cagigal, a restablecer la Constitucion espafiola de 1812, en la tarde del dia 16 de abril de 1820. Habia sido brigadier de la caballeria espafiola en la guerra de independencia de las antiguas colonias de Am6rica, y casualmente se encontraba entonces en La Habana, de paso para la Peninsula. (137) Diario de La Habana, edicion de 19 de octubre de 1839. (138) Ibidem, ed. de 10 de diciembre de 1839. (139) Semblanzas politicas del siglo XIX, por Alfredo Opisso. (140) Diario de La Habana, edici6n de 19 de julio de 1837.

Page  104 104 HERMINIO PORTELL VILA He ilegado hasta aqui sin novedad; sin embargo de haberme salido Palillos y Ciprian con 150 caballos entre Madrilejos y Puerto Lapiche. Me tiraron algunos carabinazos, mas creo que les impuso mucho el ver que continuamos sin salir del paso con la mayor serenidad. Entonces se dirigieron hacia Consuegra; y como yo no hubiese visto hasta alli sino unos 20, me decidi a darles un buen rato. Luego que me cubri con un monte de Camuna, galope hacia la misma direccion para sorprenderlos. Pero los sorprendidos fuimos nosotros al descubrir su numero total. Por segunda vez hicieron amago de acometernos: nosotros emprendimos de nuevo serenamente nuestra marcha, y ellos no se atrevieron a pasar adelante, y se retiraron para los montes. Pocos dias despues, al pasar por Martos, en la provincia de Jaen, Lopez y sus acompafiantes se enfrentaron con una cuadrilla de malhechores, a los que pusleron en fuga, no sin capturar a varios de ellos y devolviendo asi la tranquilidad a una extensa comarca infestada de bandidos, servicio por el cual la reina Cristina, que habia tenido ocasi6n de admirar a aquel gallardo soldado y que deseaba atraerselo, hizo que le dieran las gracias en su nombre. Lopez no permanecio mucho tiempo en Ecija. Espartero, hecho Ministro de la Guerra, que le profesaba buena amistad, y su invariable protector y amigo el general don Jer6nimo Valdes, obtuvieron la orden de suspender la relegacion que le habia sujetado en el fondo de Andalucia por espacio de cuatro meses, y en los primeros dias de septiembre de 1838 se le destin6 nuevamente al Ejercito del Norte. Una resolucion de la Reina gobernadora, de fecha 10 de julio de 1838, ascendio a Lopez, entonces brigadier de caballeria, a mariscal de campo de los ejercitos nacionales (141). Poeos dias despues, el 21 de julio, se incorporo al Ejercito del Centro, al mando del teniente general don Marcelino Oraa, quien le puso al directo del general don Cayetano Borso di Carminati, como Lopez, destinado a tragico fin en los movimientos politicos que conmovieron la monar (141) Ibidem, ed. de 13 de septiembre de 1838.

Page  105 NARCISO LOPEZ Y SU EPOCA 105 quia espanola, en el siglo pasado (142). Desde el 26 de septiembre L6pez opero en Valencia, y a las 6rdenes de Borso tomo parte en la acci6n de Cheste, y en ella fue tan brillante su comportamiento que quedo propuesto para la Gran Cruz de Isabel la Catolica. La presencia de Narciso Lopez en el Ejercito del Centro, al mando de su caballeria, fue sefial de una reorganizaci6n completa del cuerpo de esta arma, que influy6 poderosamente en el espiritu de las restantes tropas y las puso en disposicion de enfrentarse ventajosamente con Cabrera, Forcadell y otros jefes carlistas que hacian triunfales incursiones y llegaban con ellas hasta Valencia. De nuevo se aproximaban para Lopez dias de exitos militares y tambien de amargos desengafos politicos, pues siempre que su victoriosa actuaci6n le colocaba directamente a la vista de la opini6n puiblica y en peligrosa condicion de heroe popular, no tardaba en surgir alguin politico militante a cortarle los vuelos. En 1836, cuando su nombramiento de Comandante General de la Guardia Nacional, el diputado por Cuenca don Juan Alfonso Montoya fue el encargado de dejar caer sobre el, en pleno Congreso, sus censuras; ahora estaba reservado ese papel al literato y politico don Francisco Martinez de la Rosa, moderado de aquellos, tan poco consecuentes con sus principios, que junto a los liberales habian privado a los cubanos del derecho de verse representados en las Cortes y dejadoles convertidos en colonos de tierras conquistadas. El fracaso de Oraa frente a los muros de Morella, asi como la derrota de los "isabelinos" en Maella, tuvieron honda y peligrosa repercusi6n en Valencia, ciudad en la que habia no pocos carlistas prisioneros, los que cometieron la imprudencia de celebrar, frente a un pueblo sobrecogido por ambos desastres, los triunfos alcanzados por los suyos. Esta improcedente celebraci6n produjo un espantoso motin (142) El general don Cayetano Borso di Carminati, italiano que habia alcanzado merecidos lauros combatiendo en el Ej6rcito espafiol, fue fusilado con ocasi6n del fracasado pronunciamiento de los moderados espafioles en 1841.

Page  106 106 HERMINIO PORTELL VILA en el curso del cual fue asesinado por las turbas sublevadas el Segundo Cabo, general don Froilan Mendez Vigo, quien intento, sin fuerzas suficientes, oponerse a los desmanes del populacho, y perecio en la refriega, comenzada el 23 de octubre de 1838 (143). Las demas autoridades abandonaron la poblaci6n, y el pueblo, amotinado, creo una junta de gobierno provisional y un tribunal de represalias. Estaba Valencia entregada a la anarquia y apenas habia tropas disponibles en el Ejercito del Centro para hacerla volver a la normalidad. Por ello se pens6 en la necesidad de nombrar un jefe que tuviese arrastre y simpatias populares, y que, ademas, contase con la energia suficiente para afrontar los dificiles problemas del momento, y se escogi6 a Narciso L6pez, quien desempefio por breve tiempo el cargo de Capitan General interino, al negarse el Segundo Cabo, general don Casimiro Valdes, a aceptar el puesto (144). Lopez di6 solucion al delicado problema de orden publico en Valencia, entregada a los demagogos, sin apenas emplear los escasos soldados de que podia disponer, y a fuerza de tacto y habilidad, requeridos para inspirar confianza a los amotinados e ir reduciendoles a la obediencia. Claro que a esos resultados no se lleg6 de repente, y que antes de restablecer la normalidad ciudadana aun hubo excesos vituperables y hasta atroces (145), pero de ellos se hizo responsable a Lopez, y el diputado don Francisco Martinez de la Rosa tuvo asi oportunidad de culparlo, sin duda recordando que el acusado habia protestado fuertemente contra la exclusion de los diputados cubanos del Parlamento espafiol, prohijada precisamente por aquellos falsos liberales y moderados retrogrados de 1837, entre los que figuraba el poeta y politico granadino. En la sesion de 21 de diciembre de 1838, celebrada por el Congreso, Martinez de la Rosa presento su ya anunciada interpelacion al Gobierno, que vers6 exclusivamente sobre los des6rdenes de Valencia (146), y en ella (143) P. Mariana, ob. cit., t. III, p. 432. (144) Narciso Lopez, ob. cit., p. 5. (145) Alcalh Galiano, ob. cit., t. VII, p. 472-3. (146) Diario de La Habana, edici6n de 13 de marzo de 1839.

Page  107 NARCISO LOPEZ Y SU EPOCA 107 atac6 rudamente a L6pez por su actuaci6n, llegando a afirmar que no era legitima la autoridad que habia ejercido durante aquellos dias aciagos. A esos cargos, y a los que, como consecuencia de ellos, tambien se escucharon por entonces en la prensa y en el Senado espanol, contest6 L6pez, primero por un manifiesto que publico con fecha 8 de enero, y despues con un folleto relativo a los motines de Valencia (147), en el que, al refutar una a una las inculpaciones de sus acusadores, censuraba sin ambages el abandono en que el gobierno tenia a Valencia (paig. 6); se referia a las 6rdenes gubernamentales que pedian su reemplazo y a la negativa del general Van Halen a cumplimentarlas (pag. 9); pedia a los que se escandalizaban por no haber sido descubiertos los asesinos de Mendez Vigo, que buscasen a los que mataron a San Just, al conde de Donadio, a Bassa, a Quesada y a Canterac, y terminaba con este parrafo, que a simple vista ya era una profesion de fe revolucionaria, la misma que en Cuba habria de poner en practica afios mas tarde:...he dado un nuevo testimonio de mi inalterable adhesion a los principios e intereses populares, de lo acreedor que me juzgo a la confianza de todos los hombres libres y del inestimable valor que para mi tienen su consideracion y prestigio, no logrando acibarar ya mi vida ni las tramas de los partidos, ni las diatribas de la maldad, ni los sinsabores de la ingratitud, ni la injusticia y rigor de las persecuciones. Al triunfo de la libertad pospongo toda consideracion y miramiento (148). Restablecido el orden en Valencia, tan definitivo fue el resultado obtenido por L6pez en asegurar la normalidad, que pudo despues hasta utilizar la guarnicion de la ciudad y sus voluntarios en expediciones que sin la garantia de tranquilidad obtenida por sus medidas, hubieran equivalido a dejar la poblaci6n en manos de los demagogos. Asi pudo (147) Contestacion del mariscal de campo don Narciso Lopez a varios cargos relati'vos a los sucesos filtiows de Valencia, Madrid. Imprenta del Comercio, febrero de 1839. p. 30. (148) Ibidem, p. 30.

Page  108 108 HERMINIO PORTELL VILA contribuir decisivamente a los exitos de la campania que en los primeros dias del mes de diciembre llev6 el general Borso contra Cabrera, y a cuyo desenvolvimiento se refirio el propio Borso en su parte oficial, fechado en Torrente a 4 de diciembre de 1838, del cual tomamos estos significativos parrafos: El sefior general don Narciso Lopez, segundo cabo de Valencia, no solo me facilit6 el refuerzo de la guarnicion y las partidas sueltas que alla se encontraban, sino que quiso prestar hasta los servicios de su persona; no siendo poco de admirar el entusiasmo y la decision con que la guardia nacional de las tres armas y los distinguidos, se brindaron espontaneamente a dejar la comodidad... por compartir los... trabajos del... soldado. A la cabeza de una division compuesta de todas estas fuerzas y de la brigada de la Ribera, dicho general Lopez sali6 de la capital el dia 19 cubriendo la retaguardia de mi columna......... Escuso hacer a V. E. recomendaciones particulares, porque los hechos hablan. Solo dire generalmente que la conducta de las tropas ha sido inimitable, y que ha contribuido eficazmente al logro de esta empresa la oportuna cooperacion del general Narciso Lopez, que envolviendo la izquierda del enemigo en direccion a Chiva, forz6 una marcha de 14 horas con los decididos nacionales de Valencia, en quienes el honor y el entusiasmo daban resistencia para tan insolita fatiga. Altamente los recomiendo a V. E. y el digno general que los condujo (149). Y L6pez, en carta particular fechada en Chiva a 2 de diciembre, hablaba con elogio al general don Casimiro Valdes, Segundo Cabo interino de Valencia, del comportamiento de sus soldados, muchos de ellos bisofos valencianos que hicieron duras jornadas para pelear junto a los veteranos en aquella encarnizada accion que contuvo el progreso de los expedicionarios carlistas hacia Valencia (150). El 11 de diciembre regresaba L6pez a Valencia con sus victoriosas tropas, y ese mismo dia enviaba el parte oficial (149) Diario de La Habana, edici6n de 26 de enero de 1839. (150) Ibfdem, ed. de 31 de enero de 1839.

Page  109 NARCISO LOPEZ Y SU EPOCA 109 al Secretario de Estado y del Despacho de la Guerra, con explicacion detallada del combate en que hay elogios para todos los subordinados, sin que el propio jefe, ni una vez siquiera, mencione su actuaci6n en la lucha, omisi6n tanto mas significativa cuanto que era rarisima entre los generales espafioles de la epoca (151). Pocas semanas despues, el 27 de enero de 1839, una orden del Ministro, don Isidro Alaix, el mismo que por no llegar a tiempo al campo de La Matilla habia hecho posible la derrota y captura de L6pez el 30 de agosto de 1836, destin6 a este, en situacion de cuartel, a Burgos. Era esta otra medida disciplinaria para tener a raya el franco soldado, que no temia criticar al Gobierno ni refutar publicamente los argumentos de un diputado o de un senador, y que ya iba teniendo un historial de hombre peligroso y de tendencias radicales; que no habia temido iniciar una gestion por el reconocimiento de los derechos de aquella lejana provincia espafiola, la isla de Cuba, a la que acababa de dejar Tac6n sumida en el tiranico sistema que a la larga la separaria de Espafia. En Burgos estaba L6pez cuando un real decreto, que con anterioridad hemos citado, le nombr6 senador por Sevilla, cargo que debi6 a la influencia de Espartero. Aun no habia llegado a Madrid cuando en los campos de Vergara el propio Espartero y Maroto sellaban con un abrazo dado en presencia de sus respectivas tropas, el 31 de agosto de 1839, el fin de la sangrienta guerra carlista, que entonces qued6 reducida a la desesperada resistencia de Cabrera, vencida poco despues. El 19 de septiembre de 1839 tom6 posesion Lopez de su puesto en el Senado, que no tard6 en renunciar, y por R. O. de 3 de noviembre fue destinado al ejercito de Cataluia, a las inmediatas 6rdenes del general en jefe del mismo, que lo era su amigo don Jeronimo Valdes. Poco despues Cabrera y los suyos pasaron la frontera francesa y pareci6 que Espafia debia prepararse para la obra de reconstruccion que demandaba aquel tercio de siglo de (151) Ibidem, ed. de 6 de febrero de 1839.

Page  110 110 HERMINIO PORTELL VILA guerras constantes, en el interior y en el exterior, que habian arruinado la nacion. Guerras contra el invasor frances, guerras contra las colonias americanas convertidas en repiblicas, guerras civiles... y guerras contra el espiritu del siglo, de ilustracion, de liberalismo, de tolerancia y de nuevas ideas y conocimientos, que si llegaron a penetrar y florecer en el intelecto de un grupo de seleccion de los espanoles, apenas si impresion6 al gran pueblo, que siguio apasionandose por los mismos problemas de antafo sin incorporarse al avance universal hasta el tragico despertar de 1898. Narciso Lopez habia llegado, por su guerrear bajo las banderas espafiolas, casi a los mas altos puestos que en su carrera podia alcanzar. A punto estuvo de ser ministro de la guerra, y aun parece que para impedirlo se atraves6 en su camino un rival implacable (152), como el valeroso, joven y lleno de ambiciones, pero muy por debajo de el, sin que Lopez fuese un santo, en cuanto a ideales y rectitud de principios: el teniente general don Leopoldo O'Donnell y Jorris, "peor que Tacon", como con maxima censura dijeron de el los cubanos del siglo pasado, porque sin ninguna de las pocas buenas cualidades del marques de la Union de Cuba, el "leopardo de Lucena" tenia todos sus defectos y aun inventaba conspiraciones en provecho suyo y de sus paniaguados (153), sin importarle arruinar reputaciones ni sacrificar vidas. Ni siquiera en lealtad a la monarquia espafola ni en respeto al Gobierno establecido pudo O'Donnell distinguirse de Lopez, por sus pronunciamientos contra Espartero y su jefatura del movimiento que derroco a Isabel II; y, sin embargo, las diferencias que separaban a estos dos hombres eran hondas e imborrables: Lopez, vencedor en combate singular de don Carlos O'Donnell, jefe carlista, (152) Necesaria revision hist6rica. Situaci6n de Espana ante los eponimos americanos, por Dionisio Perez, en Diario de la Marina, edici6n de 31 de enero de 1929. (153) Josd de la Luz y Caballero en la Conspiraci6n de 1844, por el doctor Francisco Gonzalez del Valle, Habana, 1925.

Page  [unnumbered] Narciso L6pcz, sciun el retrato al 6leo que se conserva en el Museo Boliviano de Caracas por donativo del Sr. Sim6n Barcelo. Parece datar el retrato de la:poca en que L6pez fue gobernador de Madrid.,I. _ /' F F

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Page  111 NARCISO LOPEZ Y SU EPOCA 111 hermano de don Leopoldo, mas tarde se encontr6, como significado progresista, frente a O'Donnell, convencido moderado, en las luchas politicas de 1840 y de 1841. Asi se preparaban para Cuba y para Espaia trascendentales acontecimientos politicos que eran una verdadera prolongaci6n de hechos al parecer muy disimiles ocurridos en la guerra carlista. La Hoja de servicios de Narciso L6pez en el ejercito espaiol es exponente del cambio que en su consideraci6n en la milicia tuvo a partir de los sucesos de 1837 y de su proyectada protesta contra la exclusi6n de los diputados cubanos del Parlamento espafiol. Hasta el afio de 1836 las anotaciones de ese documento son extensas, detalladas, completisimas. En 1837, en 1838 y en 1839, las inscripciones son brevisimas y escasas, no obstante que en esos afnos su vida militar es fecunda en triunfos y en distinciones politicas. No hay constancia de su ascenso a mariscal de campo, de su nombramiento de senador, de su actuaci6n y mandos en Valencia, y mucho menos de su traslado a Cuba y de los importantes cargos que aqul desempefi6, entre otros los de Teniente Gobernador de Matanzas, Comandante General del Departamento Central y Presidente de la Comisi6n Militar Ejecutiva y Permanente, lo que significa que, despues de 1839, dos afios en la Peninsula y siete en Cuba, de la vida de Lopez, los ignora el rol militar espafiol y aparece como si del mismo se le hubiese excluido con mucha anticipaci6n a la epoca en que se decidi6 a poner en practica sus por mucho tiempo acariciados proyectos libertadores de Cuba, hasta el punto de que ni se encuentra menci6n del triste fin del caudillo. Y sin embargo del brillante comportamiento militar de Lopez, aplaudido y admirado mientras pareci6 fiel servidor del Trono espainol, la Gaceta de La Haba/na, en su edici6n del martes 20 de mayo de 1851, cuando el caudillo era enemigo declarado del regimen colonial, lo insult6 y calumni6 despiadamente con estos parrafos cobardes e inmerecidos: 8

Page  112 112 HIERMINIO PORTELL VILA I-emos ofrecido decir algo sobre las cualidades militares del celebre guerrero que acaudilla la piratica hueste que se propone conquistar nada menos que la Isla de Cuba; y a fuer de periodistas de palabra, vamos a cumplir hoy nuestra promesa. Recomendamos estos apuntes al autor de la afamada biografia, que se publico en ingles en el afio pr6ximo pasado para facilitar la susodicha conquista con tan buen exito principiada en Cardenas: porque puede aprovecharlos con favorable resultado, en la segunda edicion de aquel bien escrito folleto, que precedera probablemente al comienzo de la segunda campafia que prepara. Al principiar en la Peninsula la sangrienta guerra que termin6 en los campos de Vergara, gozaba don Narciso Lopez, llamemosle por siu nombre, de bastante reputacion como oficial de caballeria. Pero semejante i tantas otras reputaciones, sul fama no tenia fundamento alguno razonable; debiase a hechos de armas exagerados que cuanto mas podian probar en 61, era el valor de un llanero, que confiaba en la fuerza material de su brazo y en su destreza para manejar el caballo. Diosele el mando de un rejimiento (sic) de caballeria y por cierto que en la administracion econ6mica de sus intereses manifesto ese instinto a apoderarse de los fondos publicos que revelo su comportamiento en Cardenas y que revelan sus ceLlebres instrucciones poco ha publicadas en nuestro diario; porque dejo completamente limpia la caja del regimiento y quedaron sin paga algunos meses sus valientes oficiales, y mientras el pcrcibio dos mil pesos mas de lo que le correspondia. Pero dejemos a un lado la singular aficion que al dinero ajeno tiene, y ocuplmonos de su sable y de su pericia militar; dio de esta ultima una insigne prueba en Scsma, encerrandose en aquel pueblo con mas de 600 caballos, abandonando las Ilanuras que le rodean y en las cuales pudo y debio acuchillar al enemigo que apenas contaba con fuerzas de aquella arma. Poco despues se hallaba en Oteiza con la brillante brigada de la Guardia Real de caballeria, y ia pesar del vivo fuego que oia en el puente de Larraga, a una legua de distancia, se mantuvo sin salir de aquel punto, privando a las tropas de la reina de destruir completamente las fuerzas carlistas al mando de Zumalacarregui, que despues de un dia de combate encarnizado tuvo

Page  113 NARCISO LOPEZ Y SU EPOCA 113 que retirarse por un terreno abierto, conduciendo mas de 400 heridos que habia tenido en la accion sostenida con la brigada de Carrera desde el puente de Mendigorria hasta el de Lgrraga. En los mismos campos, en la celebre batalla de Mendigorria, derroto al enemigo por las acertadas maniobras del ilustre y malogrado general que mandaba nuestras tropas. Hubiera sido inevitable su completa destruccion si Lopez, que mandaba la caballeria colocada en reserva a retaguardia de la segunda linea, se hubiera atrevido a cargar con ella al enemigo, que se retiraba en completa dispersion, pero le faltaba para hacerlo el valor, y el saber mandar y disponer de 600 caballos. Indignado el pundonoroso y valiente general C6rdoba con tamaia cobardia, le ech6 en cara en presencia del ejercito su miserable comportamiento, y a poco tiempo fue separado del Ejercito del Norte, sirviendo de mofa en el la ponderada lanza de Lopez, de que tanto se habia hablado a su llegada. S61o en aquellos tiempos de revueltas pudo volver a figurar en algunos mandos, sin embargo del descredito en que habia caido. Asi sucedi6 con efecto; el motin de La Granja le puso al frente de una division; salio al encuentro de G6mez y los campos de Jadraque fueron testigos de su impericia y cobardia; porque de e1 y todas sus tropas, que a las ordenes de otros gefes habian hecho antes prodigios de valor, cayeron casi sin disparar un tiro, en poder del enemigo. Pocos militares habran dado nunca tantas y tan repetidas prucbas de incapacidad para el mando, pero lo que no se encuentra en ningun otro es tanta bajeza y villania, como acredita su conducta en aquella ocasion. Presentado a Gomez, y revelandose quien era, pues que en su traje de zamarra y sin ninguna insignia no podia reconocer en el al general a quien acababa de batir; dijole en seguida como para ganar su gracia, que tenia una noticia importante que darle, que si no se retiraba pronto del campo de batalla, caeria sobre el el general Alaix, que venia en su persccucion con una fuerte division, y de quien acababa de recibir una comunicacion oficial. Aprovecho como oportunidad Gomez tan importante aviso, y salvo asi sus tropas y los prisioneros; pero es fama que aunque enemigo, militar pundonoroso y valiente, trat6 con el mayor desprecio al villano prisionero, que tamafio

Page  114 114 HERMINIO PORTELL VILA servicio le prestara y que despues de cobarde fue alla en aquella ocasion un traidor, tal es como militar el gefe de los piratas que tratan de invadir esta Isla; como hombre privado, en ninguna parte es mas conocido que en la Habana. Aqui se le vi6 recorriendo oficinas y secretarias prevalido de su graduacion para explotar a algunos incautos vecinos que le confiaban sus negocios, los sitios que frecuentaba eran las vallas de gallos y las casas de juego; las relaciones que cultivaba con gente de color; cualquiera persona honrada y pundonorosa, se avergonzaba de alternar con el en publico. iA tal degradaci6n habia llegado! No ]e quedaba ya mas que un camino que seguir: el del robo y la pirateria; en el ha entrado, es de creer que en el halle el merecido castigo de tantos crimenes. 3. Las relaciones de L6pez con el general Jeronimo Valdes El teniente general don Jer6nimo Valdes Noriega y Sierra fue un grande y sincero amigo de Narciso L6pez, e influy6 poderosamente en su vida. Aquel influjo de la adolescencia y de la primera juventud de Lopez, tan nefasto, ejercido por el mariscal de campo dol Francisco Tomas Morales, hombre disipado, violento, cruel e indisciplinado, tuvo su compensaci6n en la influencia beneficiosa, ejemplarizadora, de don Jer6nimo Valdes, que no hay duda mejoro mucho la condici6n moral de L6pez y la dignific6. Valdes y L6pez lucharon bajo las banderas de Espana durante la guerra de independencia sudamericana, pero si el primero hizo sus campafas, con honor, en Peru, L6pez no sali6 del territorio de las repuiblicas de Colombia y Venezuela, y, por tanto, no se conocieron en America, sino cuando en 1833, al empezar la guerra carlista, fue Valdes nombrado jefe del Ejercito del Norte y volvi6 L6pez, bajo su mando, al servicio activo.

Page  115 NARCISO LOPEZ Y SU EPOCA 115 De Valdes, con poquisimas excepciones, se hablo siempre bien en la America del Sur, en Espafia y en Cuba. Alcala Galiano dijo de el:...el general D. Ger6nimo Valdes, de quien se susurraba que era poco grato en palacio. Gozaba este personaje de gran favor en el publico, ponderandose su talento militar acreditado en America, aunque alli habia tenido mas reveses que ventajas y con mas razon su inflexible integridad y austeras costumbres, y aun era reputado de opiniones constitucionales muy sinceras y ardientes, no obstante su poca aficion a mezclarse en las cosas politicas y haber servido con fidelidad al rey, y conocerse cuanto aborrecia el desorden de cualquiera clase (154). Calcagno, en la referencia que hace de el, le reputo de... probo funcionario que gobern6 dulce y patriarcalmente, y que salio pobre de una rica capitania... que persiguio tenaz y honradamente el trafico de esclavos... por lo que... el odio de los esclavistas preparo su destitucion antes del termino legal (155). Rodriguez Ferrer y Bachiller y Morales elogiaron su integridad de caracter y su gran ilustracion, puestas de relieve en su actuacion publica, en todos los cargos, muchos y muy elevados, porque paso. Villaverde, a quien no puede, en modo alguno, tacharse de entusiasta por los capitanes generales que gobernaron a Cuba, tambien escribio que...el inico de sus jefes con quien L6pez simpatizo de veras fue con Valdes, en quien reconocia las prendas de honrado y liberal. La amistad que entre ellos naeio solo tuvo termino en la muerte... (156). Parece evidente que el trato constante con Valdes elevo mucho la moral de Lopez. Aquel soldado Ileno de (154) Alcala Galiano, ob. cit., t. VII, p. 349-50. (155) Calcagno, ob. cit., p. 642-43. (156) ' esena biogrdfica del general Narciso L6pez, por Cirilo Villaverde. (Manuscrito in.dito en poder del autor de la presente obra).

Page  116 116 HERMINIO PORTELL VILA pasiones, irreflexivo, disipado, que habia llevado nna vida de frivola despreocupaci6n y arriesgado como automata inconsciente su vida a cambio de una falsa gloria militar y de una paga misera y siempre retrasada y reducida, adquiri6 alguna cultura, normalize su vida poco a poco ante el ejemplo de aquel jefe recto, caballeroso y justiciero, y busco alrededor de si un ideal noble y digno en el cual concentrar sus pensamientos y al que dedicar sus entusiasmos y energias. Valdes, seguramente sil proponirselo, al lograr la regeneracion de aquel subordinado valiente y poco previsor, le hizo fijar su vista en ideas mas elevadas de las que hasta entonces habian ocupado su imaginaci6n, y puso despues la casualidad ante sus ojos avidos de atender a una empresa levantada, el triste caso de aquc!lla isla por la que habia pasado rapidamente hacia afios; (de la que habia torado, en romanticos y efimeros amores, la compafiera a la que tan desconsideradamente habia puesto en el fatal dilema de la mujer abandonada, y de la quo eran muchos de sus amigos; tierra que sabia tiranizada, explotada y maltratada y a la que desde entonces sofi6 redimir para...Volver... a mi posicion de simple americano, y entonces dedicar el resto de mi vida fisica y moral, en procurar acabar con aquel tan barbaro como hipocrita gobierno de la parte de aca de los mares, recuperando asi mi dignidad y la de mis paisanos esclavizados aun y cargados de mas pesadas y groceras (sic) cadenas, que las que me hacian arrastrar a mi, dorandomelas con falsos halagos... (157). Si por un momento llen6 su aspiraci6n el figurar entre los liberales espafioles de la epoca, cuando les conocio a fondo y comprob6 la inconsistencia de su alardeado progresismo, continuo entre ellos exclusivamente con el objetivo inmediato de valerse del partido para pasar a Cuba, (157) Carta de Narciso L6pez a dofia Ana Paula de Uriola, fechada en Nueva York a 25 de marzo de 1849, cuya copia poseemos.

Page  117 NARCISO LOPEZ Y SU EPOCA 117 y con el proposito final y deliberado de hacer su independencia una vez hallada la oportunidad favorable. El mismo explic6 su decision en ese sentido en una proclama que en Cuba resulta desconocida, como tambien lo es que entre sus proyectos figurase el de emprender, una vez liberada Cuba, y con esta por apoyo, la obra de independizar a Puerto Rico, empresa que por mucho tiempo constituy6 el ideal de no pocos antillanos de generoso corazon. De esa proclama es el siguiente parrafo: Cuando en 1837, merced a mis servicios, pude elevarme a los mas altos puestos de la monarquia constitucional espaiiola i penetrar en el corazon de la politica de su gobierno i en las intrigas de su corte, adquiriendo asi el conocimiento pleno de lo egoista i maquiavelica de la una i de lo inmoral i corrompida de la otra, patentizados estos dobles vicios con la clausura escandalosa de las cortes contra los diputados de Cuba i Puerto-Rico, desde ent6nces jure en lo profundo de mi alma consagrar el resto -e mis dias a la humana i patriotica empresa de arrancar entrambas islas de las garras de su no menos despiadada que voraz madrastra... (158) Torrente, al referirse a lo sefialado que estaba Lopez en la Peninsula por sus opiniones revolucionarias y sus descos de venir a Cuba, dice, al hablar de su iutervencion en el movimiento que encumbro al Partido Progresista,...Ternmiuada aquella revolucion, se creyo (Lopez) bastante autorizado para pedir y alcanzar su traslacion con algun mando a la Isla de Cuba. El gobierno de aquella epoca... consider6 muy peligrosa la solicitud del referido Lopez, y estuvo diferiendo su resolucion con estudiados pretextos y remotas esperanzas, hasta (158) Proclama a los portorriquenfos, rcdactada por Cirilo Villaverde segfin el encargo y dictado de Narciso L6pez, el 18 (e junio de 1851, y cuyo bortador, de pufio y letra de Villaverde, poseemos.

Page  118 118 HERMINIO PORTELL VILA que, nombrado a principios de 1841 capitan general de la isla de Cuba el honradisimo don Ger6nimo Valdes, se crey6 que a las 6rdenes inmediatas de un general qule tanta confianza inspiraba al gobierno y a la nacion por sus virtudes, no podria el genio escentrico de Lopez salirse jamas de sus limites, sin que sintiera al momento la pesada mano de quien, mas que gefe, era amigo suyo... (159). Se ve, pues, que a sus relaciones con Valdes debio L6pez poder regrcsar a Cuba, para poner en practica sus largamente acariciados planes de independizarla del dominio espaiol y de establecer, no un regimen politico de transici6n, para incorporar la isla despues a los Estados Unidos, sino una republica independiente, en provecho suyo quiza, como veremos oportunamente en esta obra, al analizar la documentaci6n hasta ahora desconocida que asi lo prueba. 4. La exclusi6n de los Diputados cubanos de las Cortes espanolas y el general Narciso L6pez Vidal Morales ha llamado bajalato al periodo de gobierno, de 19 de junio de 1834 a 20 de abril de 1838, en que Cuba padeci6 bajo la tiranica autoridad de doln Miguel Tac6n y Rosique, vizconde del Bayamo y marques de la Uni6n de Cuba. Y, realmente, mando de baja turco en una provincia armenia fue el que durante esos mortales afios gravit6 sobre los cubanos y que, definitivamente, traz6 la linea divisoria, honda e imborrable, entre los hijos del pais y los de la Peninsula, entre criollos y patones, que al cabo de los afnos, y despu6s de guerras terribles y sangrientas, ech6 del suelo de Cuba al despotismo espaniol que en su maxima esencia represent6 el general Tacon, de quien Guiteras nos ha dejado este retrato: (159) Bosquejo econdm6ico politico de la isla de Cuba, por Mariano Torrente, Madrid, 1852, t. I, p. 33.

Page  119 NARCISO L6PEZ Y SU EPOCA 119...de buena estatura, seco de carnes, de rostro moreno y grave, cenudo en el mirar y profundamente disimulado en la expresi6n de su fisonomia; cuidaba mucho de la compostura de su exterior y tenia la virtud de ser met6dico y laborioso en las atenciones del gobierno; la idea exagerada que se habia formado de su autoridad hacia resaltar su altivez y reserva y daba a sus maneras aquella falta de soltura y gracia que no siempre adquieren los que han vivido en la estrechez y dependencias de la milicia; su temperamento impresionable lo hacia con frecuencia esclavo de la ira, era severo en extremo cuando se trataba de hacer cumplir sus 6rdenes, y su inflexibilidad, favorecida por las facultades extraordinarias de que estaba revestido, lo arrastraba hasta hollar las leyes si hallaba en ellas un freno a su voluntad (160). La fiera marina, como designaba Saco a Tacon, era el hombre en perpetua sospecha y siempre dispuesto a las medidas violentas. Genuino ayacucho, en todo nacido en America veia un peligroso conspirador y revolucionario cuyos vuelos era preciso cortar aunque con ello se pisoteasen las leyes y se cometiesen todas las injusticias, por dolorosas que estas fuesen. Fue su gobierno significado por atropellos, destierros, confiscaciones, multas, trabajos forzados, prisiones ilegales y toda suerte de disposiciones para mantener en el terror a un pueblo envilecido por una decada de inmoralidad gubernativa y por el egoismo brutal de una instituci6n inhumana: la esclavitud. Apenas si unos pocos espiritus de selecci6n se enfrentaron con el despota iracundo, que insultaba, escarnecia y abusaba desde su posici6n de primera autoridad. En su tiempo, a los cubanos emigrados desde la epoca de las fracasadas conspiraciones de los Soles y Rayos de Bolivar, de Puerto Principe y del Aguila Negra, se unieron aquellos que cayeron en su enojo o despertaron sus furores. Fue uno de los primeros, y quiza el mas significado, el ilustre escritor don Jose Antonio Saco, cuyo (160) Guiteras, ob. cit., t. III, p. 124-5.

Page  120 120 HEERMINIO PORTELL VILA destierro tuvo por causa su "mucha influencia sobre la juventud habanera" (161), que seguia con calor sus ensefianzas. Era Saco por entonces hombre de ideas liberales, un verdadero corifeo de la juventud, que admiraba su talento, su patriotismo y su integridad de caracter. Habia lanzado ya sus acusaciones contra el trafico negrero (162); se habia enfrentado con los personajes influyentes de la epoca que deseaban la supresi6n de la Academia Cubana de Literatura, y piblicamente les habia ridiculizado (163); habia obtenido los premios de la Sociedad Patriotica por su Memoria sobre los caminos de Cuba, y por su estudio sobre La vagancia en Cuba y medios de extirparla; tenia los prestigios insignes de su intervenci6n en dos memorables periodicos, El Mensajero Senmanal y la Revista Binestre Cubazna; de haber substituido al Padre Varela en su catedra del Seminario, y de su traducci6n del tratado doe Derecho Romano de Heinecio, y era, en fin, el cubano mas representativo del momento, hiriendo al cual Taco6 heria tambien a la parte mas digna de la sociedad cubana, que le distinguia y le tenia en altisima consideraci6n. El grupo de cubanos de ideas avanzadas, ya bastante disgregado con los emigrados de los tiempos del general Vives, estaba disperso entre Mejico, Estados Unidos y Espana. En La Habana, Matanzas y Santiago quedaban Ilgunos, y no ciertamente los de menos influencia y preparaci6n de entre ellos, pero los reunidos en la Peninsula, mas despues de la proclamacion del Estatuto Real, el 10 de abril de 1834, con sus relativas libertades, comenzaron a reunirse, y como eran hombres de talento y bien relacionados cuya asociaci6n habria sido abuso imposible no permitirla, constituyeron el Club de los Habaneros, de Madrid, en el que no figuraban exclusivamente cubanos de tenden(161) Jos6 Antonio Saco y sus ideas cubanas, por Fernando Ortiz, La Habana, 1929, p. 41. (162) Andlisis por don Jose Antonio Saco de una obra sobrde el Brasil. intitulada "Notices of Brazil in 1828 and 1829" by Rev. B. Walsh, en Bevista Bimestre Cubana, Habana, 1834. (163) Justa defensa de la Academia Cubana de Literatura, por Jos6 Antonio Saco, Nueva Orleans (Matanzas), 1834.

Page  121 NARCISO LOPEZ Y SU EPOCA 121 cias radicales comprometidos en los movimientos politicos aludidos, pues del mismo formaban parte el doctor Prudencio Hechavarria y O'Gaban, don Andres Arango y Nuniez del Castillo, don Juan Montalvo y Castillo y don Juan Kindelan y Mozo de la Torre, hombres ilustrados y dignos, pero que no se habian mezclado nunca en conspiraciones. El Club de los Habaneros, que acogio a Saco en Madrid, fue enemigo formidable de Tac6n y de sus demasias, y en el tambien se contaba al general Narciso L6pez, que asistia a sus reuniones cuando se encontraba en Madrid. Los cubanos que lo integraban luchaban sin descanso por obtener para Cuba un trato mas benigno que el de Tacon, y en ese empefo pintaban con vivos colores la triste situaci6n de la Isla, en la Prensa, los que podian; en el Estamento de Proceres, los que pertenecian al mismo, y en el circulo de sus relaciones, todos. No se recataban para censurar con dureza los excesos de Tac6n, quien sabiase criticado y hasta amenazado de perder el cargo por la gestion de ellos, y absoluto como era en sus pasiones, les detestaba y trataba por todos los medios do inutilizar su labor, impidiendo, al efecto, la circulacion de cartas y libros que pareciesen sospechosos. Asi las cosas, el 13 de junio de 1835 tomo posesion del mando del Departamento Oriental de Cuba el mariscal de campo don Manuel Lorenzo, significado liberal, companero y amigo de Narciso L6pez y tan relacionado con el Club de los Habaneros, que Zaragoza duda si debio Lorenzo su cargo a la influencia del Ministro don Juan Alvarez de MAendizabal, o a gestiones del propio Club, "si no era c6mplice de ellos por indicacion 6 compromisos contraidos" (164). Desde los primeros momentos, las relaciones entre Tacon y Lorenzo fueron tirantes, pues ambos representaban tendencias completamente distintas, y las opiniones del Gobernador de Oriente constituyeron una preocupacion para el Capitan General, quien desde mayo de 1836 habia pedido a Espafia el inmediato relevo de Lorenzo. (164) Zaragoza, ob. cit., t. I, p. 465-6.

Page  122 122 HERMINIO PORTELL VILA Restablecida la Constitucion de 1812 a virtud del motin de La Granja, el 29 de septiembre de 1836 llego a Santiago de Cuba el bergantin espafol Guadalupe, a cuyo bordo venian periodicos con noticias del sonado acontecimiento politico, conocido el cual dispuso Lorenzo, bien asesorado por un grupo de cubanos de ideas avanzadas, entre los que se contaban Francisco Mufioz del Monte, Porfirio Valiente, Manuel Rodriguez Mena (165) y otros, la proclamacion de la Carta Fundamental. Al llegar la alarmante nueva a Tac6n, este, desde luego, se prepare a extirpar el brote liberal, pero encontro justificacion legal a su proposito con las RR. 00. de 19, 23 y 25 de agosto, las cuales se limitaban a precisar que las Antillas quedaban excluidas de las disposiciones relativas al restablecimiento de la Constitucion. Era el anticipo de otras mas absolutas medidas en contra de las libertades de Cuba, y Tacon cuido de dar inmediato traslado de esas resoluciones a Lorenzo, quien las desconocio y persistio en su empeno, puesto ya casi en el limite extremo de la sumisi6n al Gobierno Central, por lo que Tac6n comenz6 a preparar la expedicion punitiva que habria de restablecer el absolutismo en Santiago y reducir a obediencia a su altivo subordinado, de la cual formo parte entonces el trinitario don Jose Isidoro de Armenteros (166), aios mas tarde ejecutado por iniciar un movimiento armado en apoyo de los ideales de Narciso Lopez. Result6 imposible para Lorenzo la resistencia a las tropas enviadas en contra suya, y a fines de 1836, en uni6n de los individuos mas comprometidos, se traslado a Espafia, donde su conducta fue objeto de reprobacion y sus acompanantes se incorporaron al Club de los Habaneros, ya muy significado por sus gestiones para que se reconociesen (165) El abogado oriental don Manuel Rodriguez Mena, quien, despu6s del fracaso del movimiento constitucional, fu6 a residir en La Habana, donde tuvo la jefatura de los conspiradores cubanos que ayudaban a Nareiso L6pez en sus expediciones. Personaje de gran importancia, en quien L6pez vefa el primer Presidente de la Repfiblica de Cuba, segin probaremos en su oportunidad, 861o don Juan Arnao lo ha citado en sus P6gina parta la hstoria polftioa de Cuba. Entre los conspiradores se le conocla por El oubano. (166) Archivo Nacional. Comisi6n Militar, leg. 66, num. 4, 1848.

Page  123 NARCISO LOPEZ Y SU EPOCA 123 los derechos de Cuba y que entonces, con los nuevos agregados, tuvo un matiz francamente revolucionario. El Club estaba condenado a perecer frente a la situacion politica creada por las reales disposiciones de agosto de 1836, que suspendian la vigencia de la Constitucion en Cuba y en Puerto Rico, pero todavia hubo un rayo de esperanza en la eleccion de los diputados cubanos Jose Antonio Saco, Francisco de Armas y Juan Montalvo y Castillo, designados para representar a la isla en el Congreso, a pesar de la oposicion que a sus candidaturas opuso el Capita'n General. Desdichadamente, el partido de Tacon, que era en Cuba el de los influyentes, impidi6 a Saco y sus compafieros tomar posesion de sus cargos, y el 7 de marzo las Cortes declararon, de conformidad con el dictamen de la comision nombrada al efecto, que...no siendo posible aplicar la constitucion que se adoptase en la Peninsula e islas adyacentes i las provincias ultramarinas de America y Asia, fueran estas regidas y administradas por leyes especiales y analogas a sus respectivas situacion y circunstancias mks propias para hacer su felicidad, y que, en consecuencia, no tomaran asiento en las Cortes los diputados electos por las expresadas provincias... (167). Esta explicita declaracion se vio confirmada por el segundo articulo adicional a la Constitucion, que prometia para Cuba y Puerto Rico el regimen de unas leyes especiales que no llegaron nunca, ni despues de dos tercios de siglo y de luchas sangrientas y costosisimas. Los cubanos residentes en Espafia y los americanos y espafioles que simpatizaban con su noble causa, no aceptaron sin protesta la situacion de fuerza que despojo a Cuba de sus derechos. Mientras Saco publicaba las Reclamaciones del diputado a Cortes por la provincia de Cuba sobre la aprobacion o desaprobacion de sus poderes, y su Protesta de los diputados electos por la isla de Cuba, sus (167) Zaragoza, ob. cit., t. I, p. 479-80.

Page  124 124 IHERMINIO PORTELL VILA companeros movian sus relaciones e influencias en igual sentido, y Narciso Lopez gestionaba el apoyo colectivo de todos los militares de origen americano que figuraban en el ejercito espafiol, al objeto de hacer, en senial de protesta, la dimision en masa de sus grados y honores. Domingo del Monte, despues de publicar su notable folleto La isla de Cuba e)t 1836, escribia cartas pateticas a su antiguo companero don Salustiano de Olozaga y le pedia a el, uno de los miembros de la comision redactora del informe que excluyo a los diputados cubanos de las Cortes, que rompiese lanzas en defensa de los derechos de la maltratada isla (168), y los cubanos reunian un fondo de $7.000 para que don Alejandro Olivan les ayudase con su elocuencia (Centon epistolario de Domilgo del Monte, t. IV, carta de Jose L. Alfonso, 12 de diciembre de 1838). Y fue por entonces, perdidas las esperanzas en el reconocimiento de los derechos de Cuba, convencido de que Espaia no trataria a su patria sino como a colonia y atendiendo a la posibilidad de que el regimen tiranico de Tacon no acabase con su relevo, como asi sucedio en efecto, que Jose Antonio Saco, entonces anexionista sin dejar de ser verdadero patriota, entonces colocado en la realidad de los hechos, alejado de la influencia de sus amigos capitalistas de Cuba, y todavia sin perder los puros alientos civicos que con tanta integridad habia mantenido en la patria, en las mas dificiles circunstancias, exclamo, sentado para el futuro la primera afirmacion de sus contradicciones politicas, que son muchas y muy notables: Mis deseos siempre han sido que Cuba fuese solo para los cubanos; pero ya que tal vez no podra ser, porque este gobierno nos empuja a una revolucion, no nos queda mas recurso que arrojarnos en brazos de los Estados Unidos. Esta es la idea que conviene difundir e inculcar en el animo de todos (169). (168) Escritos de Domingo del Monte (recopilados por Jos6 A. Ferndndez de Castro), Habana, 1929, t. I. p. 31-46. (169) J. A. Saco. Docwumentos para su vida. Habana, 1921, p. 9. Carta a Jos6 L. Alfonso, en Paris, fechada en Madrid a 21 de cnero de 1837.

Page  125 NAIRCISO LOPEZ Y SU EPOCA 125 Pocas semanas mas tarde, tratando de este mismo problema, declaraba energicamente:...Nuestro problema no es ya de papeles, sino de espadas y balas... (170). Y no tard6 mucho, al hacer la comparaci6n entre Cuba y las colonias inglesas y exponer sus deseos de una patria independiente, en dejar constancia de que...si arrastrada por las circunstancias tuviera (Cuba) que arrojarse en brazos extrafios, en ningunos podria caer con mas honor ni con mas gloria que en los de la gran Confederacion Norteamericana. En ellos encontraria paz y consuelo, fuerza y protcccion, justicia y libertad... (171). Y si Saco pretendi6 cohonestar esta ultima explicita declaraci6n con su conducta posterior, cuando afos mas tarde se enfrent6 con los sinceros anexionistas y con los falsos anexionistas de Narciso Lopez, y hasta lo consiguio con mas o menos habilidad, no hizo nunca referencia al parrafo que mas arriba dejamos transcrito, de su carta a Jose L. Alfonso, en que con la mayor claridad posible, en el despecho de verse privado de la legitima ambicion de su vida, la de sentarse en el Congreso espafiol, indico la necesidad de difundir e inculcar en el animo de todos la idea de l1 anexion, que por aquella epoca de su vida le pareci6 la salvadora y dejo de serlo mas tarde, como tambien antes habia aconsejado el uso de espadas y de balas contra Espaia, y a la Revolucion de 1868 la reput6 de... funesta insurreccion que bien puede calificarse de criminal.. (172). (170) Ibidem, p. 12. (171) Paralelo entre la Isla de Cuba y algunas colonias inglesas, en Colecci6n de Papeles Cientificos, Hist6ricos, Politicos y de otros ranos sobre la Isla de Cuba, por don Jose Antonio Saco, Paris, 1859, t. III, p. 174. (172) Doe. para su vida, p. 115, carta a Jos6 Luis Alfonso, feclada en Paris a 13 de julio de 1871.

Page  126 126 HERMINIO PORTELL VILA Saco, aquel patriota irreductible de 1837, que decia:...Nada bueno espero de Espaina ni de los espafioles. Si algun dia mejora la suerte de nuestra patria, deberase a la fuerza de las circunstancias, pero circunstancias que ellos no puedan contrariar. Asi no mas, asi sera como unicamente podremos tener algun respiro, mientras vivamos bajo su barbara dominacion. Tu recordaras, que yo nunca crei que nos diesen otra legialacion especial que la brutal que nos gobierna. Asi ha sido, y sera... (173). agoto los medios de protesta contra la injusta resoluci6n de las Cortes y tuvo una digna actitud frente al despotismo, que compartio, a pesar de su cargo en la milicia, de sus antecedentes y de su condici6n de venezolano que habia hecho armas contra su patria, el general Narciso Lopez, ya por entonces identificado con los problemas politicos de Cuba y quien, con toda franqueza, se habia expresado en Madrid opuesto al sistema de gobierno implantado en la Isla, como reconoce el historiador Guiteras (174), testigo de mayor excepci6n por residir en Madrid en aquellos dias y habersele torado declaracion a su regreso a Cuba, como veremos mas adelante, acerca de las actividades de Narciso Lopez en la Peninsula, consideradas por Tac6n como muy sospechosas. Cirilo Villaverde, a ratos biografo apasionado de L6 -pez, pero quien, sin duda, es fuente de primerisima importancia para saber de su vida, al referirse a la gestion de los cubanos frente a las arbitrariedades de 1837, dice:...De los hombres que alli protestaron contra aquella inaudita tirania, dos de ellos, el uno como diputado de Cuba, el otro como criollo amante de la libertad de los pueblos, el uno come la cabeza, el otro como el corazon de la patria agraviada, la Providencia los reuni6 para representar muy distintos papeles en (173) Ibdem, p. 23-24: carta a Jose L. Alfonso, fechada en Cadiz a 3 de noviembre de 1837. (174) Guiteras, ob. cit., t. III, p. 184.

Page  127 NARCISO LOPEZ Y SU EPOCA 127 los sucesos que afios despues sobrevinieron. Y asi debio de ser, porque el uno protestando con la pluma, el otro con la espada, este llevaba a aquel la ventaja de manejar el unico instrumento que mueve a razon a los despotas. En efecto, segun adelante veremos, Saco, habiendo protestado, se fue a Francia para lanzar otra protesta contra la idea anexionista, que e1 mismo habia sembrado en su patria, al paso que L6pez no paro hasta que le abrieron las puertas de Cuba, en cuyo suelo puso el sello con su sangre generosa a la protesta hecha en Madrid 14 afnos.ntes (175). 5. La Conspiracion de la Cadena Triangular y Soles de la Libertad, y Narciso Lopez Apenas se conoce y muy poco se ha estudiado la llamada Conspiracion de la Cadena Triangular y Soles de la Libertad, muy relacionada con la de la Gran Legion del Aguila Negra, y cuyo descubrimiento parece que ocurri6 en tiempos de Tacon. De la ultima citada y de la de los Soles y Rayos de Bolivar, los concursos de 1927 y 1929 de la Academia de la Historia de Cuba nos han dado estudios muy completos y documentados, pero la de la Cadena Triangular, lamentablemente, no ha sido incluida en el programa general de esos concursos. Y es de sentir la omisi6n, porque si bien, como sostienen algunos, esa conspiraci6n puede que no sea sino un incidente de la del Aguila Negra, hasta el punto de figurar en ambas casi las mismas personas, entre ellas el notable abogado y revolucionario indomable don Manuel Rojo, de La Habana, tambien tiene caracteres propios y definitivos que requieren investigacion especial y particularisima consideracion, ya que es el unico movimiento revolucionario que pareci6 tener raices en la propia Espafia. (175) Resena biogrdfica del general Narciso Ldpez, por Cirilo Villaverde. (Manuscrito in6dito en poder dcl autor de la presente obra). 9

Page  128 128 HRBMINIO PORTELL VILA Vidal Morales (176) hace una escueta referencia, brevisima, a esa conspiracion, y dice:...se inicio la famosa causa de conspiracion titulada la Cadena Triangular y Soles de la Libertad, en la cual, a consecuencia de varias cartas de Don Joaquin Valdes, espia de Tac6n, dispuso este la prision de Manuel Molina, del abogado Rojo, del bachiller Rufino Izquierdo y de Laureano Angulo, que acababan de llegar de Cadiz. La causa al fin fue sobreseida por falta de pruebas, despues de haber sufrido larga prision los detenidos (177). No arroja mucha luz, ciertamente, la somera alusi6n de Morales, pero de la fecha en que el public6 su obra, tan fundamental, sin embargo, hasta ahora, muchos y muy nuevos documentos historicos han visto la luz, y en el propio Archivo Nacional, que el dirigi6, han aparecido y se han catalogado papeles hasta ahora desconocidos y que son en extremo importantes para el mejor estudio de la citada conspiracion. Y en las obras de algunos autores del siglo pasado tampoco falto la necesaria referencia a este movimiento revolucionario al que Zaragoza lleg6 a considerar como preliminar de un atentado contra la vida del general Tacon (178). Pezuela tambien alude a esa conspiracion y a su~ relaciones con los miembros del Club de los Habaneros, contra los cuales se dict6 en Espana orden de prision, pero aunque...Muioz del Monte fue detenido, Saco se habia trasladado a Portugal, y algunos fueron desterrados de la corte. En la Habana, por avisos que recibio Tacon de Cadiz, fueron presos y encausados los principales corresponsales, y entre otros el mismo D. Manuel Rojo, uno de los conspiradores del Aguila Negra, que (176) Vidal Morales, ob. cit., p. 114. (177) Don Laureano Angulo, detenido a bordo de un buque que le conducia a Espafia, no fue absuelto hasta el 6 de agosto de 1840. (Calcagno, ob. cit., p. 38). (178) Zaragoza, ob. cit., t. I, p. 4i7.

