Historia general de Filipinas desde el descubrimiento de dichas islas hasta nuestras días, por D. José Montero y Vidal ...

HISTORIA DE FILIPINAS20

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El 2o de Marzo llego6 Urbiztondo A Manila,, cuyos ha-.
bitantes, corporacio'nes oficiales y religiosas celebraron,en su honor magnificos festeJos. El Ayuntamiento de
))Lo que digo A V. R. para su conocimiento y efectos consiguientes.
Dios guarde Ai V. R. muchos aflos. Manila 18 de Maizo de r85i.Fr. Juan F6lix de la Encarnacikn.
El P. IbAfiez era natural de Malh~n (Arago'n). Profe36 en el Colegito
-de Monteagudo en 1 845, A los veintitres de edad. En Julio de i 846 em-,barco' para Manila.
ElI a uto r d e I a Memnoria sobre las expediciones de Balangninguiy W'ol.
Fr. Francisco Galuza; el de Ia Resefia his/drica del Sur de.Filipinas, Don
Emilio Dernqldez; el del librito 7o16, relato hist('rico militar, D. PNO
A. de Pazos; D. A lejandro G( mrez Ranera, en su Compendia de la historia de Espafia, y cuantos se han ocupado de Ia expedicio'n A Jo16 de TUrbiztondo, atribuyen, erro'neamnente, a] P. IbAfiez el haber organizado en
Ceb6i el importante auxilio de los 21 barangayanes y sus, tripulantes y
gente de armas que concurrieron A Ia expedici6n. Un Ministro de Ia Corona, el de Estado, sefior Marques de Miraflores, en pleno Senado (sesio'n del 1.0 de Dicienubre de 1857), al discutirse el proyecto de Iey
sobre concesi('n de una pensi('n A tres hermanas del P. Ibafiez, que fue'
-aprobado cl 3, con ese craso descrnocizniento de cuanto hace referencia A Filipinas, proverbial ya en nuestros gobernantes, lleg6 A decir que
ei P. IbAfiez oreunii', de los misnios paisanos, en cuya conversion se,ocupaba, una porci6n de pobres gentes, y con ellas concurri6 al. fainoso hecho de armas de Jo16'. Niingin auxilio reclamn6 del Gobierno, paras,esto: los recursos de su influencia moral, como misionero, le fueroty,
bastantes para reunir una fuerza. iAs 6 menos nunierosa, etc..O, de cuiyas afirmaciones, si se rebaja el que ci P. IbAfiez no reuni6' A los ccbuanos y boholanos visayas, ni se ocupaba en su conversion, puesto
que no era minsionero entre ellos, y si coadjutor del pAri-oco de Zamb~oanga., isla A 120 millas de CtbA'; que ninguna necesidad tuvo de reclaima
auxilios del Gobierno, puesto que los gastos correspondientes, segfirn
la cuenta de arbitrios de Ia provincia de Cebu' del aflo de 181, fucroms
satisfechos por el jefe de Ia misnma, cuya autoridad, cumpliendo 6rdenes del Gobernador de las Islas, habia reunido y organizado los. barangayanes en cuestio'n, v~ase lo que resta de verdad en lo dicho por aquell
Ministro.
Para Ia gloria del P. IbAnez, basta con su espontaineo ofrecimiezitoi~