Historia general de Filipinas desde el descubrimiento de dichas islas hasta nuestras días, por D. José Montero y Vidal ...

ills

xi8 ~JOSE% MONTERO Y VIDAL

siode comercio, sallian de las formas ordinarias, y no,
tenian precedente desde los tiempos~del descubrimiento
de las islas, cuando, segdin la praictica introducida en el,
Nuevo Mundo., se concedian encomiendas y repartimientos de indios A espafioles benerneritos. Mas este sistema.
idemos esperar que nuestra malina niercante tome una parte conside'irable en la navegacio'n de aquellos mares.
JpFuera de las necesidades inherentes A la ocupacio'n de Basilan, otras,
3ocorisideraciones, que habe'is tambie'n indicado, y que seria imprudente
-odesatender, nos obligarian, para estar A todo futuro evento, 'a fundarvnuestro establecimiento sobre un pie que no guarda proporcio'n con los
sintereses que hablia de fomentar 6 defender.
iWor estos motivos viene A ser in~ltil discutir las pretensiones de la,
ioEspafia A la soberania de la isla, pretensiones que parece habe'is aprejciado perfectarnente; ni nos ocupariamos en ellas sino en el caso de que*testa adquisici~n nos ofreciese ventajas incontestables.
*Dejo a' vuestio, arbitrio la forma en que debe'is hacer saber a' quierk
*-corresponda la resoluci6n del Gobierno; pero no conclu're' sin expre*sar-os su satisfaccio'n por el cuidado que hab~is puesto en evitar todasalas circunstancias que pudieran en cualquier mnanera haber coartado la
flibertad de resolver que se habia reservado.
*El Gcbierno del Rey considera corno terminada la mnisio'n que halvbn'is tan hibilmente desemnpefiado en todas sus partesi.
*Todavi'a hoy en j 86o, recordando en mi retiro cuAl era en 1845 el'
estado de los espiritus en Francia y en Europa, creo que hicimnos bien
en no continuar una empresa que infaliblenmente nos hubiera suscitadao
dificultades y causado choques que sus ventajas no compei-sari'an. Si los.
Gobiernos libres tienen el inconveniente de forinar 6 dar lugar A muchos.
proyectos y quimeras, tienen 'el me'ito de sujetarlas A discusiones y
p ruebas que quilatan su valor y atenu'an el peligro. La libertad politicaopone A las tentaciones que suscita las dificultades y dilaciones con quelas rodea, y detiene en, sus primneros pasos mnuchos nialos designios y
locos ensueiios, que bajo otros Gobiernos se podrian querer realizar &
todo trance, comprometiendo gravemente al palls. No obstante, A vista
de la perspectiva que se presenta en el extremo Oriente, y de las tenta —
tivas europeas en China, no puedo menos, de sentir que la lisla. de Basilan no sea nuestra, y no aflance A nuestras operaciones mnilitares y ccs