Page  129 NARCISO LOPEZ Y SU EPOCA 129 no por haber regresado a su ciudad natal con la amnistia de 1832 habia podido aun acomodar su inquieto espiritu a sus tareas tranquilas de abogado... (179). Saco dejo el siguiente relato, muy pormenorizado, de la trama urdida y de su descubrimiento, relato que al declarar inexistente la conspiracion se contradice con la carta de denuncia de que hablaremos mas adelante:...Ya tu sabes que Molina, Angulo, etc., etc., fueron presos en la Habana desde que llegaron; y sabras tambien que La Madrid y Guiteras que se embarcaron juntos, tuvieron la fortuna de que no los hubiesen cogido, y que se han fugado para los Estados Unidos. Tanta persecucion y tanta maldad se esplican sencillamente con solo pronunciar el nombre de Tacon; pero es menester que sepas cuales son los resortes que ahora se han puesto en juego contra tantos inocentes. Entre los espias que Tacon tiene derramados por la Peninsula ha habido en Cadiz uno que se llama Joaquin Valdes, hijo del Padre Alcaraz, fraile que fue de San Juan de Dios. Este infame (que ya no estaba en Cadiz a mi llegada) fue a vivir a una casa de pupilos, o sea una especie de posada como los boarding-houses de los Estados Unidos, a donde acostumbraban ir muchos habaneros; y desde alli se puso a acechar a todos los que llegaban, y a remitir a Tacon los mas negros informes compuestos, no de lo que pasaba, sino de las mas infames calumnias. Supuso que en Cadiz existia una junta para promover la independencia de Cuba, y di6 la presidencia a un tal Lama, natural de Vera-Cruz, establecido y casado en Cadiz, y en otro tiempo muy amigo de Tacon. El resultado de todo esto ha sido que en la Habana se form6 una papelada, y se envi6 a la corte, y el paternal gobierno de Espafia ha comisionado especialmente a un Juez de letras de Cadiz para que conozca de esta conspiracion; se han torado ya varias declaraciones y aunque de todas ellas resulta la inocencia de los conspiradores, deploro la suerte de los infelices que han caido bajo las garras del verdugo de Cuba. Lama esta preso (179) Historia de la isla de Cuba, por don Jacobo de la Pezuela, Madrid, 1878, t. IV, p. 303.

Page  130 130 HERMINIO PORTELL VILA bajo fianza, y no hay duda qve saldra bien; no tanto por que es inocente, cuanto por que tiene buenas relaciones. Bajo de estas circunstancias yo he debido ponerme en salvo, maxime cuando al enterarme de estas ocurrencias despues que llegue de Lisboa supe que el sefior Juez de la causa habia preguntado en las declaraciones que tom6 al licenciado don Manuel de la Torre y al doctor Bias Ubiarreta, si sabian que yo me hubiese ido ya de Espaiia, y si tenia correspondencia con Molina, Angulo, etc... (180). No obstante las exculpaciones de Saco, algo debi6 haber por aquella epoca, de movimiento politico comprometedor, cuando fallecido el escritor colombiano don Tomas Quintero, que residia en Madrid y estaba relacionado con don Andres de Arango, con Saco, con Narciso Lopez y con Domingo del Monte, el primero contestaba a este ultimo y le decia con animo de disipar su preocupacion acerca de la correspondencia sostenida con Quintero:...Ya dije a V y repito que la viuda de Quintero quemo todo lo que creyo segun su leal entender que convenia... (181). Y Guiteras (182), a quien se complico en la causa instruida, como veremos en seguida, dijo de estos sucesos:...El... ano de 1837 aparecio una delaci6n enviada de Cadiz por un espia de Tac6n, contra los que en aquella epoca se hallaban en Espaia, calumni&ndolos de estar tramando una vasta conspiraci6n de acuerdo con sus compatriotas residentes en la isla, para hacer la independencia: deciase en ella que el senior Saco y el general don Narciso L6pez estaban al frente de ella y que varios cubanos recien llegados a Cidiz, unos para ir a la Corte, y otros para regresar a la Habana, habian tenido un almuerzo patri6tico y varias reuniones con objeto de acordar los medios mas eficaces al exito de la revolucion. (180) Saco —Documentos..., p. 26-27, carta de Jose Antonio Saco a Jos6 Luis Alfonso, fechada en Gibraltar a 19 de diciembre de 1837. (181) Cent6n epistolario de Domingo del Monte, La Habana, 1926, t. III, p. 119, carta de don Andres de Arango a Domingo del Monte, fechada en CAdiz a 2 de enero de 1838. (182) Guiteras, ob. cit., t. III (29 edici6n), p. 184-85.

Page  131 NARCISO LOPEZ Y SU EPOCA 131 Tacon, en cuyos oidos el nombre de Saco sonaba siempre como sinonimo de independencia, y que sabia la franqueza con que Lopez se habia expresado en Madrid contra el gobierno respecto de Cuba, dio entrada a esta delacion, que los de su bando tuvieron buen cuidado de abultar para enaltecer su celo y fomentar la discordia entre criollos y peninsulares. El tribunal de la Comision Militar empezo sus averiguaciones, dando por sentado que la seguridad de la Isla estaba amenazada; librose mandamiento de prision contra el abogado don Manuel Rojo, el capitan don Manuel Molina, y dos jovenes que acababan de llegar de Cadiz en el correo maritimo, mandaronse preparar calabozos para otros individuos que se esperaban de aquella ciudad, y los patriotas de la Habana y Matanzas estuvieron en peligro de sufrir persecuciones injustas. Despues que el general Tacon dej6 el mando, habiendo dispuesto su sucesor que se prosiguiese el sumario, se declaro no haber prueba de los supuestos proyectos, ni merito alguno para la prision de aquellos desgraciados, y fueron puestos en libertad reservandoles sus derechos contra el calumniante. Confirmando los datos que Saco proporciona en su carta a Jose Luis Alfonso, ha poco citada, en el Archivo Nacional se conserva una carta de don Joaquin Valdes, fechada en Cadiz a 30 de junio de 1837 y dirigida al sefor Antonio Martinez Tacon, sobrino del general Tacon, de la cual son los siguientes parrafos: Con motivo de haber mandado el Gobierno que saliesen de Madrid todos los americanos comprometidos veinte leguas distantes de la Corte, y los que estaban en los puertos de mar se internaran veinte leguas, esto ha resultado a causa del papel publicado por Saco..., el Sr. Saco lo hizo para Lisboa..., donde espera saber el resultado de las Juntas que deben celebrarse entre los americanos para ver el mejor modo de hacer la guerra a su tio de V. y el promover la revolucion en aquella Isla... Aqui en esta ciudad (Cadiz) se tuvo la reunion de todos los americanos en casa de Dn. Manuel de la Torre, asisti6 a ella tambien el Brigadier Dn. Narciso Lopez, que se halla aqui de paso, se leyeron las cartas de los que se hallan en la Corufia, Barcelona y otros puntos, y una del sefior

Page  132 132 HERMINIO PORTELL VILA Saco en que manifestaba las medidas que debian tomarse y la marcha que debia seguirse, dando cuenta de todo y aviso de lo que se hiciera 6 intentase hacer al Licenciado Dn. Manuel Rojo en la Habana, en Jamaica a Dn. Juan Quindelan, en Orleans a Don Francisco Senmanat y a otros diferentes puntos; debera verificarse el plan en la Habana a la llegada del nuevo Mayor de Plaza Dn. Juan Guerra, hechura de ellos y persona bien conocida en aquella plaza. Tambien se acordo que se encargase de hacer la revolucion de los Ingenios, empezando por el suyo el joven Molina, Izquierdo y Angulo (183). Casi simultaneamente con esta carta fueron detenidos en La Habana, acusados de preparar un atentado contra la persona del general Tacon, don Vicente Macias, despues condenado a seis afios de extrafamiento, don Pablo Mata y don Bruno Martinez, entre otras personas. A los dos ultimos citados se les imputaba el ser agentes materiales de ese crimen politico, que habria sido unico en la historia de Cuba, ya que el pueblo cubano ha soportado las mayores tiranias sin que en la Isla se haya dado el caso de una agresion contra la primera autoridad de la nacion, excepci6n hecha del frustrado atentado contra Weyler, que casi toco en los limites del ridiculo. Mientras se instruia esta causa se descubrio una sublevacion en varios ingenios de Trinidad, levantamiento al que hace referencia Domingo del Monte en su carta de 4 de mayo de 1838, dirigida al director de El Correo Nacional, y que Fernandez de Castro, su prologuista, declara no haber encontrado otra referencia del mismo en los historiadores consultados (184), siendo asi que Zaragoza habla extensamente de ese movimiento revolucionario (185). (183) Archivo Nacional, Comisi6n Militar, ano de 1837, la pieza de los autos criminales contra los licenciados Manuel Rojo y Laureano Angulo, bachiller Rufino Izquierdo y alferez Manuel Molina, acusados de proyectar la conspiraci6n denominada Cadena Triangular y Soles de la Libertad. (184) Escritos de Domingo del Monte (recopilados por J. A. Fernandez de Castro), La Habana, 1929, t. I, p. 99. (185) Zaragoza, ob. cit., t. I, p. 494-8.

Page  133 NARCISO LOPEZ Y SU EPOCA 133 En el proceso seguido a virtud de la denuncia de Joaquin Valdes, "hijo de un fraile y rufian de profesi6n" (186), que decia del Monte, a la que ya nos hemos referido con la transcripci6n del parrafo delator, fueron interrogados, a su regreso a Cuba, el patriota matancero Jose Francisco Lamadriz y los hermanos Eusebio y Pedro Jose Guiteras, este ultimo el notable historiador cubano que tan valiosas monograffas nos dej6, y ambos, afnos mas tarde, encausados por acusarseles de introducir y hacer circular entre los sargentos de guarnicion en Matanzas las proclamas enviadas desde los Estados Unidos por el general Narciso Lopez (187). Y en la declaracion prestada por Pedro Jose Guiteras, la investigaci6n judicial se dedic6 a averiguar las relaciones de Narciso L6pez y de Jose Antonio Saco con los conspiradores de Cadiz. Asi puede comprobarse con la copia de la instruccion cuyo cuestionario es el siguiente:...Preguntado si se acuerda estubiese (sic) en dicho almuerzo don Manuel Molina y el Brigadier don Narciso Lopez dijo: que respecto a Molina esta dudoso se asistio 6 no mas tocante al Brigadier'Lopez le consta que estubo (sic). Preguntado si alli mismo en Cadiz supo estuviesen individuos ya cubanos ya de otros puntos de America en comunicacion con don Jose Antonio Saco relativamente a los indicados planes, dijo que tambien lo ignora. Preguntado si conoci6 al expresado Saco, en donde y que relaciones llev6 con el dijo: lo conoci6 por primera vez en Sevilla cuando el declarante estuvo alli poco despues de su llegada a la Peninsula donde vivieron en una misma posada que posteriormente pasaron a Cadiz donde tambien avitaron (sic) juntos y habiendose separado despues volvi6 averlo (sic) el absolvente en Madrid a fines de mil ochocientos treinta y seis y principios de treinta y siete tratandole con intimidad el tiempo que havitaron (sic) juntos mas en Madrid no le veia con frecuencia. Preguntado si cuando el declarante sali6 de Madrid qued6 alli Saco 6 habia sa(186) Del Monte, Escritos, t. I, p. 102. (187) Archivo Naciona], Comision Militar (1849), leg. 73, num. 3.

Page  134 134 HERMINIO PORTELL VILA lido con anticipacion y hacia que paraje dijo: que poco antes de su salida verifico la sulla (sic) Saco sin saber con certeza el paraje a donde se dirigia, aunque oyo decir que pensaba irse a Portugal y solo lo retenia el recelo de ladrones decian infestaban los caminnos. Preguntado supuesto haber vivido con el espresado Saco y tenido con el las relaciones intimas que son consiguientes a esto, es natural que el absolvente le oyese algunas veces hablar de sus proyectos acerca de esta Isla socios que deberia tener en su empresa y punto donde se hallaban estos, dijo: que nunca le oyo ablar (sic) sobre proyectos politicos tocante a la Isla sino unicamente quejarse de haber sido espulsado de ella y de consiguiente ignora si tenia 6 no relaciones con otros individuos. Preguntado si sabe que el referido Saco tubiese (sic) en Cadiz 6 en otro punto acopio de los impresos que halla (sic) publicado en Madrid con objeto de introducirlos en la Isla de Cuba y por medio de que persona, dijo: que aunque ley6 en Madrid varios de los impresos de Saco no supo si pensaba remitirlos a esta Isla, ni con que persona, pues como el declarante no vivi6 en Madrid con Saco no solia verlo con frecuencia. Preguntado si sabe que los supradichos Angulo, Izquierdo, y Molina tubiesen (sic) intimidad y fuesen encargados por este a coadyuvar en sus proyectos, dijo: que respecto a Molina ignora si tenia 6 no intimidad con el expresado mas que Angulo 6 Izquierdo le parece tenian muy poca por que estando casi siempre unidos con el absolvente poquisimas veces veian a Saco y por lo tanto no cree hubiesen connivencia con este en sus proyectos (188). Si resulta justificado el que los historiadores del siglo pasado, y aun del que vivimos, hayan ignorado los documentos ineditos Idel Archivo Nacional referentes a las actividades revolucionarias del general Narciso Lopez, anteriores a 1848, no hay excusa para que sistematicamente hayan omitido la muy clara alusion del historiador Guiteras que se encuentra en las paginas 184-185 del tomo tercero de la segunda edici6n de su Historia de Cuba. (188) Archivo Nacional, Comisi6n Militar, ano de 1837, causa por la conspiraci6n de la Cadena Triangular y Soles de la Libertad, ya citada.

Page  135 NARCISO LOPEZ Y SU EPOCA 135 Vidal Morales, quien tuvo, como ninguno, la posibilidad de comprobar e investigar la cita de Guiteras, por sus trabajos en el Archivo Nacional, paso por encima de tan importante dato historico, que no figura, ni apenas se menciona, en las paginas de Iniciadores y primeros mdrtires de la revolucion cubana. Sanguily, el cual, por lo menos, hizo alusion a las protestas de Lopez en Madrid, con motivo de la exclusion de los diputados cubanos del Parlamento espafiol, tampoco atendio a la significativa afirmacion de Guiteras, y hasta parece poner en tela de juicio la certeza de la inconformidad de Lopez con aquella absurda disposici6n politica. No se podra decir, de hoy en adelante, que el general Narciso Lopez se acerco a los que mantenian los ideales separatistas cubanos, cuando su rival, el Capitfn General don Leopoldo O'Donnell y Jorris, al tomar posesion de su elevado cargo, anulo los mandos y comisiones que le habia conferido su antecesor, don Jeronimo Valdes. Fue un historiador espafiol, don Mariano Torrente, quien hizo tal aseveracion, procurando, sin duda, con ella, fundamentar en moviles de sentimientos mezquinos y egoistas la resolucion de Lopez para iniciar la lucha armada contra Espafia por la independencia de Cuba. Y tras 61, incidiendo en igual error, unos de buena fe y otros con fines poco dignos, los demas historiadores continuaron repitiendo lo asegurado por Torrente y agregando nuevos sillares a la muralla del error historico, que poco a poco fue haciendose mas dificil de salvar. La verdad, la realidad esta en el hecho de que, desde varios lustros antes de que la delacion de Trinidad hiciese fracasar la conspiraci6n de la Mina de la Rosa Cubana, ya Narciso Lopez habia dado pruebas reiteradas de interes por la suerte de Cuba y aventuradose a proponer soluciones de fuerza en la cuesti6n cubana. El regreso a Cuba, como paso inicial de su propaganda libertadora, constituy6 por muchos afos su idea fija. Y esto lo vemos comprobado, ademas de en las proclamas del propio Lopez y en

Page  136 136 HERMINIO PORTELL VILA los papeles de Villaverde que poseemos, en una explicita e indubitable declaracion del historiador Torrente, no por cierto benevolo con L6pez, y quien ha dicho del caudillo caraquefio, lo siguiente:...Sin embargo, obtuvo este elevado rango (de general), y fue agraciado asimismo con las principales condecoraciones, como tambien con nuevas y especiales distinciones, por haber sido uno de los agentes mas poderosos del pronunciamiento de 1840, y de la elevacion del partido progresista al poder. Terminada aquella revolucion, se crey6 bastante autorizado para pedir y alcanzar su traslacion con algun mando a la Isla de Cuba. El gobierno de aquella epoca, guiado de sus sentimientos de puro espaniolismo, pues que para sostener el honor y la integridad de la monarquia espanola todos los partidos estan animados del mismo patri6tico celo; el gobierno progresista, repetimos, consider6 muy peligrosa la solicitud del referido L6pez, y estuvo diferiendo su resolucion con estudiados pretestos y remotas esperanzas, hasta que, nombrado a principios de 1841 capitan general de la isla de Cuba, el honradisimo don Geronimo Valdes, se creyo que a las 6rdenes inmediatas de un general que tanta confianza inspiraba al gobierno y a la nacion por sus virtudes, no podia el genio escentrico de L6pez salirse jamas de sus limites, sin que sintiera al momento la pesada mano de quien, mas que gefe, era amigo suyo, como lo es y lo ha sido siempre de todos los buenos y valientes espafioles... (189). Tenia plena, plenisima raz6n, el gobierno espaniol para sospechar de la desafecci6n de Lopez, porque si este, en la Peninsula, no temio arriesgar su posici6n en defensa de lso derechos de Cuba, ya en esta, antes de que O'Donnell le privase de sus mandos y empleos, gobernando Jeronimo Valdes y siendo el nada menos que Presidente de la Comision Militar Ejecutiva y Permanente, se hizo sospechoso en Guane y Mantua por su relacion con el capitan de par(189) Bosquejo economico politico de la Isla de Cuba, por don Mariano Torrente, Madrid, 1852, t. I, p. 33.

Page  137 NARCISO LOPEZ Y SU EPOCA 137 tido del ultimo pueblo citado, venezolano de nacimiento, acusado de proferir "voces subversivas" (190). 6. Elevaci6n de Lopez con el Partido Progrelsista Narciso Lopez figuro siempre en el Partido Progresista, grupo politico de falso liberalismo al que Cuba nada debio agradecer, ni cuando estuvo en la oposici6n ni cuando disfrut6 del poder, y al cual Espafa tampoco debe gratitud alguna, pues si gobern6 por medio de pronunciamientos y cometio toda clase de torpezas en la Peninsula, aqui en la Isla solo tiene recuerdos poco gratos, entre ellos el de la exclusion de los diputados cubanos de las Cortes espafiolas, realizada precisamente cuando alcanzo el poder despues del motin de La Granja. No estuvo Lopez, sin embargo, junto a los progresistas mientras estos caian en sus grandes desaciertos politicos, tan costosos a Espalia. Pruebas de esta afirmacion tenemos en su civico memorial a la reina Maria Cristina para justificar la derrota de La Matilla; en sus gestiones de defensa de los derechos de los diputados cubanos de 1837, y en las censuras al gobierno espaiiol que se encuentran en su folleto referente a los sucesos de Valencia. El general Valdes, amigo y protector de Lopez, era uno de los principales jefes progresistas, y el, con el general Lorenzo, el iniciador del movimiento constitucional de Santiago de Cuba, que fracaso por la intransigencia de Tac6n; con el general don Valentin Ferraz, Inspector de Caballeria y gran amigo y admirador de Lopez; con el general don Jose Ram6n Rodil, defensor del Callao, y con otros no menos significados militares de la epoca, reconocian por caudillo del progresismo a don Baldomero Espartero, duque de la Victoria y de Morella, uno de los dos principales protagonistas del abrazo de Vergara, que dio fin a la guerra carlista. (190) Archivo Nacional, Comisi6n Militar, afo de 1850, leg. 74, num. 3.

Page  138 138 HERMINIO PORTELL VILA Cuando el pronunciamiento de 1840, que dio al traste con la regencia de la reina Maria Cristina, fue Lopez uno de los principales promotores de la rebeli6n progresista. Primero en los motines de Barcelona, iniciales de la revolucion, por encontrarse alli destacado a las 6rdenes de Van Halen, desde que este habia relevado a Valdes, y despues en Madrid, a donde se traslado, Lopez encabezo la resistencia a las tropas de la Regente, arengo al pueblo y lo enfrento con la milicia, y por su decision y arrojo personal, asi como por la simpatia que le guardaban los soldados conocedores de sus proezas militares y de su franca camaraderia, fue factor decisivo de los exitos alcanzados por aquel levantamiento que puso el gobierno en manos de Espartero. Este llego a Madrid, despues de la creacion de una junta dirigente por los pronunciados, el 29 de septiembre de 1840. Tuvo un recibimiento que fue una apoteosis de parte del pueblo y de la tropa de Madrid, y la comision que le saludo al llegar estaba constituida por los generales Manuel Lorenzo, Valentin Ferraz y Narciso Lopez, que tan importante papel habian desempefiado en la instauracion dcl nuevo orden de cosas (191). El general Lopez, de hecho, pero con caracter interino, habia actuado como gobernador de Madrid en los dias turbulentos anteriores a la consolidacion del regimen politico establecido por Espartero, ante quien depuso su autoridad. Fue con ocasion de un baile celebrado en honor suyo, al tomar posesion del cargo, que algunos amigos de Lopez prepararon, segun relata Villaverde (192), una reconciliacion entre el y su esposa, separados desde 1836. En el jardin del palacio se encontraron ambos esposos, y la explicacion y el acuerdo resultaron imposibles por los mutuos agravios que se habian hecho, iniciados por Lopez, justo es decirlo, lo que reconocido asi por el aclara el mis(191) Diario de la Habana, edici6n de 28 de noviembre de 1840. (192) Beseia biogrdfica del general Narciso Lopez, por Cirilo Villaverde. (Manuscrito in6dito en poder del autor de esta obra).

Page  [unnumbered] e \ El general D. Jer6nimo Valdes, Capitan General de Cuba y gran amigo y protector de Narciso L6pez. N > (gOw'

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Page  139 NARCISO LOPEZ Y SU EPOCA 139 terio de que nunca hubiese reaccionado violentamente contra la situaci6n equivoca en que venia viviendo. Fue aquella entrevista la uiltima de doina Dolores de Frias y L6pez; alli se separaron y cada uno siguio el camino de su propia vida: ella a reunirse con los suyos, para unirse despues con el que seria su segundo marido, Jose Antonio Saco; el, casi libre de vinculos familiares, a poner en planta, despaciosa y practicamente, su proyecto de independizar a Cuba. Villaverde afirma que fue Lopez quien lpropuso a Rodil como sucesor suyo en el puesto de Gobernador de Madrid, porque no tenia el menor deseo de continuar en la Peninsula y su aspiracion era la del traslado a Cuba, donde se preparaba a realizar sus planes revolucionarios, largamente madurados. Con ese deseo inst6 a Espartero, aprovech6 la presencia de Ferraz en el Ministerio de la Guerra, y otras circunstancias favorables, y una vez asegurado el envio del Capitan General de Cuba, don Jeronimo Valdes, vio cerca el triunfo de sus aspiraciones, que habria de colocarle en el teatro de los acontecimientos politicos de mayor trascendencia que hasta entonces hubiesen tenido lugar en la Perla de las Antillas. 7. El definitivo regreso a Cuba A principios de 1841 fue nombrado Capitan General de Cuba el teniente general don Jer6nimo Valdes Noriega y Sierra, conde de Villarin y vizconde de Torata, quien tom6 posesi6n de su cargo, en substituci6n del Principe de Anglona, el 7 de marzo de 1841. Pi y Margall retrasa esa fecha hasta el dia 10 del propio mes, y Calcagno hasta el 6 de mayo del mismo afio. La situacion politica de Espafia pas6 por honda crisis ese afo con el pronunciamiento de O'Donnell, Borso, Leon y otros generales en favor de la reina Maria Cristina y en contra de Espartero. La insurrecci6n fracas6 sin que en ese resultado hubiese intervenido L6pez, trasladado a

Page  140 140 HERMINIO PORTELL VILA Cuba, pero la humillaci6n del derrotado O'Donnell levanto en su pecho una tempestad de odios contra los victoriosos progresistas, entre los que figuraba L6pez de modo muy principal, y el fracaso produjo los fusilamientos de Borso di Carminati, antiguo jefe de Narciso L6pez en la campania de Valencia, y de don Diego Le6n, su rival en el manejo de la lanza en las ejercitos "isabelinos". Valdes intervino en las designaciones de los altos jefes civiles y militares que habrian de compartir con el las responsabilidades del mando. Narciso L6pez fue de los elegidos y Pezuela comenta su elecci6n de la siguiente manera:...Siguieron al de Valdes algunos desacertados nombramientos, sin contar la reposicion de algunos jefes expulsados por Tacon y la venida del mariscal de campo don Narciso Lopez para que el nuevo Capitan General le colocara en puesto de su clase... Sea porque no desfavorecieran a Lopez los precedentes que a los otros, 6 por ser de mayor categoria, 6 por la afabilidad y abierto trato que paliaban su ineptitud para todo mando y su ignorancia, confiri6le aquel General el gobierno de Trinidad y del departamento central, y le protegi6 sin alteracion en el resto de su mando... (193). Tan importantes habian sido los servicios de Lopez al progresismo y con tanto apremio el general Valdes pidio su destino a Cuba, que el Gobierno, por fin, a pesar de los temores que siempre habia inspirado lo que Torrente llamo el "genio escentrico" de L6pez, autoriz6 el traslado del sospechoso militar, quien no se demor6 en abandonar el suelo de la Peninsula, despues de larga y casi continua estancia de quince anfos, que fueron suficientes para que conociese de cerca los vicios de la politica espafiola y contemplase la posibilidad de erigirse en caudillo de la independencia de Cuba, pais en que habia vivido mucho tiempo (193) Historia de la isla de Cuba, por don Jacobo de la Pezuela, Madrid, 1878, t. IV, p. 336.

Page  141 NARCISO LOPEZ Y SU EPOCA 141 atras y en el que, en circunstancias diferentes, vio, con las conspiraciones del gobierno de Vives, una aspiracion casi decidida a la emancipacion politica. Con fe en sus propias fuerzas, confiado en sus prestigios de militar afortunado y en las simpatias que su trato abierto podia conquistar, atraveso el mar, camino de America, el futuro gran enemigo de la soberania espafiola sobre Cuba y Puerto Rico. Hay en el algo de la grandeza de aquel ilustre compatriota suyo, el general Francisco de Miranda, el Precursor, que asombraba a los companeros de armas con su denuedo y que despues de servir en el ejercito espaiol, tuvo tan bello historial en defensa de la libertad de los pueblos, en Estados Unidos, en Francia, en la propia Venezuela. En la Europa aherrojada por la reaccion postnapoleonica, por doquiera surgian movimientos politicos, unas veces para el desenvolvimiento de las nacionalidades, otras para el resurgir de paises esclavizados. A La joven Grecia, a La joven Italia, a La joven Alemania, pueblos todos que se buscaban a si mismos, respondia la fundacion de La joven Cuba, en Nueva Orleans, y estos hechos eran conocidos y comentados por todas partes, aplaudidos sus iniciadores y censurados sus opositores. Lopez no los ignoraba, y tambien sabia que habia llegado a la posible cima de su carrera militar, tildado de peligroso, de radical y sin tener ante si otro porvenir que el de un rango mas o menos elevado con el cual no alcanzaria los sue-ios de gloria imperecedera que su ambicion habia forjado. En la madurez de la vida, convencido de su error al abrazar la causa de Espaia en Venezuela, queria un nombre final para su accidentada e incomprensible existencia y penso conquistarlo en Cuba. Con tales pensamientos lleg6 a La Habana a fines de 1841, y alcanzo entonces una recepci6n muy distinta a la que diez anfos mas tarde habria de dispensarle la misma ciudad, cuando derrotado y prisionero desembarc6 del Pizarro para dejar la vida en el tragico garrote, que le esperaba por disposici6n del Capitan General de Cuba, en

Page  142 142 HERMINIO PORTELL VILA tonces don Jose Gutierrez de la Concha, nacido en America, y cuyos primeros pasos en la milicia habian sido estimulados por los ascensos que el propio Lopez, su jefe por aquella epoca, habia pedido para el joven oficial de su division, al que el destino reservaba la triste gloria de ordenar la ejecuci6n de tantos cubanos simpatizadores de la independencia de su patria, cuya libertad es version, no confirmada por la Historia, que el propio Concha aspir6 a confiscar en provecho suyo algin dia.

Page  143 CAPITULO CUARTO 1. Narciso L6pez en Matanzas y en Trinidad.-2. Su actuaci6n en la Presidencia de la Comisi6n Militar Ejecutiva y Permanente.-3. L6pez retirado a la vida privada durante el mando dcl general O'Donnell. 1. Narciso L6pez en Matanzas y en Trinidad EGADO a La Ilabana Narciso L6pez, con su grado de general y reputacion de bravo, condecorado con la gran cruz de la Real y Militar Orden de San Hermenegildo y la de la Americana de Isabel la Catolica, caballero de primera, segunda y tercera clases de la (le San Fernando, y con otras cruces y medallas, inmediatamente se convirti6 en favorito de la sociedad habanera por su gallardia y viveza, unidas a las circunstancias antes mencionadas de su trato amable y gentil. Anudando antiguas relaciones y creando otras nuevas, en seguida comenz6 a formar el circulo de sus confidentes e intimos, especialmente entre los j6venes, con los que sostenia largas tertulias en su casa, situada en la calle de Dragones entre las de Manrique y Campanario, inmediata al Cuartel de Dragones, cuyo mando tuvo provisionalmente. No tard6 en ser nombrado teniente gobernador de Matanzas, cargo que, en aquellos dias de florecimiento de la 10

Page  144 144 HERMINIO PORTELL VILA ciudad yumurina, resultaba de grande importancia; pero conviniendo a sus planes el alejamiento de la capital, a fin de evitar fiscalizaciones peligrosas, permut6 su cargo con el del brigadier don Antonio Garcia Ofia, nombrado para Trinidad y que pas6 a Matanzas, yendo Lopez a la vieja ciudad villarefia como Comandante General del Departamento Central y gobernador de la misma poblaci6n, entonces cabecera de la jurisdiccion conocida por las Villas. El 29 de diciembre de 1841 llego Lopez a Trinidad para tomar posesi6n del mando (194), y al dia siguiente hizo publicar la "Orden general" de esa fecha, concebida en los siguientes terminos: Soldados: En la noble carrera que adopte desde mi infancia fte mi divisa la subordinacion y obediencia como bases necesarias de la buena disciplina: soldado desde muy joven tengo bastante esperiencia para recomendar los bienes que aquellas producen en todos los paises bien constituidos: la menor falta en vuestra profesion es origen de espantosos males; ojala no tenga mi autoridad ocasiones de mostrar mi firmeza en el castigo de los delitos, y antes bien se presenten oportunas para recomendar a S. M. vuestra fidelidad, disciplina y amor a su benigno Gobierno. Vosotros mas que ninguno debereis dar ejemplo de cordura y respeto a todos vuestros gefes, cumpliendo con el juramento que prestasteis de obedecer los preceptos de la ordenanza, sacrificaros por la mas inocente de todas las Reinas y la tranquilidad tan envidiable de estos pueblos. (f.) Narciso L6pez (195). El documcnto es de la factura corriente entre las alocuciones militares de la epoca, hccho por un secretario listo y acostumbrado a estos menesteres, y resulta sorprendente que en el mismo figuren las protestas de lealtad a la reina y las exhortaciones al cumplimiento del deber, pero la contradicci6n cntre esas declaraciones y los propositos secretos del firmante de las mismas es cosa muy explicable (194) El Correo de Trinidad, edici6n de 2 de enero de 1842, citado del Diario de la Habana, 12 de enero, 1842. (195) Diario de La Habana, ed. de 13 de enero, 1842.

Page  145 NARCISO IOPEZ Y SIT EPOCA 145 a poco que reflexionemos en que tales proclamas apenas si las firmaba la autoridad, y que, ademas, precisamente, en firmarla sin discusi6n estaba la posibilidad inmediata de conspirar sin infundir sospechas y de inspirar confianza a los funcionarios, a los militares y tambien al piblico que, por lo menos, se habrian extraiado de que en las alocuciones faltasen los inevitables votos por la prosperidad de la naci6n y los elogios al monarca, que tambien figuran en el siguiente manifiesto a los "Habitantes de Trinidad y villas anexas": Al encargarme de las riendas de este Gobierno que con tanto acierto llevara mi digno antecesor, tengo la idea mas ventajosa de vuestras virtudes y de ese respeto a las leyes y autoridades que hace la ventura de los pueblos sensatos. Mi administracion sabr& dispensar al vecino pacifico y laborioso toda clase-de garantias; procurare remover cuantas mejoras reclame el bien del pais, y coadyuvare a las que me propongan los Ilustres Ayuntamientos y demas Corporaciones, dirigidas a su prosperidad y engrandecimiento. Exacto observador de las leyes, sere el primero en acatarlas sin tolerar que se infrinjan, porque todo disimulo en esta parte, dando entrada a los des6rdenes, aleja la seguridad, corrompe las costumbres y hace facil el crimen. lIabitantes del departamento del Centro: estad persuadidos de la sanidad de mis intenciones; nada me sera mas grato que recomendar al Gobierno vuestra proverbial lealtad y el deseo de hacer cada dia mas firmes e inalterables los lazos que nos unen a la Metr6poli y han servido para llevar A un grado estraordinario la riqueza de esta preciosa isla. Trinidad 1P de Enero de 1842 (f.) Narciso Lopez (196). L6pez substituyo en el mando de Trinidad al brigadier don Antonio de Buitrago, y hasta el dia 5 de enero no fue que el Ayuntamiento, presidido por Buitrago y con asistencia de los regidores don Diego Manuel Echemendia, don Juan Manuel Francisco Altuna, don Alejo Iznaga, don Dionisio de Iraragorri, don Carlos de Armenteros, don Jose (196) Ibidem, ed. de 12 de enero de 1842.

Page  146 146 HERMINIO PORTELL VILA Ignacio de Zayas, don Camilo Marin, don Jose Pio Fernandez de Lara y don Juan Gualberto Alvarez, le recibi6 en su seno para darle posesi6n del cargo. En la extensa y bien detallada acta (197) del Cabildo trinitario en que constan todos los particulares de la ceremonia del cambio de poderes, resaltan los calidos elogios del brigadier Buitrago "a los sentimientos, ilustracion y virtudes" de Lopez, elogios repetidos por varios de los concejales al darle la bienvenida; y tambien la reiteradisima declaracion de que el nuevo gobernador habia sido nombrado por el Capitan General de la Isla, hecho que resulta significativo al compararlo con el nombramiento del que meses mRs tarde habria de relevarle en el mando de la jurisdiccion, segun veremos mas adelante. Siempre "la villa de Trinidad... habia sido la cuna del idealismo de independencia" (198), y a ella con muy buen acuerdo habia negociado Lopez su traslado. Los trinitarios, con un heroe popular de la talla y los arrestos del integro y ardiente patriota don Jose Aniceto Iznaga, qnien, adolescente aun, se enfrentaba con el teniente gobernador de la jurisdiccion y le disparaba un trabucazo, en los primeros afos del siglo xix, para vivir despues su entera existencia en el destierro y consagrado a la revolucion, constituian un pueblo entusiasta por la libertad. Sus gobernadores siempre habian estado en pugna con los habitantes, reunidos estos en torno de varias familias que ejercian positiva influencia en la opinion local, y fue Narciso Lopez, con sus miras secretas y su caracter llano y cordial, el primer gobernante popular en la poblacion. Asi lo afirma Villaverde, quien agrega:...Dem6crata por naturaleza y por educacion, humano por sentimiento, generoso por indole, desprendido hasta la prodigalidad, valiente hasta el quijotismo, no le cost6 trabajo ninguno ganarse el afecto de sus gobernados grandes y chicos. (197) Boletin del Archivo Nacional, Hlibana, vol. XV, num. 2, p. 102-05. (198) Pdgivnas para la historia politica de la isla de Cuba, por Juan Arnao, Brooklyn, 1877, p. 34.

Page  147 NARCISO LOPEZ Y SU EPOCA 147 Mientras dur6 su gobernacion en Trinidad, fue el amigo del pueblo. Tom6 parte activa y principal en todas sus diversiones y entretenimientos. Se trataba de celebrar el San Juan, era L6pez el primero y mas gallardo ginete que recorria las calles y que 'a carrera tendida levantaba un paniuelo, un sombrero, hasta una peseta, que para probar su destreza ai caballo le arrojaban & su paso en el suelo. En la mesa del juego fue un tahur, en la valla de gallos aposto con los guajiros, en la sala del baile danz6 con las damas mas hermosas de Trinidad. De paso en las calles, dirimi6 contiendas, en las visitas de sus amigos oy6 quejas e hizo cumplida justicia, juzgando siempre con imparcialidad y rectitud patriarcal... (199). Tan adentrado al alma popular, galante y enamoradizo, se acerc6 a la mujer del pueblo, alli y en Cienfuegos, como ya lo habia hecho en La Habana, como lo hizo en Camagiiey, en Espafa y en su pais, y asi surgieron los hijos naturales de Narciso L6pez, que fueron legion. En Trinidad una hija, de nombre Tomasa, que caso con un sefior de apellido Bohorques; en Cienfuegos otra hija, nombrada Juana, que aun vive, muy anciana, en aquella ciudad; en La Habana otra hija, Pilar Lopez, que en el aflo de 1921 residia en la calle de Manrique, nuim. 52 (200); tambien en la capital "...a Manuel y Apolonio Sabio, que seguin decian, eran hijos del general Narciso Lopez. Apolonio era hercuileo, y se parecia a los retratos que habiamos visto del caudillo..." (201), y en Venezuela a un hijo, quien luego vino a Cuba, al cuidado del brigadier don Roman Sanchez (202), venezolano al servicio de Espaia, como Lopez, pero separado de este por una rara enemistad que pudo terminar tragicamente y que llego a lamentables extremos. (199) Narciso Lopez, por Cirilo Villaverde, en Revista Cubana, t. XIII, pagina 112. (200) La Discusi6n, edici6n de 6 de mayo de 1921. Suelto titulado Una patriota agradevida. (201) Memorias de la expedici6n del vapor "Lillian", por Nicolas Arnao. (Manuscrito existente en el Archivo de la Academia de la Historia de Cuba). (202) Memorias del general Narciso Lopez, por Cirilo Villaverde. (Manuscrito in6dito en poder del autor de esta obra).

Page  148 148 HIERMINIO PORTELL VIL No abandonaba L6pez tampoco el cuidado de su hijo legftimo, quien vivia en Suiza consagrado a estudios absolutamente reniidos con la vocaci6n de las armas que animaba a su padre, por entonces luciendo este sus habilidades de bailador en los salones de la Sociedad Filarm6nica de Trinidad, de cuyas fiestas era obligado asistente (*). Su actuacion como gobernador de Trinidad fue digna de encomio, y el examen de la misma revela que econocia bien sus principales deberes para el progreso moral y material del territorio a su cargo. Asi se le debi6 la reconstrucci6n del cementerio de la Villa, pagada con una colecta iniciada, encabezada y llevada a cabo por el (203); protegi6 y estimulo la instruccion publica, creando premios para los alumnos distinguidos, de su peculio, y regalando material de ensefianza a las escuelas locales, entre ellas a la de San Jose de Calasanz, a la que tambien, hecho muy curioso, obsequi6 con un gran retrato al oleo de Isabel II (204); puso la primera piedra para la erecci6n de la ermita de la Santa Cruz de la Piedad, empezada su construcci6n bajo sus auspicios (205); hizo abrir nuevas calles y empedrar las principales, asi como ademas comenz6 la canalizaci6n de un rio proximo para el acueducto de la poblaci6n, mejora impor(*) La prueba de que L6pez no olvidaba a su hijo Narciso, entonees en Saiza, donde se encontraba todavia cuando la ejecuci6n de su padre, la encontramos en esta carta, publicada en Social, La Habana, vol. V, nfimero 10, p&gina 24: "Habana, 7 de Septiembre de 1843 Querido hijo mio: sin ninguna tuya a que contestar, te dirijo estos renglones que no dejes de dirigir todos los meses a tu tia Anita cartas para mi, que ella cuidara de remitirme periodicamente, asi como los dibujos y compoaiciones de musica que en todas tus cartas me anuncias; pero que no acabas de mandarme. Estiendete siempre en hacerme una resefa de lo que aprendes y adelantos, que en tu juicio, haces de las diferentes materias o estudios que tengas entre manos ademas quiero saber como est/ tu salud, y el estado de tu desarrollo fisico hasta el punto de que inventes el modo de hacerme conocer tu altura, y grueso, sin olvidarte de provar las fuerzas que tengas en pesos conocidos para que me digas hasta donde aleanzan. Haz mis earifiosos recuerdos al Sor. Naville y su amable familia, y tu no olvides que te quiere con el coraz6n tu padre.-Narciso L6pez." (203) Dario de La HabCna, edici6n de 7 de o.tubre de 1842. (204) Ibfden, eds. de 10 de agosto y 7 de noviembre de 1842. (205) lb., ed. de 26 de abril de 1842.

Page  [unnumbered] La casa en que vivi6 Narciso L6pez en Trinidad, en 1842, se conserva tal como era entonces, hasta con la misma verja tUpica, a modo de balconcillo.

Page  [unnumbered] I

Page  149 NARCISO LOPEZ Y SU EPOCA 149 tantisima y muy deseada por los trinitarios (206), y llevo a cabo otras muchas obras que acabaron de granjearle la estimaci6n y el afecto de sus gobernados. La cordialidad entre L6pez y los habitantes de Trinidad, tachados el uno y los otros de revolucionarios y muy poco afectos a la dominacion espanola, debi6 parecer muy sospechosa a los que aqui observaban estos movimientos para transmitir noticias de ellos a la Peninsula, por cuanto L6pez, nombrado para la Comandancia General del Centro por el Capitan General de la Isla, fue relevado del cargo por R. O. de 3 de febrero de 1842, dada en Madrid por Espartero, Regente del reino, y su sucesor no se escogi6 entre los militares radicados en Cuba, sino que fue enviado directamente desde Espafia, portador de la propia real orden de su nombramiento, en cuya vigencia el general Valdes s6lo intervino para ordenar que se cumpliese (207), raz6n por la cual dicha autoridad fue la primera, y ciertamente no la ultima, de las personas a quienes sorprendio aquel relevo ordenado pasando por sobre el tra'mite acostumbrado. En Trinidad, entre muy contados elementos de entera confianza suya, dejo Lopez sembrada la semilla del futuro movimiento revolucionario, que pocos ailos despues vendria a cultivar acendradamente. En una vieja casa de la calle de la Amargura, con los Iznaga, con los Sarria, con Armenteros y con otros trinitarios de ideas avanzadas, comenz6 la conspiraci6n, todavia embrionaria, que despues de 1844 habria de consolidarse y tomar cuerpo. Y tan hondas raices de simpatia y afecto dejo Lopez entre sus gobernados todos, que al retirarse para ir a La IIabana, el sentimiento de pena y de disgusto por su marcha fue general. El 21 de septiembre, llegado a Trinidad el brigadier don Pedro de la Pefia, substituto de L6pez, con la real orden del relevo de este, reuni6se el Cabildo en sesi6n extraordinaria, presidido por el propio L6pez y con asistencia de los sefores don Jose Mariano Fernandez de Lara, alcalde (206) lb., ed. de 7 de octubre de 1842. (207) lb., ed. de 7 de octubre de 1842.

Page  150 150 HERMINIO PORTELL VILA ordinario; dol Camilo Marin, regidor subdecano; y don Carlos Armenteros, don Jose Ignacio de Zayas, don Felix Iznaga y don Jose Pio Fernandez de Lara, regidores, para recibir al nuevo funcionario, cuya designacion conocia el Aynntamiento por oficio del Capitan General de fecha 11 de septiembre, leido en la junta ordinaria celebrada el dia 19 del mismo mes. Saludado por Lopez con frases muy cordiales de bienvenida, el nuevo gobernador le contest6 "politica y atentamente" (208), y tom6 posesi6n del cargo. Es posible que no sonasen muy gratamente en sus ofdos las palabras con que le salud6 don Jose Mariano Fernandez de Lara y que fueron en exclusivo y calido elogio de su antecesor, al que despidi6 con estas palabras: "...por convencimiento de los hechos beneficos del escelentisimo sefior Lopez": Escelentisimo sefior: En el corto periodo de la interinatura del gobierno politico de esta ciudad y villas anexas que vueceneia obtuvo por nombramiento del escelentisimo seior capitan general, y que ha desempefado tan bien y cumplidamente, deja vuecencia recuerdos muy duraderos a la gratitud de sus habitantes, y particularmente en este vecindario leal, pacifico y laborioso se elogiaran mientras haya religion y patriotismo los ejemplares insignes de las virtudes civicas con que se ha distinguido, procurando por una parte reedificar y mejorar la localidad de los lugares destinados a la congregacion de los fieles para el culto divino, favorecer los hospicios donde la humanidad doliente recibe el alivio de la caridad piblica, y levantar de en medio de la ruinas la ultima morada y dep6sito de los restos mortales de nuestros semejantes, hablo del cementerio general, cuya triste y decaida arquitectura exigian que se pusiera al nivel de la reputacion de Trinidad, y por otro la comodidad del transito con la apertura de calles nuevas, sin afectar la propiedad particular, adelantando la obra del empedrado cuanto ha sido posible, y reviviendo el proyecto nunca olvidado de la canalizacion de uno de los rios proximos para proveer de agua potable al vecindario, de que tiene tanta ne(208) Ibdem.

Page  151 NARCISO LOPEZ Y SU EPOCA 151 cesidad la clase indigente y trabajadora, sin desatender la policia de seguridad en la ciudad y en los campos, estimulando ademas con su presencia y con premios halagiuenos la educacion de la juventud de ambos sexos, y atendiendo con constante imparcialidad el importante ramo de la administracion de justicia, y en las discordias de los vecinos inclinandolos a la paz, que ha conseguido casi siempre con sus buenas advertencias y saludables consejos. Este epilogo puede apenas servir de indice a la relacion estensa de los beneficios recibidos de vuecencia y de los que meditaba dispensar & Trinidad y mis palabras no son suficientes a espresar su eterna gratitud y reconocimiento. Admitalas vuecencia, no obstante, y donde quiera que el gobierno supremo tenga a bien destinarle, alla le seguira la memoria de los vecinos de Trinidad y de su ilustre Ayuntamiento (209). El relevo de Lopez coincidio con la llegada a Trinidad del Viceconsul ingles en La Habana, Mr. Francis Ros Cocking, agente principal del Consul Turnbull en los movimientos esclavistas de la epoca. Mr. Cocking recorria la Isla por aquellos dias en viaje de propaganda revolucionaria entre los esclavos y con el fin de hacer explotar una verdadera insurreccion que culminase en un triunfo abolicionista (210); y es de suponer que una de las personas a quienes el mismo dice que entreg6 las cartas comprometedoras en Trinidad, fue Narciso L6pez, al cual conocia y de cuyas actividades revolucionarias hace expresa mcnci6n (211). Y no parece aventurado afirmar que el an6nimo general cuya cooperacion quiso asegurar el propio Mr. Cocking con la carta de 3 de octubre que figura como el niimero 3 entre los apendices de su memorial publicado en el Boletiz del Archivo Nacional (212), fuese Narciso Lopez, ya que con el, ademas de los antecedentes enumerados, concuerdan los de ser nacido en America y estar sin cargo alguno por aquella (209) El Faro Industrial de La Habana, edici6n de 7 de octubre de 1842. (210) Boletin de los Archivos Nacianales, Habana, 1904, ano III, afim. V, p. 2-9. (211) Ibidem. p. 9. (212) lb., nfim. VI, p. 3-4.

Page  152 152 HERMINIO PORTELL VILA fecha (1842) que, en realidad, debio ser la de esa carta y no 1841, como por error dice la copia -que subrepticia y atropelladamente hizo de ese documento el Encargado de Negocios de Espafia en Caracas, y que fechada en ese aiio romperia el orden cronologico de los apendices y aun de los sucesos relatados por Cocking y que se refieren siempre a 1842. He aqui la carta mencionada: Lleg6 a lo sumo la tirania y llen6se la medida del sufrimiento; general es la desgracia y unanimes son los votos de los desamparados hijos de Cuba: Solo les falta una cabeza, un genio que les sirva como de centro comuin para la reuni6n y la fuerza. V. E. es el escogido: V. E. merece la confianza de grandes y pequenios por su posici6n y capacidad, y V. E. es conocido como militar y como estadista en todas las naciones del mundo civilizado, donde se admiran sus virtudes y talento. A que aguardar, pues? Hasta cuando esperara la patria lo que tanto espera de V. E.? Una sola palabra de su boca basta para entusiasmar a la nobleza y sacarla de su indecisi6n; su solo nombre en cualquier gobierno extranjero nos abrir& un tratado, y nos proporcionara protecci6n y recursos: la juventud, el pueblo y hasta las mujeres, responderan al momento que se les llame, cuando todo este preparado por la previsi6n y la sabiduria. Los buques de Inglaterra y los valientes de Costafirme, dando un golpe de mano por cualquier punto ventajoso de la Isla, aterrar&n a la tirania y despertaran a los habitantes de Cuba que correran bajo las banderas de los libertadores; los militares que la tirania ha encadenado en Espana para que no vuelvan a su pals, pueden irse reuniendo en Colombia para la hora que se senale, y ellos sabran pelear como los hombres. Solo se necesita mi amigo, un simulacro de guerra, porque la Inglaterra sabra meter la mano a tiempo y terminar la cuesti6n por medio de un protocolo... No pierda V. E. la ocasi6n que la mano de Dios es quien le ha quitado del puesto en que servia a Espaia para que sirva ahora a su patria rigiendo sus destinos. No burle V. E. por mas tiempo las esperanzas de todo un pueblo que le aclama como su Redentor, ni quiera cargarse con las maldiciones que echaria sobre V. E. al verle indiferente y apatico cuando lamenta sus desgracias. Acep

Page  153 NARCISO LOPEZ Y SU EPOCA 153 te la corona civica que le ofrece la Providencia y escriba en los fastos de la Historia un nombre tan inmortal como el de Washington y Bolivar. Habana y Octubre 3 de 1841 (sic).-Si V. E. corresponde al grito de la opinion conocer& a uno de sus mayores admiradores en C. M. J. P. Breves dias permanecio L6pez en Trinidad, una vez entregado el mando, para ultimar diversos asuntos, y los trinitarios quisieron despedirle con un magnifico baile de la Sociedad Filarm6nica, dispuesto en su honor, pero rehus6 de piano e indico a los organizadores que destinasen el dinero recolectado para costear el baile, a las obras que se llevaban a cabo en el Hospital de Caridad. El dia 11 de octubre, carifiosamente despedido por los trinitarios, quienes le tributaron "...los mayores y mas merecidos elogios" (213), partio Narciso L6pez para La Habana, donde le esperaba un cargo de gran responsabilidad e importancia para el cual le tenia destinado el general Valdes. Y es curioso que aquel bizarro militar que despues, con su nombre y sus hechos, inspir6 magnificas composiciones a los bardos revolucionarios, Leopoldo Turla, Miguel Teurbe Tol6n, Pedro Angel Castellon y Juan Clemente Zenea, entre otros, a su llegada a La Habana, relevado del mando de Trinidad, fue recibido con el siguiente casi anonimo y muy mediocre soneto, publicado al cumplir Lopez los cuarenta y cinco aiios de su edad: Lauro sin fin al General valiente De America esplendor, honor de Espafia, Terror del enemigo en la campaia Y admiracion de la futura gente. El laurel inmortal cifia tu frente, Y en nuestra propia tierra, y en la estrania: En cuanto alumbra el sol, cuanto el mar bania Su nombre cause un entusiasmo ardiente. (213) Dwari de La Habana, ed. de 18 de octubre de 1843.

Page  154 154 HERMINIO PORTELL VILA Que este es el siglo en que el valor domina El siglo militar, el siglo de oro, Que el animo esforzado es rica mina. Y no hay dicha mayor, ni mas tesoro, Que la potencia del valor divina, El genio de la guerra que en ti adoro. Torres (214). 2. La actuacion de Lopez en la Presidencia de la Comision Militar Ejecutiva y Permanente La Comision Militar Ejecutiva y Permanente, creaci6n del reaccionario Fernando VII en Espafa, establecida en la Peninsula con fecha 13 de enero de 1824 y a imagen de la cual el general Vives hizo que se constituyese otra en Cuba por disposicion de 4 de marzo del siguiente afio de 1825, fue un instrumento de terror y de crueles represalias durante su funcionamiento que, despues de parecer terminado por la real orden de 5 de enero de 1856, continu6 por disposicion del general Lersundi, afos mas tarde (215), como para dar patente de patriotismo a todo el que alguna vez fue objeto de la atencion del citado organismo. Presidida por un militar del grado de brigadier, por lo menos, la completaban seis vocales, un asesor, cuatro fiscales y cuatro secretarios, todos pertenecientes a la milicia, excepci6n hecha del asesor, que podia ser civil. Integrada por tales funcionarios, se comprende facilmente que la actuacion de ese tribunal seria en extremo severa al aplicar, no ya el rigor de las leyes militares, sino procedimientos especialisimos, irregulares muchas veces, que tocaban en los linderos de la crueldad inquisitorial. Y si esos rigores podian explicarse en el caso de los delitos politicos por el temor a la revolucion y la represi6n dura y feroz tradicio(214) Ibidem, ed. de 29 de octubre de 1842. (215) La Comnis6n Mittar Ejecutiva y Permanente de la isla de Cuba, por Joaquin Llaverias, La Habana, 1929, p. 7-11 y 65-68.

