Historia general de Filipinas desde el descubrimiento de dichas islas hasta nuestras días, por D. José Montero y Vidal ...

HISTORIA DE FILIPINAS III
la provincia de Calamianes. El aiio 1840, hallindose
en Manila, fue nombrado juez letrado de primera instancia en la populosa provincia de Tondo, que ahora
lleva el nombre de la capital. En 1846 ces6 en aquel
empleo, porque, reformado este, se nombraron jueces
amezcla de todas las formas y de todos los matices verdes que se haa llan en general en los bosques primitivos de las tierras virgenes que no
aha tocado la mano del hombre. El terreno consiste, en los puntos que
hemos visitado, en profundas capas de tierra vegetal mas 6 menos cubiertas de detritus vegetales que aumentan su feracidad. Situada cerca
ade las Molucas, entre Borneo y Mindanao, estas islas casi desconoci3das, a las que acaso falta solamente la industria para que pudieran
asurtir al mundo entero de frutos coloniales, Basilan, con sus modestas
~proporciones de 140 a i6o kilometros de costa, producira cuanto se
aquiera hacerla producir en sus condiciones de clima y temperatura.
E1 clavo, la nuez moscada, la canela, la pimienta, 6 nacen ya 6 nacerrian con facilidad; y en las excursiones que he hecho por los rios de
aPasanjan y Gumalarand, he observado la gran variedad de esencias
5*que salen de sus bosques primitivos y la hermosura de los ejemplares
)que encierran..... La poblaci6n actual de la isla se puede graduar en
8 6 o0.oo habitantes, divididos en dos clases: los del interior, que
se dedican al cultivo del arroz, y los de la costa, cuya principal y acaaso 6nica industria consiste en la pirateria. He visto individuos de las
ados razas, a mi parecer muy distintas: la primera como de malayos, y
ala segunda parecida a los illanos de Mindanao. En una excursion que
ahe hecho con M. Rigaud de Genoully, para buscar las fuentes del rio
ade Pasanjan, nos metimos, guiados por un malayo que venia todos los
adias a la escuadra, algunos cientos de pasos en el interior, y hallamos
)reunidos 15 6 20 malayos, cuyas covachas estaban por alli cerca en
aun otero que dominaba un pequefio fondeadero, en donde tenian sus
apiraguas. Les inquieto un poco nuestra visita, que no esperaban; pero
ase repusieron luego, y comenzamos a hablar con ellos pacificamente,
acuando se presentaron otros seis individuos armados de lanzas y ma)zas que principiaron a esgrimir, cubriendose con sus escudos, dando,:)con sus gestos y sus cabellos esparcidos, sefiales de la mas violenta
vagitaci6n. Los recien llegados nos parecieron mas corpulentos, mas
afuertes y, sobre todo, mas negros que nuestros interlocutores, y de.