Page  155 NARCISO LOPEZ Y SU EPOCA 155 nal en los tribunales no civiles de Espafia, en el caso de los delitos comunes, cuyo conocimiento se atribuy6 a la Comision, no tuvo disculpa ni justificacion posibles. La Comisi6n residia en La Habana y desde aqui entendia por medio de fiscales y secretarios nombrados al efecto, en causas que se instruian en otras poblaciones, pero tan pronto como su Presidente o el Capitan General lo creian necesario, se reproducia por segmentaci6n o se establecia otro tribunal delegado con iguales atribuciones, como se hizo con motivo de la llamada Conspiracion de la Escalera, en la ciudad de Matanzas. Narciso L6pez, para cuya gesti6n al frente de la Comision Militar Ejecutiva y Permanente tiene el senior Llaverfas no pocos elogios por su moderaci6n y acierto en ese cargo (216), substituyo en ese puesto al brigadier don Francisco de Velazco, y con la independencia que le daba el cargo, viajo gran parte de la Isla; conoci6, trato y se insinu6 con los hombres que le convenian para sus filles secretos, y lenta, pero incesantemente, prosigui6 la diffcil tarea de organizar el movimiento revolucionario cuya gestaci6n hacia anfos que venia preparando. En cargo tan relacionado y de tan alta representacion pudo, sin inspirar sospechas, sondear los animos de los indiferentes, inspirar confianza a los tibios y alentar a los que ya iniciaban rebeldias politicas, y asi lo prueba el recuerdo de su viaje a Guane y a Mantua en 1842 y 1843, exhumado cuando ya amenazaba a la Isla con sus expediciones y se trataba de liallar alguna relacion con los vueltabajeros tildados de sospechosos (217). Lopez fungio de Presidente de la Comision Militar por espacio de mas de un aiio, y su primer acto en el desempeio de su cargo, que lleva fccha de 27 de octubre de 1842 (218), consisti6 en disponer que continuase el procedimiento ini(216) Ibidelm. p. 59. (217) Arehivo Nacional. Comisi6n Militar, leg. 74, num. 3. Causa contra don Pio Jose Diaz, ex alcalde de mar de la Secci6n de Guane... indiciado de estar en eonfidencias con el traidor don Narciso L6pez... (218) DiNxrio de La Habana, edici6n de 22 de abril de 1843.

Page  156 156 HERMINIO PORTELL VILA ciado contra unos negros que se habian amotinado en la region de Las Villas, dos de los cuales fueron condenados conjuntamente con su acusador, el teniente pedaneo de Dos Saguas, no obstante que este nada pudo probar contra ellos ni adujo hecho concreto en apoyo de sus imputaciones, pero con tan pocas evidencias sentenciaba la Comision Militar, y asi funcionaba ese tribunal. Es singular que de mas de sesenta causas instruidas y falladas durante el tiempo que Lopez presidio la Comisi6n, apenas si tres terminaron con sentencia de muerte. Fue la primera la seguida contra varios soldados de la guarnici6n de Cienfuegos, que el 20 de agosto de 1842 desertaron de sus puestos con armas y equipos y mas tarde cometieron varios actos de bandidaje, siendo fusilados en Trinidad los jefes de la cuadrilla, soldados Rafael Vazquez y Bernardo Gonzalez de la quinta compania del Regimiento de Infanteria de Espafia, el 30 de diciembre de 1842 (219). Meses mas tarde presidio el tribunal qhe condeno a muerte a Jose Clavel, famoso bandolero de la epoca, ejecutor principal del asesinato de Francisco Arencibia, crimen muy sonado en que aparecia como inductora una mujer, Fina Morejon, a la que Arencibia habia hecho azotar y despertado con ello sus deseos de terrible venganza. Entre los complicados en este sangriento suceso figuraba un venezolano, Jose Machado, que Lopez habia protegido y hecho capitan de partido cerca de Cienfuegos, y el cual fue condenado a varios anfos de presidio en Ceuta y alli se encontraba cuando llegaron a aquel penal los presos politicos por los movimientos revolucionarios de Camagiiey, de Trinidad y de la ultima y desgraciadlsima expedicion de Lopez, a varios de los cuales, Juan O'Bourke, Ignacio B. Perez, Alejo Iznaga, Luis Schlessinger, y otros, ayudo en su arriesgada evasion de las torturas del castillo de Hacho (220). Y la tercera sentencia de muerte que firmo L6pez, no llego a cumplirse. Fue la del auxiliar del Consul ingles David Turnbull, el mulato (219) Ibidem, edici6n de 23 de enero de 1843. (220) V. Morales y Morales, ob. cit., p. 322-339.

Page  157 NARCISO LOPEZ Y SU EPOCA 157 ingles Jose Mitchell, muy comprometido en las primeras manifestaciones de la que despues fue Conspiracion de la Escalera, y el que, sentenciado a muerte, escapo del garrote por la revision del proceso hecha a virtud de intervencion diplomatica inglesa (221). Acerca de la sentencia de Clavel, ya citada, que dio termino al sensacional proceso por la muerte de Arencibia, y de la intervencion que en ella tuvo Lopez, dice Villaverde que recuerda haber visto al caudillo...por la primera vez, cuando en el airoso traje de Presidente de la Comision Militar Permanente acababa de salir de la Carcel, frente al Campo de la Punta, despues de celebrado el Consejo de Guerra que condeno a muerte en garrote a Clavel, junto con sus seis compaiieros de infortunio, excepto uno solo, el cual se suicid6 y fue conducido en camilla hasta el patibulo. Despues, en la emigracion, L6pez afectado nos refirio que hizo cuanto era compatible con su posicion en el consejo de guerra para salvarle la vida A Clavel, quien por amor a una mujer, la Morejon, se hizo bandido y como valiente no merecia la muerte (222). Otra caracteristica digna de nota esta en los varios procesos por motivos politicos que instruyo la Comision Militar mientras la presidio Narciso L6pez. De cuatro causas que pueden figurar en esta clasificacion, todas sin importancia, en tres de ellas, iniciadas por el delito indeterminado de proferir "-voces subversivas", los acusados pertenecian a la raza de color, y el fallo unanime, es decir, el el que intervino el voto de Lopez con igual criterio que el de sus companeros, solo una vez fue absolutorio (223), y en los otros dos fue condenatorio y de rigor desproporcionado, con sentencias de cuatro aiios de presidio ultramarino en una ocasi6n (224), y de dos aos de ramal y grillete en la (221) Pi y Margall, ob. cit., t. IV, p. 537. (222) Memorias del general Narciso Lopez, por Qirilo Villaverde. (Manuscrito in6dito en poder del autor de esta obra). (223) Diario de La Habana, edici6n de 24 de septiembre de 1843. (224) Ibidemn, ed. de 14 de junio de 1843.

Page  158 158 HERMINIO PORTELL VILAi otra (225). Y el cuarto caso de estos delitos politicos, no probado y hasta casi ni en grado de tentativa su calificaci6n, consisti6 en amenazas a un centinela de la Carcel de La Habana, unanimemente castigadas con un anio de trabajos forzados (226). Es particular que L6pez, en estas cuatro ocasiones que tuvo para poner de relieve su identidad de opiniones o, por lo menos, sus simpatias con los autores de las "voces subversivas", cooperase a su riguroso castigo, aunque Villaverde estima, quiza con razon, que esas sentencias habrian sido, conforme a las normas de la Comisi6n Militar, mas duras e injustas sin la influencia moderadora ejercida por L6opez. En los demas procesos de la Comisi6n correspondientes a los ultimos meses de 1842 y al aio de 1843, la pena desproporcionada es el motivo principal. Apenas hay unas pocas sentencias de absoluci6n, casi siempre siguiendo el decreto absolutorio a una prisi6n preventiva que duraba meses y hasta anos. Y en ellos hay exclusivamente delitos comunes, robos, hurtos, hechos de sangre, etc., no ya de importancia para la sociedad amenazada por el perturbador, sino meros casos de policia, tipicos hurtos de cosas infimas, porque en los mismos dias en que aquel maximo tribunal, presidido por un mariscal de campo e integrado por varios coroneles, condenaba a unos individuos que habian intentado robar un bauil con ropa de uso (227); a otro que se habia llevado un reloj (228); al infeliz Figurita que habia hurtado una cuchara de plata (229), o "al negro Rafael Debora y el pardo Luis Espinosa, acusados de haber hurtado una caja de pomos de vidrio vacios 1 (230), sentenciaba a diez anios de presidio en Africa a algfin asesino o malhechor de mayor cuantia. (225) lb., ed. de 20 de agosto de 1843. (226) lb., ed. de 15 de octubre de 1843. (227) lb., ed. de 13 de octubre de 1843. (228) lb. ed. de 25 de septiembre de 1843. (229) lb., ed. de 24 de agosto de 1843. (230) Ib., ed. de 28 de julio de 1843.

Page  [unnumbered] Narciso L6pez y Frias, hijo del general Narciso L6pez e hijastro de Jose Antonio Saco, segun una fotografia publicada en SOCIAL vol. V. (OF )

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Page  159 NARCISO LOPEZ Y SU EPOCA 159 En realidad, para un militar de alta graduacion tenia que resultar deprimente el conocimiento de hechos delictuosos tan ajenos a su profesi6n y que le dejaban convertido en un polizonte, y a poco de haber tornado posesi6n de su cargo el Capitan General don Leopoldo O'Donnell, ces6 Lopez en su puesto de Presidente de la Comision Militar. O'Donnell fue nombrado por R. O. de 1Q de agosto de 1843 para el mando de la Isla, y una disposicion de esa misma fecha, dictada a virtud del cambio politico ocurrido en la Peninsula al escalar el poder los moderados, destituy6 a Valdes de la Capitania General de Cuba y le orden6 que hiciese inmediata entrega del cargo a don Francisco Javier Ulloa, Jefe del Apostadero. Valdes cumpliment6 en seguida la real disposici6n, y trasladandose a Matanzas se embarc6 para Europa. Quedaba Lopez a merced de su rival y adversario, don Leopoldo O'Donnell, jefe superior de la Isla. No se le ocultaba que la enemiga de este militar, bien correspondida por el, podia causarle no pocos trastornos, y si hubiese querido, si no tuviese ulteriores fines que reclamaban su permanencia en Cuba, facil le habria sido seguir la suerte de Valdes, su amigo de siempre, y volver a Europa, o retirandose a Venezuela con su madre, entonces residente en Cuba, reconstruir su vida en la patria que veinte anos ha habia abandonado., Por que no lo hizo? $ Por que, siquiera, no se traslad6 a los Estados Unidos para aprovechar las oportunidades de enriquecimiento rapido y seguro que ofrecia la gran republica vecina? Vuelto a Europa, no le habria faltado ocasi6n para ascender u obtener un titulo nobiliario, como lo obtuvieron los Concha, tambien nacidos en America. Ido a Venezuela, hubiese tenido medios de fomentar empresas mercantiles o industriales y aun de figurar en la politica. Establecido en los Estados Unidos, hubiera tenido oportunidad de hacer la guerra o emprender negocios. La resolucion de permanecer en Cuba, de esperar al Leopardo de Lucena, que le vejaria y le perjudicaria para 11

Page  160 160 HERMINIO PORTELL VILA saciar viejos rencores, no puede explicarse sino por sus secretos designios revolucionarios y el proposito de ponerlos en planta. La suerte estaba echada de alguin tiempo antes, pero al partir Valdes para Europa, Lopez, de quien el rol militar espafiol no se ocupaba desde 1839, emprendia con paso firme el camino de la revoluci6n y pasaba de la teoria por largo tiempo acariada a la practica, aun antes de que O'Donnell le destituyese y postergase como necesariamente tenia que ser, por los antecedentes que entre ellos habian mediado. El 19 de octubre de 1843 lleg6 a La Habana el general O'Donnell, y no fue en el acto que anulo los mandos y comisiones que Valdes habia concedido a Lopez. En efecto, cuando el tribunal militar conocia el proceso por robo contra Jose de Jesus Hernandez (231), y por asalto y robo contra Antonio Alvarez y otros (232), el dia 20 de noviembre del mismo ano, aunque L6pez no asistio a la vista y fue presidida la Comision por el brigadier don Jose Falguera, se cuidaba de advertir en la sentencia que lo hacia interinamente "en la ausencia del Escmo. Sr. mariscal de campo propietario". La ausencia del cargo pudo considerarse definitiva a partir de esa fecha, pues O'Donnell, una vez se encontro firme en su puesto, coloco a Lopez en la situacion de cuartel, y con ello le redujo sus ingresos al menor grado que le fue posible. No fue, sin embargo, este relevo, como ha hecho ver la tendenciosa afirmacion de los historiadores espanioles de la epoca, con especialidad don Mariano Torrente, y la repeticion de otros escritores de distintas nacionalidades, cubanos, y muy eminentes, algunos de ellos, el motivo determinante de los prop6sitos revolucionarios de Narciso Lopez, cuyo interes por los asuntos cubanos databa de muchos anos antes, habiendo puesto de relieve, en el curso de esta obra, repetidas y evidentes pruebas de esta afirmaci6n fundamental. (231) Ib., ed. de 15 de diciembre de 1843 (232) Ib., ed. de 20 de diciembre de 1843.

Page  161 NARCISO LOPEZ Y SU EPOCA 161 El mismo Lopez se encargo de dejar el argumento contra la imputacion de causas de amor propio herido o de moviles egoistas a sus proyectos de acaudillar un movimiento por la independencia de Cuba, y en una carta a su madre, fechada en Nueva York a 25 de marzo de 1849, cuya copia poseemos y de la que hemos transcripto ya algun fragmento, decia a la anciana matrona:... Cuando relevaron al general Valdes, que yo (como V. sabe) quede de cuartel, vi este acontecimiento como una felicidad para mi, pues me separaba de todo negocio como empleado del Gobierno, y esto esplica la estrafieza conque todos vieron mi conformidad, y aun alegria, por un suceso que creian todos debia mortificarme: acuerdese V., que con tal motivo, Charun (233) y otros amigos, me calificaban de hombre de alma grande; me vi pues en el terreno que yo apetecia, y la idea que irrebocablemente habia depositado en mi imaginacion, tanto tiempo hacia, vino a ser su sola ocupacion, su mas alagueino (sic) sentimiento, su delirio en fin... 3. Lopez retirado a la vida privada durante el mando del general O'Donnell Narciso Lopez, cuando quedo en situacion de simple particular, tenia consigo a su anciana madre y atendia a su sostenimiento. El, de quien dice Zaragoza con saiuda parcialidad que "se distinguio mas que como militar como exaltado demagogo" (234), bien entendido que la demagogia para el historiador espaiol venia a ser sinonimo de ideas liberales, se acerco al pueblo y quiso junto a el, conociendolo, tratandolo, ganar su sustento. (233) Don Ram6n Charum, gran abolicionista y amigo de Lopez, uno de los que persiguio O'Donnell con sus furores a consecuencia del suceso conocido por Batalla del Ponche de Leche, que puso en ridiculo al infatuado Capitdn General, hecho por el cual fue relegado a la ciudad de Valladolid, en Espafia, de donde se le trajo como complicado en la Conspiraci6n de la Escalera. (234) Zaragoza, ob. cit., t. I, p. 553.

Page  162 162 HERMINIO PORTELL VILA Estableci6 una panaderia mecanica que substituyese metodos antiguos y antihigienicos por modernos y mas practicos sistemas, y anunci6 la elaboraci6n del pan de guagua, mucho mas barato por las facilidades derivadas de la fabricacion a maquina. El negocio fracas6 completamente por la inexperiencia del novel comerciante y la implacable competencia de los panaderos. Dedico despues L6pez sus esfuerzos a la industria azucarera y foment6 un ingenio en las proximidades de Cienfuegos, sin que en esta empresa obtuviese mejor exito. Y asi le ocurrio con las tentativas hechas para cultivar cafetales en la Vuelta Abajo, en terrenos que pertenecian al Conde de Pozos Dulces, su cuniado. Tambien parece que por esta epoca gestionaba la tramitacion de asuntos, concesiones administrativas, etc., para cuya solucion interponia su influencia, y hasta es posible que su mediacion en estos problemas tuviese recompensas de caracter economico, pero es la verdad que todo el regimen colonial espaniol estaba viciado, desde el Capitan General hasta el ultimo y mas humilde empleado, por todos los defectos tipicos derivados de la organizacion politica, inmoral y corrompida, que Espana mantenia en Cuba, y si el jefe supremo cobraba una cantidad para permitir la entrada del negro esclavo, para otorgar indultos, etc., no puede, en justicia, pedirsele a L6pez que fuese mas virtuoso que los que habian de dar el ejemplo, siendo asi que el era y habia sido un militar de cuerpo entero y no un moralista. Despues, consagrado a la mineria, a cuyo estudio dedic6 siempre sus ratos de ocio, en 1844 y 1845 residio en Las Pozas, Pinar del Rio, y con mucha fe estuvo explotando una mina de hierro y otra de carbon, cuyos productos merecieron grandes elogios en la Sociedad Economica de Amigos del Pais, de La Habana, donde fueron exhibidos antes de remitirse al Museo Naval y Colonial de Madrid (235). (235) Memorias de la Sociedad Economica de La Habana, t. XX, 1845, p. 436.

Page  163 NARCISO LOPEZ Y SU EPOCA 163 Se ve con estos antecedentes como Lopez iba viajando tranquilamente y pulsando la opinion publica a traves de las provincias occidentales de Cuba, de cuyas gentes adquiria un conocimiento, por cierto muy impreciso y hasta equivocado, cosa que pudo comprender a costa de su propia vida en 1851. Mientras Cuba temblaba ante los horrores de la Conspiracion de la Escalera, tan dudosa, L6pez, sin mezclarse en un movimiento que no le interesaba y en cuya realidad es muy posible que no creyese, permanecia tranquilamente en sus minas de Las Pozas, espectador curioso de tantas atrocidades y alejado del teatro de los sucesos. Su nombre, pues, no obstante que habia intervenido, en tiempos de Valdes, en las duras represiones esclavistas de Macurijes y Lagunillas, ademas de en el proceso contra Jose Mitchell, protegido del Consul Turnbull, no aparece mezclado ni citado en la causa que culmin6 en la hecatombe humana de 1844, que envolvi6 a no pocos de sus amigos y conocidos, entre ellos a su muy intimo don Ram6n Charum, abolicionista decidido, gran enemigo de O'Donnell, contra el cual incitaba a L6pez, y que habia sido uno de los promotores de la Batalla del Ponche de Leche, que puso en ridiculo al sucesor de Valdes a principios de su periodo de gobierno. Ya cuando la Conspiracion de la Escalera habia sido liquidada, paso Narciso L6pez a Trinidad, agotadas las minas de Las Pozas, o mas bien, terminada la gesti6n preparatoria que entre los cubanos del extremo occidental de la Isla venia haciendo acerca de sus planes revolucionarios, con Pio Jose Diaz, de Mantua, con Miguel Cantos, de Pinar del Rio, y con otros seudopatriotas vueltabajeros, de los que en 1851 abandonaron al caudillo, a pesar del solemne compromiso contraido con 1e (236). Con los pocos recursos que le quedaban y el prestamo que le habian hecho algunos amigos, habia comprado L6pez (236) Carta del agente de Narciso L6pez, P. F. de Gournay, a Cirilo Villaverde, fechada en Nueva Orleans a 27 de septiembre de 1851, cuyo original poseemos.

Page  164 164 HERMINIO PORTELL VILA las minas de San Fernando de Camarones, jurisdiccion de Cienfuegos, que ofrecian alguna cantidad de mineral de hierro y de carb6n. Estas minas contaban con varios pozos, el primero, llamado de San Felipe, con 14 varas de profundidad, comunicaba por una galeria de 70 varas de longitud con otro, La Rosa Cubana, el mas importante de todos, que di6 su nombre a la conspiraci6n tramada por L6pez. El tercer pozo, La Fortuna, profundizado hasta 16 varas, estaba unido a otro, el San Pedro, por un pasadizo subterraneo de 80 varas de largo, y la uni6n de ambos con los dos restantes pozos, el San Fernando y el San Narciso, estaba cegada por razon del agua que brotaba en los mismos y que habia obligado a abandonarlos (237). La explotaci6n de las minas de San Fernando o de La Rosa Cubana, comenzada con relativo buen exito, form6 un rilcleo habitado en torno a aquellos yacimientos y hasta se instalo un pequefo taller de fundici6n y forja en que se fabricaron puntas de lanza con destino a la insurrecci6n en proyecto (238). L6pez residia en uni6n de su madre y de su sobrina, Rosa Salicrup, en Trinidad, pero en San Fernando tenia otra casa y recibia a sus amigos para acordar los detalles del movimiento. Y con el pretexto de adquirir materiales de trabajo, de vender el mineral obtenido y de contratar nuevos empleados, viajaba L6pez por toda la Isla sin inspirar sospechas y hasta con la absoluta confianza del gobierno, cuya suspicacia adormecia con el envio de muestras de piritas y de carbones y otros alardes bien estudiados que demostraban lo muy posesionado que estaba de su papel de minero y disipaban hasta la mas remota idea de que pudiese estar organizando un movimiento revolucionario. Es por entonces que dice Suzarte de el y de sus actividades, que (237) Archivo Nacional. Comisi6n Militar (1848). Segunda pieza de la causa formada en averiguacion de un proyecto de infidencia en que aparece como caudillo el Excmo. Sor. Mariscal de Campo D. Narciso Lopez..., leg. 67, nfmero 1. (238) Ibidem.

Page  165 NARCISO LOPEZ Y SU EPOCA 165...tomo parte activa, comprometiendo todos sus recursos, en una empresa de minas, alla en la jurisdiccion de Cienfuegos, dedicandose con entusiasmo al estudio del ramo industrial en que esperaba hacer una fortuna: durante muchos afnos jamas se le vi6 de uniforme ni adornado con ningun distintivo. Vestido generalmente con un flus de dril obscuro, cubierto con un sombrero de jipijapa de anchas alas, ma's parecia un campesino acomodado que un celebre general, y esto en vez de disminuir su popularidad la aumentaba: todos se descubrian con carifo y respeto al pasar e1 y cuando se detenia a decir dos palabras a alguno, quedaba orgulloso y gozoso el agraciado: especialmente los soldados y clases, cuando el General al ver que se le cuadraban les tiraba de las orejas y les decia: 1 Que tal os va? Se os trata bien? i Adios muchachos!, se habrian dejado hacer pedazos por el. Unos habian servido bajo sus ordenes, otros le admiraban por tradicion y todos le amaban (239). Y siendo Matanzas una poblaci6n de historia revolucionaria, bien notados sus hijos por las ansias de libertad en que Cuba vivi6 durante el siglo pasado, a la ciudad yumurina tambien fue L6pez, y alli se relacion6 con los elementos mas propicios a sus planes y sostuvo uno de aquellos hogares de constitucion irregular que por todas partes mantenia. Recibido como amigo por don Bias Cruz, rico hacendado matancero, en su casa, tranquilamente, durante las reuniones familiares se veia Lopez con los hombres que habrian de ayudarle en sus planes. Casi cincuent6n, el gallardo soldado de otras epocas que se habia hecho admirar por su arrogancia y su bravura, todavia era por entonces...de distinguida figura: su hablar, sus modales, todo lo que emanaba de su persona cautivaba... Hombres, mujeres, ninios, sirvientes, no podian resistirle. Era persuasivo, convincente, correcto, intachable... (240). (239) Jose Q. Suzarte, semblanza del Gral. Lopez, ya citada. (240) Memorias de Lola Maria, por Dolores M. de Ximeno, Habana, 3928, pgina 32.

Page  166 166 HERMINIO PORTELL VILA Y es hecho cierto que si los cubanos no le ayudaron siempre con la lealtad debida, entre las cubanas la romantica personalidad del heroe tuvo un culto y disfruto de grandes simpatias, porque Narciso Lopez tuvo en la vida social y politica de nuestro pais una indiscutible influencia, aun mientras se le consider6, por mucho tiempo, y equivocadamente, campe6n del anexionismo, ideal que no era el que le alentaba en su empresa revolucionaria, como aspiramos a demostrar y creemos poder hacerlo con la autoridad de los documentos suyos y de sus principales auxiliares, entre ellos Cirilo Villaverde, que poseemos, y que en gran parte estan ineditos.

Page  167 CAPITULO V 1. La anexi6n.-2. Causas ex6genas.-3. Causas end6genas.-4. Los anexionistas y su clasificaci6n: a) por motivos patri6ticos; b) por razones econ6micas; c) por causas diversas.-5. Vindicaci6n de los aneaionistas patriotas. 1. La anexion N Cuba, por antonomasia, decir la anexion, es referirse a la incorporaci6n de la Isla a los Estados Unidos. E internacionalmente, por la inminencia de esa agregaci6n en ciertas epocas, y por la especial situacion politica y aun geografica de Cuba, al hablarse de la anexi6n de esta, se interpreta tambien que lo es a los Estados Unidos. Mas de un siglo de interdependencia econ6mica entre los dos paises, no pocas veces puesta de relieve por una ambiciosa politica imperialista; la ayuda que inutilmente buscaron los revolucionarios cubanos en sus vecinos transfretanos, durante mucho tiempo, hasta conseguirla en las postrimerias del siglo pasado; el supremo pecado de gobiernos cubanos nacidos del fraude o de la violencia y mantenidos en el poder por concesiones antipatri6ticas de toma y daca con los inversionistas yanquis, tan poco escrupulosos, y quiza si menos, que esos mismos gobernantes criollos, y la

Page  168 168 HERMINIO PORTELL VILA expansion creciente de la republica norteamericana, han hecho posible ese resultado, al igual que en el bosque en que habitase un leon solitario, a este se atribuiria necesariamente el papel activo, la ejecuci6n material del hecho, si alguien era devorado por una fiera. Pero es la realidad que Cuba constituyo el objeto de la ambicion, ademas de Inglaterra y de Francia y puede que hasta de Rusia, de las repuiblicas vecinas situadas en el Continente e inmediatas a ella, y tambien de Haiti. Las aspiraciones hegem6nicas de esta ultima, despues de reconocida su independencia y de haber luchado para imponer su yugo a la hoy Republica Dominicana, se orientaron en direccion a la Gran Antilla, entonces con una enorme poblaci6n esclava, muy superior en numero a los poseedores de siervos africanos. A la realizacion de esas aspiraciones respondio el viaje a La Habana de uno de los lugartenientes de Henri Crist6bal I, de Haiti, en tiempos de Someruelos, tan relacionado con la conspiracion de Jose Antonio Aponte, tragicamente terminada en 1812 (241). Conocidos son los esfuerzos, unas veces espontaneos y otros a excitaci6n de los propios cubanos, de la Gran Colombia, para arrebatar a los espanoles la peligrosa base militar que representaba Cuba, esfuerzos malogrados por causas imprevistas que posiblemente impidieron la reuni6n, mas o menos duradera, de tan rica posesi6n insular a los paises que Bolivar habia amalgamado en el calor de una revoluci6n triunfante y que mas tarde quebraron en pedazos una unidad que podria haber balanceado la influencia norteamericana. Los historiadores del Continente: Baralt, Villanueva, O'Leary, Davila, Destruge, etc., y los de Cuba: J. Aniceto Iznaga, Manuel de la Cruz, Vidal Morales y otros, han estudiado ampliamente los hechos relacionados con los abortados planes belicos de Bolivar contra los espaioles de Cuba. (241) R. E. Garrig6, ob. cit., t. I, p. 101-113.

Page  169 NARCISO LOPEZ Y SU EPOCA 169 Y no han sido menos investigadas las caracteristicas de otro movimiento anexionista que tendia a fundir a Cuba con Mejico. Todos los historiadores cubanos del siglo xix y del presente se han ocupado alguna vez de la intervencion de la republica azteca en los problemas politicos cubanos con anterioridad a la fecha del reconocimiento de la independencia mejicana por Espafia, en que cesaron todas las gestiones de los mejicanos para echar de Cuba a los espaiioles. En la exposicion de los cubanos residentes en Mejico, dirigida al congreso de ese pais y que publicamos en otro lugar de esta obra, hay pruebas del interes que nuestros vecinos del sur del rio Grande tuvieron por nuestros asuntos; y ese antecedente, hasta ahora poco divulgado, se completa con los expuestos acerca de igual problema por Vidal Morales (*). Pero antes de esa fecha bueno es hacer constar que el diputado al congreso constituyente mejicano, don Carlos Maria Bustamante, en memorial dirigido a Iturbide, del que conocio el congreso en su sesion de 1Q de abril de 1822, presentaba como la cuarta de sus proposiciones, la siguiente:...Que se convoque por medio de una circular y manifiesto, tanto al reino de Guatemala, como a Habana y denris ciudades de la Isla de Cuba, para que si gustaren adscribirse al Gobierno de Mexico, lo hagan bajo las condiciones que crean justas, exponiendo asimismo su opini6n en orden al gobierno que debera establecerse, de la misma manera que lo haran las ciudades, villas y lugares de este Imperio (242). La evidencia incuestionable de esta proposicion, encaminada a preparar en un futuro cercano la reunion de Cuba al MeIjico de Iturbide, es una prueba de fuerza para demos(*) Precisamente acaba de aparecer, con el num. 32 de las publicaciones del Archivo Historico Diplomatico Mexicano, un volumen titulado Un esfuerzo de Mexico por la independencia de Cuba, M6xico, 1930, 228 p., que es una contribuci6n importantisima y muy valiosa para la historia de nuestro pasado revolucionario en uno de sus periodos hasta ahora menos conocido. (242) La anexi6n de Cemtro America a Mexico, por Rafael Heliodoro Valle, Mexico, 1928, t. II, p. 108, doc. n6m. LXXIV.

Page  170 170 HERMINIO PORTELL VILA trar, si no hubiese otros testimonios ya invocados, la atencion con que la vecina republica y sus estadistas miraban hacia Cuba por aquella epoca, muy pocos anos antes de que Espafa reconociese la independencia del antiguo virreinato de Nueva Espafia, en 1836, a partir de cuya fecha, y en cumplimiento de una de las estipulaciones secretas del pacto, Mejico ces6 de interesarse por la libertad de Cuba. En cuanto a los Estados Unidos, sabido es que aun antes de su constitucion como republica independiente, Inglaterra, su Metr6poli, ansio apoderarse de Cuba, y a ese fin dedico sus mejores esfuerzos hasta ver parcialmente realizados sus deseos en 1762, cuando la expedici6n de Keppel y Pocock se apodero de La Habana, trayendo entre sus tropas no pocos norteamericanos. Mas tarde, independizadas las trece colonias y confirmando la profetica visi6n del Conde de Aranda en carta memorable al rey de Espafia (243), los Estados Unidos comenzaron a mirar hacia las Antillas. La adquisici6n de Luisiana y Florida los acercaron, tanto como lo permitian las aguas del Golfo de Mejico, a las costas de Cuba, e hicieron que algunos de sus estadistas considerase la posibilidad de que la Isla se incorporase a la Union. Jose Ignacio Rodriguez, al que es preciso referirse siempre que se trata del problema de la anexi6n, por su muy documentado estudio acerca del mismo, cita documentos de Tomas Jefferson, alguno de fecha tan remota como 1809, en que ya se abogaba por la reuni6n de Cuba a los Estados Unidos; y anfos despues, en 1823, el famoso estadista insistia sobre el mismo asunto en cartas dirigidas al celebre presidente James Monroe (244), cuando ya Espafia, advertida por su ministro en Washington, que asi lo habia comunicado en nota de 10 de abril de 1812 al virrey de Mejico, no podia desconocer las ambiciones de la poderosa republica que se levantaba sobre las antiguas colonias inglesas. (243) J. I. Rodriguez, ob. cit., p. 23-25. (244) Ibidem, p. 51-52.

Page  171 NARCISO LOPEZ Y SU EPOCA 171 Y en aquel mismo afno de 1823 el Secretario de Estado de la Union, John Quincy Adams, declaraba explicita y enfaticamente que...la anexion de Cuba a nuestra Republica Federal sera indispensable para la continuacion de la Uni6n y el mantenimiento de su integridad... (porque)... hay leyes de gravitacion politica como las hay de gravitacion fisica: y asi como una manzana separada de su arbol por la fuerza del viento, no puede, aunque quiera, dejar de caer en el suelo, asi Cuba, una vez separada de Espafia y rota la conexion artificial que la liga con ella, e incapaz de sostenerse por si sola, tiene que gravitar necesariamente hacia la Union Norte-Americana, y hacia ella exclusivamente, mientras que la Union misma, en virtud de la propia Ley, le sera imposible dejar de admitirla en su seno (245). Era por entonces que el argentino Jose Antonio Miralla visitaba a Jefferson y le informaba de que en Cuba existia una corriente de opinion favorable a la idea de la anexi6n, ya fuese a Mejico, ya a los Estados Unidos (246), doble solucion que, como hace observar Iraizoz (247), seguramente que no fue muy del agrado del compafiero de Jorge WTashington en los dias dificiles de la lucha por la independencia, pero que era una afirmacion cierta en lo absoluto por aquella epoca. Y la prediccion de Miralla se confirma a medida que la tirania politica espaniola se acentua sobre Cuba. La Conspiracidn del Aguila Negra demostro el primer extremo de su informe al evidenciar las relaciones de los revolucionarios cubanos con Mejico, y los movimientos anexionistas de alrededor de 1850, cuando ya hacia mucho tiempo que los huesos de Miralla dormian el suenio eterno bajo la tierra generosa de Mejico, que tambien cubria los de su amigo (245) lb., p. 58-59. (246) Cuba and International Relations, por James M. Callaghan, Baltimore, 1899, p. 124 y siguientes. (247) Un precursor olvidado: el argentino Jose Antonio Miralla, por Antonio Iraizoz, en Cuba Contempordnea, La Habana, t. XXXI, nuimero 124, pags. 340-41.

Page  172 172 HERMINIO PORTELL VILA Heredia, probaron la realidad del segundo punto de su profecia politica. Se hizo necesario medio siglo de abusos y de despotismo. Fue preciso que, prescindiendo del sistema de enviar con relativa frecuencia gobernantes de talla, viniesen a explotar a Cuba y a los cubanos los Vives, los Tacon, los O'Donnell y los Roncali, tiranuelos mas o menos notados por sus demasias y atropellos. Necesitaronse los desengafios politicos, repetidos, continuos, de los que aspiraban a que Espafia reconociese la representaci6n nacional de Cuba. Se requiri6 que las "prometidas leyes especiales" de 1837 no se promulgasen, que Espafia continuase introduciendo millares de esclavos para mantener a raya a los cubanos blancos, que inventase conspiraciones, que hiciese fracasar a las que realmente existieron, que las confiscaciones, las multas, los destierros, las prisiones, los castigos corporales, las ejecuciones, toda clase de desafueros y de injusticias, cayesen una y otra vez sobre los habitantes de la colonia esquilmada y maltratada. Jamas pueblo alguno soport6 tales enormidades impasible y sin reaccionar, y si las toler6 sin protesta, tranquilo y despreocupado, pueblo abyecto era y habra seguido siendolo. Pero los cubanos, vencidos, amordazados, maniatados por causas diversas, salvaron su dignidad ciudadana con las fuertes y a veces sangrientas convulsiones que mostraron al mundo la existencia del alma cubana atormentada y llena de ansias de mejoramiento moral y material. Solos los cubanos, divididos por la remora de los intereses creados que buscaban proteger capitalistas de alma mezquina y timorata, despues de algunos fracasos llegaron a convenir, cayendo en crisis de desaliento colectivo, en que la salvaci6n de Cuba estaba en su uni6n con los Estados Unidos. Este pensamiento se fue abriendo paso, poco a poco, entre los cubanos eminentes de la epoca, y entre algunos espafioles mas afectos a la conservaci6n y tranquilo disfrute de sus riquezas que a la prolongaci6n del peligroso estado de cosas reinante en Cuba, y no tard6 en trascender al

Page  173 NARCISO LOPEZ Y SU EPOCA 173 gran publico, en tener sus corifeos, sus periodicos, sus agentes dentro y fuera de Cuba, y en contar con todos los elementos necesarios para constituir un partido politico de importancia decisiva, excepto aquellas tres condiciones principalisimas que unicamente podian haberle dado el exito de una solucion menos cubana que la independencia, pero mas digna que la de continuar uncidos a Espana: la cordialidad sincera y la buena fe de todos los conjurados; la unidad de accion, y el jefe comun. En el complejo de motivos y de manifestaciones de la anexion, dificil es buscar y hallar las causas determinantes de la idea, ya que muchas se confunden, pero hay que afrontar el riesgo para mayor provecho de la verdad historica, y no falsear, interpretar o modificar el relato de los sucesos acaecidos sin parar atencion a los documentos fidedignos que den completo e integro conocimiento de la realidad de los hechos y de los hombres que en ellos intervinieron, que aquellos no se produjeron espontaneamente, sino tuvieron su origen en la actuacion de estos. De ahi que hayamos creido necesaria la division de las causas de la anexion en exogenas y endogenas. 2. Causas ex6genas de la anexi6n El ilustre tribuno y politico don Rafael Montoro, en frase de honda trascendencia que cita Jose Ignacio Rodriguez, ha dicho que "...la expansi6n nacional es el primer interes de las naciones" (248). Y ciertamente, la historia de los Estados Unidos, a ejemplo de la de todas las grandes naciones de todas las epocas, esta senialada de esa caracteristica de expansionamiento. Las trece colonias que vieron reconocida su independencia por el Tratado de Paris, el 3 de septiembre de 1783, comenzaron a aumentar sus territorios a poco de quedar constituidas en nacion, y no pudiendo hacerlo hacia el norte, cerrado por el Canada, el avance fue primeramente en direccion al Far West, donde surgieron (248) Discursos y conferencias, por Rafael Montoro, Filadelfia, 1894, p. 417. Conferencia sobre La expansion y los estados modernos.

Page  174 174 HERMINIO PORTELL VILA pronto nuevos estados, y despues hacia el sur con la adquisicion de Luisiana y Florida, posesiones de Francia y de Espana, respectivamente. Sobrevino entonces un corto periodo de estacionamiento, y vencido el obstaculo de las Montaflas Rocallosas, los Estados Unidos adelantaron hacia el Pacifico distante, y con una guerra injusta, de despojo, contra Mejico, arrebataron a esta riquisimas y muy extensas comarcas, y lograron la incorporaci6n de Tejas. Habian llegado los norteamericanos casi a completar con esas adiciones el ciclo de su expansi6n continental, y se encontraban en el caso de convenir en el dicho de Jefferson: La, verdad es que la agregaci6n de Cuba a nuestra Union es exactamente lo que se necesita para hacer que nuestro poder como naci6n, alcance el mayor grado de interes (249). Ahi esta el punto de partida, el origen cierto e inmediato de la tendencia anexionista en los Estados Unidos; que habia tenido su inicio algunos'afios antes, cierto es, pero entonces como una manifestacion incidental. Es innegable, pues, que en el siglo pasado por lo menos, en los Estados Unidos se agitaba la idea de la anexi6n de Cuba como un complemento necesario a la expansi6n de la joven republica, que habria de darle sobre el Golfo de Mejico y los paises y el istmo bafiados por sus aguas una influencia que llenaria la medida del bienestar politico de la naci6n (250). Y no fue que con el fallecimiento de Jefferson desapareciese esa tendencia imperialista. John Quincy Adams, con toda franqueza, recogi6 la bandera del anexionismo de manos del caido patriarca de Monticello y la tremol6. Con ella, como una de las causas de tan inexplicable actitud, fue que los Estados Unidos se opusieron a que el Congreso de Panama se ocupase de la independencia de Cuba y de Puerto Rico, cuyos asuntos y cuyo porvenir, mientras la gran (249) J. I. Rodriguez, ob. cit., p. 52. (250) Ibidem, carta de Jefferson a Monroe, oct. 24, 1823.

Page  [unnumbered] El general D. Leopoldo O'Donnell y Jorris, enemigo personal y politico de Narciso Lopez, en la epoca en que era Capitan General de Cuba. KQI (^ 0^\.".1)

Page  [unnumbered] I

Page  175 NARCISO LOPEZ Y SU EPOCA 175 masa de su poblacion permanecia indiferente, preocupaba a las cancillerias de America y de Europa que definian la situaci6n politica de ambas islas sin considerar ni tomar en cuenta la opini6n de sus habitantes. Y cuando se aquieto un poco el inmediato interes por la adquisicion de Cuba, quedo por algun tiempo la tendencia a garantizar a Espaia la tranquila posesion de Cuba contra cualquiera otra naci6n. No era esta garantia, e internacionalmente asi era sabido, un compromiso bona fide, sino la expresi6n de un derecho expectante que se conformaba con mantener para otro una situacion de hecho a la que no hubiese permitido otro cambio que el de convertirlo para si en una clara y total posesion de la Isla ambicionada. Se manifestaban por entonces muy claras tendencias de la Inglaterra y de Francia sobre Cuba, y los Estados Unidos no vacilaban en prometer a Espafia el apoyo de sus fuerzas navales y terrestres al objeto de que no hubiese cambio en el estado politico de la Gran Antilla. El afio de 1840, y los siguientes hasta la anexion de Tejas y la subsiguiente guerra entre los Estados Unidos y Mljico, la primera de estas naciones vivio en constante alerta por la suerte de Cuba y el interes que la Gran Breafia tenfa sobre la misma, pero cuando el partido denocrata, el mismo al cual habia pertenecido Tomas Jefferson, alcanza en 1845 el poder, las declaraciones de John C. Calhoun de que si se emancipa de Espafia...Cuba... shall not be into any other hands but ours... because that island is indispensable to the safety of the United States (251), definen con absoluta precision la linea de conducta de los Estados Unidos. Era por entonces que el senador por Florida, Mr. David Levy o Yulee, presentaba una proposici6n para adquirir la isla de Cuba, y que al mismo Vicepresidente de la Union, Mr. George M. Dallas, se atribuia (251) Wor1ks of John C. Calhoun, vol. IV, p. 467. 12

Page  176 176 HERMINIO PORTELL VILA un brindis por la anexi6n de Cuba, en un banquete politico (252). Sin embargo, la expansion, el aumento de territorio de la Uni6n, con ser interes primordial de la politica anexionista, no era el uinico m6vil de la misma. Estaba planteado entre los hombres del norte, de los Estados sin esclavos, y los del sur, que los tenian en abundancia, un problema gravisimo cuya soluci6n no habria de verse sino despues de la sangrienta y discutida Guerra de Secesi6n (abril de 1861 -mayo de 1865). Y esta cuesti6n habria de envolver a Cuba. En efecto, durante este periodo de la historia de los Estados Unidos, los abolicionistas y los esclavistas procuraban por todos los medios robustecer su partido, y a ese fin trataban de hacer que los nuevos estados que ingresasen en la Uni6n fuesen ya de una, ya de otra tendencia, para contar con sus sufragios. A los sudistas, pues, convenia en gran manera la anexi6n de Cuba, de un nuevo gran estado esclavista que mucho habria de servir para balancear el creciente poder de los norteiios. En 1839 Domingo del Monte estimaba que la poblaci6n esclava de Cuba era de 350,000 almas, cifra que, sumada con la de los negros libres, casi alcanzaba a medio millon de individuos (253), pero esa cantidad seguramente que hubo de verse muy aumentada con las expediciones desembarcadas en tiempos de Anglona, Valdes, y, sobre todo, de O'Donnell. No puede haber duda, con estos antecedentes, acerca del interes que para los Estados Unidos tenia la admisi6n de Cuba entre sus componentes. Era un peso mas, de extraordinaria importancia, que podia alterar en uno u otro sentido la balanza de la politica esclavista norteamericana. Para el grupo, republicano y abolicionista de los estados septentrionales, Cuba era una adici6n muy peligrosa, (252) OpinioneS de un anglo-americao acerca de la expedicion cubana y los anexionistas (Traducido del Brownson's Quarterly Review correspondiente al mes de octubre de 1850), por E. J. G., Nueva Orleans, diciembre de 1850, pagina 24. (253) Estado de la poblaci6n blanca y de color de la isla de Cuba, e 1839, en Esoritos de Domingo del Monte, Habana, 1929, t. I, p. 152.

Page  177 NARCISO LOPEZ Y SU EPOCA 177 porque los poseedores de esclavos, cubanos, buscaban precisamente en la incorporacion una garantia contra la amenaza emancipadora de Inglaterra, ya convertida en el campeon contra la trata negrera y de la que, efectivamente, se temian auxilios para una insurreccion racista, mucho mas despues de que Espafia evadia el cumplimiento de las obligaciones para la represion del trafico de africanos. A la diplomacia inglesa y a la Anti-Slavery Society, de Londres, la posibilidad de que Cuba pasase de las manos vacilantes de Espafia al amparo de las firmes garras de los Estados Unidos, era fuente de gravisima preocupacion. Asi lo entendian y lo proclamaban publicamente congresistas y periodistas norteamericanos (254), y bastante demostrado aparece con las actividades del Consul ingles Mr. David Turnbull y de su sucesor Mr. Joseph T. Crawford, a que hacen referencia los illformes de Mr. Francis Ross Cocking, antiguo Vicec6nsul ingles en La Habana (255), cuyas noticias, descontada la parte de apasionamiento que en ellas puede haber por razon de los incidentes que causaron su separacion de la carrera consular, aun tienen evidencia suficiente para demostrar que Inglaterra, al mismo tiempo que los Estados Unidos, seguia con la mayor atencion el curso de los acontecimientos en Cuba y no hubiera dudado en aprovechar cualquier contingencia favorable, y quiza si hasta producirla, para resolver la cuestion de la independencia de Cuba y la de la emancipacion de los esclavos, los que en 1848 casi llegaban a seiscientos mil individuos. Sedano no vacila en asegurar que...el plan de los ingleses era inducir ai los habitantes de Cuba a declararse independientes y solicitar la proteccion de la Gran Bretafia, sin duda tratando esta nacion de evitar algun choque con los Estados Unidos (256). (254) Boletin del Archivo Nacional (Segunda edicion), Habana, 1909, p. 41-45. Comunicacion reservada del Ministro de Espafia en Washington, fechada a 14 de octubre de 1841. (255) Boletin del Archivo Nacional, Habana, 19Q4, nims. V y VI. (256) Cuba-Estzuios politicos, por Carlos Sedano, Madrid, 1872, p. 13.

Page  178 178 HERMINIO PORTELL VILA Pero no eran exclusivamente las ansias de expansion y los intereses esclavistas las unicas causas ex6genas de la anexi6n, que como cita Jenks: In Monroe's time, the only way to take a part of South America was to take land. Now finance has new ways of its own (257). Las relaciones econ6micas entre Cuba y los Estados Unidos son anteriores al nacimiento de esta filtima naci6n, y sus primeras manifestaciones regulares hay que buscarlas en el breve periodo de la dominaci6n inglesa en La Habana y su jurisdiccion (1762-1763), y poco despues en la guerra de la independencia de los Estados Unidos, en que, como consecuencia de la alianza de Francia y Espafia en contra de Inglaterra, los puertos de Cuba estuvieron abiertos a los norteamericanos. Con breves interrupciones, este trafico sigui6 mas o menos intenso a fines del siglo xvIII y principios del xix, y bien entrada esa centuria las relaciones entre la Capitania General de Cuba y los Estados Unidos, carente aquella de fuerzas navales, eran tan cordiales, que en tiempos de Mahy, de Kindelan y del propio Vives, la marina de guerra norteamericana perseguia a los piratas de las costas de Cuba, combatia contra ellos y hasta hacia libremente desembarcos con sus tripulaciones para destruir los nidos de salteadores del mar que estaban establecidos en el litoral de la Isla, especialmente en las costas septentrionales de su mitad occidental (258). Despues de 1818 cada aino fueron siendo mas estrechas y activas las transacciones y negociaciones entre cubanos y norteamericanos. Estos, con el desarrollo de la industria azucarera, comenzaron a adquirir propiedades, fundaron ingenios, implantaron nuevos metodos de elaboraci6n en las fabricas de azucar y establecieron comercios en los principales puertos. Hasta afirma Jenks que el ferrocarril de La Habana a Giiines lo hizo posible el esfuerzo de los norte(257) Our Cuban Colony, por Leland H. Jenks, New York (1928), p. 1. (258) The protection of citizens abroad by the armed forces of the United States, por Milton Offutt, Baltimore, 1928, p. 9-17.

Page  179 NARCISO LOPEZ Y SU EPOCA 179 americanos (259). Era una penetracion lenta, pero incesante, de nuevo capital, de nuevas ideas y de nuevos hombres, que poco a poco iban poniendose en contacto con la poblacion cubana y mostraban a esta el adelanto de un pueblo laborioso, emprendedor y libre, que tambien, a su vez, contemplaba en Cuba y en los cubanos un magnifico campo en que su perseverancia y su audacia mercantil habrian de triunfar con provecho extraordinario. Tan completa llego a ser esta penetracion en algunos sectores, que una poblacion creada en 1828, Cardenas, por el impulso progresista de sus habitantes, entre los que se contaban numerosos ciudadanos de los Estados Unidos, fue denominada "ciudad americana^ (260). Y aproximandose a la mitad de la centuria, la tercera parte del comercio de Cuba era con los norteamericanos, que poseian ingenios, colonias, almacenes y muelles (261). Las relaciones mercantiles, unas veces por calculo; otras por sincera y cordial amistad, hicieron surgir en la mente de no pocos norteamericanos y cubanos la idea de la anexi6n. Pero si en los primeros, por lo regular, ese sentimiento era aspiracion hegem6nica, en los segundos, sometidos al duro despotismo espafiol, conocedores de que la fatalidad geografica y politica de la Isla habia impedido su emancipaci6n cuando esta pudo tener lugar, simultaneamente con la independencia del resto de America, la inclinacion no era espontanea, sino tenia su origen en las ansias de vivir con libertad y con garantias, en los mas; de proteger sus propiedades, entre ellas los esclavos, en los menos. 3. Causas endogenas de la anexion Don Claudio Martinez de Pinillos, conde de Villanueva, en comunicaci6n de 26 de mayo de 1831, dirigida al Secretario de Estado espanol, se creyo en el deber de protestar (259) Jenks, ob. cit., p. 19. (260) La decadenia de Cdrdenas, por Herminio Portell Vil&, La Habana, 1929, p. 34-35. (261) Jenks, ob. cit., p. 19.

Page  180 180 HERMINIO PORTELL VILA contra la imputaci6n que el Daily National Intelligencer, de Washington, en su edici6n de 11 de febrero de 1831, hacia contra el y contra el general Vives, referente a que ambos funcionarios espaioles habian tratado con Mr. Daniel Cook, agente especial norteamericano, en 1828, de la buena disposici6n de Espana para vender la isla de Cuba (262). Es probable, prescindiendo de las protestas del que Zaragoza llam6 "joven criollo inteligente y travieso", que algo de verdad hubiese en el fondo de la informaci6n del diario norteamericano, que no hay que olvidar que el general Vives, muy poco antes de ser designado para el gobierno de Cuba, fue ministro plenipotenciario de Espaia en Washington, y alli conoci6 y trat6 a los principales corifeos de las doctrinas anexionistas, entre ellos a John Q. Adams, que era el Secretario de Estado de la Uni6n. Pero con anterioridad se ha visto, en el curso de estas paginas, c6mo el argentino Miralla, en representacion de los cubanos, comentaba la posibilidad de la incorporaci6n de Cuba a los Estados Unidos, en 1823. Las causas por las cuales los cubanos de la epoca se familiarizaron y hasta llegaron a abrazar algunos el triste ideal anexionista, fueron diversas. Pero preciso es convenir que las principales fueron las econ6micas y las politicas. En cuanto a las primeras, debemos citar, con preferencia, la esclavitud. Todo el regimen economico y social cubano estaba construido sobre esa base. La servidumbre del africano en Cuba, comenzada en los primeros tiempos de la colonizaci6n con ciertas restricciones y privilegios de caracter monopolizador, lleg6 a constituir, al aumentar desproporcionadamente el nuimero de esclavos durante los siglos xvIII y xix, una amenaza considerable para la poblaci6n blanca. Es probable que el calculo de Guiteras (263), de cien mil esclavos introducidos hasta el afio de 1789, no alcance la verdadera cifra de las "piezas de ebano" trai(262) Boletin del Archivo Nacional, Habana, 1917, p. 112-114. (263) P. J. Guiteras, ob. cit. t. II, p. 237.

Page  181 NARCISO LOPEZ Y Su EPOCA 181 das a Cuba hasta esa fecha. Y si se considera que, precisamente, a partir de 1789 fue cuando una equivocada polltica econ6mica comenzo a obtener por grados la libertad de la trata y que con esas concesiones, en poco tiempo, se multiplicaron ain mas las expediciones negreras, la realidad del problema a que la poblaci6n esclava di6 origen, resulta indiscutible. Las industrias, los comercios, la agricultura, los propios servicios domesticos, estaban encomendados al esclavo, elemento mecanico imprescindible que llego a ser, y que si en el censo de 1774 no alcanzaba a la mitad del numero de habitantes blancos de la Isla, no tardo en superarlo con exceso. Esa clase esclava era aquella cuya intervenci6n ell un movimiento revolucionario cubano aparentaba Saco temer cuando se preguntaba si el partido espafiol...No llamaria en su auxilio a nuestro mas formidable enemigo? LNo alcanzaria el grito magico de libertad reforzando sus legiones con nuestros propios esclavos? Y cuando esto sucediese, que infaliblemente sucederia; do6nde esta la ventura que encontrarian los cubanos peleando por la anexi6n? Aun cuando ninguno de los partidos beligerantes llamase en su socorro auxiliares tan poderosos, ellos no permanecerian tranquilos... ese dia podran renovarse en Cuba los horrores de Santo Domingo. Moverianse alli los africanos por la fuerza de sus instintos; moverianse por los ejemplos que les ofrecen las antillas extranjeras; moverianse por el fanatismo de las sectas abolicionistas, que no dejar&n escapar la preciosa coyuntura que entonces se les presenta para consumar sus planes; moverianse, en fin, por los resortes de la poltiica extranjera... (264). Estos argumentos que, traducidos en perdida de riquezas y posici6n social, hicieron poderosa mella en los anexionistas por razones econ6micas cuyo acabado ejemplar era don Jose L. Alfonso, gran amigo y protector de (264) Contra la anexion, por Jos6 Antonio Saco, Habana, 1928, t. I, paginas 44-45.

Page  182 182 HERMINIO PORTELL VILA Saco, y produjeron su brusco cambio de frente, fueron, como muchas otras de las afirmaciones campanudas hechas por Saco, controvertidas por la patriotica y bien cubana conducta de los esclavos y de sus descendientes en las guerras por la independencia, anos mas tarde. Pero no hay duda de que, a mediados de la pasada centuria, los tristes presagios de Saco impresionaron de un modo formidable a los timoratos y a los egoistas. Y entre sus puntos de vista y los del Capitan General don Federico Roncali, no habia apenas diferencia, como puede comprobarse con los siguientes parrafos de la extensa carta de 9 de septiembre de 1849, dirigida por el Conde de Alcoy al ministro de Estado espaniol:...Entre los considerables elementos de poder con que cuenta Espafia en esta Antilla debe citarse aunque en ultimo lugar, A la esclavitud. Permitame V. E. que esplique mi creencia sobre este particular. El interes de conservar sus fortunas y de fomentar los ricos cultivos de que se originan hace que todos los habitantes acomodados del pais se asusten al primer asomo de conflicto que relage la subordinacion de los esclavos 6 amenace la manumision: de lo cual se infiere que la conservacion de la servidumbre es el freno que por el temor y el interes conservara sumisa a la grau mnayoria de la poblacion blanca. Pero si un caso llegase de guerra estrangera y de conmociones interiores que comprometiesen la dependencia de la Isla cual deberia ser la conducta del Capitan General respecto a la esclavitud?... Yo, Escmo. Sr., abrigo el convencimiento de que esa arma terrible que el Gobierno tiene en su mano, podria en el ultimo peligro salvar la perdida de la Isla, y que si los habitantes se persuaden de que se utilizara temblaran y renunciaran a toda alucinacion primero que atraer sobre si tal anatema. El caso es muy remoto sin duda, pero eso mismo me hace espresarme con claridad: la libertad de todos los esclavos en un dia de gravisimo peligro, proclamada por el representante de S. M. en estos dominios, podria restablecer la superioridad y aun afianzar la posesion, bien que de una manera sensible y apoyada precisamente en el elemento que ahora conviene tener comprimido. Mas si esta ulti

Page  183 NARCISO LOPEZ Y SU EPOCA 183 ma medida no bastase, 6 no le conviniese despues a la Espana el mantener de ninguna manera la posesion, siempre se conseguiria que los vencedores adquiriesen una HIayti en vez de la rica y prospera Cuba y que los hijos espureos que esa calamidad hubiesen atraido con su rebelion encontrasen en su completa ruina el castigo y el desengano. Un principio de justicia reparadora 6 de armonia con las macsimas de la civilizacion moderna a que con tanta frecuencia se suele ahora apelar, reclamaria tambien la manumision general en el momento que de cualquier modo pudiera decidirse la Metropoli a renunciar ai la Isla (265). En este concluyente documento, revelador de tanta doblez y perfidia, pone de relieve sus sentimientos y sus ideas el Conde de Alcoy, como correspondia a un verdadero gobernante espafiol de los que, con contadas excepcioies, tuvo Cuba durante el siglo pasado. Anteccedete necesario de la doctrina fin de siglo de "el iultimo hombre y la ultima peseta", Roncali no habria titubeado ante enormidad alguna con tal de asegurar la perdurabilidad del despotismo espafiol sobre el suelo cubano, y en esta iunsma carta, de la que se han transcrito algunos parrafos, lamentaba que la prohibici6n de la esclavitud y el aumento de la poblacion blanca hubiesen producido el fermento revolucionario al disminuir en la ultima la idea del peligro que aquella debia representar (266). Y cuando con recomendacion en extremo concordante con toda su conducta, confirmada despues por la realidad en otros cuarenta afios de gobierno colonial, el Conde de Alcoy participaba al Ministro de la Gobernacion por carta de 28 de marzo de 1848, que la...union de esta Isla a nuestra Patria estriba en la continuacion del sistema general gubernativo con que ha podido atravesar feliz epocas bien dificiles y complicadas (sin)... la introduccion de la (265) Boletin del Archivo Nacional, Habana, 1917, vol. XVI, numero 4, p. 281. (266) Ibidem, p. 276.

Page  184 184 HERMINIO PORTELL VILA mas leve reforma en cualquiera de los ramos de la administracion publica (267)..., Jose Antonio Saco reputaba equivocados a los anexionistas porque creian, con toda raz6n,...que Cuba, bajo el poder de Espania, permanecera enteramente en la inmovilidad politica, porque el gobierno nunca le concedera instituciones liberales... (268). Prescindiendo de la esclavitud, tambien habia otros factores econ6micos en'dogenos en el movimiento anexionista. La posibilidad de un comercio sin barreras arancelarias era uno de ellos y de los mas importantes. Con efecto, gran parte de la producci6n cubana: azicar, tabaco y otros frutos, tenia como principal mercado el de Estados Unidos, y esta ultima naci6n enviaba a Cuba articulos de consumo, muy diversos, que pagaban derechos prohibitivos, pues la politica arancelaria colonial de la epoca mantenia impuestos de exportacion y de importaci6n. Ademas, las inversiones de capital norteamericano en la Isla comenzaban a ser cuantiosas y creaban en el pais un nucleo de residentes yanquis a los que no habria disgustado que la tierra que ocupaban como extranjera, fuese nacional. Con el ejemplo de la sorprendente adquisici6n de Tejas, el procedimiento, mas tarde, lleg6 a tener un monstruoso precedente de despojo que parecia invitar a su repetici6n por la impunidad con que habia sido llevado a cabo. En otro orden de cosas, es curioso que el Capitan General don Jose Gutierrez de la Concha encontrase una de las causas del movimiento anexionista en "los j6venes que pertenecen a familias acomodadas, que reciben, por lo general, su educacion en los Estados Unidos..., y vuelven (267) Ibidem, p. 261. (268) Contra la anexi6n, por Jos6 Antonio Saco, Habana, 1928, tomo I, pagina 231.

Page  185 NARCISO LOPEZ Y SU EPOCA 185 a su patria con ideas subversivas, que difunden entre sus parientes, amigos y conocidos..." (269). Las causas politicas no requieren explicaci6n. Un pueblo abrumado por el despotismo mas absoluto; desprovisto de todos los derechos y sujeto a todas las imposiciones; que sufria los vejamenes y los atropellos de todo un sistema de gobernantes arbitrarios: capitan general, segundo cabo, comandante general, teniente gobernador, capitan pedaneo, teniente pedaneo, etc., etc., y al cual se le mantenia aherrojado con el temor de la sublevaci6n esclavista hasta hacerle desconfiar de sus propias fuerzas, buscaba a su alrededor quien le ayudase a realizar su empeno de romper la ominosa cadena de tiranico dominio que le sujetaba. No faltaron pueblos de igual raza-Colombia, Mejico-que ofreciesen su ayuda; ni otros que hubiesen deseado prestarla en beneficio propio, como Inglaterra y Estados Unidos. Si la intervenci6n de la primera de las dos potencias citadas ultimamente, por razones de hostilidad tradicional y temores del abolicionismo ingles que aparecia como peligroso a los esclavistas, era rechazada energicamente por los cubanos, en su gran mayoria, el acercamiento a los Estados Unidos result6 natural y logico, no porque entre los anexionistas faltase el patriotismo o porque no sintiesell en cubano, sino porque, empujados a la desesperacion, abatidos, humillados, brutalizados; convencidos con toda raz6n de que Espafa no cambiaria la situaci6n politica de Cuba, y buscando el mejoramiento a que tenian derecho, se inclinaron a Norteam6rica como el mal menor, aunque a esa solucion hubiesen preferido una que fuese enteramente cubana y posible, en cuyo advenimiento no tenian fe. De falta de fe y de pernicioso egoismo en algunos se puede culpar a los anexionistas del siglo pasado; pero preciso es convenir en que las circunstancias abonaban en favor de su tendencia. (269) Boletfn del Archivo Nacional, Habana, 1905, vol. IV, numero 3, p. 47-48. Carta al Ministro de Gracia y Justicia, fechada a 9 de enero de 1851.

Page  186 186 HERMINIO PORTELL VILA 4. Los anexionistas-y su clasificacion Con mayor o menor evidencia y con relativa o absoluta franqueza, en los cubanos del siglo pasado, aun en el mismo Jose Antonio Saco, la idea anexionista se manifest6 y encontro calor en determinados momentos, porque esa acogida estaba fundada en circunstancias 16gicas y naturales, ya que no completamente justificables. El ideal era la independencia, la constituci6n en estado libre, en tanto que la consecuci6n de ese anhelo fuese posible. Y tan pronto como surgian las dificultades y los obstaculos que podian oponerse a la realizacion de ese ideal, los simpatizadores del mismo limitaban por motivos mas o menos honrosos sus aspiraciones y se conformaban con el incompleto triunfo de las mismas al transigir con la separaci6n de Espaia, la uni6n, definitiva o transitoria, a los Estados Unidos, y la remota posibilidad de la independencia integra y completa en ultimo termino. Si una naci6n lo bastante poderosa para ello y suficientemente desinteresada, hubiese ofrecido apoyo legitimo y bastante a los cubanos para salir sin quebranto de la tirania espaiola y establecer la republica sofiada, puede asegurarse, sin vacilar, que muy pocos habrian sido los menguados cubanos que hubiesen preferido continuar uncidos a Espaia, y que una triunfante revoluci6n, invencible y formidable, hubiese dado fin inmediato al gobierno colonial. Pero, sin ese apoyo decisivo; sin confianza en el buen 6xito de la tentativa; con el deseo de no comprometer sus riquezas muchos, y de no arruinar a Cuba, otros; preocupados todos ante el falso peligro de la sublevaci6n de los esclavos en caso de estallar la revoluci6n politica, los cubanos de la epoca se dividieron y graduaron sus entusiasmos anexionistas, a los que seria mas justo llamar sus ilusiones separatistas. Con ideales distintos y con reacciones tan diversas ante la realidad contraria, aquellos separatistas no pueden

Page  187 NARCISO LOPEZ Y SU EPOCA 187 ser reunidos o considerados en un mismo grupo, y precisa distinguirlos y clasificarlos, comprendiendo entre ellos con toda razon y justicia, al mismo formidable impugnador de la doctrina anexionista, don Jose Antonio Saco y L6pez de Cisneros. Saco, autor de un epitafio para su tumba que es una contradiccion de las ideas a ratos por el sustentadas, al mismo tiempo que una manifestaci6n de egolatria patri6 -tica, injusta en lo absoluto, formul6 ese epitafio de la siguiente manera: Aqui yace Jose Antonio Saco, que no fue anexionista, porque fue mas patriota que todos los anexionistas (270). Y quien asi escribia y valoraba el patriotismo de los demas, habia escrito en 1837 a Jose Luis Alfonso: Mis deseos siempre han sido que Cuba fuese solo para los cubanos; pero ya que tal vez no podra ser, porque este gobierno nos empuja a una revolucion, no nos; queda mas recurso que arrojarnos en brazos de los Estados Unidos. Esta es la idea que conviene difundir e inculcar en el aniuo de todos (271). En el mismo anio, Saco public6 su Paralelo entre la Isla de Cuba y algunas colonias inglesas, y en el parrafo final de dicho estudio, ratificando el consejo y la opini6n de la carta que se acaba de citar, dijo que si Cuba...arrastrada por las circunstancias, tuviera que arrojarse en brazos extrafios, en ninguno podria caer con mas honor ni con mas gloria que en los de la gran Confederacion Norteamericana. Y aunque la afirmacion transcrita Saco intent6 aclararla en su Replica... a la Contestacion del Sr. Fiscal de la R. Hacienda de la Habana, D. Vicente Vdzquez Queipo..., es lo cierto que esas lineas del Paralelo, unidas al (270) Jose Antonio Saco y sus ideas cubanas, por Fernando Ortiz, La Habana, 1929, p. 219. (271) J. A. Saco-Docwmentos para su vida, Habana, 1921, p. 9. Carta a Jose L. Alfonso, fechada en Madrid a 21 de enero de 1837.

Page  188 188 HERMINIO PORTELL VILA parrafo de la carta de Alfonso copiado mas arriba, no dejan bien parada la buena fe de Saco en su Re1plica...a... Vdzquez Queipo..., mucho menos cuando en 1848, sin hacer condenaci6n explicita de la anexi6n en cuanto a su aspecto politico, fundamentaba su hostilidad a la so.uci6n suicida y desesperada en objeciones de caracter social, y decia a Gaspar Betancourt Cisneros...Ah! Si Cuba tuviese hoy dos 6 mas millones de blancos, icon cuanto gusto no la veria yo pasar a los brazos de nuestros vecinos! Entonces, por grande que fuese la inmigraci6n de los norteamericanos, nosotros nos los absorveriamos a ellos, y creciendo y prosperando con asombro de los pueblos, Cuba seria siempre cubana (272), Es decir que, para Saco, en aquel momento en que escribia a Betancourt (en Saco siempre, por sus contradicciones, hay que distuilguir los momentos), la anexi6n era condenable y perjudicial, no porque ella quitaba al pueblo cubano la esperanza de realizar su independencia, que si constituia un legitimo ideal, sino porque significaba la desaparicion del cubano blanco fundido y absorbido por el invasor norteamericano: no por ser problema politico resuelto en contra de una posible republica de Cuba, sino por ser problema social que repercutia en contra de la pureza etnica de la raza dominante en Cuba, que era substituida. Esta respuesta de Saco a Betancourt Cisneros fue la originada por la carta en que este ultimo le proponia que fuese a Nueva York a dirigir un peri6dico cubano de propaganda revolucionaria, iniciativa de que afnos antes ya habia tratado Domingo del Monte cuando escribi6 a Jose Luis Alfonso, en 1839, y le dijo:...Hay un desaliento mortal, solo algunos hombres de cabeza ardiente piensan en su patria y en los destinos que, con un corto (272) Vidal Morales, ob. cit., p. 222. Carta de Jose Antonio Saco fechada en Paris a 19 de marzo de 1848.

Page  189 NARCISO LOPEZ Y SU EPOCA 189 esfuerzo de nuestra parte pudiera proporcionarsele: muchos echan de menos a Saco y su actividad, y quisiera verlo en los E. U., utilmente empleado en promover ante la opini6n norteamericana los intereses politicos de Cuba, pero no pasa de meras aspiraciones de un patriotismo impotente y desalentado (273). La seriedad del proyecto se confirma con la contestaci6n que a esa carta dio el propio Alfonso y en la que dice que...En cuanto a que Saco defienda en los E. U. los intereses de Cuba creo, como se lo digo tambien a Luz, que esta tarea le toca a Varela de derecho: tiene este ademas la ventaja de manejar mejor el ingles y de no tener ningun compromiso con el Gobierno de la isla puesto que no piensa en volver a ella (274). Finalmente, no hay que echar en olvido que, seguin Jose A. Echevarria, poco antes de fallecer Domingo del Monte, quien ayud6 materialmente a Saco en sus publicaciones antianexionistas y le estimulo para que las escribiese, el insigne patricio, desalentado y lleno de amargura, habia dicho delante de varios amigos: "Muero anexionista", y que el propio Echeverria afirm6 que, en octubre de 1866, Saco, en Madrid, en presencia suya y de Morales Lemus y del Conde de Pozos Dulces, declaraba: "Es necesario hablarnos a careta quitada: no hay mas esperanza para Cuba que en la anexi6n" (275). No habia claudicaci6n en estas afirmaciones. Saco y del Monte, hombres de talento y conocedores como pocos de la situaci6n politica de Cuba, en su fuero interno debieron tener siempre el intimo convencimiento de que Espafia no concederia de buen grado los derechos politicos prometidos, pero temieron peores males de la realizaci6n de los planes anexionistas y del jefe que aparecia como el (273) Biblioteca Nacional-Colecci6n de Mauuscritos, Habana, 1909, t. I, p. 137. Carta a Jos6 L. Alfonso, fechada en La Habina a 27 de junio de 1839. (274) Cent6n epistolario de Domingo del Monte, La Habana, 1930, t. IV. Carta de Jos6 Luis Alfonso fechada en Paris a 6 da agosto de 1839. (275) Vidal Morales, ob. cit., p. 187.

Page  190 190 HERMINIO PORTELL VILA brazo ejecutor de aquellas empresas, Narciso Lopez, cuya accidentada vida no era para inspirar confianza, y que, personalmente, a Saco resultaba en extremo peligroso por causas intimas. Con estos antecedentes, la clasificacion de los separatistas del medio siglo pasado ha de resultar complicada y dificultosa, y tambien incompleta en cierto aspecto, por referirse exclusivamente a las principales y mas conocidas figuras y prescindir de los coristas y soldados de fila, a no ser en casos extraordinarios, pero aun con esos temores vamos a intentarlo. a) Los anexionistas por motivos patrioticos Parece una herejia patriotica considerar como anexionistas, calificativo deprimente en verdad para hlombres que poseyeron grandes virtudes civicas, a cubanos de los prestigios de Gaspar Betancourt Cisneros, Joaquin de Agiiero, Pedro de Santacilia, Domingo de Goicuria, Jose Maria Sanchez Iznaga, Cirilo Villaverde, Leopoldo Turla, Sebastian Alfredo de Morales, Juan Manuel Macias, Jos6 Aniceto Iznaga, Francisco Javier de la Cruz, Anacleto Bermuidez, el Conde de Pozos Dulces, Rafael Maria de Mendive, y otros muchos, y junto a ellos y en primer termino, al general Narciso Lopez, si no cubano por nacimiento, si por generosa y leal simpatia con la Isla, cuya suerte politica abrazo con entusiasmo y abnegaci6n indiscutibles; pero nos atrevemos a sospechar que, con las opiniones que llevamos expuestas, habremos conseguido el objeto que perseguimos de obtener para los separatistas del 50 una mas justa consideraci6n de verdaderos patriotas que la que Saco mostr6 para con ellos, y hacerlos acreedores al respeto y al elogio de los mas exaltados nacionalistas que pudieran con notable injusticia tratar de menoscabar los meritos de aquellos patricios cuyo error consistio en pretender la separaci6n de Espana por cualquier medio, pero en cuyos pechos latian corazones de buenos cubanos, simpatizadores de la independencia de su patria.

Page  191 NARCISO LOPEZ Y SU EPOCA 191 Apenas hay que insistir sobre lo ya expuesto para demostrar c6mo, desde el aio de 1837, y tal vez antes, Narciso Lopez tomo a su cargo la defensa de los derechos cubanos en la propia Peninsula, y como gestiono, con insistencia notable, su traslado a la Isla, y una vez en ella dar comienzo a sus actividades revolucionarias, mas o menos encubiertamente, hasta que la delacion de don Pedro Gabriel Sanchez le hizo trasladarse a los Estados Unidos y preparar sus expediciones. Los antecedentes de Lopez no infundieron nunca completa confianza a muchos cubanos, entre ellos a Gaspar Betancourt (276), pero es de justicia decir que la realidad de la vida de Lopez mientras estuvo consagrado a la empresa revolucionaria, no confirmo ni por un momento los temores de los desconfiados, y que, por el contrario, su conducta fue ejemplar, de abnegado sacrificio y de lealtad absoluta a la causa como el mas puro de los cubanos comprometidos en el movimiento, sin que la amenaza ni el soborno intentado, ni las dificultades de todo genero le arredrasen. Aun hay mas, en el curso de esta obra y en la oportunidad debida se expondran datos en extremo concluyentes respecto a los verdaderos prop6sitos de Lopez, que eran, no obstante el apoyo de los norteamericanos, de constituir una republica independiente, con un poder civil al cual el mismo se vedaba el acceso. Y el propio Betancourt Cisneros vindico la memoria de Lopez en su discurso de 19 de septiembre de 1854, en Nueva Orleans, hablando a nombre y en memoria del infortunado caudillo ante la emigracion cubana (277). Gaspar Betancourt Cisneros y Jose Aniceto Iznaga, patriotas muy puros, de intachable ejecutoria y cuyos nombres figuraron en todos los movimientos revolucionarios cubanos por espacio de mas de treinta afios, fueron incuestionablemente separatistas convencidos. Y asi el infortunado Joaquin de Agiiero, que muy joven habia alarmado (276) Ibidem, p. 204. (277) Bevista Cubana, vol. XIII, p. 115. 13

Page  192 192 HERMINIO PORTELL VILA a las autoridades espanolas de Puerto Principe al emancipar a sus esclavos (278); y Pedro de Agiiero, mas tarde biografo de Jose A. Saco y el cual habia sufrido destierro por el enorme delito de haber pretendido defender a un esclavo que denuncio a su amo, Pedro Rosas, por el asesinato de otro esclavo, hecho ocurrido en Camagiiey, donde Agiiero era sindico (279). De Pedro de Santacilia, natural de Santiago de Cuba y al igual que el habanero Domingo de Goicuria, conspirador eterno por la independencia patria, s6lo se puede hablar con elogio, como tambien del trinitario Jose Maria Sanchez Iznaga, del pinarefio Cirilo Villaverde, los habaneros Francisco de Frias y Leopoldo Turla, el bayames Francisco Javier de la Cruz, el espirituano Anacleto Bermuidez, y Sebastian Alfredo de Morales, patriota y hombre de ciencias; los Arnao; Juan Manuel Macias con su existencia consagrada a laborar por la libertad de Cuba, y muy especialmente el abogado oriental Manuel Rodriguez Mena, residente en La Habana y al que miraba Narciso Lopez como el primer presidente de la republica, y otros muchos. Todos los citados arrostraron sacrificios y sufrieron persecuciones, castigos y perdidas por el ideal independiente, y excepcion hecha de los que, como Lopez, Rodriguez Mena, Betancourt, Agiiero y Bermudez, murieron sin llegar a la decada gloriosa de 1868-1878, todos los demas probaron que su ideal era la independencia, con su labor durante la Guerra de los Diez Anos y aun con la que tuvo su inicio el 24 de febrero de 1895. En ellos, hay que repetirlo, el anexionismo era sin6nimo de separatismo, era y significaba el fin de la dominacion espainola, y solo contemplaban este resultado inmediato con los mejores deseos y hasta verdaderos anhelos, (278) Hombres del 51: Joaquin Agiiero, por Jorge Juarez Cano. (Trabajo de ingreso en la Academia de la fistoria de Cuba). (279) Archive Nacional, Comisi6n Militar, leg. 100. nfm. 1. Causa contra Ambrosio J. Gonzalez y otros miembros de la "Junta promovedora de log intereses politicos de Cuba".

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Page  193 NARCISO LOPEZ Y SU EPOCA 193 porque con la terminacion del despotismo colonial, por las dificultades de orden interior que la admision de un nuevo estado habia de originar en la Union Norteamericana, pudiese darse con facilidad la creacion de la republica soniada. Andando los anios, en 1891, Cirilo Villaverde, uno de los pocos sobrevivientes de los enconados movimientos revolucionarios de 1848 a 1852, y actor principal en ellos por su condicion de secretario de Narciso Lopez, protest6 ante la opinion publica de la imputacion de anexionistas hecha a los conspiradores de la mitad de la pasada centuria; y al siguiente afio, aludido como anexionista por Juan Bellido de Luna en su famosa polemica con Enrique Trujillo, escribio al uiltimo citado, con fecha 29 de septiembre de 1892, la siguiente carta: Estimado amigo: He visto con sorpresa en El Porvenir, de ayer, que el sefior Luna en su articulo sobre la anexion de Cuba a los Estados Unidos, liga mi nombre con el de los que el llama anexionistas. Yo fui, soy y nunca sere otra cosa que independiente, y podria jurar que Gaspar Betancourt Cisneros y Narciso L6pez lo fueron tambien. Mi estado de salud no me permite entrar en discusiones sobre este asunto, pero haga Vd. uso de 6sta mi terminante declaraci6n. De Vd. atento amigo. (f.) C. (irilo) Villaverde (280). b) Los anexionistas por razones economicas Por derecho propio corresponde la primera mencion de los anexionistas de este caracter a don Jose Luis Alfonso y Garcia, miembro de la opulenta familia habanera de Aldama y primer marques de Montelo. (280) La anexion de Cuba a los Estados Unidos (Polemica de Enriquo Trujillo y Juan Bellido de Luna). En Nueva York y por el peri6dieo "El Porvenir", p. 84.

Page  194 194 HERMINIO PORTELL VILA Alfonso, a quien Saco escribia en 1837 y le incitaba a que inculcase en el animo de todos la idea de la anexi6n, no necesitaba por entonces excitaciones a ese objeto. Fue mas tarde, con los Aldama, con Jose Antonio Echeverria, con Crist6bal Madan y con otros cubanos, uno de los miembros mas influyentes del Ilamado Club de La Habana, sociedad que, probablemente, fue la principal culpable, primero, de que la Conspiracion de la Mina de la Rosa Cubana tomase caracter anexionista y desnaturalizase sus puros ideales independientes, como afirma Cirilo Villaverde (281), y adivino e insinu6 con certero juicio Manuel Sanguily (282); y segundo, del fracaso del movimiento revolucionario de Manicaragua, descubierto al posponerse la fecha del alzamiento a instancias del citado Club (283), cuyas actividades habian tenido su inicio con muy distintos planes y prop6sitos. En carta de 19 de junio de 1849, Alfonso escribia a Saco con la confesi6n de su credo anexionista y sus afirmaciones de que Cuba nada podia esperar de Espafia en cuanto a reformas politicas, y calificaba al folleto de Saco contra la anexi6n diciendo de un modo terminante:...En suma, ha sido el paso mas impolitico y mas desgraciado que ha dado Vd. en toda su vida... (284). Ya por entonces era Alfonso, conocido de los conspiradores por el seud6nimo de Beppo, con Jose Antonio Echeverria, con Aldama, con Goicurfa y otros, uno de los jefes del Club de la Habana; y sus francas actividades anexionistas preocupaban a Domingo del Monte, quien participaba sus temores a Saco en carta de 30 de octubre del (281) Vida del general Narciso Lopez, manuscrito inedito en poder del autor de esta obra. (282) Memorias del general Narciso Lopez, por Manuel Sanguily, en Hojas Literarias, 1894, afo II, tomo IV, nim. 1, p. 39-40. (283) Memorias del general Naroiso Lopez, por Cirilo Villaverde, manuserito citado, en poder del autor de esta obra. (284) Medio siglo de historia colonial de Cuba, por Jose A. Fernandez de Castro, La Habana, 1923, p. 110.

Page  195 NARCISO LOPEZ Y SU EPOCA 195 mismo aio de 1849 (285), y le hacia conocedor de las hondas cavilaciones en que la conducta de Alfonso le tenia sumido. Y este sefor Alfonso, el personaje singular de los sorprendentes cambios de opinion politica, algo influido por las censuras de Saco y de del Monte, no tardo en modificar su criterio, como insinua Fernandez de Castro, por sus propiedades rurales y sus numerosos esclavos, y en abominar del anexionismo que antes habia preconizado, de la misma manera que, durante la Guerra de los Diez Anios, el, que sabia a Cuba tan "enganada, robada y vejada" como en 1848, se habria de mantener alejado del movimiento revolucionario, y hasta condenarlo. El Diario de Cirilo Villaverde, cuya copia tenemos la suerte de poseer por la amable concesi6n del distinguido amigo y cultisimo hombre de letras doctor Antonio Ml Eligio de la Puente, quien conserva su original, tiene anotaciones muy importantes acerca de la reacci6n, no antianexionista, sino antiseparatista, de Alfonso. Asi, el 21 de junio de 1850 se encuentra la observaci6n de que Beppo trataba de influir sobre Betancourt, Madan y Agiiero, en contra de las expediciones proyectadas, y el 3 de agosto del propio ano puede leerse esta grave declaraci6n: "El Gral. supo por Betancourt que Beppo no quiere que lo visite, tanto por que lo compromete cuanto por que es ocioso, pues el no esta dispuesto a hacer nada por la causa de la libertad de Cuba. Es probable que nunca estuvo mejor dispuesto, de donde se deduce que la oposicion hecha a L6pez por el consejo, de que Beppo era el creador y Madan el agente, fue una verdadera traicion ". Y dos dias despues, al encontrarse casualmente Villaverde y Alfonso, este se quejo de que los conspiradores le estaban comprometiendo con su labor, ya hecho el cambio de frente politico que le hizo caer del lado de Espana y (285) Ibidem, p. 126.

Page  196 196 HERMINIO PORTELL VILA para cuya decision tuvo movil principalisimo en la conservacion de los esclavos, como se echa de ver por la anotacion correspondiente al 19 de septiembre, en la que se describen las preocupaciones de Alfonso ante el hecho temido de que los matanceros y camagiieyanos aprovechasen la intervencion de los negros esclavos, como se proponia, y su explicita amenaza de.. que si era cierto que se contaba con la gente de color el era el primero que se opondria a la revolucion con todas sus fuerzas... Esta amenaza parece que hasta intento ponerse en ejecucion, al buscarse la hostilidad del Gobierno de los Estados Unidos y de los propietarios cubanos a las expediciones proyectadas, con la denuncia de que los revolucionarios pretendian utilizar y complicar en sus planes a los negros (286). No habian transcurrido dos meses cuando Alfonso parecia inclinarse de nuevo a la anexion, a la incorporacion pacifica, con la propiedad intacta, que era su principal cuidado. Asi puede comprobarse con la lectura de este parrafo del Diario de Villaverde, que corresponde al 22 de noviembre de 1850: Cuando subia me encontre a Beppo... yo trate de pasar saludandolo, pero el se atraveso... me pregunto que habia de nuevo... entro entonces en la conversacion que parece deseaba tener conmigo: se pronuncio con calor contra el movimiento del General por ahora, i llego hasta decir que nuestra conducta era antes infame que patriotica pues al deseo de mejorar de posicion no temiamos sumir la patria en la anarquia y la ruina, siendo asi que si esperabamos otro ano, Cuba tendria constitucion por el estilo de las colonias inglesas y Consejo Colonial, i todos nosotros seriamos amnistiados i volveriamos a Cuba de una manera honrosa i seriamos estimados de todos. Pero en caso, aiadio, que Espana no cumpla o no de estas concesiones, Cuba no puede menos de ser (286) Diario de Curilo Villaverde, 29 de septiembre de 1850.

Page  197 NARCISO LOPEZ Y SU EPOCA 197 anexada a los E. U. en el pr6ximo termino presidencial pues su admision sera una condicion de la eleccion de Presidente. Entonces habra cuanto dinero se quiera para llevar una espedicion que conquiste la isla i todo se hark sin sangre casi i sin dinero. Y mientras Alfonso se ocupaba de estos proyectos y hasta, llegado a Europa a mediados de 1851, escribia a Saco y le daba cuenta con su plan (287), Agiiero llegaba a Nueva Orleans portador de proposiciones de Beppo para que L6pez demorase su expedici6n y se le ofreciesen cien mil pesos a Quitman a fin de que llevase un segundo contingente invasor, que era lo que segun Agiiero constituia la opini6n de Alfonso y que Betancourt calificaba de "bribonada", agregando que habian sido engafiados miserablemente por el proyectista y por Madan, quienes nunca habian querido la revoluci6n (288). Ese mismo Alfonso, que con fecha 26 de septiembre de 1849 escribia a Pedro Agiiero y a Gaspar Betancourt, era el entusiasta colector de fondos entre los conspiradores de La Habana, habia llamado a L6pez "mi amigo el General" y evidenciado un entusiasmo extraordinario por la Ilegada de las expediciones, de las que mas tarde habria de abominar (289), no obstante el principalisimo papel que tuvo en tales empresas, que costaron la vida a no pocos cubanos, entre ellos a Agiiero y a Armenteros, los que no fueron a ellas por "el temor de verse desposeidos de sus esclavos", que dice el doctor Fernandez de Castro (290), sino por ideales patri6ticos, pues, concretamente, de Joaquin de Agiiero se sabe que con mucha anterioridad a los movimientos del 50 habia dado libertad a los esclavos, voluntariamente, por escritura puiblica cuyo conocimiento despert6 y concentr6 sobre el la sospechosa atenci6n de las autoridades espafiolas de Puerto Principe (291). (287) Ferndndez de Castro, ob. cit., p. 185. (288) Diario de Ciribo Villaverde, 8 de marzo de 1851. (289) Documentos en mi archivo. (290) Ob. cit., p. 185. (291) Hombres del 51: Joaquin de Agiiero, por Jorge Juarez Cano. (In6dito).

Page  198 198 HERMINIO PORTELL VILA Pasados algunos afios, el flamante Marques de Montelo fue duramente tratado por Cirilo Villaverde, en La Verdad, al mismo tiempo que Saco, y dirigi6 a Betancourt la siguiente carta de protesta, a que El Lugareio respondi6 con la otra, muy noble, sensata y digna, que public6 Vidal Morales (292), y que tanta luz da acerca de las maquinaciones de Alfonso: Paris, Abril 12 de 1852 Sor. Dn. Gaspar Betancourt. Mi estimado Gaspar: a mi llegada a N. York en 1850, estabamos U. y yo perfectamente de acuerdo en que "era mucho mejor obtener concesiones politicas de Espana para nuestra Isla, que invadir a esta y esponerla A los azares de una revolucion". En esto convinimos varias veces, y notablemente una manana que hablabamos con Esterling (293) en la esquina de Broadway y Chambers St. Y en 1851, sinembargo, le oi decir a V. en la iltima visita que le hice y en presencia de Goicuria, que la revolucion era necesaria a todo trance, agregando estas memorables palabras: "quiero decir, Cuba es libre, 6 aqui fue Cuba": y desde ese dia por consiguiente data nuestro desacuerdo. Desde entonces ha estado V. trabajando en promover revoluciones e invasiones en la isla, mientras que yo me he ocupado en promover la formacion de un tratado entre Inglaterra, Francia y Espafa que tuviese las siguientes palabras: Garantia de dominacion Espafola en la Isla durante cierto tiempo fijo y determinado; garantia contra toda hostilidad esterior y rebelion interior de negros o blancos; garantia de una constitucion politica para Cuba semejante en su espiritu a la de las colonias Inglesas; cesacion positiva e inmediata de la trata africana; y abolicion definitiva, de la esclavitud, tambien a una epoca fija y determinada, sin obligacion por parte del gobierno de indemnizar & los propietarios. (292) Vidal Morales, ob. cit., 204-207. (293) El Dr. Domingo Sterling, quien en julio de 1850 estuvo en Nueva York y se entrevisto con los principales jefes revolucionarios, como comisionado de Roncali, segiin la opini6n de Aniceto Iznaga recogida por Cirilo Villaverde en su Diario.

Page  199 NARCISO LOPEZ Y SU EPOCA 199 Quien pues, de nosotros dos se ha desviado de sus antiguas opiniones?- quien ha sido el ap6stata? Mis esfuerzos no han tenido el exito deseado, gracias, particularmente al coup d'etat de L. Napoleon: los de V. han dado por resultado los destierros, los presidios, la muerte en los patibulos. Recoja cada cual el fruto de su trabajo. Todo esto lo traigo a cuento con motivo de ciertas alusiones hacia mi persona, bastante transparentes por cierto, que he visto en varios numeros del peri6dico que V. dirige y alimenta con sus producciones. Yo creo, en primer lugar, que cada cual es, y debe ser libre de pensar con su cabeza y como le diese la gana: creo tambien que no siendo yo escritor ni hombre publico, nadie tiene derecho para hablar en los peri6dicos de mis opiniones ni de mis acciones privadas; y que quien lo hace, se hace por ello responsable de una ofensa personal y de caracter privado. Creo que es una cobardia el atacar a un hombre indefenso; y que indefenso estoy, puesto que ni debo ni puedo, como Vs. lo saben bien, defenderme con las mismas armas ante el publico. Creo que sobre V. debe recaer, como verdadero director de la Verdad, la responsabilidad de dichas alusiones, hechas en articulos no firmados; y en V. y en el Sor. C. V. la que aparece en el articulo firmado por el en el nfimero 100, solapada bajo la forma de un elogio, pero que tiene en realidad maligna y dafiada intencion. Y creo por ultimo que V. menos que otro alguno debiera dirijir, o permitir que se dirijan semejantes ataques contra un hombre a quien llama, 6 ha llamado V. su amigo y a quien ha debido solo favores. Quedo esperando su respuesta dirijida al no. 96 Place Beauveau, Paris. Su afmo. Servr. Q. B. S. M. J. L. Alfonso. Abl. 28. Olvidaba encargar a V. se sirva comunicar la presente al Sor. C. V. a fin de que se entere de lo que en ella le concierne. Esta carta es confesion plena de Alfonso acerca de sus planes politicos cuando desistio de los proyectos revolucionarios, pero la verdad total, la anterior a su cambio de opinion, que complementa el contenido de la comunicaci6n que se deja transcrita y plantea el contraste de dos

Page  200 200 HERMINIO PORTELL VILA actitudes opuestas en Jose Luis Alfonso, este cuido de que no apareciese en su carta para asi justificar su mutacion. Al licenciado don Cristobal Madan y Madan, con toda propiedad, hay que incluirlo entre los anexionistas por razones economicas. Rico propietario, cunado de James J. O'Sullivan, uno de los mas entusiastas partidarios de L6pez y biografo suyo, fue Madan de los primeros afiliados al Club de La Habana, y mas tarde, residente en los Estados Unidos, presidio el Consejo Cubano, establecido en Nueva York con el fin de preparar un movimiento revolucionario aparte del que organizaba Lopez con sus amigos de la Junta patriotica promotora de los intereses politicos de Cuba. Esta escision, una de las muchas que siempre hubo en la emigracion revolucionaria cubana, no ya solamente en la epoca de que tratamos, sino tambien en la Guerra de los Diez Anos y en la ultima y definitiva contienda por la independencia, fue fatal para los planes y los esfuerzos de L6pez, tanto como para los proyectos del propio Consejo, los que, justo es decirlo, nunca se pusieron en ejecucion y si siempre y en todos los momentos tuvieron los caracteres de una conspiraci6n plat6nica, de comedia, sin manifestaciones concretas. Madan, uno de los impugnadores de Saco cuando este lanzaba sus folletos antianexionistas, que publico una replica al primero de los mismos, bajo el seud6nimo de Leon de Fragua Calvo, y que por alguin tiempo, al igual que su amigo Alfonso, se mostr6 furibundo anexionista, cambio de opinion a mediados de 1850. Es materia esta que, extensamente, y con documentaci6n fidedigna y en gran parte inedita, se tratara en el segundo tomo de esta obra, pero algunos datos se expondran desde ahora; por anticipado, acerca de las actividades del que Villaverde llamaba "el islenfo Madan". El Consejo Cubano, presidido por Madan, nego a Lopez su ayuda para la expedicion de Cardenas, y en poco estuvo que mantuviese su negativa hasta el final. Sanchez Iznaga ha dicho, asegurando que repetia una expresion de

Page  201 NARCISO LOPEZ Y SU iPOCA 201 L6pez, que "... en esta expedicion, no fue una sola galleta comprada con dinero de Cuba... y... antes de salir Lopez para Cardenas reclamo, como propiedad de Cuba, para reforzar la expedicion libertadora, las armas y municiones... que estaban depositadas en Nueva Orleans, y el "Consejo Cubano" se las neg6" (294), pero obra en nuestro poder una carta del propio Sanchez Iznaga, dirigida a Gaspar Betancourt Cisneros y a Pedro de Agiiero y fechada a 21 de marzo de 1850, en que hay las bases de un acuerdo para entregar al general Lopez armas y municiones por valor de $18,500.00, de las que tenia el Consejo Cubano. Ese acuerdo se cumplio sin que el patriota trinitario cuidara de consignarlo asi, sin duda por entender que aquella suma correspondia a Lopez y sus parciales, especialmente, pero es la verdad que ese dinero habia sido entregado por Alejo Iznaga, Cadalso, Veranes y otros cubanos y que, por tanto, si no las vituallas, si el armamento fue en parte comprado con dinero de los patriotas de la Isla. En este convenio figuraron, como se ve, de una parte, Jose M. Sanchez Iznaga; y de otra, Gaspar Betancourt Cisneros y Pedro de Agiiero. La no intervenci6n de Madan en el mismo fue sin duda uno de los motivos de su realizacion, ya que Madan era decididamente opuesto a las expediciones y no habria proporcionado medios para su salida. La anotaci6n del Diario de Villaverde, correspondiente al jueves 20 de marzo de 1851, dice, respecto a Madan, lo siguiente: Por la tarde volvi a ver al General... Durante largo tiempo estuvimos solos i con este motivo 61 me dijo que me leeria dos cartas que habia escrito al Club de la Habana i a Madan pocos dias antes de su salida para Cardenas... i... la misma noche de su embarco... i Cuanto no darian ellos por este libro!, esclamo yendo al escaparate i sacando el copiador de su correspondencia. En (294) Vidal Morales, ob. cit., p. 271.

Page  202 202 HERMINIO PORTELL VILA efecto, me leyo sus dos cartas, llenas de sabiduria, de discrecion, de pruebas de profunda observacion i sano juicio, en una palabra, de cuanta nobleza i generosidad puede abrigar el corazon del hombre. Ellas si son publicadas alguna vez, reflejaran un rayo de gloria sobre la memoria de su autor... Tambien nos habia contado el Gral. delante de Agiiero su ultima entrevista con los senadores Foote, J. Davis i otros, en compaiia de Gonzalez i O'Sullivan, en el salon de columnas en el capitolio de Washington, cuando venia para el Sur en marzo del aio pasado. Los senadores trataron de quitar al Gral. su empresa de la cabeza, con razones sujeridas (tic) la mayor parte de ellas por Madan, lo que se conoci6 porque Foote dijo cosas a O'Sullivan que solo Madan sabia i podia saber por que ya antes se las habia dicho, de modo que O'Sullivan llor6 como un niiio (295), viendo lo cual el Gral. se levant6 de pronto i dijo a Gonzalez que dijera a los senadores que bien se conocia que estaban influenciados por persona maligna, que esperaba el tiempo los desengafaria de quien era Madan... El viernes 21 de marzo de 1851, segun el Diario de Villaverde, lleg6 la noticia de que Crist6bal Madan se embarcaba en Nueva York, de regreso para Cuba, y ante Betancourt y Agiiero, reunidos en Nueva Orleans con L6pez, exclamo este: Alla va el Presidente del celebre Consejo a ponerse a les pies del opresor de Cuba. IQue no habra hecho i prometido ese hombre por conseguir su indulto i su vuelta a Cuba? Y pocos dias despues, el 24 del propio mes de marzo, se rumoraba que Madan sabia, antes de regresar a La Habana, que debia permanecer preso en La Cabana mientras se substanciaba su causa, noticia esta que desperto la indignacion de los cubanos de Nueva Orleans. Las sospechas de aquellos patriotas eran ciertas. Madan, al igual que Alfonso, habia abjurado de sus ideales revolucionarios y esperaba la solucion de los problemas (295) O'Sullivan y Madan eran cufnados.

Page  203 NARCISO LOPEZ Y SU EPOCA 203 cubanos en las reformas politicas que Espafia habria de implantar en beneficio de Cuba y que nunca vinieron. A ese fin, el 16 de abril de 1850 Madan se dirigio al Ministro espafiol en Washington con la solicitud de que intercediese con el Capitan General, Conde de Alcoy, para que le permitiese regresar a la Isla con su promesa de apartarse de la politica y consagrarse a su familia y a los negocios. En el Archivo Nacional figura la nota del Ministro, don Angel Calderon de la Barca, dirigida a Roncali con fecha 24 de abril, en la que le daba traslado de las proposiciones de Mladan, las que desde el 7 de mayo de 1850, en que el Conde de Alcoy contesto al mediador, fueron resueltas favorablemente (296). En este grupo de anexionistas por razones economicas, junto a Alfonso y a Madan podian reunirse otros muchos revolucionarios de la epoca, aristocratas de la politica, que anteponian sus intereses personalisimos a los de la patria y que filosofaban y comentaban las nuevas ideas, hasta las aceptaban a veces con repentino entusiasmo irreflexivo, pero que reaccionaban indefectiblemente tan pronto como advertian que el movimiento reformador en Cuba no debia ni podia beneficiar a una minoria, sino que habria de conmover toda la estructura social de la Isla para crear un nuevo orden de cosas, humano e igualitario, entre la masa esclava y la clase dominante. Alfonso y Madan fueron solamente los elementos representativos por su prominencia y su significacion, de esta tendencia, y sus nombres se han escogido como simbolos de la misma. c) Los anexionistas por causas diversas En esta categoria heterogenea tienen su lugar hombres de muy diversa personalidad, desde el ilustre patriota y dulce poeta Rafael Maria de Mendive, despues maestro del Apostol MIarti, hasta el violento y arrebatado Vic(296) Archivo Nacional.-Comisi6n Militar (1849), leg. 100, nfim. 1.

Page  204 204 HERMINIO PORTELL VILA toriano de Arrieta, que fue miembro del Consejo Cubano de Nueva York, en 1850, pasando por Bias Cruz, Francisco de la O. Garcia, Benigno Gener, Plutarco Gonzalez, Miguel Teurbe Tolon, Juan Gonzalez Barrera y otros conspiradores de Matanzas; los licenciados Jose Gregorio Diaz de Villegas, Rafael Fernandez de Cueto, Antonio Guillermo Sanchez y Gabriel Montiel, quienes, con otros muchos, componian el grupo revolucionario de Cienfuegos, y el Conde de Pozos Dulces, Ram6n de Palma, Jose Antonio Echeverria, John Thrasher y los demas conjurados que integraban el niucleo de La Habana. De Mendive no recordamos que haya sido citado como implicado en las conspiraciones de mediados del siglo pasado. Y, sin embargo, conservamos una larga carta suya, aut6grafa, dirigida a Cirilo Villaverde y fechada en Paris en el mes de febrero de 1852, de que tomamos estos parrafos bien convincentes:...Y a proposito de esto, y puesto que estoy en visperas de emprender mi viage, quisiera me hiciera V. el favor de hablarme con franqueza y decirme si mi nombre figuro de alguna manera en el proceso que se le form6 a V. 6 si solo fue mi inicial; porque pudiera suceder muy bien que el Gobierno, bien por declaraciones 6 por otros medios haya podido dar con el verdadero significado de la letra M. y que tan luego como yo Ulegue a esa me heche (sic) mano y me zampe en un calabozo 6 me envie por via de distraccion a Ceuta 6 Filipinas... Me quiere V. decir en que ha parado D. Manuel Costales? Supongo que habra leido el articulejo que ese buen patriota publico en el Faro industrial, y en el cual, a guisa de finchado portugues, se proclama Espanol rancio, neto y de la buena raza de Castilla. Que cosas, amigo mio! Pero si aquel Manuelillo no podia dar otra cosa; recuerda V. cuantas veces le dije que desconfiaba de ese mozo porque era, en mi concepto, demasiado charlatan? Y don Rafael Diaz? Y don Miguel de Cardenas y Chavez? Y don Jose A. Saco? Que canalla esta, amigo mio!

Page  205 NARCISO LOPEZ Y SU EPOCA 205 Mendive, hombre de ideales muy puros, habria figurado en la revolucion de 1848 por su acendrado patriotismo y su amor a la libertad, ya que esos m6viles resultaban concordantes con los sentimientos y con la conducta de toda su vida. Victoriano de Arrieta, joven e impetuoso, hujo de aquel don Joaquin de Arrieta que ya hemos conocido en el curso de esta obra como recomendado a la influencia de Lopez en Espaia, en 1827, no tuvo seguramente iguales razones que Mendive en sus empenios anexionistas. Era el tipo del criollo que sentia sobre si la tirania espafiola y deseaba quebrantarla, pero sin que con ello se crease el nuevo status social y politico que requerian los tiempos. El despotismo lo sentia en si y en los de su clase, y personalmente era capaz, por amor propio y por limitado entusiasmo patri6tico, que circunscribia al grupo de los cubanos blancos, de tener un gesto heroico, pero en cuanto su actitud pudiese tener ulteriores consecuencias de revoluci6n general y el asi lo temiese, sabia desistir a tiempo por el fantasma de los esclavos sublevados. En su carta de 7 de octubre de 1850, dirigida a Jose Antonio Saco y en la que le pedia que se incorporase al movimiento anexionista (297), enumeraba Arrieta las mejoras de orden politico, social, econ6mico y educativo que reclamaban los cubanos de Espafia, pero entre las preguntas de ese extenso cuestionario no se encuentra una sola referencia para mejorar la situaci6n de los esclavos, a los que, alguna vez, parece como que considera en posici6n superior a la de los propios blancos. Arrieta era hacendado de Limonar, donde poseia los ingenios La Deseada y Amistad, que eran nuicleos de la conspiraci6n en la provincia de Matanzas. La libertad de los esclavos de ambas fincas habria significado una disminuci6n en los medios de fortuna de su propietario, al que, ademas, el jugar a la revolucion le trajo la confiscacion de sus bienes. (297) Fernandez de Castro, ob. cit., p. 160-166.

Page  206 206 HERMINIO PORTELL VILA No habia entre los anexionistas unidad de plan, y tampoco la hubo de criterios u opiniones. Si algunos deseaban de buena fe la incorporaci6n a los Estados Unidos como un estado mas, con caracter definitivo, otros llegaban a considerar la posibilidad de una anexi6n transitoria, por via de ensayo, que era una utopia; muchos proponian la creaci6n de una republica independiente como paso previo para la reuni6n a los Estados Unidos tan pronto surgiese el primer problema a la nueva nacionalidad; tampoco faltaban los que admitian la probabilidad lejana de la agregaci6n a Inglaterra, y todos, con mayor o menor intensidad, en el fondo de sus pechos, alimentaban la secreta esperanza de Cuba constituida en naci6n libre y soberana. Si esta divisi6n habia ante la soluci6n politica, la del problema social no temnia mas unanimidad. Los camagiieyanos, entre los cuales, como con verdadero acierto declaraba el general Concha (298), no habia "el poderoso freno de las grandes masas de esclavos que sienten los revolucionarios de otros pueblos de la isla", eran abolicionistas. Joaquin de Agiiero, su corifeo, desde 1843 habia manumitido sus esclavos y convertidoles en colonos libres (299). Betancourt Cisneros siempre habia abogado por la supresi6n efectiva de la trata, y ambos patricios en distintas ocasiones habian tratado de fomentar la inmigracion blanca con especialisima preferencia. Villaverde, segin la anotacion de su Diario correspondiente al 22 de febrero de 1852, tenia la conviccion de que los camagiieyanos harian la revoluci6n, echando mano para ello, desde los primeros momentos, de los negros y mulatos, y temia por los resultados de ese proyecto, que prohijaban, con El Lugareno, el anciano e indomable patriota licenciado Alonso Betancourt (El Solitario), E. Hernandez y otros. (298) Boletin del Archivo Nacionat, Habana, 1905, p. 47 (1' carta po litica del CapitAn General D. Jose Gutierrez de la Concha al Ministro de Gracia y Justicia, 9 de enero de 1851). (299) Vidal Morales, ob. cit., p. 284.

Page  207 NARCISO LOPEZ Y SU EPOCA 207 Entre los matanceros, muchos de ellos hacendados y propietarios de esclavos que en 1843 y 1844 habian contemplado los horrores de la Consp'iraci'l de la Escalera, no faltaban los abolicionistas. Y vale tr:er a' colaci6n, en prueba de este aserto, el siguiente pa1rrafo del ilustre cientifico y ardiente patriota doctor Sebastian Ailfredo de AMorales, quien dcslp l de declarar quo l:- Julta Abolicionista y Republicana de Matanzas no estaba conforme con las reservas esclavistas de La Verdad, afirma que los matanceros querian fundar en Nueva York otro peri6dico, que fuese abolicionista absoluto... como lo estableciamos nosotros como capitulo principal de nuestros intentos, porque comprendiamos que extinguida la esclavitud levantabamos sobre la cabeza del gobierno colonial el tremendo ariete de la destruccion de su tirania politica y de sus barbaras pretensiones de anular todo lo cubano, como si todos los nacidos en Cuba no hubiesen de ser siempre cubanos (300). En cuanto a los habaneros y los que de ellos, sin serlo, dependfan, las tendencias eran muy otras. La principal preocupacion de Alfonso, como ya se ha visto, radicaba en que no se tocase a los esclavos, ni siquiera a los negros libres, para evitar que por contacto el fermento revolucionario pudiese extenderse a aquellos. Y los temores de Alfonso eran los de sus cuniados, los Aldama, y los de Madan y los individuos con ellos relacionados, como Jose Antonio Echeverria. Y asi Villaverde relata que al leer Gaspar Betancourt una carta en respuesta a Saco, comentaba que...hoi mas que nunca se hace guerra sorda al General i a todos los que quieren la revolucion, desacreditandolos como abolicionistas, que quieren apoyarse en los negros para hacer la guerra a Espafia (301). (300) M'is mcmoria,, por Sebhqstian A. dlo Morales. (Manuscrito inedito en poder de la Sra. Laura Romero, viuda de Morales). (301) Diario de Cirilo Villaverde, nota de 27 de septiembre de 1850. 14

Page  208 208 28HERMINIO PORTELL VILA Ahora bien, Saco, y con 1el los tratadistas de la anexi6n, siempre han reconocido la influencia que la Revoluci6n de febrero de 1848, en Francia, que termin6 con la monarquia de Luis Felipe, produjo entre los conspiradores cubanos. La segunda republica francesa, proclamada el 24 de febrero, estuvo a punto de producir una situacion 'politica de anarquia creadora, analoga a la de 1789, pero despues de varias sangrientas jornadas quedo subsistente una organizacion republicana de tipo burgues, que tras algunas medidas mas o menos liberales, el 27 de abril decreto la abolici6n de la esclavitud en las colonias (302). Los historiadores han reconocido que, al amparo y con el estimulo de la Revoluci6n de 1848, los pueblos oprimidos de Europa se sublevaron. En Austria, en Italia, en Hungria y en la Confederaci6n Germanica se produjeron disturbios politicos y levantamientos (303), y volando la noticia sobre el Atlantico, en Cuba caus6 antalogos efectos. Si Jose Maria Sanchez Iznaga, en su declaraci6n de 10 de julio de 1848, al referirse a la repercusi6n de las noticias de Francia sobre los conjurados de Trinidad, pone en boca del general Narciso L6pez palabras que revelan temores por la influencia que aquella revoluci6n y sus doctrinas abolicionistas podian determinar en Cuba (304), Sebastian Alfredo de Morales, por el contrario, en sus Memorias, dice que los conspiradores de 1848 recibieron con verdadero juibilo la nueva del cambio politico ocurrido en Francia, y que en demostraci6n de ese regocijo y de la identificacion de los conjurados con los principios de los revolucionarios franceses, se celebro por entonces, en Trinidad, un banquete donde se brindo por la nueva republica y por los progresos que habian caracterizado su advenimiento. Esta divergencia prueba la realidad de una verdad muy significativa: no estaban los cubanos de la epoca di(302) Historia Uwiversal Contempordnea..., por Gustavo Docoudray, Paris, 1914, p. 527. (303) Ibide., p. 537-550. (304) Archivo Nacional. Comisi6n Militar (1848). Leg. 67, nfim. 1.

Page  209 NARCISO LOPEZ Y SU EPOCA 209 vididos solamente en afectos a Espafia y contrarios a su dominacion, sino que tambien en esta ultima categoria se subdividian segun el mayor o menor grado de separatismo o anexionismo que sentian y segun sus criterios respectivos en cuanto a la abolicion de la esclavitud, aunque hubiese quienes, a fuer de poetas, como Ramon. de Palma, Rafael Maria de Mendive, Pedro Angel Castellon, Leopoldo Turla y otros, simpatizasen con la revolucion por la revoluci6n en si, uniendo al motivo patriotico el impulso romantico. 5. Vindicaci6n de los anexionistas por razones patrioticas Betancourt Cisneros cuido de advertir a Saco que entre los abexwionistas concienzudos.. hai dos partidos, unos que ven en la anexion el medio de conservar sus esclavos, que por mas que lo oculten y disimulen es la mira principal por no decir la unica que los decide a la anexion; otros que creen en la anexion el plazo, el respiro que evitando la emancipacion repentina de los esclavos, de tiempo a tomar medidas salvadoras... (305). Y Saco, con estos antecedentes, tambien clasific6 a los alnexionistas y declaro que...unos desean la anexi6n por el sentimiento generoso de gozar la libertad de los Estados Unidos; otros solo por el interes de tener esclavos... y conservarlos indefinidamente (306). Pero es evidente, como ya ha quedado demostrado en la clasificacion que acabamos de hacer, que habia otra categoria de anexionistas, la de aquellos que veian en la incorporaci6n de Cuba a los Estados Unidos una solucion (305) Fernandez de Castro, ob. cit., p. 100. (306) Ibfcdem, p. 78.

Page  210 210 HERM.INTO PORTELL VILA patri6tica al estado de horrible tirania en que vivia la colonia, convencidos los cubanos del dicho de Saco respecto a que, solos, no podrian sostener una revoluci6n (307), y conocedores de que la Isla corria a la ruina con los regimenes politico, economico y social que imperaban en Cuba. El cese de la dominacion espafiola, ya fuese para constituir una republica independiente, ya para crear un nuevo estado que se incorporase a la Uni6n Norteamericana, era una soluci6n de fuerza, el corte del nudo gordiano, pero asi lo imponian las circunstacnias, la indefensi6n del cubano ante las arbitrariedades y los abusos del despotismo, y su triste condicion de paria en su propia tierra nativa, pues como decia antes de su conversion Jose Luis Alfonso, en carta a Saco fechada en La Habana a 19 de junio de 1849, Cuba estaba...tan cansada de verse engafada, robada y vejada de mil maneras, y tan falta de fe y de esperanza en Espafia, que se daria al diablo, que no a los Estados Unidos, por salir de tan insoportable situacion (308). Es verdad incontrovertible que en Cuba hubo anexionistas cuando la tirania espanola comenzo a manifestarse y que, especialmente, despu6s de que con el general Vives se hizo un sistema de gobierno con la explotaci6n, el atropello, y la represi6n dura y sangrienta, fue que tom6 cuerpo la tcndencia anexionista. El anexionismo entre los cubanos fue originado por los desmanes de los gobernadorcs espafoles, y a Espaiia y a sus desaciertos se debi6 que en nuestro suelo floreciese y hasta diese raquiticos frutos el separatismo disfrazado de anexi6n. Por eso es que no hay que abominar de los anexionistas del 50, y que debemos considerar equivocado a Manuel (307) Jose Antonio Saco y suts ideas cubaCna.s, por Fcrnando Orti., La Habana, 1929, p. 136. (308) Fernandez de C:stro, ob. cit., p. 110.

Page  211 NARCISO LOPEZ Y SU EPOCA 211 de la Cruz cuando en el fervor de su exaltaci6n patriolica, declaro:...En la galeria de los heroes y de los martires de la guerra de la independencia, no deben figurar los camafeos de Narciso L6pez y Ramon Pint6, campeones del anexionismo, tendencia suicida y materialista que, para gloria de nuestro pueblo, no arraigo en la conciencia cubana. L6pez y Pinto no tienen ni aun el car~cter de precursores, son los exponentes de una etapa de anemia moral, de deplorable estado patologico que limit6 su accion a un pequefio grupo de nuestro agregado atrofiado por el utilitarismo y envilecido por la esclavitud (309). La injusticia de estos parrafos del celebrado autor de los Episodios historicos de la Revoluciwn Cubana, que heria, con L6pez y Pint6, a los mas ilustres cubanos del siglo pasado, aun a muchos de los que en la Guerra de los Diez Afios combatieron con denuedo por el ideal independiente, era particularmente inmerecida para L6pez, quien, como mas adelante probaremos, con la anexi6n cobijaba sus proyectos para establecer desde 1848 la republica cubana. Y lo que se deja afirmado respecto de Lopez, por extensi6n natural puede decirse de Alonso Betancourt, de Gaspar Betancourt Cisneros, de Anacleto Bermiidez, de Jose Aniceto Iznaga, de Domingo de Goicouria y de tantos otros. Los Betancourt e Iznaga, desde 1820 en constante conjura por la independencia de Cuba, pese a sus demostraciones anexionistas de la mitad de la centuria pasada, de sus cartas, de sus folletos, de sus campanas periodisticas, en que esforzaban la exteriorizacion de un entusiasmo no sentido, por la anexi6n, tenian en esta un clavo ardiente al que se agarraban presas de la desesperacion, pero el que hubiesen soltado a la menor posibilidad de asirse al mastil (309) La Habana. Elegante, nfim. 35, ed. do agosto de 1888.

Page  212 212 HIERMINIO PORTELL VILA de una ensefia libre, netamente cubana, azul, roja y blanca, con................... una estrella con mas luz cuanto mas solitaria. El mismo Betancourt Cisneros escribia a Saco el 3 de junio de 1849 y le decia categoricamente:... Me aseguran que el grito sera Independencia, i nada mas que Independencia, a fin de asegurarse las simpatias de todos (310). E Iznaga, el 7 de mayo de 1851, decia al propio Saco para quien, como certeramente dice Fernando Ortiz, existia el anexionismo, pero como "una hip6tesis ultraseparatista' (311), que...dependeria de circunstancias (la independencia o la anexi6n) teniendo Cuba independiente por donde empezarse, el privilegio de conservar su independencia o de acogerse a la proteccion de la poderosa Repuiblica de Wishington... (312). Ahi esta la realidad del programa de muchos de los separatistas del 50, y bien lo vi6 uno de los pocos historiadores espaioles que a ratos hace justicia en sus obras a los cubanos, cuando dijo que...la anexion la admitian los que no confiaban en sus fuerzas para conseguir su independencia, que era la mas acariciada aspiracion de los cubanos... (313). Marquez Sterling ha juzgado con sereno y acertado criterio a los anexionistas del mediosiglo pasado, sil justificar la incorporacion de Cuba a los Estados Unidos-como (310) Fernandez de Castro, ob. cit., p. 112. (311) Ortiz, ob. cit., p. 96. (312) Fern6hndez de Castro, ob. cit., p. 182. (313) Anales de la Guerra de Cuba, por D. Antonio Pirala, Madrid, 1895, t. I, p. 15.

Page  213 NARCISO LOPEZ Y SU EPOCA 213 no puede hacerlo ninguin cubano digno de ese nombre, una vez cesado el fatalismo historico que llev6 a la desesperaci6n a nuestros compatriotas tiranizados por los Tac6n, los O'Donnell, los Roncali, los Concha, etc.,-pero apreciando en su sentencia, l'ardua sentenza que Vidal Morales cometi6 a la posteridad, las atenuantes y hasta eximentes de aquellos hombres, buenos e integros patriotas, cuya memoria no debemos ni podemos execrar. Y el insigne poligrafo y diplomatico, nunca sospechoso de entusiasmo por la doctrina agregacionista, ha dicho con civismo:... El anexionismo ocupa en la historia patria un capitulo de honor. Si hoy abominamos de esa tendencia para mi horriblemente odiosa, es axiomatico que incurririamos en loca profanaci6n juzgando con tal dureza de criterio a los pr6ceres que la sustentaron con espiritu altivo y noble convencimiento (314). El mismo tratadista dice de aquellos patricios, que consagraban "...sus influencias, sus energias y su fervido amor patrio al desarrollo de un principio politico de independencia relativa... y... que hay que considerarlos y admirarlos como iniciadores de la personalidadc polltica" (315). Juicio que Jose I. Rodriguez habia anticipado al decir que "...el movimiento anexionista se encontr6 siempre ligado con aspiraciones levantadas de patriotismo cubano" (316), y que muy recientemente un escritor de la nueva generaci6n, siempre firme ante la ingerencia norteamericana en nuestros asuntos, el doctor Emilio Roig de Leuchsenring, ha repetido con estas palabras vindicatolias y bien explicitas:...en la lucha mantenida por los cubanos durante aftos y anos contra el despotismo de los gobiernos espanioles, la anexi6n a los (314) La diplolmacia en nulestra histon-ia, por Manuel Marquez Sterling, p. 26 y siguientes. (315) Ibidem. (316) Jose Ignacio Rodriguez, ob. cit., p. 6.

Page  214 214 HERMINIO PORTELL VILA Estados Unidos fue una tendencia patriotica, orientada contra el oprobio absolutista y hacia la libertad de los cubanos (317). No cabe, despues de las opiniones que se dejan transcritas, nada sospechosas por el cubanismo de sus autores, agregar otros argumentos que justifiquen a los anexionistas del 50, pero sirvamonos de ellas para cubrir el prestigio patri6tico de Jos6 Antonio Saco, el gran propagandista e impugnador de la anexion, gran propagandista por el ascendiente de su fuerte personalidad cuando fustigo a la tirania espaiola e hizo entrever en iultima instancia la salvacion junto a los Estados Unidos; gran impugnador cuando vio la tendencia anexionista alzarse con peligro de ruina para Cuba. Si como dice Fernando Ortiz,..Saco fue independentista en Cuba, por un ideal supremo de nacion, aun cuando creia ulterior su realidad consumativa, la excelsitud del cual obligaba al sacrificio de si propio como al de toda impaciente e insegura audacia que pudiera impedirlo o retrasarlo; fue a;utonomista con Espana, por posibilismo transitorio y prudente en la ilusa confianza; anexionista con los Estados Unidos, por transigencia ponderada en la desesperanza frecuente (318), a el, tambien, con los juicios que vindican a los patricios de la "flaqueza civica" del medio siglo pasado, que dice Roig de Leuchsenring, deben salvar estas justificaciones que, sin embargo, no llegan a ocultar el yerro enorme de su silencio ante la Guerra de los Diez Afnos, la cual desconocio en cuanto a estimularla y ayudarla (319), pero la que no vacilo en reputar de "... funesta insurreccion que bien puede calificarse de criminal" (320). (317) Revista Carteles, La Habana, vol. XIV, ndm. 59, diciembre 15, 1929, p. 34. (318) Fernando Ortiz, ob. cit., p. 97. (319) Francisco Vcente Aguilera y la Revolucin de Cuba de 1868, por Eladio Aguilera Rojas, Habana, 1909. (320) J. A. Saco. Doe. para sl vida, p. 115 (Carta a Jos6 L. Alfonso, fechada en Paris a 13 de julio de 1871).

Page  215 NARCISO LOPEZ SIU EPOCA 215 Vamos a entrar en el estudio (d la hasta lor fragmentaria e incompletamente conocida Conspiracci6;n de la Mina de la Rosa Cubacza, con que termina el primer volumen de esta obra. Los hombres que hallaremos en torno a Narciso L6pez, ya no sc llaniaraul Morales, I'Pez, Ia Torre, Laborde, Manrique, ni Valdds, Borso, Cabrera, Zumalacarregui, O'Donnell o Van IIalen. Las banderas tampoco seran las mismas; la en.sona venlczoha a quo Lo6pz volvi6 la espalda en 1814 y el pabello6 espafiol cuya causa abrazo con loca impremeditaci6n, 1hfabrani pasado a segundo termino, y el guerrero caraquefio tendrai un nuevo oriflama, el de la patria cubana, por el cual habra de ofrendar su vida poco aflos mas tarde. El teatro de estas contiendas no estara en los llanos de Venezuela, ni en la meseta de Castilla, los riscos de Vasconia o la huerta valenciana, sino en la tierra libre de los Estados Unidos y en el suelo eselavizado de la patria adoptiva, la isla de Cuba, sirena irresistible cuya triste suerte y cuyas desdichas tuvieron poder bastante para impresionar y despertar eco simpatico en el coraz6n del adalid que desde su juventud habia sostenido con su brazo al despotismo espafiol. Los ideales tambien habran cambiado, el soldado de la tirania luchara por la independencia de un pueblo tiranizado y lo hara con todas las potencias de su alma y de su cuerpo. Y el hombre, en fin, no parecera el mismo; de aquel gallardo y frivolo calavera que seducia a las hermosas con la prestancia de su varonil figura, que hacia alardes temerarios de valor y que irreflexivamente se conducia en todo instante, habra surgido un caudillo lleno de prevision, discreto, consagrado a un noble ideal y que moderara sus impulsos y se creara un nuevo caracter para ser el digno campe6n de un gran prop6sito: el de la liberacion de Cuba y su constitucion en republica libre e independiente. A ratos veremos como desmaya ante la dura adversidad y el abandono de sus parciales, y entonces nos parecera anexionista, y quien sabe si lo sera, efectivamente, en aquel instante, pero a poco, con el espiritu reconfortado, en su

Page  216 216 HERMINIO PORTELL VILA alma brillara de nuevo, con esplendorosa pureza, la llama del ideal independiente, y admiraremos su constancia, su nobleza y su fe invencible en Cuba y en los cubanos, aquella fe que le llevo al patibulo y que en sus ultimos momentos todavia le hacia dedicar el postrero recuerdo a la patria adoptiva y a sus futuros destinos, de los cuales su propia vida y su propia muerte, en la hora solemne de la eternidad, a el mismo parecian incidentes anodinos e intrascendentes que no podrian cambiar el porvenir de la tierra bien amada.

Page  217 CAPITULO VI LAS DOS CONSPIRACIONES DE 1848 1. La Conspiraci6n de la Mina de la Rosa Cubana: su inicio; su organizai6un; sus jefes; su nombre; su car'icter.-2. La Conspiraci6n del "Club de La Habana": su origen; su preparaci6n; sus directores; su denominaci6n; sus tendencias.-3. Los grupos conspiradores de Cienfuegos, de Matanzas, de Cardenas, de Sancti-Spiritus, de Camagiiey, de Santiago de Cuba y de Pinar del Rio.-4. La unificaci6n del movimiento.-5. La fecha de oa sublevaci6n.-6. La primera bandera de Narciso L6pez.-7. Sospechas de las autoridades espafiolas.-8. La delaci6n.-9. La espectacular fuga de L6pez.-10. La liquidacion de las conspiraciones de 1848. 1. La Conspiraci6n de la Mina de la Rosa Cubana: su inicio; su organizacion; sus jefes; su nombre; su caricter RROR muy generalizado es el de estimar que el movimiento revolucionario de 1848 fuc uno en su origen y que, teniendo desde los primeros momentos su centro en Trinidad y Cienfuegos, los nucleos conspiradores de la Habana, Matanzas, etc., solamente habian sido colno delegaciones suyas. Vidal Morales tuvo ya conciencia de ese error y estableci6 claramente la distinci6n del Club de La IIabana y de la Conspiracion de la Mina de la Rosa

Page  218 218 HERMINIO PORTELL VILA Cubana como dos grupos revolucionarios distintos, que comenzaron sus actividades independientemente y que mas tarde llegaron a coincidir y unificarse (321). Pero de la diferenciaci6n expuesta por Morales, no obstante que pudo consultar las Memorias del general Narciso Lopez, cedidas por su autor, don Cirilo Villaverde, al vibrante escritor cubano Manuel de la Cruz, para que este las publicase, -sin que la temprana y muy lamentada muerte del autor de Cromitos cubanos permitiese la realizaci6n de ese prop6sito ni de ello hasta el momento se hayan cuidado sus descendientes, -parece desprenderse que la creaci6n del Club de la Habana fue anterior a la constitucion del centro conspirador de Las Villas. Y esa creencia es erronea. Sin salir del terreno de las hip6tesis y de las deducciones historicas, que muchas veces producen equivocaciones sensibles, pero que no pocas culminan en aciertos y anticipan verdades insospechadas, no hay que olvidar que las actividades revolucionarias del viceconsul ingles en La Habana, Mr. Francis Ross Cocking, en el afo de 1841, cuando se traslado a Jamaica y de regreso a Cuba visito no pocas poblaciones, terminaron en Trinidad, a donde habia sido destinado Narciso L6pez, y que de su visita a la vieja ciudad el propio Mr. Cocking declar6 quedar satisfecho, pues...entregue mis cartas, aprovechando itilmente las horas que se detiene el vapor, pero no sin dificultades y peligros que pudieron terminar fatalmente para mi... (322). Y pocos dias despu6s del transito de Mr. Cocking por Trinidad, los que con el conspiraban en La Habana ofrecieron la jefatura del movimiento a un jefe del ejercito espanol cuyas circunstancias todas convienen con Narciso L6pez, aunque no consign6 su nombre, ni otro alguno, Mr. Cocking, cuando delat6 esta conspiracion al Encarga (321) Vidal Morales, ob. cit., p. 181-184. (322) Boletf del Archivo Naciol, Habana, vol. III, nfim 5, p. 7.

Page  [unnumbered] ,I La banda de la Orden de San Hermenegildo, que perteneci6 a Narciso L6pez y se encuentra en la Academia de la Historia de Cuba.

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Page  219 NARCISO LOPEZ Y SU EPOCA 219 do de Negocios de Espaina en Venezuela, en 1852, y si lo menciono en su informe a Lord Palmerston, fechado en Caracas a 1 de octubre de 1846 (323). Villaverde da a entender que ya cuando Narciso L6pez era Gobernador de Trinidad, se preocupaba de conspirar por la independencia y hacia gestiones entre sus amigos con objeto de atraerse proselitos (324) para sus planes, pero si como declara el mismo Villaverde, Lopez obro con cautela extraordinaria y guardo el secreto de sus planes durante algnii tiempo, estudiando mucho a los hombres de quienes habria de fiarse, lo cierto es que ya en 1846 tenia decidida su intentona revolucionaria, pues fue en ese aio cuando hizo regresar a Venezuela a su madre (325), la que hizo el viaje con su nieto, Pedro Manuel Lopez, despues companero de su tfo Narciso en la expedicion del Pampero, y que Jose Quintin Suzarte, compafiero de travesfa del sobrino de Lopez, y gran amigo suyo, sabia por este que el retorno de dofia Ana Paula de Uriola habia sido determinado por la resolucion del caudillo de acometer su empresa revolucionaria y sustraer a la anciana seiora a los azares de la lucha (326). Y si en 1846 estaban iniciadas las actividades conspiradoras de Lopez, como queda d(emostrado, al aio siguiente, en 1847, ya el nicleo patriota estaba perfectamente organizado y la idea revolucionaria habia sido difundida y llegado su conocimiento a pasar mas alla de los primitivos limites del territorio de Las Villas para extenderse hasta los circulos revolucionarios cubanos de los Estados Unidos. En efecto, en ese afo, ya Jose Maria Sanchez Iznaga estaba iniciado en la conspiracion. El joven trinitario dio un viaje a los Estados Unidos, donde se reunio con su tio, el indomable patriota Jose Aniceto Iznaga, y su fiel ca(323) Ibidecm, vol. III, nfimn. 5 y 6. (324) Carta a Manulc de la Cruz, en Revista CGba.naE, Habana, 1895, pfgina 114. (325) Archivo Nacional. Comisi6n Militar (1849), leg. 100, nfm. 1. (326) S"emnbla.nza del gIcaeral Narciso Lope, por Jose Q. Suzarte, en El A'Lmio del Pais, ed. de 29 de diciembre de 1881.

Page  220 220 HERMINIO PORTELL VILA marada desde las primeras tentativas de rebeli6n, el ilustre camagiieyano Gaspar Betancourt Cisneros; y un dia, viniendo de Saratoga Springs, en el viaje fluvial por el Hudson hasta Nueva York, se franque6 con sus acompaniantes y lleg6 a las siguientes confidencias que relata Villaverde:... La conversacion verso enteramente sobre la patria y los proyectos de independencia que entonces bullian en la cabeza de muchos j6venes patriotas de Trinidad, Sancti Spiritus, Cienfuegos, y Villa-Clara. De paso Sanchez Iznaga explico algunos de los trabajos preparatorios en ese sentido del General L6pez, agregando algunos hechos y conversaciones privadas con el, por donde se venia en conocimiento de que era fija en su mente la idea de redimir a Cuba de la servidumbre colonial. Don Aniceto, el incansable conspirador cubano, manifesto al oirlo bastante sorpresa, pues en su opinion no pasaba L6pez de ser un soldado espafiol, despota y ademas corrompido. Defendio Sanchez con calor a su amigo ausente; rectific6 en todos sus puntos la err6nea y triste opinion que abrigaba sobre el su tio; pintandole tal cual era en realidad, es decir, en principios republicanos, acerrimo; en ideales sobre la libertad de los pueblos, exaltado; como militar habil y valiente hasta la temeridad; como hombre pundonoroso, el Bayardo sin miedo y sin tacha. Este juicio lo confirm6 Betancourt, diciendo: 1Pues no sabe V., don Aniceto, que ese ha de ser nuestro bizarro General de Caballeria? (327). Si en la etopeya que antecede alguna cualidad no corresponde con la realidad, es innegable que con ella se aporta un antecedente de evidencia indiscutible acerca de la fecha en que la conspiracion se incubo. Y si el relato de Villaverde fuese acogido con reserva, para su comprobaci6n tenemos la prueba concluyente en esta carta aut6grafa de Jose Maria Sanchez Iznaga a su tio (327) Menorias del general Nareiso Lopez, por Cirilo Villaverde. (Manuscrito in6dito en poder del autor de esta obra).

Page  221 NARCISO LOPEZ Y SU EPOCA 221 don Aniceto, fechada en Cienfuegos a 25 de mayo de 1848 y en la que aquel hace referencia a la conversacion sostenida con el y con El Lit-gareio el aio anterior, a que alude Villaverde: Dear Aniceto: On receibing (sic) this take off your hat and let your patriotic heart rejoice with emotions and hail the brilliant Star which shines on the fertile shores of Cuba and proclaims the Republic! At the perusal of this (on the 24th. of june, no farthest) one thousand cutlasses and one thousand spikes, multiplied by the fire which burns in our hearts shall have opened the field and given extension to the Cry: hurrah for the Republic of Cuba! And thousands, and thousands of determined braves will fly to increase our files. Yes, Sir, the die is cast, and we must either be free for ever, or slaves for ever. It would not be prudent for me to enter into the details of our plans and constructions. I should no mention any name; but be assured that all is foreseen, and nothing will fail. We have at the head of the movement men of our unbounded confidence. Do you remember the man of whom I spoke to you several times? Do you recollect the conversation we had with our mutual friend, the Lugarefio, as we were in our return from Saratoga, last year? Do you remember his exclamation at some observation you made? Well, sir, that is the very man the Lugarefio said could and should be and some others too of the same stuff will folldw us. Enough I have said, perhaps too much, to indemnify you of my long silence. The cause is great and grave to venture much that may compromise it. 20 or 30 days, yet, may lead to so many events! But the justice of God will help us to success. The time is come when our country claims the service of the Lugareio, and such friends as you, who may fly to her assistance, and Cuba redeemed from tirany (sic) will open her arms to embrace her proscribed and persecuted children. Once installed the Provisional Government and our independence acknowledge by the Great American Republic our next step will be to ask the annexation. Again I say I have venture too much thus writing: but my heart

Page  222 222 HEERMINIO PORTELL VILA would feel indignantly selfish if I concealed any longer my emotions and hopes from patriots who have so worthyly contributed to the establishment of the Republic. I remain yours, Jose Sanchez Iznaga. Y un elemento de prueba para aprcciar la verdad de las declaraciones de Sanchez Iznaga cuando fue detenido en 1848, lo encontramos en la respuesta que di6 al fiscal, coronel Zurita, al que dijo que...a pesar de los cuatro afos que trata al Sor. Gral. Lopez, nunca le habia hablado de politica lasta la iltima vez que fue de esta ciudad de la Habana... (328), afirmaci6n sobradamente contradicha por sus propias referencias a la conversaci6n que habia sostenido con Aniceto Iznaga y con El Lugareiio, en 1847, cuando su viaje a los Estados Unidos, pero quc de seguro juzg6 convenicnte ocultar en el proceso, al no haccr alusion al contenido de la carta que acabamos de transcribir. La Cospiracio'n de la Mina de la Rosa Cabanza se debi6 principal y exclusivamente a Narciso Lopez. Era la culminaci6n, la cristalizaci6n de sus por largos afios acariciados proyectos de independizar a Cuba; y sus caracteristicas concuerdan con las protestas de L6pez contra el regimen politico establecido en la Isla a partir de 1836, de que ya hemos hablado, y casi parecen pronosticadas por el mismo en el parrafo final de su autodefensa cuando los tragicos sucesos de Valencia, en 1838, siendo L6pez gobernador de la ciudad levantina. La err6nea creencia de que L6pez era hombre indiscreto e irreflexivo, tiene un mentis muy digno de tenerse en cuenta con su proceder en la organizaci6n de ese movimiento revolucionario. olegado a Cuba en 1841, a los pocos dias de su regreso a la Isla, ya hemos visto y comprobado la posibilidad de (328) Arehivo Nacional.-Comisi6n Militar (1848), leg. 67, ntim. 1.

Page  223 NARCISO LOPEZ Y SU EPOCA 223 que fuese el la persona que cooperaba con los planes del Viceconsul ingles Mr. Francis Ross Cocking. Y con anterioridad tambien hemos dejado constancia de que las excursiones de Lopez a Vuelta Abajo, en 1842 y 1843, tuvieron verdadero caracter de labor propagandista, que en Guane llego a despertar sospechas en el Capitan Pedaneo, don Gaspar Maria Lores, hecho tanto mas significativo cuanto que el inseparable de Lopez en sus correrias por Mantua, Guane, Rio Feo, etc., lo fue don Pio Jose Diaz, uno de los conspiradores de 1851, cuya defeccion determine en gran parte el fracaso de la expedici6n del Pampero. Despues, durante los anos en que estuvo Lopez dedicado a empresas industriales, sus viajes frecueuntes por toda la Isla, unas veces explotando minas en Bahia Honda o en San Fernando, otras con temporadas mas o menos largas en La Habana, Matanzas, Cienfuegos, Trinidad, etc., le permitieron una acci6n propagadora que se extendio por toda la mitad ocidental del pais. Y esa labor revolucionaria de varios afios, la realiz6 con cuidado tan exquisito y con precauciones tales, que no trascendio al Gobierno espainol ni hubiese llegado a descubrirse sin la delacion hecha por el padre de uno de los conjurados. No fue exclusivamente entre gente de tropa, sobre la cual su grado y su reputacion pudiesen darle influencia, que Lopez obtuvo apoyo y cooperacion. Se acerco al campesino, gano su confianza con aquel don de gentes que poseia, y le inicio en el misterio de la conspiracion; hablo al hacendado y al obrero con identico resultado, y fue mas adelante, se insinuo con los cubanos de reputacion como intelectuales, aun con los de mayor prestigio por la integridad de su caracter, y consigui6 casi siempre la buscada adhesion. Delicada prudencia mostro al tocar el problema de la poblacion negra, pues si la llaneza de su caracter y sus principios liberales le impelian a aprovechar la fuerza formidable de la raza oprimida, la oposicion que conocia de los propietarios de esclavos le obligaba a mostrarse conser15

Page  224 224 HERMINIO PORTELL VILA vador en ese punto, aunque habremos de ver que no pocos de los procesos incoados por las conspiraciones de 1848 comprendieron a negros de Las Villas y de Matanzas. Villaverde dice que...se pueden contar con los dedos de las manos los criollos a quienes comunico sus proyectos de alzamiento, aunque no dud6 ni un momento que dado el grito de libertad e independencia, la mayor parte en las poblaciones y en los campos le secundaria con entusiasmo (329), pero esta afirmacion hay que aceptarla condicionalmente y aclararla en el sentido de que, en efecto, trato de que no se divulgasen sus planes sino entre aquellas personas que le merecian confianza, a fin de evitar su descubrimiento. Toda la actual provincia de Santa Clara era el foco de la conspiracion, y Lopez, provisto de un pase amplio para viajar por la Isla, la recorria en todas direcciones con objeto de hacer proselitos. En una de esas excursiones gano para la causa al sabio botanico y entusiasta patriota doctor Sebastian Alfredo de Morales, segun relata este en sus Memorias, cuando el cientifico cubano se dirigia a examinar unas minas de cobre situadas en la jurisdiccion de Remedios, cerca de Sagua la Chica, ya en la vertiente norte de la Provincia. Excelente partido supo sacar, no solo de su popularidad y de su simpatia personal, sino de su formidable resistencia fisica y de su habilidad de jinete, en estas fatigosas marchas en demanda de apoyo. El jefe militar de la conspiracion era Lopez, cuya residencia fija permanecia ignorada, pues tan pronto estaba en las minas, como se encontraba en Cienfuegos o permanecia en Trinidad. En las minas, de pobre rendimiento de mineral de hierro, habia un misero poblado compuesto de una bodega, la (329) Carta a Manuel de la Cruz, en Bevista Cubana, t. XIII, p. 112.

Page  225 NARCISO LOPEZ Y SU EPOCA 225 casa en que habitaba Lopez con sus criadas Juana Bautista y Faustina, un pobre barracon y el cobertizo de los pozos, donde funcionaba una fragua a cargo del herrero Rafael Pavon, en la que consta que se fabricaban puntas de lanza, por encargo de L6pez, sin que fuese posible encontrar ninguna de ellas en el curso de las investigaciones, quiza por haber sido arrojadas a los pozos inundados. Otro de los jefes principales era el licenciado don Jose Gregorio Diaz de Villegas, prominente abogado de Cienfuegos y regidor de su Ayuntamiento, hombre de intachable reputacion y que por sus virtudes publicas y privadas disfrutaba del mejor concepto entre sus convecinos. Respetabalo L6pez profundamente y fue a el quiza el primer cubano de Cienfuegos a quien comunico sus proyectos, cuyo conocimiento, con todo civismo, admiti6 el licenciado Diaz de Villegas que lo tenia de labios del propio Lopez, al interrogarle el fiscal de la causa. En Trinidad, Jose Maria Sanchez Iznaga, Jose Isidoro Armenteros y Rafael Arcis, fungian como jefes principales del complot, si bien el primero apenas si paraba en la vieja ciudad y habitualmente residia en su ingenio, en Santa Barbara, proximo a Cienfuegos, donde fabricaba balas su mayordomo Ladislao Landa, segfin se descubri6 posteriormente. En Sancti Spiritus L6pez tenia su agente en la persona del hacendado Pedro Manuel Sanchez, quien sin reparo alguno reclutaba gente para el pronunciamiento de L6pez. Matanzas, cuya poblaci6n visitaba L6pez con frecuencia, tambien tenia perfectamente organizado su centro revolucionario, uno de cuyos mas influyentes miembros era el hacendado don Bias Cruz. Los nombres de la conspiraci6n han sido varios. Historiadores hay que la denominan Conspiracion de Cienfuegos, sin-duda porque en dicha ciudad radicaba uno de sus mas importantes niucleos; otros que la llaman Conspiracion de Trinidad, por haber tenido su origen en la centenaria poblaci6n; no faltan los que la nombran como Cons

Page  226 226 HERMINIO PORTELL VILA piracion de Manicaragua, a causa de la regi6n en que estaban enclavados los yacimientos de hierro y de carbon que explotaba L6pez, y son los mas los que se refieren a ella como Conspiraci6n de las minas de San Ferna/ido, por el partido en que se encontraban esas pertenencias, y como Conspiracion de la Mina de la Rosa Cubana, que es la denominaci6n que finalmente ha prevalecido. Como ya hemos dicho con anterioridad, las minas de San Fernando, que pertenecian a L6pez, eran una pobre explotaci6n en que se habian perforado seis pozos a una profundidad maxima de diez y seis varas, unidos entre si por galerias, algunas parcialmente destruidas, como tambien entre los pozos los habia inundados por corrientes subterraneas. Los nombres de esos pozos eran los siguientes: San Felipe, La Rosa Cubana, La Fortuna, San Pedro, San Fernando y San Narciso. El primero perforado fue el de La Rosa Cubana, nombre simbolico que se extendi6 a la explotaci6n y luego a la conspiraci6n cuyo jefe era su propietario, mas que nada porque el pretexto bien ostensible, de L6pez, en sus uiltimos viajes a La Habana para ultimar los detalles del alzamiento, era el de mostrar los carbones bituminosos que decia haber extraido de su mina, La Rosa Cubana, cuya denominaci6n se hizo familiar entre los conspiradores. Toda esa propiedad, como el sitio de labor inmediato, que tambien pertenecia a L6pez, fueron embargados por el Gobierno espafiol para el pago de las costas, en el proceso seguido contra el caudillo del movimiento y los demas conjurados. En sus inicios, el caracter de la conspiraci6n habia sido exclusivamente separatista. Sanguily tuvo esa intuici6n cuando refiriendose a los prop6sitos de L6pez, dijo:... Su amigo y compafiero en Trinidad fue un joven, D. Jose Sanchez Iznaga, de abolengo revolucionario. Alli al cabo conspiraban ambos. El modelo politico del mozo tenia que ser la America emancipada. Su pretension tenia que ser la independencia... Y Narciso L6pez, que la habia combatido tan constantemente, no

Page  227 NARCISO LOPEZ Y SU EPOCA 227 tendria de fijo en su mente otro tipo de la separacion territorial de colonias de Espafa que la independencia en la forma y manera como la realizaron los pueblos americanos del continente... (330). Es evidente la verdad de la deducci6n a que llega Sanguily. Para Lopez, razonablemente, la f6rmula del separatismo estaba en la revolucion contra Espana, una lucha decisiva segun el modelo de la que permiti6 la liberaci6n de Venezuela y de las demas republicas hispanoamericanas y cuyo triunfo el habia contemplado tan de cerca. El pensamiento de la anexion no debi6 ocurrirsele, ni tenia por que asaltar a un hombre bravo, acostumbrado a guerrear sin contar el numero de sus enemigos, conocedor del soldado espafiol y que no habia dedicado su tiempo a estudiar las instituciones politicas de los Estados Unidos, ni habia visitado ese pais, ni sabia su lengua, razones todas por las cuales la soluci6n del problema cubano con la ayuda norteamericana, si alguna vez se le ocurri6, hubo de ser como improbabilidad remotisima. En el curso de sus trabajos revolucionarios, al tratar con los hombres acaudalados que temian por sus riquezas, con los pusilanimes que desconfiaban de sus fuerzas, con los intelectuales que contemplaban el espectaculo maravilloso de la expansion de los Estados Unidos, sin duda que fue llegando a Lopez y a los suyos la expresion de la idea anexionista que se agitaba entre no pocos cubanos, y que al primitivo proyecto de una revolucion cubana, pero en la cual habria el "cuartelazo" tipico espaiol, obtenido por el ascendiente y la popularidad de Lopez con la tropa, se opuso el de un alzamiento con ayuda de los anexionistas norteamericanos, para proteger a los esclavistas, a los ricos, a los vacilantes y a los suspicaces que temian las ambiciones del jefe de la conspiracion, cuyos antecedentes personales, sobre todo los de su borrascosa juventud, no (330) Los prop6sitos del general Narciso Lopez, en Hojas literarias, La Habana, t. IV. num. 1, p. 38-39.

Page  228 228 HERMINIO PORTELL VILA eran para inspirar confianza al Ilevar a cabo un cambio politico de tal naturaleza. Insistiendo mas sobre el caracter del pronunciamiento del tipo espafol, que preparaba L6pez por necesaria analogia con los por el presenciados o en los que habia intervenido, hay que recordar la afirmacion de Villaverde de que...En un baile gano al amigo y conjurado que necesitaba para principiar la magna obra de la redencion del pueblo cubano de la esclavitud colonial. Nos referimos ahora al coronel Alegre, que mandaba el regimiento de la Union, de guarnicion entonces en las Cuatro Villas... (331). Y esta declaracion de Villaverde no puede impugnarse sin pruebas, mientras que en abono de su verdad podemos decir que, al instruirse la causa por la Conspiracion de la Mina de la Rosa Cubana, a instancias del asesor don Felix Cascajares, la oficialidad de la guarnici6n de Cienfuegos y hasta el Capitan del Puerto, fueron examinados e interrogados por el fiscal, quien cuid6 de hacer notar que todos aquellos militares habian estado en Trinidad y conocian a L6pez de alli, y varios de haber servido a sus 6rdenes en la Peninsula cuando la Guerra Carlista (332). Si en cuanto a Cienfuegos la sospecha aparece indeterminada, no ocurrio lo mismo en Trinidad, donde se tomo declaracion al coronel de caballeria don Jose Isidoro de Armenteros, despues una de las victimas del 51, y al teniente coronel don Jose Maria Alegre, que cita Villaverde, el que se quejo de la vejacion que suponia tal indagatoria, pero cuido de presentar en abono de su conducta la Orden del Cuerpo de 14 de julio de 1848, firmada por el, en la que recomendaba a la tropa que se mantuviese leal a la Reina y no oyese sugestiones para romper su juramento de fidelidad, cuya orden dicto "...por rumores de desercion que (331) Carta a Manuel de la Cruz, en Revista Cubana, t. XIII, p. 112. (332) Archivo Nacional.-Comisi6n Militar (1849), leg. 67, num. 1.

Page  229 NARCISO LOPEZ Y SU EPOCA 229 habia oido en el Regimiento de la Union, que mandaba" (333). Una revolucion tramada por cubanos y que contaba con el apoyo de tropa espafiola, no llevaba la anexion como objetivo, por lo menos inmediato, y la carta de Sanchez Iznaga a su tio don Aniceto, que ya hemos transcrito, bien a las claras expresa al final que, triunfante la revolucion, establecido el Gobierno Provisional y reconocida por los Estados Unidos la independencia de Cuba, el proximo paso seria la anexion. Pero, i se daria este?, cabe preguntar. La carta dirigida a Iznaga y que debia leer Gaspar Betancourt, ambos anexionistas y recelosos de las intenciones de L6pez, es en ese parrafo final de una habilidad completamente diplomatica, porque, una vez constituido el Gobierno Provisional y reconocida la independencia, i se llevaria a cabo la anexi6on? Que cubano habria osado pedir que la republica triunfante, libre, admitida por los Estados Unidos en el concierto de las naciones soberanas, perdiese su condici6n de tal para transformarse en un estado de la Uni6n? Y no se diga que la carta de Sanchez Iznaga resulta un testimonio aislado, no. Saturnino Sanchez Iznaga, hermano de Jose Maria y quien, con su padre, delat6 la conspiracion, declaro al ser interrogado para ampliar la indagatoria practicada, que el propio Narciso L6pez, personalmente, le habia dicho que Cuba se haria republica independiente, para continuar asi, o para incorporarse a los Estados Unidos en otro caso (334). Y tal fue, tambien, el juicio que en su conclusi6n fiscal, fechada el 8 de febrero de 1849, hizo el coronel don Crist6bal Zurita, al admitir que primero se estableceria la republica, y despues pasaria a la condici6n de estado de la Union. Cronol6gicamente, y de conformidad con el plan que nos hemos trazado, no son de este tomo otros datos ineditos acerca de los verdaderos prop6sitos de Narciso L6pez en su conspiracion, que no eran, ciertamente, anexionistas, (333) Ibfdem. (334) Ibidem,

Page  230 230 HERMINIO PORTELL VILA pero vale adelantar aqui copia de una carta que en 1849 envio Cirilo Villaverde a su hermano Juan Francisco, la cual hemos hallado entre sus papeles, y que deshecha la alave en que esta escrita, como hemos podido hacerlo, arroja mucha luz sobre las intenciones de Lopez acerca de la anexi6n y respecto a sus desacuerdos con el Consejo Cubano. La carta en cuesti6n es la siguiente: Cierto que el hombre de los quesos sabrosos (el camagiieyano Gaspar Betancourt Cisneros) no ha hecho... causa con mi tio (el general Narciso Lopez); pero la razon de esa desunion no es ni ha podido ser jamas la que te ha dado J. Mz. (que supongo es el tio de Angel Lofno) porque mi tio jamas le ha pasado por las mientes casar (anexionar) a la novia (Cuba) antes de levantar los entredichos que tiene puestos, ni el mismo hombre de los quesos sabrosos cree que sea absolutamente necesario, por el contrario me ha dicho a mi muchisimas veces que le gustaria tanto como sus quesos verla solterita (independiente) manejarse por ella sola. Mira cuan contrario de lo que te han dicho a ti. La idea no me pareciera extravagante si viniera de otro individuo; pero J. Mz. tiene por donde enterarse mui bien de todo. La verdad es que ni mi tio, ni el hombre de los quesos sabrosos no han pensado en el matrimonio (la anexion) de la muchacha (Cuba), sino como en un medio para sacarla mejor i mas pronto de la dura tutela (la tirania) de su madre (Espafia). Serian mui necios, si porque el uno quiere casorio i el otro no, fuesen a dejar la muchacha como esta, siendo ciertisimo que en ningun caso ellos podran decidir si el matrimonio (la anexion) se efectuara o no; pues de otros depende. Cierto que jamas el hombre de los quesos sabrosos ha estado sinceramente de acuerdo con mi tio; pero la razon del desacuerdo que te ha dado J. Mz..., esta tan distante de la verdad, y aun dire, de lo razonable, que me ha llenado de dudas si en efecto Angel Loiio tiene otro tio que yo no conozco, o si ese tio ha perdido el juicio i la discrecion que todos han reconocido en el. Sin tener por unos tontos de capirote tanto al hombre de los quesos sabrosos como a mi tio, que hace tiempo peinan canas, creo no se puede decir que andan en desacuerdo porque el uno quiere desde ahora casar

Page  231 NARCISO LOPEZ Y SU EPOCA 231 (anexar) la novia (Cuba) i el otro ni ahora ni nunca. No ves que todavia es mui temprano para pensar en el casorio? No ves que sin sacarla de la tutela de la nadre la muchacha no puede casarse?... La unica razon, creerme debes, si consideras que me he hallado en situacion de estudiar por mas de dos anios largos a mi tio i el hombre de; los quesos sabrosos, la unica causa de su desacuerdo es que este quiere sacar la muchacha de la tutela con papeles mojados, a su manera dilatoria, embarazosa i de circunstancias, mientras que mi tio no entiende de papeles, de dilaciones, ni de rodeos. Pudiera afiadirse que el hombre de los quesos se ha dejado seducir mas de una vez por los prudentes de alla, los cuales no han dejado de alhagar (sic) su orgullo i de entretener sus doradas esperanzas de llegar a la soltura de la pobre muchacha por un circulo tamanfo como el mundo. Pudiera ainadirse todavia que entre el oficio i los habitos de mi tio i el hombre de los quesos sabrosos, hai naturales i antiguas antipatias, que el filtimo no hace distincion, porque no siempre el habito hace el monge, que tiene su orgullito puesto en su lugar como otro cualquiera, i mas que esto la vanidad de creerse el finico, el mimado y el aclamado por todos, i acabaras de comprender por que realmente han estado i estaran en desacuerdo; aunque de unos meses a esta parte marchan por un mismo camino, bien que siempre i a menudo llamado a el i conservado en la linea recta por mi tio. Diras, quizas, que soi parcial de mi tio; cree lo que te parezca, el tiempo desengafiara a los que como tu piensen. Mi tio siempre ha sido de un parecer i siempre ha permanecido en una linea: la recta: el hombre de los quesos ha cambiado de pareceres i de lineas como de camisas, pues en medio de su ardiente amor por la muchacha (Cuba) es mas debil que la misma muchacha, y es vano, que es lo peor. No se pueden buscar en otras fuentes las causas de desacuerdo. Bien se que hasta personas mui ilustres i discretas te han pintado a mi tio con los colores mas feos. Yo no se como habra sido antes, pero ahora te se decir que en mi vida he visto una consagracion asi en toda la extension de la palabra... el amor de la muchacha le ha purificado el alma y le ha comunicado un fuego divino que no tiene igual en los modernos tiempos.

Page  232 232 HERMINIO PORTELL VILA Los secretos designios de Lopez por la independencia; las reservas de Betancourt por las sospechas que le inspiraba Lopez con sus turbulentos antecedentes, y las diferencias entre ambos patriotas, condenados, como los revolucionarios cubanos de todas las epocas, a no entenderse, aparecen en este documento, explicado todo por medio de alegorias y de perifrasis, pero muy especialmente sirven los parrafos de esta carta para acreditar que en 1849 los ideales de Lopez se cifraban en la independencia, como en los primeros momentos de la Conspiracio' de la Mina de la Rosa Cubana, a pesar de las concesiones que por momentos se veia en la necesidad de hacer al anexionismo y que planteaban una flagrante contradiccion entre sus verdaderas intenciones y la exteriorizaci6n de sus proyectos revolucionarios. 2. La Conspiraci6n del "Club de La Habana": su origen; su preparaci6n; sus directores; su denominaci6n; sus tendencias Ya hemos hecho la distincion de las dos conspiraciones de 1848, y nos hemos referido con alguna extension a las caracteristicas de la que la historia conoce con el nombre de La Mina de la Rosa Cubana, aduciendo, al propio tiempo, las pruebas necesarias y oportunas para demostrar que los primitivos propositos de Narciso Lopez no se inspiraban en la anexion. No podemos hacer igual afirmacion de la Conspiracion del "Club de La Habana". Y no es que pretendamos atribuir a ese movimiento revolucionario la paternidad de la idea anexionista. Sedanno relata que el general Antonio Lopez de Santa -Ana, durante la inicua guerra de despojo entre Estados Unidos y Mejico, en presencia suya y de algunos otros oficiales, varios de ellos cubanos por nacimiento, como el auditor Betancourt y el brigadier Benito Zenea, dio lectura a una

Page  233 NARCISO LOPEZ Y SU EPOCA 233 comunicacion oficial acerca del proyecto que abrigaban algunos generales norteamericanos...de llevar por su cuenta la invasion yankee a Cuba asi que se firmara la paz que consideraban pr6xima, y para cuyo plan aprovecharian el retorno de regimientos de voluntarios cumplidos, que quisieran engancharse en la espedicion... (335) Y el propio autor, tambien hijo de Cuba, persona ilustrada y algunas veces juez sereno y desapasionado en los problemas cubanos, no vacila en afirmar, como remate de sus referencias a esta temprana y poco estudiada manifestacion del anexionismo: Basta lo dicho, para que sepa el lector que ya a fines del ano 1846 se proyectaba la anexion de la isla de Cuba a los Estados Unidos, y de ello tenia noticia oficial el gobierno de Mejico, asi como que en la misma Capital, el Sr. Anaya, persona de grande influencia, un abogado cubano de reconocida ilustracion, un medico tambien cubano y un venezolano de apellido Argos, que habia residido algunos afnos en la Habana, trabajaban con calor en el proyecto de anexion (336). La incorporacion de Cuba a los Estados Unidos, pues, era una solucion de cubanos para la situacion politica de la Isla tiranizada, aun antes de que surgiese el Club de La Habana. Esta sociedad revolucionaria naci6 por una inspiraci6n del abogado don Manuel Rodriguez Mena, natural de Santiago de Cuba, pero quien, muy joven aun, complicado en el movimiento constitucional del general Lorenzo, tuvo que trasladarse a La Habana y en esta iltima ciudad se radico y lleg6 a ser, de acuerdo con sus principios liberales y sus sentimientos patri6ticos, uno de los principales directores de la conspiracion de La Habana. (335) Sedano y Cruzat, ob. cit., p. 29. (336) Ibidem, p. 29-30.

Page  234 234 HE1RMINIO PORTELL VILA En una tarde de primavera del afio de 1848-relata Villaverde (337),-se hallaban reunidos en el Paseo de La Habana varios jovenes, entre otros Rodriguez Mena, Domingo de Goicuria, que acababa de llegar de Londres y que ya era en extremo sospechoso por sus esfuerzos en pro de la colonizaci6n blanca en Cuba, y Jose Antonio Echeverria, de quien dice Manuel Sanguily a Cirilo Villaverde, en carta de 12 de agosto de 1889, en nuestro poder: Una de las figuras de la Revolucion mas oscuras para mi es la de J. A. Echeverria, y una de las mas confusas es la de M. Aldama. Seria para mi objeto muy interesante cualquier informe desapasionado sobre ambos. Del primero deseo averiguar que hizo de bueno, y que de malo; sobre todo por que circunstancias estuvo en condiciones de ser lo que fue... Tras una conversaci6n banal, repentinamente, Rodriguez Mena se encar6 con sus acompanantes y les invito de esta manera: Seinores, Ivamos a conspirar? Segun Villaverde, la proposici6n fue acogida con risas de todos, menos de Goicuria, quien la apoyo calurosamente, y cuando se dispers6 la reuni6n, cada uno de sus componentes llevaba la preocupaci6n de la idea que habia expuesto Rodriguez Mena, por lo que en aquellos mismos dias volvieron a reunirse en el Palacio de Aldama, al sumarse a los noveles conspiradores don Miguel de Aldama y su cufnado don Jose Luis Alfonso, ambos emparentados con Domingo del Monte y fieles amigos y protectores de Jose Antonio Saco. A este centro conspirador se incorporaron los que ya venian preparando el movimiento revolucionario a que se refiere Mr. Francis Ross Cocking (338), y el conde de Pozos Dulces, Cirilo Villaverde, Anacleto Bermudez y otros patriotas, se unieron al Club de La Habana. Los habaneros, desde el primer momento, buscaron el instrumento de la revoluci6n en el extranjero. Si conocian (337) Memorias del general Naroiso Lopez, por Cirilo Villaverde (Manuscrito inedito en poder del autor de esta obra). (338) Baletin del Archivo Nacional, La Habana, 1904, nfms. 5 y 6.

Page  235 NARCISO LOPEZ Y SU EPOCA 235 las disposiciones de Lopez para acometer la empresa, que alguno las sabria seguramente, prefirieron ignorarlas y no contar con el, pues temian, quiza con razon, que el caudillo no habria de someterse a su direccion y pretenderia obrar por su propia cuenta, aunque tambien es muy de creerse que sospechasen en el secretas miras ambiciosas cuya existencia ni por un momento acredito Lopez en toda su conducta posterior. Y acordado el empleo de mercenarios que llevasen a la practica los proyectos del Club, la eleccion fue unanime en favor de los norteamericanos. Acababan estos de dar termino a su guerra rapaz contra Mejico, a la cual despojaron de casi la mitad de su territorio, y el cese de las hostilidades dejaba sin ocupacion a miles de soldados improvisados, ebrios de conquista, que tras la facil desmembraci6n de Mejico veian en perspectiva la no mas dificil adquisicion de Cuba. A esos hombres, precisamente, resolvio dirigirse el Club de La Habana. El trinitario don Rafael de Castro, vicedirector del Colegio de Buenavista y pariente de los patriotas Francisco y Lucas Castro, de Trinidad, condenados a extrafiamiento perpetuo como infidentes por la Comisi6n Militar, despues de haber sido absueltos en la Conspiracion de la Mina de la Rosa Cubana (339), fue el escogido para entregar al general William J. Worth, uno de los principales jefes norteamericanos en la guerra contra Mejico, las proposiciones del CIlub, que se concretaban a la entrega de tres millones de pesos a cambio de que invadiese la Isla con un ejercito de cinco mil hombres de tropa veterana. Villaverde, quien debio conocer en sus detalles estas condiciones, conviene en la identidad de las cifras citadas, que tomamos de las Memorias del general Narciso Lopez, en nuestro poder, con las que expone Vidal Morales (340). (339) Archivo NacionaL-Comisi6n Militar (1850), leg. 74, num. 4. (340) V. Morales, ob. cit., p. 181.

Page  236 236 HERMINIO PORTELL VILA Llevo a cabo su comision el representante del Club de La Habana? Villaverde nos cuenta (341), con su opinion acerca de que no era don Rafael de Castro el hombre mas a proposito para tal embajada, entre otras causas, por no conocer el idioma ingles y verse precisado a utilizar los servicios de un interprete, que el comisionado embarc6 para Mejico y que en Jalapa se entrevisto con el general Franklin Pierce, mas tarde Presidente de los Estados Unidos, al que explico los motivos de su viaje, y que este le entrego una carta de presentacion para el general Worth, entonces acampado en Tacubaya. El fatigoso y lento viaje en diligencia, desde Jalapa a Ciudad de Mejico, liizo posible que al llegar el seinor Castro a Tacubaya se encontrase con la desagradable noticia de que el militar norteamericano, repentinamente llamado por el Gobierno de Washington, se habia trasladado a los Estados Unidos, por lo que su encomienda quedaba virtualmente terminada, lo que se apresur6 a comunicar a sus comitentes. Ahora bien, 1por que los conspiradores habaneros escogieron precisamente al general Worth? ISeria este el jefe norteamericano que el general Santa Ana declare que preparaba la invasi6n de Cuba, seguin las referencias de don Carlos de Sedano que antes hemos transcripto? Los cubanos de Mejico, anexionistas, que menciona el mismo autor, jmediarian con el Club de La Habana para indicar la selecci6n del general Worth? Cuestiones son estas que, no obstante su posibilidad, no pueden contestarse afirmativamente, aunque todo ello pudo y debio ocurrir asi. Es muy probable que la anexion no fuese articulo imprescindible en la invasion que se proponia el general Worth. Por lo menos, no se menciona entre las condiciones que se estipulaban, la de la anexi6n, y todo parece indicar que el convenio era una tipica repetici6n, en pleno siglo xix, de uno de aquellos contratos que en la Edad Me (341) Memorias del general Narciso Ldpez. (Manuscrito citado en poder del autor de esta obra).

Page  237 I NARCISO LOPEZ Y SU EPOCA 237 dia servian para asegurar la ayuda de los condottieri con sus bandas, o para ganarse los servicios de un Beltran Duguesclin con sus "Compaiiias Blancas". A los anexionistas norteamericanos, pues, la intervenci6n del general Worth con sus veteranos, no hubo de resultarles satisfactoria en principio, porque ella no daba seguridades, sino cuando mas, probabilidades de la anexi6n como resultado de la prometida victoria de los invasores. Por esta epoca, coetaneamente, mediaban entre Estados Unidos y Espafia ciertas negociaciones diplomaticas que tenian por objeto cambiar el status politico de Cuba. Relata Villaverde en sus tantas veces citadas Memorias del general Narciso Lopez, que tan pronto como Jose Aniceto Iznaga recibi6 la carta en que su sobrino, Jose Maria Sanchez Iznaga, le participaba la formalizacion de los proyectos revolucionarios de Lopez, documento que hemos transcrito con anterioridad, di6 cuenta con su contenido a Gaspar Betancourt, huesped entonces de los hermanos Beecher, propietarios de The Sun, y de la hermana de estos, Cora Montgomery, editora responsable del 6rgano anexionista La Verdad, que venia publicandose desde el 19 de enero de 1848. Ambos patriotas resolvieron trasladarse a Filadelfia, donde residia Alonso Betancourt (El Solitario), y puestos todos de acuerdo, conocedores del viaje de Rafael de Castro y de las proposiciones que llevaba para el general Worth, resolvieron presentarse al Presidente de los Estados Unidos, Mr. James Knox Polk, para interesarle en sus proyectos anexionistas. Todo parece indicar que los tres cubanos creian de buena fe que llevaban consigo una noticia ignorada por Mr. Polk. Tal se desprende del relato de Villaverde, y tambien de las paginas que dedica al asunto J. I. Rodriguez (342), pero ambos historiadores, y los propios comisionados, se equivocaban. (342) Jos6 I. Rodriguez, ob. cit., cap. XIII.

Page  238 238 HERMINIO PORTELL VILA Aparte de las comunicaciones oficiales que el C6nsul norteamericano en La Habana, bien enterado de la conspiraci6n, enviaba a su gobierno con informes del complot, Mr. Polk tenia la noticia por otros conductos, y asi cuido de consignarlo en su Diario, que acaba de publicarse. En sus anotaciones vemos que ya el dia 10 de mayo de 1848 habian visitado al Presidente el Sr. J. J. O'Sullivan, cunado de Cristobal Madan y despues auxiliar de Lopez, y el senador Dayles, de Illinois, para proponerle que los Estados Jnidos comprasen a Espafa la isla de Cuba (343); y que en la reuni6n del Gabinete, el 30 de mayo, ya Mr. Walker, Secretario del Tesoro, informo que podian pagarse cien millones de pesos por Cuba, despues de que Mr. Polk habia expresado sus "strong convictions" en favor de la anexion (344). La carta del Secretario de Estado, Mr. James Buchanan, al Ministro en Madrid, Mr. R6mulo M. Saunders, fechada en Washington a 17 de junio de 1848, es, pues, evidentemente, una consecuencia del acuerdo adoptado semanas antes en el Consejo de Secretarios. En esa comunicaci6n, explicita y terminantemente, Mr. Buchanan condensaba un acertado resumen de la situacion politica que prevalecia en Cuba, de las aspiraciones de los cubanos, de las conspiraciones que se tramaban y de la actitud de los Estados Unidos ante la posible ingerencia inglesa, y terminaba con la recomendacion al diplomatico norteamericano para que ofreciese al Gobierno espainol, como maximo precio de compra por la isla de Cuba, la suma de cien millones de pesos (345). La contestaci6n de Mr. Saunders, fechada en La Granja el 29 de julio siguiente, llego a Washington a fines de agosto y result6 poco satisfactoria para los anexionistas norteamericanos, que ya sabian descubierta y fracasada la (343) Polk. The Diary of a President: 1845-1849, by Allan Nevins, New York, 1929, p. 328. (344) Ibidem, p. 326. (345) J. I. Rodriguez, ob. cit., p. 121-129.

Page  [unnumbered] I I I iI El general D. Federico Roncali, Capit6n General de Cuba al 'I / descubrirse la Conspiraci6n de la Mina de la Rosa Cubana.

Page  [unnumbered]

Page  239 NARCISO LOPEZ Y SU EPOCA 239 Conspiraci6n de la Mina de la Rosa Cubana. Mr. Saunders objetaba a la encomienda del Secretario de Estado y exponia su opini6n de que el asunto era muy delicado, pues, a su juicio, el duque de Sotomayor no simpatizaba con los Estados Unidos, el general Narvaez era una inc6gnita, y Maria Cristina, quien conservaba influencia politica en Espaia, tenia grandes intereses en Cuba y no dejaria de obstaculizar la operacion propuesta. Ni siquiera pudo conseguir el Ministro norteamericano,-asi lo reconoci6 el mismo en su respuesta a Mr. Buchanan,-la entrevista privada que solicit6 para plantear la cuesti6n (346). Asi las cosas, sobrevino la elecci6n presidencial en los Estados Unidos, Mr. Polk fue substituido por el general Zacarias Taylor, y las negociaciones quedaron paralizadas casi sin haberse iniciado, pero no sin que el Ministro de Estado espafiol, con toda claridad, expresase a Mr. Saunders su inconformidad absoluta (347). Tambien es verdad que no llegaron estos sucesos sin que la presi6n del Gobierno de Washington estorbase y hasta impidiese la realizaci6n de los proyectos del Club de La Habana cerca del general Worth. Ya vimos que el inesperado traslado de este militar impidi6 a don Rafael de Castro presentarle en Tacubaya las proposiciones que llevaba. Los conspiradores habaneros, entonces, decidieron enviar un segundo representante, y que este fuese a los Estados Unidos y se entrevistase con el general Worth. Se escogi6 para la delicada comisi6n a un excelente mediador, ardiente patriota, joven, muy culto y que hablaba perfectamente el ingles: el matancero Ambrosio Jose Gonzalez, afnos despues uno de los jefes de la expedici6n que Narciso L6pez llev6 a Cardenas, y el primer cubano herido por los espanioles en acci6n de guerra por la libertad de Cuba. Gonzalez logro escapar de La Habana con habilidosa estratagema, a bordo del Crescent City. El 5 de agosto de (346) Cirilo Villaverde, ob. cit. (347) J. I. Rodriguez, ob. cit. p. 129. 16

Page  240 240 HERMINIO PORTELL VILA 1848 (348) lleg6 a los Estados Unidos, y tras no pocas peripecias alcanz6 al general Worth en Newport, R. I., se present6 a el, le explic6 su comisi6n, aceptada en principio por el militar norteamericano, quien despues envi6 a La Habana a su amigo, el coronel Henry Bohlen, para confirmar las proposiciones, y le puso en relaci6n con Narciso L6pez y con Gaspar Betancourt. Entonces, cuando todas las dificultades parecian allanadas, el general Worth "... probably through some powerful and rival influence" (349), fue destinado a Tejas, como jefe militar del Estado, y poco despues de establecido en la ciudad de San Antonio, fallecio. El proyecto del Club de La Habana estaba fracasado. Si reunimos los antecedentes de la repentina llamada a Washington del general Worth cuando estaba a punto de entrevistarlo Rafael de Castro; las dificultades con que tropez6 Ambrosio J. Gonzalez para llegar a verle, y su inesperado destino a Tejas, tenemos que convenir en que el Gobierno de Washington, en aquellos momentos, si le agradaba la adquisici6n de Cuba vendida por Espana, se oponia a que una revoluci6n hecha con el apoyo economico de los cubanos pudiese lograr la separacion de la colonia y su posible transformacion en republica. Gonzalez, quien no puede ser sospechoso de enemigo de los Estados Unidos, no vacil6 en asegurarlo asi y hasta agrego que sus...credentials, given in Havana to an American passenger as a matter of precaution to drop at the New Orleans Postoffice under a fictitious name, were not found here, and it is supposed they were intercepted by Mr. Buchanan, then Secretary of State, and who had, too, his eye on the Presidency... (350). (348) On to Cuba-The first expedition for the liberation of the Gem of the Antilles-An interesting Account of this Initial Movement fromr Gen. Ambrosio Jose Gonazlez, Second in Command to Gen. Lopez, en The Times Democrat, de Nueva Orleans, ed. de 30 de marzo de 1884. (349) Ibidem. (350) Ibidem.

Page  241 NARCISO LOPEZ Y SU EPOCA 241 En el intervalo que medio entre el viaje de Rafael de Castro a Mejico y el de Ambrosio Jose Gonzalez a los Estados Unidos, fue que estuvo Narciso Lopez en La Habana. Su viaje tuvo un ostensible caracter comercial, como era el de ensefar algunas muestras de carbon mineral de sus minas, pero tenia un secreto objetivo politico que consistia en averiguar lo que hubiese de cierto en los rumores llegados hasta el de que en la Capital de la Isla tambien se conspiraba, cuya noticia debio haber llegado a su conocimiento probablemente por los mismos conspiradores de Las Villas, uno de los cuales, el licenciado Rafael Fernandez de Cueto, era intimo amigo de Cirilo Villaverde y sostenia frecuente correspondencia con el. En los dias de su estancia en La Habana, en una velada de arte musical, por el mes de junio de 1848, encontro Narciso Lopez a Cirilo Villaverde y a sus compatriotas, el novelista Jose Antonio Echeverria, a quien llamaba carifosamente y en raz6n de su exigua estatura El Paisanito, y el ingeniero Manuel J. de Carrera. Los dos ultimos citados estaban relacionados con los intereses de los Aldama: Echeverria era administrador del Ferrocarril de la Union; Carrera habia construido el Ferrocarril de Cardenas y planeado el soberbio edificio de la familia Aldama, frente al Campo de Marte. Franqueado con sus acompafiantes, con mutua sorpresa se descubrieron los conspiradores, y Echeverria y Carrera, a titulo de compatriotas de Lopez y de amigos de los Aldama, llevaron a aquel al suntuoso palacio en que se reunia el Club de La Habana, y alli hubo la primera conferencia entre los conspiradores de uno y otro grupo y se formularon las bases de un futuro arreglo, con la demora en la fecha del alzamiento de Las Villas. Al siguiente dia fue Lopez presentado al Consul de los Estados Unidos, que lo era Mr. Robert B. Campbell, por el sefor Manuel Mufioz Castro, Consul de Venezuela y buen amigo suyo. A esta entrevista fue el caudillo lleno de preocupacion. El dia anterior habia sabido el viaje del comisionado para ver al general Worth y la oferta a este militar

Page  242 242 HERMINIO PORTELL VILA norteamericano de la jefatura de la expedici6n revolucionaria, que habia de desembarcar en un puerto de la costa sur de Cuba, en Cienfuegos casi seguramente. Su desaliento debio ser grande: una labor de muchos afios; su consagracion a la causa de Cuba, un nuevo porvenir forjado como heroe de la independencia de un pueblo: todo, todo venia al suelo con la fatal noticia que le dejaba convertido en un personaje secundario. Y se resigno! Oculto su dolor y se apresto a cooperar a la empresa libertadora, sin quejarse, sin alegar prioridad de derechos ni reclamar libertad de accion. Si duda alguna podia quedar de la transformacion moral del frivolo guerrero de las luchas civiles de Espana y sus colonias, esta prueba del sacrificio de su amor propio y de su interes en aras de la patria, bastaria a desvanecerla. De labios de Mr. Campbell supo L6pez la confirmaci6n de los informes suministrados por los miembros del Club de La Habana, y poco despues regreso a Cienfuegos con las noticias adquiridas y las instrucciones de esperar los acontecimientos, mientras el Club seguia en sus gestiones y tratos con el Consejo Cubano de Nueva York. La entrevista de don Jose de la Luz y Caballero con Narciso L6pez, que relata Villaverde (351), y cuya realidad nadie ha impugnado en los cuarenta anos transcurridos desde que el novelista cubano hizo tal anuncio, ocurrio en estos dias de la estancia en La Habana del caudillo. Jose Tgnacio Rodriguez cuido de consignar (352) la actitud de Don Pepe contraria al anexionismo, pero es cierto que L6 -pez conocia al insigne maestro, que lo trataba, que lo admiraba y que, hasta lo tenia, mientras preparaba sus expediciones en ]os Estados Unidos, entre los cubanos que debian ser considerados en primer termino cuando Ilegase el momento de ser designado el presidente de la repiblica. La version dada por Villaverde de esa entrevista, sostenida en el Cerro, es de que Luz y Caballero hubo de advertir a L6pez (351) Revista Cubana, vol. XIII, p. 109. (352) Vida de Don Jos8 de la Luz y Caballero, por Jose Ignacio Rodriguez, Nueva York, 1874, cap. XVII.

Page  243 NARCISO LOPEZ Y SU EPOCA 243 diciendole: "Le abandonan, L6pez; le abandonan", y que el esforzado guerrero, con aquella fe invencible en Cuba y en los cubanos que siempre mantuvo, le contest6 con presteza: "Los cubanos son patos y nadan; solo falta uno qne los empuje al agua". El habia esperado ser quien los decidiese, y de su viaje a La Habana volvia con la gran decepci6n de que se le anticipaba un rival afortunado. Los conspiradores de La Habana eran todos gente principal: hacendados, propietarios, profesionales, literatos, hombres de negocios. Podia hacerse la distinci6n de que formaban una aristocracia revolucionaria, en oposici6n al caracter democratico que tenia la conspiracion de Las Villas. El jefe del movimiento, aparentemente, era Jose Luis Alfonso, despues marques de Montelo, gran amigo de Saco, de Domingo del Monte, de Jose de la Luz y Caballero y de todas las grandes figuras cubanas de la epoca. Sin embargo, es muy posible que no tuviese menos influencia en la conjuraci6n su primo y cunado, don Miguel de Aldama y Alfonso, quien no se significaba tanto, pero era uno de los primeros directores. Don Francisco de Frias, conde de Pozos Dulces, cuniado de Narciso L6pez; el ilustre patriota y jurisconsulto don Anacleto Bermudez, Ambrosio Jose Gonz/alez, Ramon de Palma, Jose Antonio Echeverria, Manuel Rodriguez Mena, Cristobal Madan, Rafael Maria de Mendive, Domingo de Goicouria y otros, tambien ejercian influencia en el Club, que contaba no pocos auxiliares mas, aunque menos significados. Ya antes hemos dicho que la Conspiracion de la Mina de la Rosa Cubana tenia todos los caracteres de los pronunciamientos espaioles; ahora agregaremos que la conjuracion de los habaneros presentaba las caracteristicas de ]ts sociedades secretas. Los afiliados no eran conocidos por sus nombres propios y cada cual tenia su seudonimo. Jose Luis Alfonso era Beppo; Ambrosio J. Gonzalez, D. German; Manuel Rodriguez Mena, El Cubano; Manuel Mufioz

Page  244 244 HERMINIO PORTELL VILA Castro, Catuche; Gaspar Betancourt, El Padre Guardian; Cirilo Villaverde, Simon T. Paz y Carlos Padilla Bravo; Pedro Angel Castell6n, Cuyaguateje y Angel Chateaulette; Jose Agustfn Quintero, Felipe Morton; John Thrasher, El Yankee; Ramon de Palma, Guaimacdn; Jose Antonio Echeverria, El Paisano; Domingo Madan, Leon, etc., etc., y todos designaban a Narciso Lopez, cuando ya este se encontraba en los Estados Unidos, como El Capo. Entre las noticias que Lopez llevo a Las Villas despues de su estancia en La Habana, figur6 la de que en La Habana, tan pronto llego la noticia de haberse constituido la Republica Francesa en 1848, se habia celebrado una junta de autoridades y vecinos prominentes, para tomar acuerdos en prevision de que el movimiento revolucionario se extendiese a Espafia y lograse el establecimiento de una republica en la Peninsula. El licenciado Diaz de Villegas y Jose Maria Sanchez Iznaga, en sus declaraciones, afirmaron que Lopez asi se lo habia participado y que se habia convenido la anexion de Cuba a los Estados Unidos si se proclamaba la republica en Espaia, para salvar a la Isla de los horrores de una sublevacion racista (353). La noticia, dias mas tarde, pudo leerse en el periodico La Verdad, hasta con el detalle de que el general Primo de Rivera y el Conde de Villanueva, en dicha junta, se habian manifestado partidarios de que se reconociese la republica, si quedaba constituida; criterio que habian rebatido los demas asistentes al recomendar que el Gobierno colonial continuase como hasta entonces (354). Parece raro, en efecto, que hubiese cordialidad entre los vecinos prominentes y las autoridades para tales acuerdos, mucho mas cuando alguno de los primeros debio ser de los complicados en la conspiracion; pero no menos sospechoso es que, al descubrirse el complot, fuesen perseguidos y encarcelados los conspiradores de Las Villas, y unos pocos, de los de menos significacion social, de La Habana, sin que se viesen mezclados en las actuaciones judiciales los (353) Archivo Nacional. Comisi6n Militar (1848) leg. 67, nfim. 1. (354) La Verdad, New York, ed. de 30 de julio de 1848.

Page  245 NARCISO LOPEZ Y SU EPOCA 245 jefes del movimiento en la capital, Jose Luis Alfonso, Miguel de Aldama, Francisco de Frias, Anacleto Bermudez y Jose Antonio Echeverria, cuya complicidad debia saberse desde el primer momento, pero que disfrutaron de la mas absoluta impunidad al amparo de su representacion social, de su influencia, de sus riquezas o de cualquiera otra causa de garantia. El nombre de la sociedad conspiradora de La Habana concordaba con la ideologia de sus miembros. Ricos propietarios, negociantes, literatos o profesionales, todos eran hombres cultos, que estaban al tanto de las organizaciones politicas de todas las naciones. Ninguno ignoraria que, en tiempos de Tac6n, funcion6 en Madrid como ariete formidable contra sus demasias, que al fin humill6 su soberbia con la critica de su desgobierno hecha libremente, una sociedad de cubanos inconformes con la tirania que regia en la Isla esclava, y que aquella instituci6n, aunque en ella figuraban patriotas de Santiago, de La Habana y de otras ciudades, se llam6 Club de los habaneros. Y quiza si en memoria de esta agrupaci6n fue que los conspiradores del palacio de Aldama dieron a su nucleo revolucionario el nombre de Club de La Habana. En cuanto a tendencias, las del Club estuvieron siempre junto a la anexi6n, mas o menos desembozadamente. Esa formula garantizaba a los ricos propietarios de La Habana el disfrute de los beneficios de la esclavitud contra toda posible tentativa abolicionista inglesa. Hombres de recursos o de estudios, estaban en posici6n de conocer la democracia norteamericana y de compararla con el regimen politico de Cuba, para ambicionar el cambio de situacion que, por otra parte, ofrecia ventajas positivas para el comercio. El ofrecimiento al general Worth no puede afirmarse, en puridad de verdad, que tuviese caracter anexionista unicamente. La expedici6n de los veteranos norteamericanos de la guerra con Mejico podia determinar la anexion de Cuba a los Estados Unidos con un concurso de condiciones favorables que permitiesen su conversion, pero tambien po

Page  246 246 HERMINIO PORTELL VILA dia dar lugar al establecimiento de la republica cubana, apoyada por las bayonetas de los mercenarios, si los conspiradores consideraban factible su constitucion y probable su reconocimiento por las potencias. El equivoco del destino futuro de Cuba, una vez consumada la separacion, y lo deprimente del hecho de hacer una revolucion con una expedicion integrada en su totalidad, desde el jefe hasta el ultimo soldado, por extranjeros, son los reparos que se pueden oponer a ese proyecto que, sin embargo, sirvio de norma a Narciso Lopez, afos despues, para sus invasiones. Particularmente, cada uno por su cuenta, los miembros mas prominentes del Club de La Habana se mostraron siempre anexionistas decididos, y pruebas de ello dan las cartas de Jose L. Alfonso, sus actividades todas, y tambien las de Goicouria, Betancourt Cisneros, etc. Con Narciso Lopez, en torno a la solucion anexionista, o hay a veces la condenaci6n franca de la misma, o una aceptacion ambigua, de circunstancias, que se presta para defender tanto la opinion adversa como la favorable. Con el Club de La Habana la posici6n es muy otra, la indepen — dencia existe como soluci6n dudosa, y la anexion parece contar con todos los sufragios: casi se adivina el temor de que la independencia no resuelva el problema de Cuba y de que sus viejos males economicos, politicos y sociales se perpetuen y hasta se intensifiquen con la nueva situacion. 3. Los grupos conspiradores de Cienfuegos, de Matanzas, de Cardenas, de Sancti-Spiritus, de Camagiiey, de Santiago de Cuba y de Pinar del Rio Cienfuegos fue desde los primeros momentos centro principalisimo de las actividades revolucionarias de Lopez. Proximo a esa localidad se encontraba el ingenio Santa Barbara o Recurso, de Jose Maria Sanchez Iznaga; no muy lejos estaban, en San Fernando de Camarones, las minas

Page  247 NARCISO LOPEZ Y SU EPOCA 247 de Lopez, y una sobrina suya, la senora Narcisa Salicrup de Sanchez, confidente de sus proyectos, era vecina de Cienfuegos. Estas circunstancias favorecian su asidua presencia en la poblaci6n, cuya Tenencia de Gobierno estaba a cargo del brigadier don Ramon Maria de Labra, buen amigo de Lopez y padre del celebre orador y entusiasta abolicionista don Rafael Maria de Labra. Los conspiradores de Cienfuegos eran gente de distinci6n. Figuraban entre ellos, en primer termino, el licenciado don Jose Gregorio Diaz de Villegas, y su sobrino don Francisco Diaz de Villegas, propietario de un colegio; el licenciado don Antonio Guillermo Sanchez, el licenciado don Gabriel Montiel; el licenciado don Rafael Fernandez de Cueto; y el htcendado Juan Bautista Entenza. Don Francisco Diaz de Villegas tenia la condicion de ayudante de campo del general L6pez en el futuro movimiento revolucionario, para el cual se contaba con el apoyo de casi la totalidad de la guarnici6n, formada por tropas del Regimiento de la Union, fuerte de 800 plazas y cuyos efectivos estaban distribuidos en las Cuatro Villas. Se dudaba solamente de la resoluci6n de un teniente de infanteria y las cosas habian sido combinadas de modo que, dias antes del alzamiento, dicho militar fuese trasladado a Villaclara (355). Los conjurados parece que tenian sus reuniones en la morada del licenciado Fernandez de Cueto, y que de ellas extendian las correspondientes actas, porque entre las acusaciones formuladas contra el citado Cueto y Francisco Diaz de Villegas, figuro la de que en la noche del 6 al 7 del mes de julio de 1848, en que se descubrio la conspiracion, Diaz de Villegas desperto a Cueto, a grandes voces, con el aviso de que venia por las actas y demas papeles, que no pudieron ser hallados por las autoridades espaiolas, ni en la casa del suegro y tio de aquel, don Andres Diaz de Villegas, en San Lorenzo del Hatillo, junto a Villaclara, a donde se traslado esa misma noche, ni en la letrina de su colegio, (355) Cirilo Villaverde, ob. cit.

Page  248 248 HERMINIO PORTELL VILA cuyo terrible contenido fue inutil y escrupulosamente cribado por el celo investigador de los esbirros espanoles, en presencia del Ayudante de la Plaza, don Mariano Alberich, y del escribano don Jose Sainz de la Penia (356). Toda la costa sur de la actual provincia de Santa Clara, desde las margenes del Tayaba y del Agabama, pasando por las comarcas bainadas por el Arimao y el Damuji, hast4 las tembladeras de la Peninsula de Zapata, L6pez la habia recorrido escrupulosamente para llegar a conocer el terreno con todos sus accidentes. La amplia bahia de Jagua, con sus recodos, no tenia secretos para L6pez; y fue con ese conocimiento que formo y madur6 su proyecto de alzamiento. La posesion de Cienfuegos era el eje de su plan. El dia sefialado, don Francisco Diaz de Villegas debia llegar al cuartel de la tropa, dar muerte al centinela, y con los demas conjurados apoderarse de la armeria y dominar en union de los oficiales y sargentos a los soldados que pretendiesen oponer resistencia. Hecho esto, su misi6n era la de hacer prisionero al brigadier Labra y demas autoridades (357). Mientras en la poblacion se cumplia esta parte del programa, L6pez, con otros conspiradores, gente de arrestos, procedentes de Trinidad, se apoderaria por sorpresa del Castillo de Jagua y cerraria la entrada del puerto, una vez realizado lo cual armaria varios lanchones y los situaria a uno y otro lado de la corta peninsula en que se levanta Cienfuegos, cuyo istmo quedaria dividido y seria artillado. i Con que canfones?, podia preguntarsenos. Pues con los que se habian adquirido al objeto y cuya existencia se mantenia celosamente en secreto y asi permanecieron por espacio de muchos afos despues de que el vapor Tayaba, de Juan Cadalso, el ardiente revolucionario de Trinidad, los trajo de los Estados Unidos para que estuviesen enterrados en es(356) Archivo Nacional. Comisi6n Militar (1848) leg. 67, nfime. 1, f. 729 y 757. (357) Cirilo Villaverde, ob. cit.

Page  249 NARCISO LOPEZ Y SU EPOCA 249 pera del momento propicio, que no llego hasta muchos afios despues, en plena Guerra de los Diez Anfos, en que Cecilio Gonzalez, el famoso Tigre de la Siguanea, desenterr6 y utiliz6 uno de ellos (358). Cuando se descubri6 la conspiraci6n y don Pedro Gabriel Sanchez, en su declaraci6n, revel6 algunos de los hilos del complot, en seguida comenzaron las actuaciones judiciales en Cienfuegos. El dia 5 de julio de 1848 entr6 en la bahia de Jagua la goleta de guerra Habanera, a bordo de la cual viajaba el comandante don Juan Trespalacios y Le6n, Ayudante del Capitan General de la Isla y que por aquellos dias se encontraba en Trinidad, en uso de licencia, portador del oficio reservado en que el brigadier don Juan Herrera Davila, Comandante General del Departamento del Centro, participaba al teniente gobernador de Cienfuegos la noticia de haberse descubierto una conspiraci6n en la cual aparecian complicados algunos vecinos de la villa confiada a su mando. &Conocia o no lo que se tramaba el brigadier Labra? Pregunta es esta a la que no podemos contestar con certeza absoluta, pero bueno es advertir que alguna insinuacion en ese sentido puede encontrarse en las paginas de La Verdad (agosto de 1848), y que en noviembre de ese mismo aflo el brigadier don Francisco de Velazco instruia una causa contra Labra por culpabilidad en la fuga de Lopez, proceso del que, sin embargo, sali6 indemne el militar acusado. El comandante Trespalacios desembarco en Cienfuegos el 5 de julio por la tarde; entrevist6 inmediatamente al brigadier Labra, y en el acto dispuso este la prisi6n del licenciado don Jose Gregorio Diaz de Villegas, en la poblacion, y de don Jose Maria Sanchez Iznaga, en su ingenio Santa Barbara. Simultaneamente despacho un propio a las minas de San Fernando, portador de una citacion (asi lo asegur6 el senor Labra, aunque dicho pliego nunca pudo hallarse), a (358) Un heroe... (Cecilio Gonzdlez), por Abel Ruben (Santiago Manzanet), Puerto Plata, 1878, p. 9.

Page  250 250 HERMINIO PORTELL VILA fin de que se presentase en Cienfuegos el general Lopez para un asunto urgente del real servicio. Lopez despacho al mensajero con la siguiente ambigua respuesta al brigadier Labra, que en un pedazo de papel fue agregada a los autos y se conserva original: Rosa Cubana, 6 de Julio de 1848. Senior don Ramon MO de Labra. Amigo mio: me han entregado su ofo. e ire para alia; no tengo aqui otro papel que este y por eso no obserba (sic) la etiqueta su afo. q. b. s. m. (f) Narciso Lopez (359). En los dias subsiguientes se continuaron las actuaciones. Las declaraciones del licenciado Diaz de Villegas (360), prestadas en aquellos momentos, se concretaron a admitir que, efectivamente, tenia conocimiento de los planes de Lopez, que le habian sido comunicados por este a su regreso de La Habana, referentes a hacer una revolucion en Cuba, para impedir que, proclamada la republica en Espana, se decretase la abolici6n de la esclavitud en sus colonias, y anexar la Isla a los Estados Unidos. Es decir, que el licenciado Diaz de Villegas negaba que con anterioridad a junio de 1848, cuando Lopez pas6 por Cienfuegos procedente de La Habana, supiese de sus actividades revolucionarias. Esta negativa, por si misma, ya es prueba de que las declaraciones del patriota cienfueguero tergiversaban habilidosamente la verdad, casi con las mismas palabras, y, por ende, con las mismas ideas con que contestaba al interrogatorio que se le habia hecho Jose Maria Sanchez Iznaga. Ladislao Landa, mayordomo del ingenio de este ultimo citado, convicto y confeso de haber fabricado 814 balines y de haberlos arrojado al rio, por orden de su patron, cuando se descubrio el complot (361), encontro justificacion a su (359) Archivo Nacional. Comision Militar (1848) leg. 67, ndmero 1, f. 837. (360) Ibidem, f. 15 y siguientes. (361) Ibidem, f. 187 y siguientes.

Page  251 NARCISO L6PEZ Y SU EPOCA 251 conducta, en opinion del fiscal Zurita, con el hecho de que, desde la Conspiraci6n de 1844, los propietarios de ingenios procuraban estar armados y municionados ante el peligro de una sublevacion de esclavos. En cuanto a las imputaciones que se hacian al joven don Francisco Diaz de Villegas, de haber pedido al licenciado don Rafael Fernandez de Cueto las actas y demas papeles de la conspiracion, hecholos desaparecer y luego marchado a avisar de lo ocurrido a los conjurados de Villaclara, tambien el fiscal encontr6 razones suficientes a desestimarlas, no obstante las declaraciones de los testigos, que comprometian al acusado, y no solo retorsi6 esas pruebas en demostracion de la inocencia de Diaz de Villegas, sino que neg6 la existencia de tales conspiradores en Villaclara. Las palabras del licenciado Gabriel Montiel en su primera declaraci6n, gravemente comprometedoras para el licenciado Fernandez de Cueto (362), fueron aclaradas por el al hacer la ampliacion de su declaratoria (363), y hasta corraborada esa declaraci6n por los testimonios de otros testigos, entre los cuales figur6 el capitan de navio don Rafael Ruiz de Apodaca, capitan del puerto de Cienfuegos. Aun hubo otro acusado, el licenciado Antonio Guillermo Sanchez, quien tenia como testigo principal en contra suya a su mismo cunfado, el Auditor honorario de Marina don Joaquin Maria del Valle, con el cual estaba disgustado, y en esa enemistad encontro el fiscal Zurita fundamento para poner en tela de juicio las afirmaciones del acusador. El parecer fiscal del senior Zurita, antes de que se ordenase la revisi6n del proceso a instancias del feroz Asesor don Felix Cascajares, era francamente favorable a los reos, y en su papel de acumulador de pruebas, a ratos mas parecia que trataba de destruirlas, quien sabe si por la amistad que le unia con Narciso L6pez, contra el cual, en sus primeras conclusiones, unicamente solicit6 la perdida (362) Ibidenm, f. 433 y siguientes. (363) Ibidem, f. 876, vta.

Page  252 252 HERMINIO PORTELL VILA de su empleo y dignidades, asi como la pena de destierro perpetuo. Es decir que, por propia inspiraci6n o en cumplimiento de indicaciones superiores para que procediese con lenidad y quitase importancia al movimiento descubierto, el fiscal de la ruidosa causa, sin manifestar identificaci6n de prop6sitos con los conspiradores, se parecio muy poco a los demas fiscales de la Comisi6n Militar, tan poco que a veces lucen sus cargos como alegatos de defensa. * * * El grupo conspirador de Matanzas no era menos importante que el de Cienfuegos; y si nos atenemos al testimonio de uno de sus miembros mas prominentes, el doctor Sebastian Alfredo de Morales (Abraham Devonshire en el seno de la conspiraci6n), los matanceros eran abolicionistas y veian en el triunfo del movimiento acaudillado por L6pez la oportunidad de demostrar, con el cese de la esclavitud, que todos los nacidos en Cuba eran cubanos. Los conspiradores de Matanzas, al igual que los de Cienfuegos, eran todos personas de distinci6n social. La todavia gallarda figura de Lopez, y sus ideas de libertad e independencia para Cuba, eran populares entre los matanceros... y entre las matanceras, pues era la ciudad del Yumuri una de las poblaciones en que Lopez tenia paradero habitual y uno de sus hogares irregulares, y en ella pasaba temporadas mas o menos largas y estaba muy relacionado. La casa del abogado y hacendado don Blas Cruz, en la calle de Contreras nuim. 50, y la botica del educador y patriota don Francisco Javier de la Cruz, en Santa Teresa num. 23, eran los puntos de reuni6n de los conspiradores (364). Narciso L6pez, familiarmente conocido por Chicho entre los matanceros, asistia con frecuencia a la tertulia (364) Aquellos tiempos.-Memorias de Lola Maria, por Dolores M. de Ximeno, Habana, 1928, p. 39.

Page  253 NARCISO LOPEZ Y SU EPOCA 253 formada en la residencia de don Bias Cruz, a la que tambien concurrian los vecinos de Matanzas mas significados por sus ideas liberales y hasta revolucionarias. Era por entonces la ciudad yumurina de las mas importantes de Cuba por su comercio, y una de las primeras por su cultura, que llego a merecer con toda justicia el nombre de Atenas de Cuba. Poblacion en que vivia un nucleo de intelectuales; de las pocas en que se esforzaba la difusi6n de la ensefanza, alli el fruto de la rebelion se desarrollo y madur6 con esplendida potencia desde que se inicio el despertar de la conciencia nacional cubana a poco de comenzado el siglo xix. Familias habia en las que la tradicion de acendrado cubanismo y de espiritu revolucionario se mantenia celosamente, como en la de los Teurbe Tolon. A esta pertenecia el poeta y patriota don Miguel Teurbe Tolon, uno de los mas entusiastas conspiradores de Matanzas, fugado a los Estados Unidos a mediados de 1848 para salvar su vida y que en Nueva York redacto por espacio de varios anos el periodico La Verdad. Pero no estaba solo Teurbe Tolon en tales empefios. Francisco Javier de la Cruz, Placido Gener, Plutarco y Juan Gonzalez, Pedro Acevedo Somodevilla, Juan Francisco Lamadrid, Francisco de la O. Garcia, Juan Arnao, Eusebio y Antonio Guiteras, Jose Elias y Jose Manuel Hernandez, Sebastian Alfredo de Morales y otros muchos, simpatizaban con esas ideas. Y entre los matanceros expatriados, desde 1846 hay que recordar al indomable patriota y eterno conspirador Juan Manuel Macias, cuya juventud transcurri6 en los movimientos revolucionarios de mediados del siglo pasado (365), y que en su edad madura, despues de haber sido uno de los cubanos que fue con Lopez a Cardenas en 1850, todavia tenia entusiasmos para laborar junto a Francisco (365) Apuntes biogrdficos sobre el Presidente de la... Sociedad Republicana de Cuba y Puerto Rico (Juan Manuel Macias), Nueva York, 1880, 16 p.

Page  254 254 HERMINIO PORTELL VILA Vicente Aguilera, durante la Guerra de los Diez Afnos, en la preparaci6n de expediciones que llevasen recursos a los cubanos en armas. Dolores M. de Ximeno ha trazado un cuadro lleno de vida en que Narciso L6pez es figura central, de la ciudad de Matanzas en la epoca de la conspiraci6n. La companera del heroe, la sefora Julia Jaramillo, bellisima cubana, residia en la calle de Contreras num. 37, y ambos guardaban en sus relaciones la mas escrupulosa correcci6n y aquella misma consideraci6n que L6pez no habia sabido guardar a su esposa en los anfos disipados de su juventud. Mientras parecia que los conspiradores matanceros dejaban pasar las noches en reuniones sociales de frivolo caracter, que unas veces eran en la casa de un espaniol insospechable, y otras se formaban en la residencia de algun conjurado, se mantenia activa correspondencia con los patriotas de las demas poblaciones de la Isla y aun del extranjero, se allegaban fondos, se adquirian armas y se organizaba el alzamiento que habia de derrocar el regimen colonial espafiol. La senora de Ximeno nos habla de los cargamentos de armas que hacian escala en la vivienda de don Blas Cruz, y que despues iban hacia los campos para ser distribuidos entre los soldados de la libertad que no concurrieron cuando Narciso L6pez, en dos ocasiones, reclam6 su cooperaci6n para la gran empresa (366). En julio de 1848, cuando se descubri6 la Conspiracion de la Mina de la Rosa Cubana, pronto se tuvieron los hilos de toda la trama, y en Matanzas comenzaron las investigaciones judiciales, a cuyos temibles resultados se sustrajo Teurbe Tol6n, quien, el dia 8 de agosto lleg6 a Nueva York y muy pronto ingres6 en la redaccion de La Verdad, cuya candente informaci6n cubana siempre tuvo noticias enviadas por el corresponsal de Matanzas a traves de los vapores que manejaba la casa comercial de Drake Bros. & (366) Dolores M. Ximeno, ob. cit., p. 34.

Page  255 NARCISO LOPEZ Y SU E'POCA25 255 Company. Este corresponsal fu6 primeramente el doctor Sebastian Alfredo de Morales, hasta que se descubrieron sus relaciones con Teurbe Tol6n, que fu6 hecho prisionero y mas tarde condenado a presidio. Morales fue uno de los cubanos mas -'ieles al general Lopez, y este le debi6 s ssalvacion, pues gracias a el y a su cufiado, Manuel Presas, consignatario de buques, fu6 que pudo huir a los Estados Unidos despues de ser descubierta la conspiraci6n de Cienfuegos. * * *: Si no en la propia ciudad de Cardenas, los ideales revolucionarios de Narciso Lopez tenian no pocos partidarios en su jurisdiccion, y hasta un nucleo casi organizado que mas tarde hubo de disolverse, al faltarle su principal director, el hacendado don Victoriano Arrieta, joven e impetuoso, hijo de un antiguo amigo de Lopez al que con anterioridad hemos citado. Y auin pudiera ser que en la misma poblaci6n tampoco fuesen en lo absoluto desconocidos los proyectos del caudillo venezolano, pues su compatriota, el ingeniero Manuel J. de Carrera, miembro prominente del Club de La Habaia, era uno de los jefes del Ferrocarril de Cardenas, el cual construyo, y residia en la localidad habitualmente. De todos modos, Cardenas vivia entonces sujeta por la mano de hierro del en6rgico y suspicaz teniente gobernador don Francisco Javier Quintayros (367), antiguo subordinado de Lopez y hombre inflexible y severo, y quiza si el conocimiento que se tenia de su caracter impidio la propaganda revolucionaria. Entre los amigos de Arrieta, quien poseia el ingenio Armistad, en Coliseo, figuraban los hermanos Basilio y Pedro Tosca, Felipe Gauneaurd, Federico Guester, Anto(367) Historia de Cardenas, por Hcrminio Portell VilW, La Habana, 1928, p. 90-92.

Page  256 256 HERMINIO PORTELL VILA nio Lugo, Toma's Macrun, Juan Wilson, y el subteniente de milicias de Coliseo Macario Gonzalez, todos j6venes y algunos de ellos norteamericanos, avecindados en las cercanias de Cardenas y sospechosos a Quintayros y a sus delegados don Le6n Martinez Fortun, de Limonar, y Casimiro Custardoy, de Guamutas, desde principios de 1848, en que aquel tenfa encomendada a sus subalternos una estrecha vigilancia sobre las reuniones del grupo citado. Quintayros, cuando aparecieron los primeros impresos revolucionarios en la Isla, ya con conocimiento de que en la propia tenencia a su cargo, entre las gentes del campo, se hacia campaiia contra el Gobierno espafiol, encabezada por Arrieta, cuyas opiniones eran compartidas...por numerosos j6venes, que capitaneaba, todos naturales de la jurisdiccion de Cardenas... e hijos de estrangeros muchos... (368), hizo comparecer ante el al citado Arrieta y a dos de sus mas significados auxiliares, y los amonesto severamente, sin resultado, por supuesto, porque don Victoriano, en mayo de 1849, se traslado a los Estados Unidos y form6 parte del Cossejo de Gobierno Cubano en su calidad de ardiente anexionista; y porque Basilio Tosca y Felipe Gauneaurd, en 1850, fueron procesados bajo la acusacion de estar en connivencia, muy posible, con los expedicionarios del Creole (369)), y al ano siguiente se descubrio que el farmaceutico Felix Llanes, establecido en Lagunillas, junto a Cardenas, era confidente de los emigrados revolucionarios. Seguramente que estos patriotas fueron los que aportaron, con los de Matanzas y La Habana, los fondos que Domingo de Goicouria debia entregar a Narciso Lopez cuando preparaba la invasion de 1850, a los quc se refiere (368) Archivo Nacional.-Comisiin Militar (1849), leg. 100, nfimero 1 (Declaraci6n del brigadier F. J. Quintayros). (369) Archivo Nacional. —Comisi6n Militar (1850) leg. 74. nfm. 6.

Page  257 NARCISO L6PEZ Y SU EPOCA 257 Cirilo Villaverde (370), y que no llegaron a poder del destinatario por no confiar el comisionado, Goicouria, en la realizaci6n de los planes que por entonces abrigaba L6pez, razon por la cual regres6 a Cuba sin cumplir su encomienda y dejando impresion de hondo resentimiento en el Animo del amargado jefe. De Sancti-Spiritus apenas si se menciona un nombre entre los conspiradores de 1848: el del hacendado don Pedro Manuel Sanchez, tambien de la familia de los Iznaga, y al que se acuso por entonces de reclutar gente para el alzamiento que preparaba L6pez, sin que la imputacion pudiera ser demostrada. Pero no puede quedar duda de las simpatias que en la Villa del Yayabo tenian los proyectos revolucionarios que se fraguaban en la poblacion vecina, Trinidad, una vez leidos los pasquines subversivos que el coronel don Nicolas de Llano, teniente gobernador de Sancti Spiritus, encontr6 fijados en la puerta principal de la casa en que estaba instalada la oficina de la tenencia a su cargo. El primero de esos pasquines aparecio en la mafiana del 14 de julio de 1848, muy pocos dias despues de haber sido descubierta en Trinidad la conspiraci6n, y estaba concebido en los siguientes terminos: VIVA D. NARCISO LOPEZ. VIVA LA INDEPENDENCIA, VIVA LA REPUBLICA CUBANA, VIVA LA LIBERTAD, MUERA EL GOBIERNO, MUERA. LOS REPUBLICANOS (371) Y al siguiente dia, repitiendo la explicita declaracion revolucionaria y aun haciendola mas conminatoria, al entrar en su oficina surgio ante los ojos del atonito y preo(370) Vidal Morales, ob. cit. (Semblanza de Domingo de Goicouria, p. 417.) (371) Archivo Nacional.-Comision Militar (1848), leg. 67, nfim. 1.

Page  258 258 HERMINIO PORTELL VILA cupado gobernador el segundo pasquin, escrito en papel aznl muy tosco y que decia asi: SIEMPRE VIVA LA INDEPENDENCIA VIVA LA REPUBLICA CUBANA Y VIVA LA LIBERTAD, Y AL FIN SE CONSIGUE, O NO QUEDA UNA GOTA DE SANGRE CUBANA, EL GOBIERNO MUERA, LA INDEPENDENCIA VIVA VIVA VIVA VIVA SIEMPRE VIVA. LOS REPUBLICANOS (372) Muy significativo resulta que en ambos papeles no aparezca la palabra anexidn ni siquiera una vez, y de que sean tan terminantes las referencias acerca de la republica cubana y la icndependencia. Las palabras de esos pasquines y las ideas que ellas denotan son de un republicanismo evidente e indiscutible, como expresion de las opiniones politicas del jefe de la conspiracion. En los dias en que Narciso Lopez preparaba el alzamiento de Las Villas no hay datos de que, de concierto con el, la ciudad de Camagiiey tuviese una organizaci6n revolucionaria. Pero aun sin esos datos podemos asegurar que la antigua Puerto Principe tenia contemporaineamente su centro conspirador. El corresponsal camagiieyano de La Verdad, que se escudaba bajo el pseud6nimo de Tomds Dale, en sus perio6 dicos informes a dicha publicacion, desde el afno de 1848 ya daba noticias de la agitacion politica en aquella region, comenzada, como en otras poblaciones cubanas, alrededor de las rivalidades sociales entre cubanos y espafioles, especialmente si estos pertenecian al ejercito. A fines de 1847, entre la oficialidad del Regimiento de Isabel II, que guarnecia la plaza, y un grupo de jovenes de los mas distinguidos de la ciudad, ocurrieron varios in (372) Ibidem.

Page  259 NARCISO LOPEZ Y SU EPOCA 259 cidentes que culminaron en choques armados entre los dos bandos, y que perdieron muy pronto el caracter de frivolos disgustos para tomar el suyo verdadero de disturbios politicos en que las camagiieyanas sostuvieron con digna y patri6tica actitud, la conducta de sus compafieros. Desde los Estados Unidos el ilustre hijo del Camagiiey, don Gaspar Betancourt Cisneros, ejercia sobre sus paisanos el ascendiente que tenia por sus prestigios y por sus meritos, y la palabra del gran rebelde servia de estimulo y de ejemplo para que sus conterraneos conspirasen y se preparasen para emprender la lucha. Camagiieyanos eran los jovenes Melchor y Carlos Loret de Mola, y Marcelino Cuevas, detenidos a fines de 1848, al regresar de los Estados Unidos, bajo la acusaci6n de haber sido portadores de cartas de Teurbe Tol6n y de otros patriotas emigrados para los conspiradores de la Isla, y los cuales permanecieron en prision durante largos meses. Camagiieyano era Pedro de Agiiero, mas tarde biografo de Saco y tambien miembro del Consejo de Gobierno Cubano, de Nueva York, y asimismo lo eran Manuel de Arango, Melchor de Agiiero, los Arteaga, Alonso Betancourt y otros muchos que tuvieron intervencion directa en la preparacion de las expediciones llevadas a cabo por Narciso Lopez y en las demas empresas patrioticas de aquellos afos. Cuando se constituy6 la Sociedad Libertadora de Puerto Principe, presidida por el doctor Serapio Recio y en la que figuraron los camagiieyanos del alzamiento de julio de 1851, ya Narciso Lopez hacia tres afnos que estaba en los Estados Unidos, y puede asegurarse que entre el y los revolucionarios que seguian las inspiraciones de El Lugareno, nunca hubo una verdadera inteligencia, como tampoco la hubo entre el propio Lopez y Betancourt Cisneros, siempre desconfiado este por los desdichados antecedentes del caudillo, y luchando aquel en vano para convencer al incredulo patricio de la rectitud de sus intencio

Page  260 260 HERMINIO PORTELL VILA nes y de la pureza de los ideales que presidieron las iltimas actividades de su vida aventurera. * * * Santiago de Cuba, alejada del nucleo de la conspiracion, no permaneci6, sin embargo, ajena a ella. En 1848 ya hubo en la ciudad oriental una primera denuncia por causas politicas relacionadas con los proyectos de Narciso Lopez, y fue el acusado su fiel y excelente amigo el coronel don Jose Isidoro de Armenteros y Muiioz, tres afios mas tarde fusilado en el campo de Maiao del Negro, despues de la infortunada tentativa de los trinitarios. Armenteros, con Rafael Arcis y otros muchos, era de los complicados en el movimiento revolucionario de la Mina de la Rosa Cubana, y al ser descubierto este, y desbaratados los planes de Lopez por la inesperada delacion, fue interrogado por el fiscal Zurita, en la causa seguida contra Lopez, Sainchez Iznaga y demas acusados, y sin duda fue para eludir la investigacion que se traslado el 4 de agosto de 1848 a Santiago de Cuba, con el pretexto de comprar esclavos. Llegado a la ciudad, cuando el tema obligado de todas las conversaciones era el fracaso de Narciso L6pez y su fuga a los Estados Unidos, llevado de su natural vehemente y de sus entusiasmos patrioticos, hubo de decir piiblicamente que el caudillo se ocupaba de preparar una expedicion a Cuba con la ayuda de los norteamericanos, para proclamar la independencia y despues realizar la anexion (373). Un delator, de los que rondan en torno a todos los fracasos revolucionarios para medrar y vivir de sus despojos, como los buitres de las carronias, denuncio en seguida al patriota trinitario, que deshizo dignamente las imputaciones, sin caer en bajezas de claudicante, y confundio a su acusador, nombrado Camilo Rozpide, logrando salir con bien, por segunda vez, de su conflicto con las au(373) Archivo Nacional.-Comision Militar (1848), leg. 66, nfim. 4.

Page  261 NARCISO LOPEZ Y SU EPOCA 261 toridades espafiolas, que en la proxima ocasi6n no habrian de perdonarle. Al siguiente ailo de 1849, ya se descubri6 en Santiago la existencia de un grupo conspirador que fue disuelto con el confinamiento de sus principales miembros, los seinores Jose Valiente, Manuel e Hilario Cisneros (parientes de Jos6 Antonio Saco), Francisco de Paula Bravo y otros (374); pero la simiente fructifico y poco despues habia otro club politico cuyo niucleo lo formaban varios venezolanos, Francisco e Ildefonso Oberto y Urdaneta, Jose Domingo Trigo, Jaime Esteva y Luis Alejandro Baralt; y los cubanos Luis Oy6n, Gaspar Mateo de Acosta y Rondon, eterno revolucionario; Tomas Asencio, Cayetano Heehetearria, Pedro de Santacilia, Luis y Bienvenido IIernandez, y Diego Hernandez Ruiz, que con Ildefonso Oberto figuro en la expedici6n del Pampero, y otros. Los conjurados fueron descubiertos por una delacio6 cuando ya Ildefonso Oberto se encontraba en camino para los Estados Unidos, pero los que no pudieron llevar a cabo la fuga, unos sufrieroii prision, otros pagaron crecidas multas, y los mas fueron relegados a Espaiia (375), de donde huyeron no pocos, como el ilustre Santacilia, para refugiarse en los Estados UJnidos, on Mejico y en otros paises. * * * Pinar del Rio fu6 uno de los focos principales de la conspiraci6n fraguada por L6pez, quien de antiguo habia hecho muchos y muy buenos amigos en aquella region. ]En 1843 Narciso Lopez, entonces Presidente de la Conision MIilitar Ejecutiva y Permanente, llev6 a cabo una excursi6n por el extremo occidental de la Tsla con el pretexto de cazar caimanes, y fue hasta Mantua, Guane, Rio Feo y otras poblaciones pinarenas. En la comarca forma(374) Pdginas para la historia politica de la Isla de Cu.ba~ por Juan Arnao, Brooklyn, 1877, p. 36. (375) Archivo Nacional.-Comisi6n Militar (1850) leg. 72, nim. 1.

Page  262 262 HERMINIO PORTELL VILA da por esos pueblos intim6 con los vecinos, asisti6 a sus fiestas y a su diversiones y se hizo popular de la misma manera que lo habia conseguido en Trinidad. Su companero de esas correrias lo fue don Pio Jose Diaz, exalcalde de mar de la secci6n de Guane y uno de los primeros cubanos de la porci6n ocidental a quienes L6opez sum6 a sus planes, pues ya por aquella epoca, como hemos demostrado con anterioridad, antes de que O'Donnell le privase de su empleo, el caudillo venezolano preparaba la realizacion de su proyecto revolucionario. El capitain peda'neo del partido de Guane, Bartolome Blanco, venezolano, antiguo oficial del ejercito espainol a las 6rdenes de L6pez, por esa misma epoca era objeto de la vigilancia de las autoridades espafiolas, y tildado de hombre de ideas subversivas, por lo que se le siguio causa criminal de la que sali6 absuelto por la influencia de Lopez, su paisano, que presidia la Comisi6n Militar, y logro poco despues 1'a aesantia del acusador de Blanco, nombrado Gaspar Maria Lores (376). Diaz fue, efectivamente, uno de los auxiliares de Narciso Lopez, y asi se prueba con las entrevistas que el enviado del jefe invasor, P. F. de Gournay, celebr6 con el en julio de 1851 para que iniciase el alzamiento a que se habia comprometido con Bartolome Blanco, ya citado, con el capitan Utoa, de la guarnici6n de Pinar del Rio, con Miguel Canto y con otros muchos (377). Pinareiio era Cirilo Villaverde, secretario de Narciso L6pez, y tambien lo eran sus hermanos Juan Francisco, medico, y Jose Maria, hacendado, ambos identificados con los ideales. de su hermano y que en 1851 fueron detenidos, el primero en San Diego de Tapia, y el segundo en San Diego de Niiiez, cuando se preparaban a lanzarse al campo en apoyo de los ya batidos expedicionarios del Pamnpero. (376) Archivo Nacional.-Comisi6n Militar (1850), leg. 74, nfim. 3. (377) Carta de P. F. de Gournay a Cirilo Villaverde, fechada en Nueva Orleans a 27 de septiembre de 1851, cuyo original poseemos.

Page  263 NARCISO LOPEZ Y SU EPOCA 263 Ya en 1849, por una delacion, prominentes vecinos de Pinar del Rio, los licenciados Manuel Caifas, Carlos Tarafa, Manuel Rojo, Manuel Ortega y Eugenio Troncoso, y los sefores Anselmo Arias, Jose Caso y Jose Mariano Ramirez, fueron envueltos en una causa por infidencia cuyo jefe aparecia ser el brigadier del ejercito espanol don Roman Sanchez, natural de Venezuela (378). El doctor Santovenia parece admitir la realidad (le esta iltima afirmacion de los delatores Ortega y Orufia, y hasta llega a afirmar que Roman Sanchez era "amigo intimo de Narciso Lopez", pero los documentos que la adquisicion del archivo de Cirilo Villaverde puso en nuestras manos, y los datos reunidos en nuestras investigaciones, nos han hecho formar juicio bien diferente de los propositos revolucionarios atribuidos a don Roman Sanchez, teniente gobernador de la Nueva Filipina o ciudad de Pinar del Rio. Es lastima que el erudito historiador don Francisco de Paula Coronado no haya publicado aun el trabajo que en septiembre de 1921 preparaba acerca de Roman Sanchez, segun cita de Fernandez de Castro (379), pero como es muy probable que esa monografia, que nadie podria hacer como el sefior Coronado en razon de sus conocimientos y de su competencia en asuntos historicos, se quedara sin publicar, si es que ya esta redactada, siquiera sea anticipando ahora conceptos que corresponden a otro tomo de esta obra, vamos a dedicar algunas lineas a poner la verdad en su lugar en cuanto a 1Roman Sanchez y sus dudosas actividades revolucionarias. Narciso Lopez no era amigo de Roman Satnchez, no obstante su comuin nacionalidad y otras circunstancias de notable analogia que presentan sus vidas, y entre ambos militares mediaba una profunda enemistad. Las causas de esa aversi6n no pueden adivinarse, y para conocerlas con certeza, posiblemente, habra que es(378) Vuelta Abajo en la independencia de Culba, por el doctor Emeterio S. Santovenia, Habana, 1923, p. 18. (379) J. A. Fernandez de Castro, ob. cit., p. 168.

Page  264 264 2IERMINIO PORTELL VILA perar a que el sefior Coronado termine la preparaci6n de su trabajo, comenzado hace nueve anos, pero muy bien pudiese haber una pista en el episodio que relata Villaverde (380), de un ninio, discipulo del Colegio Cuba/no, de don Bernardo Costales, que estaba situado en la Calzada de Galiano, y cuyo alumno, en 1843, sc present6 a Narciso L6pez para comunicarle que, aunque se encontraba al abrigo del brigadier Roman Sanchlez, acababa de averiguar que su verdadero padre era Lopez, y venia a reclamar su proteccion. Neg6 el caudillo la paternidad que se le imputaba, no sin favorecer con largueza al pobre ninio, segiin Villaverde. De quien provendrfa la noticia que llevo al joven educando a ver a su pretenso padre? jPor que le protegia Roman Sanchez? Cuestiones son estas a las que no podemos responder, pero ya ellas son indicios de que los dos venezolanos no llevaban por esa epoca cordiales relaciones. En octubre de 1850 fue cuando llego a Espana la noticia de que Sanchez figuraba a la cabeza de un complot revolucionario. Doningo del Monte escribia a Saco por aquellos dias y le informaba de que La Patria y La Espana, a prop6sito de las intenciones que se atribuian a Roman Sanchez, se habian expresado en "tono destemplado e insolente... contra los espafioles nacidos en America", y que sus exageraciones habian sido reducidas a sus verdaderos limites por El IIeraldo (381). Jose Gabriel del Castillo, dolido con los duros ataques de aquellos peri6dicos y de El Pueblo, contra Roma'n Sinchez, a quien mucho conocia, no vacil6 en reputar de falsas las imputaciones que se le hacian, y de acusar fuertemente a los diarios promovedores del escandalo, publicando al efecto, en El Clamor Puiblico, de Madrid, donde se encontraba, una extensa carta fechada a 26 de octubre, que deshacia las acusaciones (380) AMemorias lel general Narci.o L6pez redactadas por un conternpo'dneo. (Manuscrito inedito en poder del autor de esta obra). (381) J. A. Fern(,ndez de Castro, ob. cit., p. 168.

Page  265 NARCISO LOPEZ Y SU EPOCA 265 contra su amigo (382), y justificaba su conducta de militar fiel a Espafia. Todos estos datos tienden a probar, por lo menos, que las opiniones en cuanto a la realidad de los prop6sitos revolucionarios de Roman Sanchez, no fueron unanimes, y a reserva de tratar de este asunto con mayor extensi6n en el lugar que le corresponde cronologicamente, digamos ahora unas pocas palabras mas acerca de la amistad que se atribuye a Narciso L6pez con el teniente gobernador de la Nueva Filipina. El 12 de abril de 1851, el C6nsul de Espaiia en Nueva Orleans escribia al sefior Mauricio L6pez Roberts y le participaba que su espia, Maximilien M. Galody, de cuya lealtad sospechaba, y con raz6n, iba a La Habana, y que entre otros papeles llevaba un nombramiento de brigadier del ejercito libertador para Roman Sanchez (383). Y Cirilo Villaverde, por entonces, dejaba constancia en su Diario de que Lopez, "que odiaba al brigadier Roman Sanchez", habia entregado a uno de sus espias, que pasaba a La Habana, un despacho de brigadier, firmado por el, para que si se descubria el documento, pudiese perjudicar a su enemigo (384). Prueba es esta acci6n de que no habian desaparecido completamente del animo de Narciso Lopez los sedimentos que varias decadas de vida desordenada habian acumulado en 61, y el propio Villaverde, con toda justicia, reprueba ese rasgo de mezquina venganza. No fueron estas las unicas localidades de Pinar del Rio en que surgieron brotes revolucionarios por esta epoca, y el doctor Santovenia los cita en Las Mangas, en Puerta de la Giiira, y en otros parajes de la region occidental, ademas de los que dejamos enumerados (385). (382) El Clamor Pfblico, Madrid, ed. de 27 de octubre de 1850. (383) Iibro copiador de cartas del Consulado de Esparia en Nueva Orleans, existente en la Biblioteca Nacional de La Habana. (384) Diario de Cirilo Villaverde, anotaci6n del jueves 10 de abril de 1851. (El original de este Diario se encuentra en poder del Dr. Antonio M': Eligio de la Puente). (385) E. S. Santovenia, ob. cit., p. 19-25.

Page  266 266 HIERMINIO POPTELL VILA 4. La nnificacion del movimiento Es indiscutible que los grupos parciales que acabamos de citar, y algunos otros menos conocidos, como los de Villaclara y de Sagua, respondian todos, con la posible excepcion del de Camagiiey, a una organizacion central radicada en Trinidad y cuyo jefe era Narciso Lopez. Sentada esta afirmacion, no hay que olvidar que en La Habana funcionaba el Club que encabezaba Jose Luis Alfonso y cuya constitucion y tendencias diferian sustancialmente de las que tenia la Conspiracion de la Mina de la Rosa Cubana. Tan pronto L6pez tuvo la vaga noticia del Club de la Habana, se dirigi6 a la capital para confirmar la veracidad del rumor llegado a sus oidos. Poco tard6, como ya hemos relatado, en convencerse el caudillo de Las Villas de que los habaneros tenian su propia sociedad revolucionaria, y en su visita al palacio de Aldama conoci6 en sus detalles el plan de los conspiradores, consistente en utilizar la ayuda de un ejercito mercenario que invadiese la Isla al mando del general W. J. Worth, a quien se habian hecho proposiciones concretas al objeto. A su vez, hubo de explicar el desenvolvimiento de sus proyectos y hasta inform6 que tan ultimados estaban los preparativos, que ya estaba resuelto el levantamiento, y s6lo se esperaba su regreso para dar el grito de independencia. Los directores del Club de La Habana juzgaron peligroso para el mejor exito de la sublevacion el anticipado pronunciamiento de Trinidad y Cienfuegos, y con la intervencion de Jose Antonio Echeverria y de otros significados miembros del Club, se convencio a Lopez de que era patri6tico y conveniente el actuar acordadamente para asegurar el triunfo con una revoluci6n simultanea que sorprendiese al Gobierno espafiol y con su unidad de accion paralizase o anulase la reacci6n defensiva (386). (386) Momnorias del general Narciso L6pez. (Manuscrito in6dito de Cirilo Villaverde que tenemos en nuestro poder).

Page  267 NARCISO LOPEZ Y SU EPOCA 267 Desde este instante, el movimiento revolucionario cubano podia considerarse unificado, pues aun los camagiieyanos, inspirados por Gaspar Betancourt Cisneros, seguirian los acuerdos y dictados del palacio de Aldama. L6pez, despues de una breve visita al C6nsul norteamericano, en compafia de su amigo y paisano, don Manuel Mufioz Castro, Consul de Venezuela en La Habana, quc le present6 al representante de los Estados Unidos y facilit6 la oportunidad dc que el Gobierno de WVashington supiese de los planes de los cubanos, regres6 a Cienfuegos y llev6 consigo la consigna de aguardar unos dias mas. Todos los conjurados de Las Villas, sin embargo, comenzaron a movilizar sus fuerzas y a prepararse para la campafia; y el caudillo, inquieto y desconfiado, veia pasar los dias sin recibir el aviso prometido y temia que de un momento a otro cualquiera inesperada circunstancia hiciese fracasar la bien urdida trama. No pocas veces, relata Villaverde, lament6 Narciso Lopez haber llegado a un acuerdo con el Club de La Habana y estar atado por un compromiso que no le reportaba ventajas y que comprometia el exito de sus planes. En una triste espera, mientras se aproximaba el dia de la delaci6n, el caudillo iba y venia del ingenio Santa Barbara a sus minas, redactaba su renuncia de todos los grados y condecoraciones que habia obtenido en el ejercito espaniol, que dirigia a la reina Isabel II; preparaba su proclama a fos cubanos; trazaba el diseiio de su proyecto de bandera, y enviaba a La Habana al joven Ladislao Landa, empleado de Sanchez Iznaga, para que le trajese su uniforme de general y su equipo de guerra (387). La carta en que L6pez hacia dimisi6n de su grado, asi como su disenio de bandera, no figuran en los autos de la causa instruida por la Conspiracio'l de la Mina de la Rosa Cubana, pero parece indiscutible que se escribi6 la una y se dibuj6 la otra, y aun que se ocuparon ambos papeles y (387) Ibidem, y tambi6n parcialmento en Archivo Nacional. Comisi6n Militar (1848), leg. 67, num. 1.

Page  268 268 HERMINIO PORTELL VILA. la proclama que redacto L6pez. El comandante Trespalacios, Ayudante de campo de Roncali, quien llev6 a Cienfuegos la noticia de haberse descubierto el complot, se refiri6 en su declaraci6n a la noticia de que L6pez llevaba en su cartera los mencionados documentos, y Jose Maria Sanchez Iznaga asi lo admiti6 y hasta agrego que habia escuchado la lectura de la carta de renuncia y hecho observar al jefe revolucionario la improcedencia de la misma, por entender el que, al lanzarse al campo de la lucha, de hecho perdia todos aquellos honores, a lo que le habia contestado L6pez que "... era mas honorifico hacerlo con tiempo, porque asi manifestaba mas desprendimiento y buena fe en su proyecto" (388). Y en una carta que Lopez escribi6 desde Nueva York a su amigo, el vascongado don Juan Pio del Campo, fechada a 28 de octubre de 1848, que aparece firmada con la palabra Mail an, pero que es toda de puiio y letra del caudillo y fue acumulada al proceso de Trinidad, figura este parrafo:...Tengo precision de poseer una copia exacta de una proclama a los habitantes de esa Isla, que hizo y tenia preparada el general Lopez, cuando penso levantar ese pais en conquista de su emancipacion, asi como tambien de la dimicion (sic) que hacia a S. M. de su empleo y honores: ambos documentos se encuentran en la causa formada a consecuencia de aquella tentativa, y a V. no le es dificil nada, de manera que lo espero todo en este mismo vapor a su regreso... (389) En los dias de la delacion, Lopez, por conducto de don Juan Bautista Entenza, uno de los conspiradores, envi6 una comunicaci6n al brigadier don Juan Herrera Davila, Comandante General del Departamento del Centro, cuyo contenido no se meciono en la causa: i quien sabe si con ella iria la renuncia que ha permanecido en el misteriol (388) Ibidem. (389) Ibdem.

Page  269 NARCISO LOPEZ Y SU EPOCA 269 Sea como fuere, en- ese rasgo de Lopez, encaminado a justificar su decision de luchar contra Espafia a pesar de su condici6n de soldado espafol, se nota una honrosa y evidente inquietud por el juicio que su accion habia de merecer a sus antiguos companeros de armas, al mismo tiempo que la expresion de una actitud firme e inquebrantable de dedicar a la causa que abrazaba todas las potencias de su cuerpo y de su alma. Es un gesto romantico, pero que tiene el valor de una sincera resolucion de romper con el pasado y enfrentarse con el porvenir, cual la de Cortes al ordenar la destruccion de sus naves para acometer la conquista de Mejico. Y ahora, prescindiendo de estos parrafos digresivos, y como uiltima prueba de la unificacion del movimiento, acordaba con ocasion del viaje hecho por Lopez a La Habana, agreguemos que cuando el caudillo se disponia a proclamar la revolucion por su propia cuenta, sin aguardar mas por el Club habanero, recibio un mensaje de este con el ruego de que demorase el golpe hasta los primeros dias de julio, con objeto de dar lugar a que se cumplimentase el convenio que el coronel Bohlen, representante del general W. J. Worth, y el Club, habian de firmar para la proyectada invasion de Cuba. 5. La fecha de la sublevacion El fiscal Zurita, sin hacer una investigaci6n concienzuda del asunto, y, probablemente, sin querer hacerla, no vacilo en afirmar que el levantamiento debio haber comenzado el 22 de mayo de 1848 (390), pero hay que convenir en que esa fecha parece muy distante de la de "24th of June, as farthest" que Sanchez Iznaga. indicaba a su tio, don Jose Aniceto, cuando le escribi6 el 25 de mayo del propio afio para informarle de que la sublevacion estaba a punto de (390) Ibidem.

Page  270 270 HERMINIO PORTELL VILA realizarse, como puede verse en la carta que hemos transcrito anteriormente. Por otra parte, si admitimos el testimonio de Zurita, fundado principalmente en declaraciones de testigos cuyo interes en informar al instructor de la causa pudo haber sido muy relativo, el viaje de Narciso L6pez a La Habana, a fines de mayo, es inexplicable. La fecha, pues, del 22 de mayo, no puede ser admitida como la del inicio de la revoluci6n, cuyo comienzo Sanchez Iznaga, al escribir tres dias mas tarde al viejo patriota trinitario, no pudo precisarla. Desde mediados de mayo todo estaba preparado al objeto de dar el grito de independencia, pero sin haberse hecho especial sefialamiento de fecha para lanzarlo, mientras L6pez iba a La Habana. Y una vez de regreso el caudillo, concertada la unificacion del movimiento con el de los habaneros y acordada su posposici6n hasta que llegase el buque expedicionario que habia de conducir a Cienfuegos o a una de las caletas pr6ximas a su bahia los hombres del general Worth y las armas y municiones necesarias para el alzamiento (391), la primera fecha que si aparece definitivamente fijada es la del 24 de junio de 1848, dia en que tenian lugar en las principales poblaciones del Departamento Central las tradicionales fiestas de Los ensabanados, o de San Juan y San Pedro (392), tan galanamente descritas por El Lugareho en cuanto a Puerto Principe, donde tambien se celebraban, desde las columnas de La Gaceta de la antigua ciudad camagiieyana. La selecci6n de ese dia para iniciar la revoluci6n constituyo un acierto indudable, porque las diversiones publicas que se toleraban con ese motivo, permitian concentrar sin sospechas en las poblaciones, para participar de las fiestas como prop6sito ostensible, a los conjurados, quienes, con toda impunidad, cubiertos con holgados habitos y capuchones, podian acercarse a los cuarteles, a las fortalezas y a las residencias oficiales, y penetrar en ellas y dar (391) Ibidem. (Dec]aracion de D. Pedro Gabriel Sanchez). (392) Villaverde, manuscrito iltimamente citado.

Page  271 NARCISO LOPEZ Y SU EPOCA 271 la sorpresa de un asalto inesperado sin encontrar obstaculos iniciales que comprometiesen el exito de la empresa. No pocas veces el mismo Lopez habia tenido ocasi6n de presenciar esas fiestas y comprobado que la alegre mascarada representaba una garantia de triunfo casi seguro en el caso de iniciar la revoluci6n por medio de una sorpresa, y el y los suyos habian convenido en aprovechar la oportunidad del dia de San Juan para el levantamiento, y divulgado las instrucciones del caso entre los conspiradores. Recibido el aviso del Club de La Habana en que le pedian que demorase la sublevaci6n hasta el mes de julio, fue preciso dar contraorden a los conjurados. Sanchez Iznaga, inmediatamente, pas6 a Cienfuegos y comunic6 lo resuelto al licenciado Diaz de Villegas, y L6pez, en persona, se dirigio el dia 23 a Trinidad, desde el ingenio Santa Barbara. Lleno de amargura y asaltado por tristes presentimientos, relata Villaverde (393), fue que hizo Narciso Lopez la jornada hasta Trinidad. Tenia la intuicion de que la nueva demora conduciria al fracaso de sus planes, pero se habia comprometido a esperar y temia al mismo tiempo que su precipitaci6n fuese causa de que se malograse la revoluci6n. Lleg6 a detenerse a la mitad del camino y en preocupado soliloquio preguntarse: "iQue puede suceder? lQue olvidado de mis compromisos, si se presenta la ocasion propicia, me lanze (sic) sin esperar por nadie? Primero son mi honra, mi vida, la de mis compaieros, la salud de la patria" (394). Y ahora dejemos a Villaverde el relato de los sucesos del dia de San Juan en Trinidad, que hace en parrafos llenos de color y de interes: Amaneci6 por fin el 24 de Junio, en que alli se celebraba la fiesta de San Juan y San Pedro. Ya habian coronado los rayos ardientes del sol las alterosas cumbres de los montes en que se (393) Ibfdem. (394) Ibidem. 18

Page  272 272 HERMINIO PORTELL VILA respalda la poblacion de Trinidad, cuando descendieron por todas las vias que a ella del campo conducen, numerosos grupos de jovenes, vestidos de gala y montados en rijosos caballos. Todos cenian machete llamado de cinta. Desde luego empezaron i dar carreras, voces, rizotadas (sic) por las calles principales de la poblacion, y a usar de bromas, no siempre ligeras, entre ellos mismos 6 con los espectadores que desde los balcones 6 portales de las casas contemplaban el vistoso espectaculo. A veces las damas arrojaban flores 6 perfumes sobre aquellos ginetes (sic) que mas galanes 6 veloces se mostraban en la carrera. Entre ellos se distinguia uno bastante mozo aun, enjuto de carnes, musculoso y agraciado de rostro quien, al pasar por delante de L6pez, de pie en el portal, siempre le saludaba de un modo peculiar, como si quisiera decir a voces: iViva mi general! Este era Arsis (395), del cual volveremos a hablar al fin de esta historia. L6pez, sin contestar el saludo, se sonreia meramente, y luego en los bordes de la desesperacion volvia a otro lado la cara. No tomaron parte en la diversion tan solo los mozos del campo, ocupados en las faenas de las fincas pertenecientes a las familias acaudaladas de la comarca, en torno de la cabecera. Los j6venes mas distinguidos de la poblacion concurrieron tambien con su presencia y entusiasmo, a la amenidad y bullicio de la fiesta... los propietarios, amos de ingenios, cafetales y potreros, casi todos comprendidos en la conspiracion, fueron llamando a sus hijos y dependientes, uno a uno, y despidiendoles para el hogar, 6 el campo a continuar sus tareas. L6pez, f su pesar, lleno de dolor y barruntando males sin cuento, se volvi6 a Santa Barbara, en compania de su fiel amigo Jose Maria Sanchez Iznaga (396). Pocos dias despues, sin que ocurriese el esperado arribo de la expedici6n que pretendian enviar los habaneros y para la cual habian surgido obstaculos en los propios (395) Rafael Arcis y Bravo, arrojado patriota trinitario, mayoral del ingenio Palmarito y principal y mas denodado auxiliar de Armenteros y Hernandez Echerri cuando el levantamiento de Trinidad, en 1851, que le cost6 la vida. (396) Villaverde, manuscrito filtimamente citado.

Page  [unnumbered] —. --- RUTA A CA LLO — ' - --- s^ Nf T r S/IR%1...-.. _- RUTR EN FERROCFRRIIL o 7 CACOety ------— _ RUTA EN VA POP% COSTERO C I &Apo0 TAYABACOA Ot.^/1. f730 La rutaa seguida por Narciso L6pez para huir de Cuba, despues de ser descubierta la Coilspiraci(n de la Minta de la Rosa Cubana, reconstruida conforme a los dates existentes en el Archivo Nacional, con el mapa de los centros conspiradores de I848.

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Page  273 NARCISO LOPEZ Y SU EPOCA 273 Estados Unidos, resolvi6se L6pez a obrar por cuenta propia y dar el golpe de mano que habria de hacerlo duefio de Cienfuegos y de Trinidad. Ya se habia esperado mucho, sin embargo, y tambien se habia difundido mucho la noticia de los preparativos revolucionarios que simultaneamente se hacian en las ciudades mas importantes de la Isla. Los antecedentes de la conspiraci6n, imprecisos aun, trascendian a los no comprometidos en la misma, al gran puiblico, como siempre indiferente o al lado del que manda, y tambien a las propias Autoridades espaiolas. 6. La primera bandera de Narciso L6pez: dos versiones El fracaso de la Conspiraci6n de la Mina de la Rosa Cubana hizo imposible que llegase a ser conocida y tremolada la primera bandera de Narciso L6pez, la original de el y por el trazada, pues la que onde6 en Cardenas el 19 de mayo de 1850, y que despues de pasajero eclipse de pocos meses la Asamblea de Guaimaro la adopto como ensena de la patria en la Guerra de los Diez Afnos, no fue dibujada por L6pez, sino por Miguel Teurbe Tol6n, quien la traz6 segun las instrucciones de aquel, en los primeros dias del mes de junio de 1849, casi un ano mas tarde de la fecha en que L6pez tenia ya en Manicaragua su primitivo boceto de bandera cubana (397). L Que se hizo del proyecto de bandera ideado por L6pez en 18487? C6mo estaba dibujada esa bandera? No podemos hacer su reconstrucci6n, sino por los testimonios de los conspiradores de la epoca. Cirilo Villaverde, en su citada carta al Director de La Revoluci6n, de Nueva York, lleg6 a afirmar que la habia visto "agregada a la causa de conspiracion", y "que se componia de los colores republicanos, combinados en tres franjas horizonta(397) La Revoluci6on, Nueva York, ed. de 15 de febrero de 1873. Carta de Cirilo Villaverde fechada a 12 del propio mes.

Page  274 274 HERMINIO PORTELL VILA les, azul, blanca y roja; imitaci6n lejana de la famosa bandera de Colombia". La causa de conspiraci6n agregada a la cual hubo de verla Villaverde, debio ser la iniciada contra e1, no la instruida contra Narciso L6pez y los conspiradores de Las Villas, pues si aquella se instruy6 en La Habana por el capitan don Jose Maria Insa y se le acumularon las actuaciones contra Teurbe Tolon y Morales, la otra, la de Las Villas, estuvo a cargo del coronel don Crist6bal Zurita y en gran parte fue desenvuelta en Trinidad y Cienfuegos. No parece probable, por otra parte, que Villaverde tuviese libertad para examinar el proceso por la Conspiracion de la Mina de la Rosa Cubaina en su condicion de preso sujeto a las resultas de otra causa. El conocimiento de las otras actuaciones, tan estrechamente relacionadas con la instructiva que se seguia contra Villaverde, le hubiese dado, ademas, un medio de defensa que los jueces espafioles cuidaban de no conceder a sus acusados, mucho mas cuando estaban sujetos al procedimiento de la terrible Comisi6n Militar. Cabe en lo posible, pues, con estos antgeedentes, que Villaverde viese la bandera que despues de tantos anfos describi6, unida a los autos del proceso seguido contra el y sus companeros de La Habana y Matanzas, que es lo que realmente afirma en su carta, lo que explicaria la circunstancia de que la ensefia aludida por el, sin la estrella, fuese distinta de la que se encuentra descrita por Jose Maria Sanchez Iznaga en su declaraci6n de la causa por la conspiraci6n de Las Villas, cuando dice que Narciso Lopez le habia mostrado "... en una tira de papel pintado una bandera que debia enarbolarse en el movimiento, por sefias que en la parte superior y extendiendose a la inferior sobre el asta, tiene una grande estrella de donde parten tres fajas iguales, siendo la superior y la inferior de color azul y la del centro blanca" (398). (398) Archivo Nacional.-Comisi6n Militar (1848), leg. 67, num. 1.

Page  275 NARCISO LOPEZ Y SU EPOCA 275 Para completar la descripcion faltaron dos datos a Sanchez Iznaga: uno, el color de la estrella; otro, su forma y numero de sus puntas. La "grande estrella" no debio ser blanca como parece darlo a entender Sanchez Iznaga al omitir la mencion de su color. Una estrella blanca sobre una franja de igual color habria resultado practicamente invisible, pues el mas vital elemento del pabellon patriotico quedaba diluido sobre un fondo sin contraste. Los colores republicanos, como acertadamente los denominaba Villaverde, no hubiesen estado completos sin el rojo, y siendo azules y blancas las franjas, un proceso eliminatorio nos conduciria a admitir que la estrella era roja. Pudiera objetarse que esa coloracion resultaba contraria a las leyes de la heraldica, pero no se podia exigir conocimientos de la ciencia del blason a los conspiradores de Las Villas, cuando un afio mas tarde los emigrados que dieron forma a la actual ensefia de la patria, y entre los cuales los habia muy cultos, adoptaron en Nueva York el diseflo de una bandera como la nuestra, gloriosa y llena de prestigios civicos, pero contraria a los preceptos heraldicos. Ahora bien, en lo que respecta a la forma de la estrella, las opiniones estan muy divididas. Garcia Ensefiat se inclina a admitir que la estrella era de ocho puntas, y aun hace mas, lo asegura asi. Los fundamentos que tiene para tal afirmacion, carecen de verdadera solidez y no resisten a un analisis riguroso. Aduce que cuatro afnos mas tarde, en 1852, fue descubierto un complot revolucionario en Santiago de Cuba, por la tenencia de unas pequefias banderas compuestas de tres franjas, una blanca y dos azules, una de las cuales res ltaba mas ancha que las otras y tenia pegada una estrella de ocho puntas con la inscripcion "LA LIBRE CUBANA", y con ese unico antecedente establece la identidad fantastica entre las banderas de Trinidad y de Santiago de Cuba (399). (399) La bandera y el escudo de armas de la lepublica de Cuba, por Juan G. Garcia Enseiiat, en El Figaro, Habana, 20 de mayo de 1903.

Page  276 276 HERMINIO PORTELL VILA En primer lugar, no existe el mas minimo fundamento para la afirmacion de que la estrella en la ensenia trinitaria fuese de ocho puntas; por el contrario, si los hay de que fuese de cinco, como en el actual pabell6n cubano. La estrella de seis puntas se construye con dos triangulos superpuestos y colocados en direcciones opuestas: es, por tanto, una figura geometrica sencilla y natural. No lo es menos la estrella de cinco puntas, que se forma con dos compases de igual abertura, cruzados, y unidas sus dos puntas libres por una regla. Si resulta facil, pues, el dibujo de esas dos estrellas, no ocurre lo mismo con la de ocho puntas, que sugiere Garcia Ensefiat. Si en Santiago de Cuba, ciudad populosa y en que habia grandes colegios por aquella epoca, el trazado de la estrella de ocho puntas resultaba menos dificil, en las minas de Manicaragua su dibujo debio resultar empresa de dificultades insuperables, como claramente lo advertira quien se proponga la confeccion de los modelos de las estrellas referidas. La de cinco puntas, de facil diseno, y que figuro mas tarde en la bandera que Narciso L6pez trajo a nuestras playas en sus expediciones, debio ser la de la ensena que se proponian tremolar los conspiradores de 1848. Pero aun hay mas diferencias entre las banderolas de Santiago de Cuba y la descrita por Sanchez Iznaga. En esta la estrella se encuentra sobre la franja blanca; en aquella sobre una de las azules. Garcia Enseniat cuido de examinar iinicamente la descripcion contenida en la causa contra Narciso Lopez, que resulta obscura y poco comprensible, y con ella se conformo, ya que no habia dato concreto para determinar la situacion de la estrella, pero si hubiese avanzado mas en sus investigaciones en el Archivo Nacional, seguramente habria encontrado, en la causa seguida contra los hermanos Francisco y Lucas Castro, que los conjurados de Trinidad tenian una "bandera de dos fajas color azul con otra blanca, en el centro, en esta sen

Page  277 NARCISO LOPEZ Y SU EPOCA 277 tada una grande estrella" (400), lo que confirma nuestra opini6n respecto a que no hay tal identidad entre las banderolas de Santiago de Cuba y el diseno de la de Trinidad, que posiblemente debi6 ser como sigue: tres franjas, la superior y la inferior, estrechas, de color azul; la. del centro, mas ancha, blanca, y sobre esta, junto al asta, una gran estrella de cinco puntas, roja. 7. Sospechas de las autoridades espanolas El joven Ladislao Landa, mayordomo del ingenio de Sanchez Iznaga, enviado por Lopez a La Habana para que le trajese su uniforme y su equipo de guerra, regres6 a Cienfuegos en los ultimos dias de junio de 1848. Habia sido portador de cartas del caudillo para los conspiradores de La Habana, especialmente para los dos paisanos del general, Jose Antonio Echeverria y Manuel Mufioz y Castro, este ultimo emparentado con L6pez y que tenia la representaci6n consular de Venezuela en Cuba. Al emprender su viaje de regreso a Las Villas, el mensajero llev6 consigo un escrito de prevenci6n del mismo Mufioz para Lopez, en el que le decia, con firma convencional: Corren rumores por aca de lo que alla se intenta. A gobierno, pues.-Catuche (401). Con el aviso se resolvi6 anticipar los acontecimientos y se corrieron al efecto las 6rdenes necesarias para lanzarse a la revoluci6n, que debia estallar del 12 al 15 de julio (402). Sin embargo de que el mensaje de Mufioz no precisaba si los rumores acerca de los proyectos revolucionarios habian Ilegado al conocimiento del Gobierno espafiol, casi (400) Archivo Nacional.-Comisi6n Militar (1850), leg. 74, niim. 4. (401) Villaverde, ob. cit. (402) Revista Cubana, Habana, t. XIII, p. 320 (Cuba en 1851-Nar. ciso LUpez), por Jos6 de J. Mirquez.

Page  278 278 HERMINIO PORTELL VILA podemos admitir que, oficialmente, se ignoraban los preparativos de Lopez. Las juntas de autoridades celebradas en La Habana para acordar la linea de conducta que habria de seguirse en el caso de que en Espana, a ejemplo de Francia, proclamasen la republica, y de las cuales, seguin las declaraciones de Sa.nchez Iznaga y del licenciado Diaz de Villegas, les hablo L6pez al regreso de su ultimo viaje a La Habana (403), no esta probado que se hubiesen reunido, no obstante que las noticias del caudillo tambien las tenian en aquellos momentos los patriotas emigrados en Nueva York (404). De todos modos, aun aceptando la improbabilidad de la celebracion de esas juntas entre Roncali, Pinillos, Primo de Rivera, Parejo, Pastor, etc., no hay duda de que las causas que Lopez y los redactores de La Verdad atribuian a las mismas, o sean la revolucion de Francia que hizo caer a Luis Felipe y la abolicion de la esclavitud en las colonias francesas, preocupaban hondamente al conde de Alcoy y a los altos funcionarios espaioles, y asi se echa de ver al comprobar que esas cuestiones europeas y sus posibles influencias en Cuba, constituian el tema principal de la comunicacion qie el Capitan General envio al Ministro de la Gobernacion el 28 de marzo de 1848, en la que se aventuraba a prometer que esperaba...que al estenderse dicha nueva y las que sucesivamente arrivaren (sic), cualquiera que sea su caracter e importancia, se mantengan los habitantes en el mismo espiritu pacifico con que han recibido en esta Capital tan grave acontecimiento (405). Pocas semanas mas tarde, el 27 de mayo, Roncali se dirigia al Ministro y no afectaba aquella confianza que revela su carta anterior a que acabamos de aludir. Por el (403) Archivo Nacional.-Comision Militar (1848), leg. 67, nim. 1, f. 43 y 15. (404) La Verdad, ed. de 30 de Julio de 1848. (405) Boletin del Archivo Naoional, Habana, 1917, vol. XVI, nimero 4, p. 261.

Page  279 NARCISO LOPEZ Y SU EPOCA 279 contrario, se mostraba preocupado y hasta alarmado con la noticia de que en los Estados Unidos habia...algunos naturales de esta Isla, en su mayor parte jovenes ilusos o perdidos, que se dedican esclusivamente a inculcar y propagar las ideas de republica y las de anecsion de la Isla de Cuba (406), pero no vacilaba en afirmar que confiaba en la fidelidad de los habitantes y de la tropa ante cualquier contingencia. Facilmente se adivina que con estos antecedentes el descubrimiento de los planes revolucionarios de L6pez no debi6 sorprender al Capitan General, aunque, de un modo oficial no supiese d6nde iba a darse el grito de independencia, ni con que elementos contaban los revolucionarios, ni quien era su jefe, que algunos historiadores (407), sin citar el fundamento de tal afirmacion, aseguran que tuvo aviso del propio Roncali para emprender la fuga al descubrirse la conspiraci6n. Lo cierto es que, recibido el aviso, los balines que fabricaba Landa fueron echados al Arimao, que se quemaron los papeles comprometedores y que el uniforme de L6pez fue enterrado en los cafiaverales del ingenio de don Juan Bautista Entenza. 8. La delaci6n La opini6n mas generalizada, casi podriamos decir la unanime, entre los historiadores, es la de que el descubrimiento de la Conspiracion de la Mina de la Rosa Cubana fue debido a la delacion hecha por el hacendado trinitario don Pedro Gabriel Sanchez, padre de Jose Maria Sanchez Iznaga, el fiel amigo de L6pez, que habia comunicado a su madre los detalles de la revoluci6n en proyecto y dado con (406) Ibidem, p. 263. (407) Gudimaro, por Nestor Carbonellll y Emeterio S. Santovenia, Habana, 1919, p. 22.

Page  280 280 HERMINIO PORTELL V1LAi ello ocasi6n a que dicha sefiora, a su vez, informase a su esposo de lo que se proyectaba. Villaverde (408) lo admite asi sin dificultad, e igualmente Vidal Morales (409) y otros. Nuestra opini6n difiere algo en cuanto a la fuente de informaci6n que don Pedro Gabriel Sanchez tuvo para delatar los planes de L6pez. Si fue la senora Iznaga de Sanchez, patriota de abolengo, hermana de don Aniceto, la que di6 traslado a su esposo de las noticias que su hijo le habia dado acerca de la conspiraci6n, co6mo su otro hijo, don Saturnino Sanchez Iznaga declar6 que L6pez, personalmente, a el y a su padre, les habia propuesto a fines de mayo que se afiliasen a su partido y abrazasen la revoluci6n?,No afirmaron Saturnino y Jose Maria que cuando su padre rechaz6 las proposiciones de L6pez, este lo tild6 de cobarde y hasta dijo que "se meaba de miedo"? (410). Si don Pedro Gabriel Sanchez conocia todos estos detalles por el mismo L6pez, no fue necesario que su esposa le comunicase lo que le habia confesado su hijo. Posiblemente el viejo hacendado, con la sospecha de que la trama habia sido descubierta en La Habana como informaba el aviso de Manuel Mufioz Castro a L6pez que se ha transcripto con anterioridad, y atemorizado por las consecuencias de la accion que habria de iniciarse, invent6 la revelaci6n de su esposa y la confidencia del hijo, y en ambas bas6 su delaci6n de hechos que ya el conocia con mucha antelacion sin,haberlos denunciado, 'mediante el consejo de su abogado, don Jose Suarez del Villar. Seguin el relato del brigadier Herrera Divila, el dia 4 de julio de 1848 recibi6 un recado urgente de don Pedro Gabriel Sanchez para que se constituyese en su residencia, ya que sus achaques no le permitian salir de casa, y (408) Villaverde, manuscrito filtimamente citado, y tambien en su Carta a Manuel de la Cruz, en Revista Cubana, 1891, t. XIII, p. 106. (409) Morales y Morales, ob. cit., p. 185. (410) Archivo Nacional.-Comisi6n Militar (1850), leg. 74. nfm. 4. Causa contra Francisco y Lucas Castro en que obra testimonio de la instruida contra L6pez.

Page  281 NARCISO L6PEZ Y SU tPOCA 281 una vez ante el, despues de varias digresiones acerca de su lealtad a la monarquia espafiola y de su pena por verse convertido en delator, le particip6 que por la influencia de los norteamericanos se habia organizado una conspiraci6n a cuya cabeza figuraba el general Narciso Lopez, quien habia conquistado para ello la voluntad de su hijo Jose Maria; que el grito de independencia debia haberse dado en Cienfiegos el 24 de junio, no habiendo sido pronunciado por no haber llegado a tiempo la expedicion norteamericana de ayuda que se esperaba, y que la revoluci6n solamente habia sido pospuesta, estando senalado el levantamiento para mediados de julio y contandose para el con parte de la poblaci6n esclava de Cienfuegos y su comarca (411). Si fuese cierta esta uiltima afirmaci6n del gobernador de Trinidad acerca de los esclavos, por el egoismo pudieran comprenderse la actitud de el y de no pocos de los conjurados al negarse a cumplir sus compromisos de alzamiento general. El brigadier Herrera Davila obro con la posible rapidez, y ofici6 en seguida al gobernador de Cienfuegos, don Ram6n MO de Labra, por medio del comandante Trespalacio, ayudante de Roncali, que se encontraba en Trinidad, para que ordenase la detenci6n de todos los comprometidos, especialmente de Narciso L6pez, Jose Maria Sanchez Iznaga y Jose Gregorio Diaz de Villegas. El mensajero lleg6 a Cienfuegos, a bordo de la goleta de guerra Habanera, el 5 de julio por la tarde, y ese mismo dia fueron detenidos los sospechosos, menos Narciso Lopez, quien no pudo ser capturado. Si el licenciado Diaz de Villegas, a fuer de abogado, se defendi6 con habilidad, discrecion y civismo en los interrogatorios, a Sanchez Iznaga, acusado tan directamente por su propio padre, la defensa le result6 mas dificil al ser preso en su ingenio el dia 5 por la noche y llevado a Cienfuegos. (411) Archivo Nacional.-Comisi6n Militar (1848) leg. 67, nim. 1.

Page  282 282 HERMINIO PORTELL VILA Si a veces pudo extraviar la opinion del juez instructor, comandante Juan Bautista Velazquez, y del fiscal Zurita, con algunos infundios, en ocasiones se vio constreinido a declarar la verdad, y por sus informes fueron incluidos en el proceso los hermanos Francisco y Lucas Castro, Juan Bautista Entenza, Jose Gonzalez Abreu y otros. Pero la delacion de don Pedro Gabriel Sanchez no es la unica causa aducida para explicar el descubrimiento de la conspiracion. Una correspondencia de Matanzas a La Verdad, fechada a 20 de julio (412), ya hacia referencia al rumor que circulaba en La Habana sobre que la delacion habia partido del Gobierno de Washington. Alli se decia que el Presidente Polk habia descubierto los planes de los revolucionarios al enviar a Roncali copia de una exposicion de los trinitarios en solicitud de la anexion. Y no fue esta la unica vez que La Verdad trato de esta hipotesis, para negarla y declarar que habia sido inventada por los espafioles. En los numeros de 9 de septiembre y 19 de octubre se insistia en reputar de falsa y estupida esta noticia. Y es de justicia declarar, analizados friamente los hechos y los hombres, a ochenta anios de distancia, que no resulta tan falsa y estuipida esa creencia, como entonces la reputaron los entusiastas editores de La Verdad. El Gobierno de Washington, en aquellos dias, como ya hemos demostrado, gestionaba en Madrid la compra de Cuba, no su incorporacion como estado de la Union, sino su adquisicion como colonia o territorio. Los planes de los cubanos, que el Presidente Polk conocia por las conversaciones de Lopez con el Consul Campbell; por las de este con su colega, el Consul Munoz Castro, y tambien por la entrevista que con el habian celebrado Betancourt Cisneros e Iznaga cuando recibieron la carta en que el sobrino de este dltimo le participaba el inminente alzamiento de Trinidad, chocaban con los propositos del Gobierno norteamericano. (412) La Verdad, Nueva York, ed. de 15 de agosto de 1848.

Page  283 NARCISO LOPEZ Y SU EPOCA 283 Pruebas concluyentes de esa afirmacion hemos dado ya con su sistematica y tortuosa oposici6n a que el general Worth fuese entrevistado por los enviados del Club de La Habana y con la substraccion de su correspondencia denunciada por Ambrosio Jose Gonzalez. L Que mucho, pues, que si no el primer magistrado de la Nacion, si algun politico influyente partidario de la compra de Cuba, hubiese apelado al triste expediente de la denuncia mas o menos anonima para impedir la revolucion proyectada? Datos ciertos no hay en que basar estas conjeturas, pero el observador sereno se resiste a admitir como mera coincidencia la estancia en Trinidad del comandante don Juan Trespalacios y Leon, ayudante de campo del Capitan General, en los dias que precedieron al descubrimiento de la conspiracion, y se inclina mas a considerar su permanencia en el teatro de los sucesos como el desempefo de una mision delicada cual la de frustrar los planes de los conspiradores al forzarlos a precipitar los acontecimientos. 9. La espectacular fuga de Lopez Villaverde afirma que Sanchez Iznaga, en la madrugada del 6 de julio, cuando salia prisionero de su ingenio, junto al Arimao, despach6 en secreto un mensajero a las minas de San Fernando con la noticia de su detenci6n y el aviso para L6pez de que se pusiera en salvo (413). Todos los indicios son de que, cuando la alarmante nueva llegaba al caudillo, asi como cuando recibia la citacion del brigadier Labra para que se presentara en Cienfuegos, ya el estaba enterado de todo lo ocurrido y preparaba la segunda etapa de aquella formidable marcha a caballo a traves de dos provincias, que el propio fiscal Zurita calific6 de proeza de equitaci6n hecha "con velocidad y resistencia admirables (414). (413) Villaverde, manuscrito ultimamente citado. (414) Archivo Nacional.-Comisi6n Militar (1848), leg. 67, num. 1. Conclusi6n fiscal de D. Crist6bal Zurita.

Page  284 284 HERMINIO PORTELL VILA En efecto, en la causa criminal instruida contra el mestizo Juan Garcia, de Trinidad, en marzo de 1850, consta que este individuo fue guia de Lopez en los dias del descubrimiento de la conspiracion, dos anos antes, desde Caracucey hasta Tayabacoa, donde lo dejo y aquel prosiguio su camino hacia Manicaragua. Cuando L6pez contrato los servicios de este guia, en el ingenio del Pbro. Antonio Maria Lopez, regresaba del Embarcadero de Zaza, al que seguramente habria ido con el proposito de salir de la Isla y eludir la persecucion que adivinaba de las Autoridades espaiolas, despues del aviso de Muioz Castro que hemos citado. Al no encontrar medio seguro de pasar al extranjero, concibio el temerario y habilisimo plan de huir por los puertos del norte de Cuba mientras se le buscaba afanosamente por el sur de Las Villas. Sin perder un momento fue con su guia hasta Tayabacoa, y de alli sigui6 solo hasta sus minas (415). Empezaba a disponerlo todo para su fuga, bien avisado, cuando llego un comisario de Cienfuegos con el oficio en que el brigadier Labra le pedia que fuese a dicha poblacion para asuntos del servicio. Poco despues emprendia la marcha junto al enviado de Labra, y con su criado, un mestizo muy joven, Perico Velazco, fiel companero suyo en los Estados Unidos y que lo acompan6 en la expedici6n del Pampero, y despues del desastre de 1851 cumpli6 condena de presidio en Ceuta. No habian avanzado mucho los tres jinetes cuando, llegados a la posada de Leblanc, en el crucero del camino de Cienfuegos con el de Trinidad, desmont6 Lopez para tomar un refrigerio y deshacerse del comisario conforme al plan que se habia formado. Al salir de su pobre vivienda de las minas habia escrito al brigadier Labra una breve esquela en la que acusaba el recibo de su escrito y le prometia acudir a Cienfuegos al momento. Penetro en la posada, llena de gentes que comentaban la noticia de las pri(415) Archivo Nacional.-Comision Militar (1850), leg. 74, nfim. 2.

Page  285 NARCISO LOPEZ Y SU EPOCA 285 siones hechas ultimamente, tomo dos vasos de agua de azucar, y luego, con aire indiferente pero con la autoridad de su jerarquia, se encaro con el comisario y le entrego la respuesta para el Gobernador de Cienfuegos al tiempo que le decia: "Vaya V. por ahi y digale a Labra que para alla voy en seguida" (416). No discuti6 la orden el golilla, tanto mas cuando que emanaba de un general, y siguio para Cienfuegos. En cuanto a Lopez, poco tardo en emprender a galope, seguido de Velazco, la marcha hacia el noroeste. Montaba uno de las mas famosos caballos de Las Villas, el llamado Mazepa, propiedad de Francisco Diaz de Villegas (417), de gran resistencia y magnifica velocidad, y su asistente, tambien notable jinete, cabalgaba en otro excelente corcel. Solamente asi, con tales centauros y cabalgaduras, pudo realizarse la increible jornada. Lopez y su acompanante, desde la posada de Leblanc, no pararon hasta el ingenio Recurso, guiados por el vecino Pilar Reynaldos y pasando por Ciego Alonso. Tras unos minutos de descanso reanudaron la marcha, pasaron el Damuji por El Lechuzo (Rodas), dejaron atras a Jabacoa y llegaron a la finca Copeyes, del coronel Pio Jose Sotolongo, a las doce de la noche. Ya estaban en la jurisdiccion de Cardenas y aquel hombre de hierro habia recorrido casi sin detenerse centenares de kilometros desde Caracucey, al lado de Trinidad, hasta junto a la Bermeja. A Sotolongo inform6 Lopez que su precipitado viaje tenia como destino final La Habana, y que lo hacia "por salvar la vida a un desgraciado" (418), y le pidio caballos de refresco para alcanzar el tren de Cardenas en Pijuan. En dos horas, conducidos por un guia que les facilito el mismo Sotolongo con objeto de recoger tambien las cabalgaduras, llegaron ambos jinetes a Pijuan. Salia el tren y Lopez, sin detener su corcel, salt6 al (416) Villaverde, manuscrito ultimamente citado. (417) Recuerdos de la Guerra Grande, por D. Pablo Diaz de Villegas, manuscrito inedito en el Archivo de la Academia de la Historia de Cuba. (418) Archivo Nacional.-Comisi6n Militar (1850), leg. 74, nfim. 2.

Page  286 286 HERMINIO PORTELL VILA estribo del coche y con un esfuerzo de su hercuileo brazo introdujo a Perico Velazco en el vag6n. Un recuento cuidadoso de las mas completas hazafias de equitaci6n en todo el mundo, podra presentar muy pocas que superen y aun que igualen esta maravillosa demostracion de energia y de habilidad ecuestre (419). Llegado a Cardenas, vestido de paisano, se hizo afeitar en una barberia con la mayor tranquilidad y al salir tuvo serenidad suficiente para saludar al teniente gobernador de la plaza, brigadier Francisco J. Quintayros, amigo suyo, al encontrarlo casualmente. Y dice Villaverde que Lopez hubo de relatarle en cierta ocasi6n, que si Quintayros hubiese estado advertido de la orden de prision dictada contra el y hubiera pretendido ejecutarla, con su mismo sable le habria matado para correr despues al cuartel de la tropa, darse a conocer y proclamar la republica (420). Y si recordamos que el 19 de mayo de 1850, cuando su desembarco en Cardenas, mas de la tercera parte de la guarnici6n se le pas6, no hay que dudar de que aquel recurso desesperado pudiese haberle salvado en un momento critico. El vapor Habanero condujo a Lopez a Matanzas, ciudad que conocia perfectamente y en la que tenia a su companera y numerosos amigos. Desembarco con los demas pasajeros, se entrevisto con los jefes de la conspiraci6n para pedirles que le procurasen el medio de irse a los Estados Unidos, y despues pas6 a saludar al gobernador don Jose Falgueras, Suzarte ha dejado este dialogo de la entrevista entre ambos militares: -Querido General, cuando llego Vd.?,-Le dijo al estrecharle la mano el brigadier Falgueras. -Anoche algo tarde, y por eso deje para hoy el placer de saludar a Vd. (419) El itinerario y los incidentes de la huida de Lopez los hemos reconstruido con una paciente y cuidadosa bfisqueda de antecedentes en las causas criminales de la 6poca. (420) Villaverde, manuscrito 6ltimamente citado.

Page  287 NARCISO LOPEZ Y SU EPOCA 287 -Placer mutuo, por Dios. Y esta Vd. gordo y de buen color. -Es que la vida activa me hace mucho bien. -- Ginetea Vd. mucho? -Bastante. Ya ve Vd., en el campo vale mi.s cl caballo que el carruaje. Y la sefiora y la familia? -Tan buenos. Ya la vera Vd. pues supongo que lionrara Vd. hoy mi mesa. -Acepto para ser honrado (421). Salio del Palacio para ultimar los preparativos, y a las seis comia con el brigadier Falgueras. Horas despues, a las diez y media, disfrazado de marinero y siempre en compafia de Perico Velazco, subia a bordo del Neptuie, buque americano, capitan Petersen, cargado de azicar, que se hizo a la mar con rumbo a Newport y Bristol, en Rhode Island. i Estaba salvado! Dos dias despues se enteraba Falgueras de que Lopez estaba perseguido cuando le visit6, y decia asombrado: -Lo que admiro es la serenidad de ese hombre: tan jovial! tan amable como siempre, sin que se le liotase una sombra de inquietud cuando su vida pendia de un hilo. Mucho nos va a dar que hacer ese diablo que despues de estar 16 horas a caballo parecia tan fresco como si se levantase de la cama (422). Villaverde dej6 escrito que don Felipe Goicouria fue quien proporcion6 a Lopez el medio de embarcar en el Neptune (423), pero Sebastian Alfredo de Morales dice terminantemente que su cunlado, Manuel Presas, de la casa Puig y Cia., gestion6 el permiso de embarque que hizo que Lopez escapase de la muerte (424). Sea como fuere, aquella fuga sorprendente tuvo trascendencia enorme para Cuba, para Espana y para los Estados Unidos. Lopez, libre en suelo norteamericano, repre(421) J. Q. Suzarte, en El Amigo del Pais (1881). (422) Ibidem. (423) Villaverde, manuscrito iltimamente citado. (424) Mis memorias, por S. A. de Morales, manuscrito inedito. 19

Page  288 288 HERMINIO PORTELL VILA sento por espacio de tres ailos una amenaza formidable para la soberania espafiola en las Antillas, y el triste final de su brillante carrera militar, evitado en 1848, vino a consumarse en 1851 despues de haber conmovido al mundo con sus temerarias hazafias por la independencia de Cuba que pretendian adelantar en el reloj del tiempo la hora de la liberacion de un pueblo esclavo y que no pocas veces estuvieron a punto de romper el equilibrio de la paz internacional con una guerra terrible entre Espafia y los Estados Unidos que hubiera podido envolver a Inglaterra. 10. La liquidacion de las conspiraciones de 1848 El descubrimiento de la Conspiracionl de la Mina de la Rosa Cubana y los procesos a que dio lugar, no determinaron accion alguna contra los conjurados de La Habana que tenian prominencia social o eran hombres de recursos. El procedimiento fue llevado activamente contra los conspiradores de Las Villas, y si en los primeros momentos se advirti6 en su tramitacion alguna lenidad, esta actitud no prevalecio al cabo con las duras incitaciones y los acusadores dictAimenes del Asesor don Felix Cascajares. En todas las declaraciones de los acusados y en no pocas de las prestadas por los testigos principales se advierten, o una completa ignorancia de los verdaderos prop6sitos o del desenvolvimiento de la conspiraci6n, o una bien meditada resoluci6n de desorientar a los investigadores con pistas falsas o con datos desprovistos de fundamento. Sin embargo, la afirmaci6n de que Cuba se independizaria para convertirse despues en estado norteamericano, y hasta la de la constituci6n de una republica provisional, que figuran en las respuestas de los comprometidos en el movimiento, prueban que la solucion anexionista era un objetivo mediato, remoto, quizas convencional, cuya realidad, con el mas superficial de los analisis, resulta en ex

Page  [unnumbered] S'. MIWsLfrEu PtAnFLA^. Z~ CABO LA VACA I)E L.EC111, Y REL EV() 1 Si' S OD. ENADI)ES. SCcRori ta. ---La \Va(;i (Ili tanita le, ( qut h:ista' yo lie to(C:ldo p tirte, plUes Ilevo lil (lote. 0'Donne1U. — No teigas (cuid(ado, p)ricntil, tqu( yV( estoi I)in;I(sguralo(), y bien:aforrado. ": Mantuella.-Alnld ligo, ' l)ine, no nos vnyan -'I ({uiit:'ir:lIgo. Pinillos..-Orldefl;, (estie'rr:l, y fusila, y nto h1;ay (lu temer. A mii ime( vale una Princesa. El, 2, Cabo. —Jneiral, 11no 1 ordefne tanlto, que sC U l)uet(l: derlrlgar: (dejeme algo! Ronct.ly.-Que me imnporta L l 11i qlue se mfuer'(. S.....ll(ne (I, ni vasij.... Zurita. —Echcmel, aqui algo. Oficial.-Je6neral, deje algo par 1 el Est:t(lo N'!-Iyor. I'or;Illi vitenll todos sus oficiatls. Cuba.-Socorro!! Socorro!!! (Est'e grabado, que corresponde a una. le l;Is mits antiguas caricaturas politicas (e Cuba, y cuyo original se encuentra en la valiosa " (oleeei6n Massaguer,, lo obtuvn Cirilo Villaverde en septiembre (le 1S48, en el tealtro "Tac6n".)

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Page  289 NARCISO LOPEZ Y SU EPOCA 289 tremo dudosa, y que estudiada a fondo y concienzudamente, con la documentaci6n que proporcionan los papeles de Narciso L6pez y de Cirilo Villaverde, es a todas luces contraria a la anexion. El complot revolucionario de Las Villas tuvo un definido caracter democratico, no obstante la intervenci6n en el mismo del elemento militar, porque sus principales integrantes, los hombres dirigentes, no eran grandes hacendados, sino gentes de toga, maestros, escritores, mayorales de fincas, jornaleros y hasta esclavos, como admiti6 don Pedro Gabriel Sanchez al delatar el movimiento al brigadier Herrera Davila, en Trinidad (425). Esta declaraci6n del hacendado trinitario pone de relieve la imposibilidad de que la revoluci6n de Las Villas, llevada a cabo con el concurso de los esclavos, pudiese determinar la formaci6n de un estado de la Union Nortcamei;cana, en la que por todos los medios se procuraba mantener alejado al siervo negro de cualquier ejemplo de rebeli6n. Triste es decirlo, pero en la esclavitud mantenida por el egoismo encontr6 Cuba su principal obstaculo para llegar a la independencia; ella fue la causa que siempre invoco el Gobierno de Washington para oponerse a la revolucion cubana; ella sirvi6 como instrumento de amenaza contra Espafa para Inglaterra, y con ella Espania gobern6 a Cuba muchos afos despues de que hubiese sonado en el reloj del tiempo la hora de la separacion entre la colonia y la metr6poli. Esa misma inhumana instituei6n, sin embargo, como ya hemos visto, es argumento de prueba contra la realidad de los planes anexionistas de 1848. Y Sanchez Iznaga, en sus declaraciones, al hablar de las proclamas que Lopez le habia mostrado, cuido de consignar que una estaba redactada por el caudillo, pero no asi la dirigida a los Europeos e hijos del p'ais, en la que ya se aventuraban a prometer los revolucionarios que, una (425) Archivo Nacional.-Comisi6n militar (1848) leg. 67, nfim. 1.

Page  290 290 HERMINIO PORTELL VILA vez terminada la lucha, "se resolveria la situacion de la gente de color" (426). El anuncio nada mas de tal proposito, aunque no liegara a cumplirse, entrafiaba un peligro evidente para la idea anexionista, si la habia. Hace poco hemos dicho que la tramitacion inicial del proceso contra los conspiradores de Las Villas tuvo caracteres benignos, pero no tanto como para impedir la publicaci6n del R. D. de 28 de agosto de 1848, que dispuso la baja definitiva de Lopez en el Ejercito espaiol, comunicada el 31 de octubre del propio afno a la Comision Militar, cuando hacia varios meses que Lopez habia hecho dimision de sus grados y honores. De todos modos, el primer consejo de guerra que enltendi6 en la causa, presidido por el brigadier Fulgencio Salas, y completado con los coroneles Angel Elizalde, Jose Andres, Ram6n Conti, Casimiro Caiiedo, Carlos Buergo y Francisco Ruiz de Apodaca, en su sentencia de 3 de marzo de 1849, conforme con la petici6n del fiscal don Cristobal Zurita, condeno a Narciso Lopez...a la pena de privacion de empleo, dignidades y condecoraciones que disfrutaba, imponiendole ademas la de destierro perpetuo de todos los dorninios de S. M. con prohibicion absoluta de volver a ellos; i la calidad ordinaria de ser oido si fuere habido o presentado... (427); a Jose Maria Sanchez Iznaga a ocho aiios de destierro, y al licenciado Gabriel Montiel, a seis meses de prisi6n, siendo absueltos libremente los demars acusados (428). Pero el fallo no satisfizo a Roncali, quien, por auto de 4 de abril de 1849 lo desaprobo, y un nuevo consejo de guerra condeno a L6pez a ser fusilado, y a Sanchez Iznaga a seis afios de presidio. (426) Ibidem. (427) Ibidem. (428) Ibidem.

Page  291 NARCISO LOPEZ Y SU EPOCA 291 Los dictamenes de perversa intencion que el asesor ('ascajares suscribio en esta causa; las agrias respuestas que a los mismos, con tono infinitamente despectivo, hacia el fiscal Zurita, y los detalles todos del procedimiento, inclusives su cierre provisional en marzo de 1849 y su conclusion definitiva en junio de 1850, muestran a las claras que en la instrucci6n del sumario hubo anomalias, no ya solamente por la condici6n de jefe popular que distinguia a Narciso Lopez, sino por las relaciones de amistad que mediaban entre el y los demas conjurados, de una parte, y los jueces militares, de otra. Casi simultneamente con la canla- poi la conspiracion de Las Villas, el 20 de octubre de 1849, el capitan Jose Maria Insa, del Regimiento de Infanteria de Isabel II, de guarnicion en La Habana, daba inicio al proceso contra el novelista Cirilo Villaverde, los hermanos Gaspar y Francisco de Acosta y Rondon, oficiales retirados y eternos conspiradores, cuyas actividades revolucionarias tuvieron principio en la Gran Legion del Aguila Negra; y William M. Buch, cocinero de la barca norteamericana Childe Harold, y agente introductor del periodico La Verdad. Esta causa fue acumulada con la que se instruia en Matanzas contra el sabio naturalista Sebastian Alfredo de Morales, el poeta Miguel Teurbe Tolon; su pariente, el oficial Jose Iribarren; Jose E. Hernandez, y los jovenes camagiieyanos Marcelino Cuevas y Melchor y Carlos Loret de Mola. Ya Teurbe Tolon se encontraba en los Estados Unidos, donde se habia refugiado para eludir la persecucion de los esbirros espanoles, y la acusacion contra Villaverde, Morales y sus compaferos consisti6 en que sostenian culpable correspondencia con el patriota emigrado y servian de agentes a los revolucionarios cubanos establecidos en el extranjero. Villaverde, no obstante ocultarse tras el nombre de Carlos Padilla Bravo, y Morales, a pesar de que la correspondencia para el iba dirigida a Adolfo Padilla y Bravo, o a Abrahan Devonshire, fueron declarados culpables, asi como los hermanos Acosta y el poeta Teurbe Tol6n, y para ellos pidio el fiscal penas severisimas, que

Page  292 292 HERMINIO PORTELL VILA si, en cuanto a Villaverde, Morales y Teurbe Tolon, fueron de muerte, para Gaspar de Acosta, fue de diez afios de presidio, y para su hermano, de seis. Los demas acusados, despues de largos meses de encierro y de vejamenes y de persecuciones sin cuento, como los empleados contra la familia Loret de Mola, en Camagiiey, al resolver el jefe de la misma la liquidacion de sus bienes para emigrar al extranjero en senial de protesta contra los duros tratamientos puestos en practica con sus dos hijos, fueron exonerados. En relaci6n con estos movimientos politicos, el 15 de octubre de 1848 fu6 dosterrado a Isla de Pinos el entusiasta patriota Ramon Ignacio Arnao, a quien el castigo no rest6 animos para continuar en sus trabajos por la independencia, y pocos afios mas tarde, complicado con Graciliano Montes de Oca en las cuestiones para obtener practico que guiase a la expedici6n del Pampero, fue condenado en rebeldia a ocho afios de presidio (429). Jose Isidoro de Armenteros, fusilado en 1851, despues de su fracasada tentativa revolucionaria, fue procesado con ocasi6n de la Conspiracion de la Mika~ de la Rosa Cubana, al acusarsele de haber hecho declaraciones en favor de los proyectos revolucionarios de Narciso L6pez en una fonda de la ciudad de Santiago de Cuba, donde se encontraba realizando negocios mas o menos aparentes, pero la causa fue sobreseida sin encontrar pruebas suficientes para condenarle, no obstante que era uno de los comprometidos en la sublevaci6n de Trinidad y que ya por esa epoca enviaba mensualmente a su amigo L6pez, refugiado este en los Estados Unidos, las cantidades necesarias para su sostenimiento (430). Las actuaciones judiciales practicadas con motivo de los movimientos revolucionarios de 1848 despertaron la atenci6n y hasta la simpatia de no pocos elementos que habian permanecido alejados de los problemas politicos (429) Archivo Nacional.-Comisi6n Militar, leg. 83, nimn. 5. (430) V. Morales y Morales, ob. cit., p. 311.

Page  293 NARCISO LOPEZ Y SU EPOCA 293 de la epoca, muchos de los cuales se sumaron a los grupos conspiradores que funcionaban en las principales poblaciones de la Isla, y los planes de los libertadores tuvieron cierta unificaci6n, cobraron mayores fuerzas y aun puede afirmarse, con plena certeza, que el descubrimiento de la trama y el consiguiente fracaso del complot, si hicieron desertar a algunos de los conjurados, cuyos nombres no volvieron a figurar en las futuras intentonas de L6pez, atrajeron a otros afiliados y simpatizadores, llenos de entusiasmo partiotico y ardiendo en deseos de luchar por la independencia, con los cuales hubiera podido llevarse a cabo la revoluci6n decisiva si en Cuba, despues de la partida de L6pez, hubiese quedado un verdadero jefe, que disfrutase de la consideracion y del respeto de los conspiradores y cuyas 6rdenes alcanzasen absoluto acatamiento. No sucedi6 asi, sin embargo. El caudillo, alejado de la patria, era un general sin ej6rcito, que habia de improvisarlo con mercenarios a los que tenia que halagar con promesas de bienes morales o materiales; y su ejercito logico, el de los cubanos comprometidos para el alzamicn. y que tenian la resoluci6n civica quebrantada por siglos de servidumbre politica y por el morbo de la esclavitud, no tenia junto a si a su jefe, el que habria de galvanizarlo para lanzarlo al combate y guiarlo a la victoria. Se daba, por azares del Destino e imprevisi6n de unos y de otros, ante la solucion dcl conflicto de la independencia de Cuba por la suerte de arnas, la misma situaci6n que Cesar resolvi6 triunfante cuando sus luchas con Pompeyo, y Espana mantenia a raya a un ejercito sin general para despues destrozar a un general sin ejercito. Narciso L6pez y todos los que con el pensaban en la separacion de Cuba y Espafia, unos para la independencia y otros para la anexi6n, olvidaban tambien, cegados por el entusiasmo patri6tico, la consideraci6n de un obstaculo capitalisimo que siempre habia encontrado en su camino el ideal independiente. Y los que por sentimiento o por calculo estaban en la lucha del lado de la Metr6poli, tam

Page  294 294 ITERMINIO PORTELL VILA poco atendieron a la ventaja que para la perpetuacion de aquel regimen politico suponia la existencia del obsticulo tradicional de las ambiciones de las potencias respecto de la posesion de Cuba, que es al que queremos aludir. Las primeras conspiraciones, las de los Soles y Rayos de Bolivar, del Aguila Negra, etc., fueron organizadas por los cubanos haciendo abstraccion de las miras que secreta u ostensiblemente pudiesen tener sobre Cuba las naciones poderosas, Inglaterra, Francia, los Estados Unidos; y Espafia atendi6 a desbaratarlas y logr6 hacerlo con la promesa de apoyo practico e inmediato de esos paises, que hasta ofrecieron su ayuda a Fernando VII para garantizarle el dominio de Cuba. Los cubanos que se afanaban y consagraban sus energias a la abolici6n del regimen colonial en aquellas prime. ras manifestaciones del espiritu revolucionario, eran como niiios que jugaban a la guerra, mientras sus mayores, sin cuidarse para nada del derecho que les correspondia a su propia determinacion, tenian resuelto su porvenir y determinado su futuro. Asi ocurri6, a su vez, con la Conspiractin de la Minza de la Rosa Cubwiaa. Las ambiciones del grupo imperialista norteamericano, las reservas de la diplomacia inglesa y la. indiferencia circunstancial que Francia, en plena convulsion politica, podia conceder a Cuba, todas estas causas actuaban en la sombra contra los planes de los revolucionarios. Y no eran estos motivos los l nicos que dificultaban el logro de las aspiraciones cubanas. Las disensiones, los recelos, los personalismos, la mala fe, la desconfianza de los propios conspiradores, neutralizaban y hasta anulaban los mejores esfuerzos. El Club de La Habana, salvado del desastre de 1848 y encabezado principalmente por Alfonso, los Aldama y sus intereses asociados, estaba destinado a formar el grupo oposicionista de L6pez, por medio del Consejo de Gobierno Cuba'no, establecido en Nueva York, y esos antagonismos

Page  295 NARCISO LOPEZ Y SU EPOCA 295 y divisiones, a la larga, causarian el fracaso irreparable y definitivo de todos los planes revolucionarios de mediados del siglo pasado, y retrasarian por varias decadas el advenimiento de la republica por cuya creacion se derram6 sangre generosa en aquellos anfos tras dos campanas fatales de adversidades y desdichas. Esoa sucesos habraii de ser para los subsiguientes tomos de esta obra, y es por esa razon que, propiamente, el estudio de los acontecimientos politicos que suceden a los que acabamos de describir, quedan para los volumenes segundo y tercero. FIN DEL TOMO PRIMERO

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Page  299 NARCISO LOPEZ Y SU EPOCA 299 APENDICE "A" Exposici6n del brigadier Narciso L6pez a Maria Cristina acerca de su derrota en La Mantilla, publicada en el "Diario de La Habana", edicion del domingo 5 de febrero de 1837. SENORA: El brigadier de caballeria don Narciso Lopez se presenta a los reales pies de V. M. y lleno del mas profundo respeto tiene el honor de esponer: que reseatado de prisionero que se hallaba en Cantavieja por las tropas del ejercito del centro, tan dignamente mandado por el general don Evaristo San Miguel, y acabado de llegar 'a la corte, si bien han finado sus sufrimientos fisicos, le queda uno moral, y tan agudo, que teniendo en movimiento toda su alma, no le deja momento de tranquilidad hasta probar a la faz de la nacion, si en la jornada de Jadraque, y ataque que sostuvo contra el cabecilla Gomez con la columna de su mando, durante el fuego, y cuando el valor cedi6 al ninmero y a las circunstancias cumpli6 con su deber. Sin reputacion, Seiora, el que representa cree que no hay vida; el honor es mas grato que arrastrar unos cuantos afios mas la existencia cuando aquel esta en problema, y sin el cual el soldado deja de serlo; empapado de estos principios. A V. iI. suplica que para aclarar si en la jornada y accion referida, cnmpli6 como soldado y como gefe, se digne espedir sus 6rdenes para que se forme el competente consejo de guerra que instruyendo la correspondiente informacion de lo sucedido falle con conocimiento de causa lo que de autos resultare. Gracia es Sefiora que espera recibir.-MAadrid 19 de Noviembre de 1836. Si en todas las formas de gobierno conocidas se debe el hombre publico a su patria y tiene que darla cuenta de sus acciones y conducta en los cargos que le ha confiado, esta justificacion es obligatoria e imprescindible en los representativos, donde la publicidad es su esencia y donde todos los ciudadanos deben conocer que sus gobernantes trabajan sin reposo en la puiblica felicidad.

Page  300 300 HERMINIO PORTELL VIIA Se hace por tanto mas necesario e importante este deber en el general 6 gefe de tropas en campaia porque encargado de conducirlas a la victoria, sus aciertos 6 errores en la suerte varia de la guerra, pueden acarrearle en las desgracias severisimos cargos, si no demuestra que con su eficacia, valor y pericia se esforz6 en emplear utilmente a los soldados y alcanzar un triunfo que pudo escaparsele solo al traves de aquellas contingencias en que celebres guerreros ban visto frustrados los mas bien combinados planes. Semejante justificacion esta ademas en armonia con el espiritu de las leyes, con la austeridad de los principios militares, y cuadra perfectamente al hombre honrado, al patriota decidido para quien la reputacion es la vida, el honor la. inica gloria, y el aprecio piublico la mas dulce recompensa. Desaparezean con tales pruebas las relaciones inesactas y las fabulas que en diversos sentidos inventa la parcialidad de los bandos, la animosidad de unos y la poco entendida proteccion de otros. Debo al publico una relacion verdadera que hasta ahora no ha tenido de la jornada de la Matilla cerca de Jadraque; libre ya de las cadenas que me impidieron escribirla; tratando con la esposicion sencilla de la verdad, no solo de ofrecer mi propia vindicacion sino la de los bizarros gefes, oficiales y tropa que tan denodadamente combatieron i mis 6rdenes, y que si sucumbieron a fuerzas quintuplicadas, no fue sin haberles hecho comprar a costa de mucha sangre la perdida de su libertad. El 28 de Agosto i las dos de la mafana sali de Madrid con ordenes de seguir rapidamente hasta ponerme a la cabeza de los dos batallones de granaderos de la guardia Real provincial, dos piezas de artilleria y 24 coraceros que tres dias antes habian marchado a la provincia de Guadalajara, autorizandome mis instrueciones para maniobrar, en combinacion con el general Manso, y otra columna que debia encontrarse en Buitrago, para destruir al enemigo. El mismo dia 28 a las 4 de la tarde me reuni en Alsora a los indicados batallones que encontre con una fuerza de 1100 hombres y muy pocos oficiales, entre los que y sus gefes se hablaba con bastante razon del estado de la tropa. Este es el lugar de llamar la atencion acerca de tan notable circunstancia que tanto peso tiene en los sucesos de la guerra:

Page  301 NARCISO LOPEZ Y SU EPOCA 301 Nada habia a la sazon que temer del cabecilla D. Basilio, pues supe con la mayor certeza que debia estar ya del otro lado del Ebro. Gomez de quien tuve aviso se aproximaba a Atienza daba solo cuidado; y seguro de que el general Manso se encontraba en Almazan, me prepare a salir al dia siguiente, proponiendome ocupar y defender a Sigiienza de un enemigo que segun public6 el general Espartero en su parte del 8 de Agosto en Escaro, y lo que se veia estrechado por su activa persecucion, debia considerarlo poco temible. Marche, en efecto el 29, a pie a. la cabeza de mi columna, que si bien poco numerosa, me inspiraba confianza atendida la situacion de un enemigo perseguido vivamente, cuya derrota presumia infalible con solo detenerlo algun tiempo; tal fu6 la inspiracion de mi entusiasmo, despues que por falta de un movimiento igual al que yo emprendia, se escapaba siempre Gomez, desde que sali6 de las provincias atravesando una gran parte de Espafia y devastando los pueblos. Envie un andarin a Sigiienza anunciando a sus autoridades que iba a. llegar pronto, y a fin de que me anticipasen noticias de los enemigos; volvi6 encontrandome ~ poco mas de una legua de la ciudad, de donde me decian que Gomez habia dormido la noche anterior en Atienza, y que al amahecer habia tomado la direccion de Jadraque. Recibi al mismo tiempo un oficio del general Manso del 28 en Almazan, en que me comunicaba que los rebeldes que se aproximaban a Atienza eran como 1500 para batirse, y que si pernoctaban en aquella ciudad, el ocuparia a Sigiienza. Con tales datos y seguridades, no vacile en marchar sobre Gomez, ya que no para destruirlo por mis pocas fuerzas, para entretener siquiera y retardar su marcha hasta la llegada del general Manso, en un terreno ventajoso para nosotros, y intes que se apoderase de las escabrosas marrgenes del Tajo hacia donde conceptue con bastante fundamento se dirigia, tanto por huir de la division del general Espartero, como por ponerse en contacto con las facciones del bajo Aragon y Valencia. Contramarche, pues, y redoblando el paso tom6 la direccion de Jadraque, donde calculaba alcanzar 'a los enemigos; efectivamente poco intes de oscurecer me encontre con unos paisanos que venian de alli, los que me aseguraron que habian dejado a la mayor parte de ellos ya alojados en el pueblo mencionado, y que con un batallon y un escuadron habian venido ellos mismos hasta Bujalaro, un cuarto

Page  302 302 HERMINIO PORTELL VILA de legua mas hacia la direccion que yo llevaba en aquel punto, en donde tambien habian quedado alojandose, y sin que tuviesen la menor sospecha de mi proximidad. Quien habia de vacilar eu atacarlos! Asi se verific6 con honrado y franco denuedo, desalojandolos del pueblo en un momento, y obligandolos a huir en dispersion hasta las posiciones que se encuentran por aquella parte alrededor de Jadraque, dejando en nuestro poder algunos heridos, mas de 30 prisioneros, una porcion de armamento y algunos caballos. Pase la noche acampado en una posicion que esta a la inmediacion del mismo pueblo, e inmediatamente oficie al general Manso, que suponia por sus anteriores comunicaciones en Sigiienza, noticiandole lo ocurrido, para que viniese a obtener un seguro triunfo, afirma'ndole me mantendria al frente de los facciosos. El propio aviso di por medio de un famoso andarin al gefe de la columna que se encontraba en Buitrago, encargandole (en la suposicion de que estaria en movimiento, 6 que la division Espartero vendria muy encima de Gomez) que entregase el pliego al comandante de las tropas que encontrase mas cerca de los enemigos, por la ruta que habian traido. Como yo no podia creer que estos dejasen de acelerar su marcha para no verse alcanzados por la division que los perseguia y envueltos por la del general Manso, mucho mas despues de haber sido acometidos por mi y tenerme a la vista, supuse, con sobrada razon, que se aprovecharian de parte de la noche para alejarse algunas leguas del peligro en que estaban. Inquieto con esta idea, y resuelto a picarles constantemente su retaguardia para embarazar la marcha que llevaban, a fin de que fuesen destruidos en aquel terreno por cualquiera de las columnas que se me uniese, destaque una compania 'a media noche sobre el campo que ocuparon al oscurecer, la que regreso asegurandome permanecian en las mismas posiciones con mucha vigilancia, pues habian hasta oido sus conversaciones, razon por lo que no habian querido dispararles. Amaneci6 el dia 30 y me cerciore al momento de que Gomez no solo permanecia en sus posiciones de Jadraque, sino que se preparaba para atacarme de frente y de flanco. Mi deber era entrete

Page  303 NARCISO LOPEZ Y SU EPOCA 303 nerlo sin esponerme en lo posible a sufrir un descalabro antes de la llegada de Manso, que por lo que dejo manifestado miraba como pr6xima y segura; y como en mi marcha de la precedente tarde habia observado dos posiciones muy regulares para defenderlas de fuerzas superiores a las que tenia a mis 6rdenes, despues de reconocidas las de los rebeldes, que calcule en mas de 4000 hombres, me resolvi a retirarme a la que tenia mas inmediata y ocuparla de modo que creyesen la iba a defender, con objeto de hacerles variar su plan de ataque, y conseguir tambien transcurriese el tiempo que era lo que interesaba. Viendo en esto el movimiento de la faccion para atacarme alli, me puse en retirada por dos direcciones a la otra posicion, que estime mas ventajosa, y en la que me propuse hacer una obstinada defensa para detener a los enemigos hasta la llegada del general Manso, con la cual debia creer no se salvaria un faccioso en aquel terreno. Con tan lisongera como fundada esperanza, empefie el porfiado y sangriento combate que se sigui6, empezando por arrojar a los rebeldes de la posicion que defendi, pues se apoderaron de ella de antemano por un movimiento oculto, acreditando en esto mis soldados una decision y bizarria digna del mayor elogio. El campo quedo sembrado con mas de 400 enemigos entre muertos y heridos, y ya sin municiones y acometido por todas partes con la obstinacion y confianza que inspira al contrario la superioridad de cinco contra uno, tuvo al fin que sucumbir mi columna habiendose batido hasta mas de medio dia, sin ver llegar al general Manso ni a ninguna otra fuerza de las que seguian tan de cerca a los rebeldes, pero habiendo logrado el objeto que me propuse, pues pas6 mas del tiempo necesario para que hubiese sucedido. Tales fueron los sucesos de aquella jornada, y los que precedieron desde el amanecer del dia 28 hasta el 30 a la una de la tarde en que mi columna qued6 prisionera, espresados con tanta exactitud como franqueza y sencillez. Apelo al juicio de los militares inteligentes, y al de todos los hombres imparciales, para que digan si llene mis deberes como militar y como patriota. Me esforce por batir y detener a una faccion que burlaba a cuantas fuerzas la seguian llevando la desola20

Page  304 304 HERMINIO PORTELL VILA cion y el terror por donde pasaba. Es verdad que el triunfo no corono mis deseos; pero que mas pude hacer en la situacion en que llegue a encontrarme? Obtenida la primera ventaja, idebi retirarme 6 quedar observando al enemigo? Si me hubiera decidido a lo primero, cualquiera juzgara los inconvenientes que ofrecia semejante operacion con la calidad de tropa que yo mandaba, que ya he descrito, y que aun no me conocia; y las interpretaciones de pusilanimidad, de que 6 estaba sola para hacer frente a un enemigo superior, hubieran cundido inspirando desaliento y desconfianza contra el gefe que las mandaba. Envalentonados los rebeldes al verme ceder el campo, despues de haberles inquietado su vanguardia y tratado de oponerme a su plan de enmarafiarse en las montanias de Aragon para juntarse a los cabecillas de aquel reino, no hubieran dejado mi alcance, impidiendome elegir punto donde recibirlos, y la tropa de mi mando cansada y obligada a retirarse de tal modo, hubiera necesariamente manifestado un descontento, que si antes de tomar yo el mando de la columna habia existido, empezaba a repararse y era preciso aprovechar semejante coyuntura para conservarla unida, confiada y itil para el combate. Una larga guerra siempre tiende insensiblemente a relajar la mas admirable disciplina, decia un celebre guerrero a sus generales, y que la mejor tactica consistia en acabarla, aunque se hiciese con suerte favorable, lo mas pronto posible. Todas estas consideraciones me estimularon a acampar al frente del enemigo, observarle e imponerle. Trate de paralizar su marcha iy quien no lo hubiera hecho, cuando segun los partes oficiales venia batido y perseguido de cerca! La division del general Manso debia estar en Sigiienza; a su retaguardia por el derrotero de Buitrago suponia otra columna, y la seguridad que sobre el movimiento de aquel general participado oficialmente por el mismo, me inspiraba; con la advertencia de que Gomez no tenia mas que 1500 hombres para batirse; debia aconsejarme la conducta que he relacionado. A pesar de tanta confianza en un auxilio pr6ximo, sabiendo por declaracion de los prisioneros la verdadera fuerza rebelde, escuche los consejos de la prudencia, me puse ai la defensiva, y pro

Page  305 NARCISO LOPEZ Y SU EPOCA 305 cure maniobrar para ganar tiempo, hasta que atacado el enemigo por su retaguardia, 6 de flanco por la division Manso, hubiera encontrado su esterminio y acabado aquel dia la marcha de pillages y desastres con que aun devasta los pueblos. No perdi tiempo para hacer tan importante servicio a mi patria, di aviso a aquel general de mis operaciones, le. asegure que no abandonaria el campo, y solo cedi6 el valor del soldado a lo cruel de las cincunstancias. La hora del refuerzo habia espirado, las municiones se habian consumido, ninguna esperanza alimentaba el entusiasmo de las tropas, y estas ceden por fin, circunvaladas por todas partes, sin que un pufnado de caballos que yo tenia, pudiese hacer cosa alguna contra el numero superior de la caballeria enemiga. i Que cargos no se me hubieran hecho si estando al frente de los rebeldes les hubiera dejado libre paso, despues de mis ofrecimientos a los generales que lo perseguian! iNi como hubiera llenado las inspiraciones de mi honor, ni cumplido con los deberes de mi mando, y la confianza que con el me dispensaba el gobierno!... Que responda por mi el consejo de guerra que he solicitado de la justicia de S. M. se me forme en aclaracion de estos sucesos. Entrelanto, anticipandome a los cargos que me pueda y deba hacer sobre las acciones de Jadraque y la Matilla, he creido oportuno ilustrar al puiblico con unas noticias que en su tiempo no pudieron darse por haber perdido ent6nces mi libertad. Amante de la justicia, y deseoso de que ella acrisole mi conducta, acepto toda la responsabilidad que me quepa de aquellas jornadas. i Ojala se depurasen asi todos los hechos militares en que la victoria no corona los esfuerzos, 6 que acarrean males de tall funesta consecuencia, como causa la faccion de Gomez! Por mi parte me resignare gustoso al destino que puede tocarme, si llegue a errar, a pesar de los mejores deseos del acierto, por haberme abandonado la fortuna, y comprometido la suerte de mis conciudadanos; mas si tuve la de obrar segun las leyes del honor, y las que prescribe la prudencia y la pericia de la guerra, anhelo por mi vindicacion, y me congratulare de haber cumplido mis deberes hasta el ultimo estremo en defensa de una patria por la que estoy siempre dispuesto a sacrificarme. Madrid 20 de Noviembre de 1836.-Narciso L6pez.

Page  306 306 HERMINIO PORTELL VILA APENDICE "B" Hoja de servicios de Narciso L6pez en el ej6rcito espanol, segun certificaci6n de la existente en el Archivo General Militar de Segovia, Espafia, completa hasta su cierre en 3 de diciembre de 1839, nueve anfos antes de que L6pez fuese dado de baja del servicio. ESTADO MAYOR DE LOS EJERCITOS NACIONALES El Mariscal de Campo DON NARCISO LOPEZ, su edad 41 anos, su pais Caracas, su calidad Noble, su salud robusta; sus servicios y circunstancias los que expresa. TIEMPO EN QUE] EMPEZO A SERVIR LOS EMPLEOS Empleos Soldado distinguido....................... Subteniente........................ Teniente de Infanteria.................... Capitan de Caballeria..................... Grado de Teniente Coronel de idem.......... Comandante de Escuadra................... Teniente Coronel......................... Coronel................................. Brigadier................................. Mariscal de Campo........................ Dias Meses Anos 15 Junio 1814 17 Agosto 1814 1o Mayo 1815 16 Marzo 1818 5 Febrero 1819 4 Julio 1820 6 Julio 1821 20 Agosto 1822 7 Junio 1834 10 Julio 1838 TIEMPO QUE HA QUE SIRVE Y CUANTO EN CADA UNO Empleos De distinguido.......................... De Subteniente........................... De Teniente.............................. De Capitin.............................. De Comandante........................... Anos MesesDias,, 2 2 1 2 2 8 14 10 15 3 18,, 2

Page  307 NARCISO LOPEZ Y SU EPOCA 307 De Teniente Coronel.................... 1 1 De Coronel............................... 11 9 De Brigadier............................. 4 1 De Mariscal de Campo.................... 1 5 25 6 ABONOS 14 17 3 21 16 Por el de la guerra de America con arreglo a la R. Orden de 30 de Abril de 1835 y sus aclaraciones.................................. Por el tiempo doble de la presente guerra segun Real orden de 21 de Abril de 1835......... Por la navegacion de ida y vuelta a Ultramar segun el articulo 69 del Reglamento de San Herm enegildo................................ 9 3 1 1 19 9 11 6 Total hasta fin de Diciembre de 1839..........39 11 16 REGIMIENTOS DONDE HA SERVIDO, VICISITUDES POLITICAS Y CLASIFICACION DEL TIEMPO CON ARREGLO A REALES ORDENES VIGENTES. En el Regimiento Infanteria del Rey......... En el de Lanceros del mismo nombre.......... En el de Husares de Fernando VII........... En el Dep6sito de militares transeuntes de la Habana................................... En marcha para la Peninsula................ En Madrid sin destino a Cuerpo.............. Calificado y con licencia ilimitada............ Idem y en clase de excedente................ Destinado a la P. M. del Ejercito de Observacion de Portugal.............................. Reemplazado en el Regimiento Caballeria de Castilla 19 de Ligeros........................ Aiios Meses Dias 3 9 1 4 7 14 2 3 1 2 5,,,,, 5 3 1 2 16 7 16 3 27 4 17 1 26 1 2 17

Page  308 308 HERMINIO PORTELL VILA Mandando la Division de Caballeria de la Ribera en el Ejercito del Norte..................., 5 Nombrado Comandante General de la Mancha...,, 1 1 Idem Jefe superior de la Guardia Nacional de M adrid..................................,, 2 14 Idem Comandante General de la Provincia de Cuenca..................................,, 8 16 Prisionero de guerra en Cantavieja...........,, 2, Comandante general de la provincia de Cuenca (24 vez)...............................,, 3 22 De cuartel en Ecija.........................,, 6 15 Destinado al Ejercito del Norte..............,, 10 14 Idem al de operaciones del Centro...........,, 6 6 De cuartel en la plaza de Burgos.............,, 9 6 Destinado a las ordenes del Excmo. Sr. Capitan General del Principado de Catalufia hasta la fecha del cierre..........................,, 1 27 ABONOS Por el tiempo doble de la guerra de America.... 9 1 19 Por el idem de la presente guerra............ 3 9 11 Por la navegacion de ida y vuelta a Ultramar... 1 6, Total con abonos y deducci6n del tiempo pasivo e inabonable.............................. 39 11 16 CAMPARAS Y ACCIONES DE GUERRA EN QUE SE HA HALLADO, COMISIONES QUE HA DESEMPENADO Y MANDOS QUE HA OBTENIDO: Anos 1814 En la guerra de Costa-firme se hallo en las acciones siguientes: En la de Aragua el 17 de Agosto, en la de Maturin el 12 de Septiembre y en la de Carls el 2 de Diciembre. 1815 En las de Irapa y Coso el 27 de Febrero y en la toma de la Ciudad de Guiria el 29 del mismo, en la entrada de la Provincia de Cartagena de Indias, pacificacion de la mis

Page  309 NARCISO LOPEZ Y SU EPOCA 309 ma y toma de la Plaza de este nombre, su Capital, el 6 de Diciembre. 1816 En el sitio de la Piedra el 11 de Julio; accion del cerro de Ocuman, en el Rio de los Aguacates el 13; en la de Chacao el mismo mes, en la cual mandando 50 hombres batio a 150 enemigos, tomandoles muchos efectos de guerra y un cafion de a dos. 1817 Se hallo en el sitio de Arenales en el mes de Enero, donde con 50 hombres se batieron a 200 enemigos, y en la brillante accion del Coyo de los Aguacates. 1818 En la del Pueblo de Maracay el 14 de Marzo; en la entrada de la Villa de Cura la noche del 15, en la de las Puertas el 16, por las cuales obtuvo el empleo de Capit'an, y en la accion de los Patos el 20 de Mayo. 1819 En el paso del Apure y Arauca los dias 3 y 4 de Febrero, habiendose distinguido en este ultimo, quedandose con su companiia al frente del Ejercito enemigo, ocultando el movimiento del nuestro, por lo que obtuvo el grado de Teniente Coronel. En Cafiafistola el 11, fue cargado por triples fuerzas enemigas, de que se defendio salvando su tropa; en el mismo dia por la tarde en el Rincon de Cunaviche, donde habiendo sido cargado del mismo modo a bastante distancia del Ejercito, contuvo e hizo huir a los enemigos, habiendoles esperado pie a tierra para conseguirlo por lo escabroso del terreno. En la de Trapiche de la Gamarra el 27 de Marzo; en el Hato del Herrero el 2 de Abril, donde habiendo sido cargado por superiores fuerzas, se vi6 tambien precisado a echar pie a tierra por la causa antedicha; asi mismo se hallo en la de Carramacate el 3 de Mayo. 1820 Con su Regimiento hizo el servicio de su clase en la Divisi6n de Vanguardia. 1821 Situada dicha Divisi6n en la Villa de Calaboso, al invadir los enemigos la Provincia de Caracas, su Capital, y hasta el pueblo de la Vitoria, sali6 con la expresada Divisi6n a su encuentro, mandada por el Comandante General Don Francisco Tomias Morales, la que bati6 y derrot6 al enemigo, en la ventajosa posici6n del pie del Cerro de las Co

Page  310 310 HERMINIO PORTELL VILA cuisas el 23 de Mayo, repitiendo esta misma operacion al dia siguiente, al desalojarle de la inaccesible, fortificada y artillada que ocupaba a retaguardia en el sitio de Linon y continuando su persecuci6n hasta Caracas; por lo que volvio esta Capital, la Plaza de Guayra y valles adyacentes a la obediencia del Rey el 28 del mismo, en cuya jornada mand6 la columna de Cazadores que form6 la vanguardia, habiendo obtenido el empleo de Teniente Coronel por el merito que contrajo en ellas. Asisti6 a la memorable Batalla de Carabobo el 24 de Junio y retirada por las fatales consecuencias de esta acci6n en Puerto Cabello. 1822 En esta Plaza sufrio el bloqueo y sitio que seguidamente la pusieron los enemigos hasta el 4 de Febrero que sali6 con la expedici6n que se confi6 al expresado General Morales para la Provincia de Coro y despues de purgada Asta de enemigos avanzo a los Puertos de Altagracia, frente a Maracaibo, con el fin de atacar y reducir esta Plaza, si se podia atravesar la laguna, pero habiendo opuesto el enemigo 26 catroneras y goletas de guerra, sufrio constantemente sus fuegos por espacio de 12 dias, al fin de los cuales se abandonaron dichos puntos a causa de haberse presentado en la plaza tres Divisiones enemigas sobre las cuales se marcho y obtuvo la mis completa y gloriosa victoria el 7 de Junio en los campos de Dabajuro, en la que mando la columna de Cazadores. Pas6 con la indicada Divisi6n a reforzar a Puerto Cabello el 21 de Julio, encontrandose en la salida que hizo el expresado general Morales sobre la Serrania que divide aquella Plaza de la Ciudad de Valencia, asistiendo a la accion ocurrida a la bajada de dicha Sierra, contra el insurgente Paez el 11 de Agosto, y a las parciales de los dias 12, 13, 14, 15, 16 y 17 del mismo, habiendo recibido en la ultima una fuerte contusion de bala de fusil en una pierna. Desempeio las funciones de Primer Ayudante del General Morales desde 7 del expresado Agosto hasta 19 de Septiembre; regresado el Ejercito a Puerto Cabello, se embarco con el y su General en Jefe para la Provincia de Maracaybo, desembarco en la Guayra, e hizo la memorable marcha hasta romper la linea fortificada de la Guar

Page  311 NARCISO LOPEZ Y SU EPOCA 311 dia de Garaballos, batiendo a los que la defendian, a los cuales se les tomo doce piezas de pequeio calibre. Se hallo en la acci6n de las inmediaciones de la Villa de Suimagea el 3 de Septiembre; en la del paso del Sueng el 4; se distingui6 mandando la columna de vanguardia, sosteniendo con ella dos obstinados ataques, contra una divisi6n enemiga de doble fuerza, mientras pasaba el resto de nuestro Ejercito, a la cual puso en desordenada fuga. En la general de Salina Rica el 6 de Septiembre contra fuerzas superiores; ocupaci6n de Maracaybo el 8 del mismo, habiendo sido encargado de la pacificaci6n y obediencia del resto de la Provincia, que verifico. En este mismo mes fue nombrado Gobernador de la Plaza de Maracaybo y Comandante general de su Provincia. Asistio a la memorable accion de los campos de Garabulla el 13 de Noviembre, en la que mando 80 hombres de Caballeria, uinica fuerza de esta arma que tenia nuestro Ejercito, con la cual tuvo la satisfaccion de batir completamente a triplicadas fuerzas enemigas, en el choque particular entre los dos Ejercitos, al que se debio la decision de la Batalla y aprehension de un considerable numero de prisioneros. Vuelto el Ejercito a Maracaybo, continuo desempefando el Gobierno y Comandancia General de la Provincia. 1823 En 19 de Pebrero fue puesta a su cargo la Intendencia de Provincia y comisionado por orden del General en Jefe con 350 hombres para hacer la travesia de las montanas desiertas que separan aquella plaza de la Provincia de Rio Acha; verificada la marcha el ultimo dia del mes por la noche llego y sorprendio la primera fuerza enemiga que defendia una cortadura hecha en una terrible posicion cerca del pueblo del Molino, e hizo prisioneros a todos sus defensores en los dias 1, 2, 3 y 4 de Marzo, sorprendiendo y reduciendo a la obediencia del Rey los pueblos del Molino, San Juan, Fonseca, Villanueva, Hurumita y el Tablao. Obligado por el Ejercito enemigo a abandonar dichos pueblos, se retiro y posesiono a la vista de ellos en el Cerro de Voladorcito, donde permaneci6 hasta el 15 del mismo, que tuvo orden del General en Jefe para retirarse a Maracay

Page  312 312 HERIINIO PORTELL VILA bo, como lo verifico. Incorporado en el Ejercito se hall6 en el combate naval que tuvo nuestra Escuadrilla, en la laguna de Maracaybo, junto a Puerta de Palma, contra la enemiga el 20 de Mayo; recuperaci6n de la referida Ciudad, que habia sido evacuada tres dias antes por su corta guarnici6n, el dia 19 de Junio, a la cabeza de doce hombres escogidos, entr6 en dicha Ciudad ocupada por seiscientos enemigos, a quienes sorprendi6 y puso en confusi6n, matandoles algunos soldados y haciendoles nueve prisioneros, entre ellos un Oficial. En 30 de Julio se le confirio el mando de 29 Jefe del Ejercito por orden del primero. Fue comprendido en la honrosa capitulaci6n de Maracaybo, el 4 de Agosto y el 6, fue encargado por el General en Jefe del mando del Ejercito, como tambien de hacer cumplir los pactos estipulados en dicha capitulaci6n y de conducir los restos a Santiago de Cuba, donde lleg6 el 28 del mismo. Posteriormente fue comisionado por el mismo para conducir pliegos e imponer al Exemo. Sr. Capitan General de la Isla de asuntos interesantes al servicio, para lo cual emprendi6 la marcha por tierra el 8 de Septiembre y evacu6 su comisi6n en todas sus partes. En 11 de Noviembre sali6 de la Habana para la Peninsula con pliegos del Capitan General del Real servicio. 1824 En 30 de Enero se present6 en Madrid y evacuada su comisi6n regres6 a la Habana en virtud de Real Orden de 27 de Septiembre para incorporarse en el Ejercito de que dependia. 1825 En 19 de Febrero tuvo ingreso en el Dep6sito de transeuntes militares de la Habana. 1826 En el expresado Dep6sito hizo el servicio de su clase. 1827 En 30 de Marzo se le libr6 pasaporte para trasladarse a continuar sus servicios en la Peninsula por no tener colocacion en la Isla de Cuba, a cuyo fin se embarc6 el 2 de Mayo y present6 en Madrid el 18 de Julio. En 14 de Agosto obtuvo Real licencia por dos meses para permanecer en la Corte. Ha sido calificado en la Provincia de Castilla

Page  313 NARCISO LOPEZ Y SU EPOCA 313 la Nueva de la conducta militar y politica observada en America, conforme a la Real Orden de 27 de Febrero de 1825, segun certificacion fecha 20 de Noviembre, dada por el E. S. Capitan General. 1828 En 4 de Marzo.obtuvo licencia ilimitada. 1829 a 1832 Excedente. 1833 Por Real Orden de 18 de Noviembre se digno S. M. destinarle a la P. M. del Ejercito del Norte, y a las inmediaciones de su General en Jefe D. Jer6nimo Valdes. Por certificaci6n del mismo que ha presentado acredita el celo, actividad e inteligencia con que desempefio las muchas comisiones y algunas del mayor riesgo, como reconocimientos, observaciones, etc., que le confio siendo su Primer Ayudante, habiendose distinguido el 24 de Diciembre en Ofate a la cabeza de la vanguardia con la que batio y arroj6 a los enemigos en fuerzas muy superiores; el 27 del mismo mes en Durango, yendo a llevar 6rdenes a las tropas que ocupaban Erisma, hallo los enemigos interpuestos pasando por medio de todos ellos sin mas fuerza que el ordenanza, logrando romper su linea y llegar a su destino; se distingui6 tambien en Alsasua, Echarri e Irurzun, los dias 19, 20 y 21 del propio mes. 1834 Por Real Despacho de 14 de Enero se le confirio el mando en su clase de Coronel del Regimiento de Caballeria de Castilla, 1I Ligero, con el cual fue destinado al Ejercito de observaci6n de Portugal y se incorpor6 en el en principios de Abril, continuando en el mismo con el ler. Escuadr6n hasta terminar la memorable campafia, que restableci6 en el trono legitimo a la Reina D9 Maria de la Gloria, por cuyo merito fue promovido a Brigadier de Caballeria, pasando despues al Ejercito de operaciones del Norte, habiendose comportado durante esta campafia, y seguin certificaci6n que ha presentado del General en Jefe del referido Ejercito de Portugal, con la mayor decisi6n, actividad, valor e inteligencia, brindandose siempre para todas las operaciones complicadas y de mayor riesgo. Se hallo en el Norte, en la Batalla de Mendoza el 12 de Diciembre, y en el combate porfiado de Arquijas el 15 de idem.

Page  314 314 HERMINIO PORTELL VILA 1835 En dicho Ejercito de operaciones del Norte se le confiri6 el mando de Division y las mas veces de la Caballeria en total del Ejercito y asisti6 a la operaci6n de las penas de San Fausto, en donde con su serenidad y valor constantemente acreditado presto los mayores servicios; en la de Orbiza el 17 de Enero; en la de 4 de Febrero y reconocimiento practicado en el mismo dia en el pueblo de Mendoza; en la del 5 del mismo mes en Arquijas, y en la del 7 con motivo del convoy que se introdujo en el punto fortificado de Maestiu; el 8 de Marzo y estando mandando con independencia del Ejercito, la Division de la Rivera, dio con ella la acci6n de Sesma; el 28 del mismo y en auxilio del General Aldama se hallo en la de Arroniz; evacuacion de Estella en 5 de Mayo y en la de Salvatierra el 14 de Junio; paso del puente de Brifias el 11 de Mayo dispersando a los enemigos; defensa de Puente la Reina desde el 17 al 22 del citado mes, en cuyos dias con su pequena Divisi6n paraliz6 los movimientos de la mayor parte de las fuerzas enemigas que intentaban apoderarse de dicha plaza, burlando con su viveza y practica de la guerra una emboscada en que Zumalacarregui pens6 hacerle caer en el Carrascal. Mandando la expresada Division de Caballeria se corri6 a Puente la Reina e introdujo un convoy en la Plaza el 11 de Julio, que contribuy6 mucho a su defensa. En la Batalla de Mendigorria el 16 del citado mes, conduciendose en todas las acciones referidas con la bizarria y pericia que tiene acreditadas. Continuo en el Ejercito hasta el mes de Agosto que paso nombrado por S. M. Comandante General de la Mancha y por Real Orden de 30 de Septiembre, Jefe Superior de la Guardia Nacional de esta Corte, cuyo dea tino desempeiio hasta el 14 de Diciembre en que S. M. tuvo a bien destinarle de Comandante General de Cuenca. 1836 Desempefiando dicho cargo se hallo mandando en Jefe la accion de Salvacafiete, contra cuadruples fuerzas de la faccidn de Forcadell, y otras ocurridas el 12 de Marzo; en la de 'Vercolon, el 24 de Abril contra la faccion del Turia;

Page  315 NARCISO LOPEZ Y SU EPOCA 315 en los campos de Torrijos el 15 de Mayo; en la Matilla el 30 de Agosto contra la faccion de G6mez, quedando prisionero de guerra y conducido a Cantavieja permaneci6 hasta 31 de Octubre, que fue rescatado. Volvi6 a desempenar el cargo de Comandante General de Cuenca, hasta 22 de Febrero de 1837 Que fue destinado de cuartel a Ecija y en la marcha para su destino aprehendi6 tres ladrones, por cuya circunstancia mereci6 las gracias en nombre de S. M. Continu6 en esta situaci6n hasta Septiembre, que fue destinado nuevamente al Ejercito del Norte. 1838 En 21 de Julio lo fue igualmente al del Centro, donde desempef6 varias comisiones y mandos de importancia, hallandose en la acci6n de Cheste a las 6rdenes del General Borso, por cuya accion fue propuesto para la Gran Cruz de Isabel la Catolica. 1839 En 27 de Enero pas6 destinado a la plaza de Burgos, en cuya situaci6n ha permanecido hasta que por Real Orden de 3 de Noviembre fue destinado al Ejercito de Catalufa a las 6rdenes del General en Jefe del Principado. CONDECORACIONES Cruz de distinci6n concedida por la pacificaci6n de la Provincia de Cartagena de Indias. Medalla de oro, coronada con el busto de S. M. por la acci6n del Coyo de los Aguacates. Cruz de 1 clase de la Real y Militar Orden de San Fernando, por la gloriosa acci6n en los Campos de Dabajuro el 7 de Junio de 1822. Cruz de 24 clase de la misma orden por Real Cedula de 15 de Agosto de 1828. Cruz de 39 clase de la citada Orden, por Real Cedula de 10 de Septiembre de 1835. Cruz de la Real y Militar Orden de San Hermenegildo, por Real Cedula de 25 de Enero de 1836, y la concedida por la Batalla de Mendigorria, por Diploma de 16 de Marzo de 1836. Don Saturnino Garcia, Coronel efectivo de Infanteria, excedente, Caballero Cruz y Placa de la Real y Militar Orden de San Hermenegildo, Comendador de la Americana de Isabel la Catoli

Page  316 316 HERMINIO PORTELL VILA ca, condecorado con varias cruces de distinci6n por acciones de guerra, Jefe Redactor nombrado por Real Orden para la formacion de hojas de servicios a los S. S. Generales, Jefes y Oficiales del Distrito Militar de Castilla la Nueva.-Certifico: Que la antecedente ha sido redactada con presencia de la antigua y documentos originales que con oficio fecha tres de Diciembre ultimo, me remitio el Excmo. Sr. Capitan General de esta Provincia y en virtud de su orden.-Madrid, quince de Enero de mil ochocientos cuarenta.-Saturnino Garcia. Rubricado. Don Hipolito Carames y Valle de Paz, Archivero primero del Cuerpo de Oficinas Militares y Jefe d1l Archivo General Militar CERTIFICO: Que la antecedente copia de hoja de servicios corresponde al Mariscal de Campo DON NARCISO LOPEZ, cuyo original radica en el expediente personal del mismo. Segovia, nueve de Enero de mil novecientos veintinueve. Hipolito Carames. (Tiene un sello de tinta que dice: "Archivo General Militar.-Segovia".)

Page  317 I N D ICE P&g. PR6LOO.......................................................... 7 CAPfTULO I. Nacimiento de Narciso L6pez.-Su familia.-Su infancia.-Muerte de don Pedro Manuel L6pez.-El nifo soldado en las filas espafiolas.-Su actuaci6n en la Guerra de Independencia de la Gran Colombia............................................ 13 CASPTULO II. Cuba hasta 1823.-Narciso L6pez en La Habana.-Los emigrados de Costa Firme.-Matrimonio de Narciso Lopez. —Su traslado a la Peninsula....................................... 47 CAPfTULO III. Narciso L6pez hasta el inicio de la Guerra Carlista.Su actuaci6n durante esa guerra.-LIas relaciones de L6pez con el general Jer6nimo Valdes.-La exclusi6n de los diputados cubanos de las Cortes espafiolas y el general Narciso L6pez.-La Conspiraci6n de la Cadena Triangular y Soles de la Libertad y Narciso L6pez.-Su elevacion con el Partido Progresista.-El definitivo regreso a Cuba.............................................. 87 CAPIFULO IV. Narciso Lopez en Matanzas y en Trinidad.-Su actuaci6n como presidente de la Comision Militar Ejecutiva y Permanente.-Lopez retirado a la vida privada durante el mando de O 'D onnell.................................................... 143 CAPITULO V. La anexi6n.-Causas ex6genas.-Causas end6genas.-Los anexionistas y su clasificaci6n: a) por motivos patri6ticos; b) por razones econ6micas; c) por causas diversas.-Vindicaci6n de los anexionistas patriotas......................................... 167 CAPfTULO VI. La Conspiraci6n de la Mina de la Rosa Cubana; su inicio; su organizaci6n; sus jefes; su nombre; su caracter.-La Conspiraci6n del "Club de La Habana"; su origen; su preparaci6n; sus directores; su denominaci6n; sus tendencias.-Los grupos conspiradores de Cienfuegos, de Matanzas, de Cardenas, de SanctiSpiritus, de Camagiiey, de Santiago de Cuba y de Pinar del Rio.La unificaci6n del movimiento.-La fecha de la sublevaci6n.-La primera bandera de Narciso L6pez.-Sospechas de las autoridades espafiolas.-La delaci6n.-La espectacular fuga de L6pez.-La liquidaci6n de las conspiraciones de 1848........................ 217 ILUSTRACIONES PAg. I. Retrato del general Narciso L6pez y facsimil de su firma.... 2 II. Retrato del capitin general don Juan Manuel de Cagigal.... 22 III. Retrato del capitan general don Francisco Dionisio Vives.... 44 IV. Narciso L6pez en su juventud.............................. 78 V. Retrato del capitain general don Miguel Tac6n.............. 100 VI. Narciso Lopez, segun su retrato en el Museo Boliviano....... 110 VII. Retrato del capitin general don Jer6nimo Valdes........... 138 VIII. La casa en que vivi6 Narciso L6pez en Trinidad.............. 148 IX. El hijo del general Narciso L6pez.......................... 158 X. Retrato del capitan general don Leopoldo O'Donnell........ 174 XI. El patriota trinitario Jose Maria Sanchez Iznaga.......... 192 XII. Banda de San Hermenegildo, que perteneci6 a Narciso L6pez. 219 XIII. Retrato del capitan general don Federico Roncali........... 238 XIV. Mapa de la ruta seguida por Narciso L6pez al fugarse de Cuba. 272 XV. Grabado satirico acerca del relevo del general O'Donnell...... 288

Page  [unnumbered] ACABOSE DE IMPRIMIR ESTE PRIMER TOMO DE "NARCISO LOPEZ Y SU EPOCA" EN LA IMPRENTA CULTURAL, S. A., EL DIA 25 DE ABRIL DE 1930

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Page  [unnumbered] Precio: 3 dolares.!i

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